90 casos

'Pasó' en la Biblia

Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el valle de Moreh; y el cananeo estaba entonces en la tierra.

Y se pasó de allí a un monte al oriente de Betel, y tendió su tienda, teniendo a Betel al occidente y Hai al oriente; y edificó allí un altar a Jehová e invocó el nombre de Jehová.

Y sucedió que puesto el sol, y ya oscurecido, se dejó ver un horno humeando, y una antorcha de fuego que pasó por entre los animales divididos.

Huyó, pues, con todo lo que tenía; y se levantó, y pasó el río, y puso su rostro hacia el monte de Galaad.

Y pasó el presente delante de él; y él durmió aquella noche en el campamento.

Y se levantó aquella noche, y tomó sus dos esposas, y sus dos siervas, y sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc.

Y él pasó delante de ellos, y se inclinó a tierra siete veces, hasta que llegó a su hermano.

Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir.

Vosotros responderéis: Es el sacrificio de la Pascua de Jehová, el cual pasó de largo las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró.

Así Miriam fue echada del campamento siete días; y el pueblo no pasó adelante hasta que se le reunió Miriam.

Y el Ángel de Jehová pasó más allá, y se puso en una angostura, donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda.

las aguas que venían de arriba, se pararon como en un montón bien lejos de la ciudad de Adam, que está al lado de Zaretán; y las que descendían al mar del Arabá, el Mar Salado, se acabaron y fueron partidas; y el pueblo pasó frente a Jericó.

Mas los sacerdotes que llevaban el arca del pacto de Jehová, estuvieron en seco, firmes en medio del Jordán, hasta que todo el pueblo hubo acabado de pasar el Jordán; y todo Israel pasó en seco.

Les responderéis: Que las aguas del Jordán fueron partidas delante del arca del pacto de Jehová; cuando ella pasó el Jordán, las aguas del Jordán se partieron; y estas piedras serán por memorial a los hijos de Israel para siempre.

Y los sacerdotes que llevaban el arca se pararon en medio del Jordán, hasta tanto que se hizo todo lo que Jehová había mandado a Josué que hablase al pueblo, conforme a todas las cosas que Moisés había mandado a Josué; y el pueblo se dio prisa y pasó.

Y sucedió que cuando todo el pueblo acabó de pasar, también pasó el arca de Jehová, y los sacerdotes, en presencia del pueblo.

Declararéis a vuestros hijos, diciendo: Israel pasó en seco por este Jordán.

Y de Maceda pasó Josué, y todo Israel con él, a Libna; y peleó contra Libna:

Y Josué, y todo Israel con él, pasó de Libna a Laquis, y acampó contra ella, y la combatió.

De Laquis pasó Josué, y todo Israel con él, a Eglón; y acamparon contra ella, y la combatieron.

Y los hijos de Israel oyeron decir como los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, habían edificado un altar delante de la tierra de Canaán, en los términos del Jordán, al paso de los hijos de Israel:

Mas Sehón no se fió de Israel para darle paso por su término; sino que reuniendo Sehón a toda su gente, acampó en Jahaza, y peleó contra Israel.

Y el Espíritu de Jehová vino sobre Jefté; y pasó por Galaad y Manasés; y de allí pasó a Mizpa de Galaad; y de Mizpa de Galaad pasó a los hijos de Amón.

Y Jefté pasó adonde estaban los hijos de Amón para pelear contra ellos; y Jehová los entregó en su mano.

Y él pasó al monte de Efraín, y de allí a la tierra de Salisa, y no las hallaron. Pasaron luego por la tierra de Saalim, y tampoco. Después pasaron por la tierra de Benjamín, y no las encontraron.

Y la guarnición de los filisteos salió al paso de Micmas.

Madrugó luego Samuel para ir a encontrar a Saúl por la mañana; y fue dado aviso a Samuel, diciendo: Saúl ha venido al Carmelo, y he aquí se ha levantado un monumento, y dando la vuelta, pasó y descendió a Gilgal.

Después dijo Samuel: Traedme a Agag rey de Amalec. Y Agag vino a él delicadamente. Y dijo Agag: Ciertamente se pasó la amargura de la muerte.

Y David volvió a jurar, diciendo: Tu padre sabe claramente que yo he hallado gracia delante de tus ojos, y dirá: No sepa esto Jonatán, para que no tenga pesar; y ciertamente, vive Jehová y vive tu alma, que apenas hay un paso entre mí y la muerte.

Entonces David pasó al otro lado, y se puso en la cumbre del monte, a lo lejos, habiendo gran distancia entre ellos;

Se levantó, pues, David, y con los seiscientos hombres que tenía consigo se pasó a Aquís hijo de Maoc, rey de Gat.

Y dijeron los príncipes de los filisteos: ¿Qué hacen aquí estos hebreos? Y Aquís respondió a los príncipes de los filisteos: ¿No es éste David, el siervo de Saúl rey de Israel, que ha estado conmigo algunos días o algunos años, y no he hallado falta en él desde el día que se pasó a mí hasta hoy?

Entonces David dijo a Itai: Ven, pues, y pasa. Y pasó Itai geteo, y todos sus hombres, y todos los pequeños que estaban con él.

Y todo el país lloró en alta voz; pasó luego toda la gente el torrente de Cedrón; asimismo pasó el rey, y todo el pueblo pasó, al camino que va al desierto.

Y cuando David pasó un poco más allá de la cumbre del monte, he aquí Siba, el criado de Mefiboset, que salía a recibirle con un par de asnos enalbardados, y sobre ellos doscientos panes, y cien racimos de pasas, y cien panes de higos secos y un odre de vino.

Y David llegó a Mahanaim, y Absalón pasó el Jordán con toda la gente de Israel.

Y David pasó revista al pueblo que tenía consigo, y puso sobre ellos tribunos y centuriones.

Mas él respondió: Sea como fuere, yo correré. Entonces le dijo: Corre. Corrió, pues, Ahimaas por el camino de la llanura, y pasó delante del etíope.

Y el rey dijo: Pasa, y ponte allí. Y él pasó, y se paró.

También Barzilai galaadita descendió de Rogelim, y pasó el Jordán con el rey, para acompañarle al otro lado del Jordán.

Y todo el pueblo pasó el Jordán; y luego que el rey hubo también pasado, el rey besó a Barzilai, y lo bendijo; y él se volvió a su casa.

El rey entonces pasó a Gilgal, y con él pasó Quimam; y todo el pueblo de Judá, con la mitad del pueblo de Israel, pasaron al rey.

Y él pasó por todas las tribus de Israel hasta Abel, y Bet-maaca y todos los de Barim; y se juntaron, y lo siguieron también.

Y allí se metió en una cueva, donde pasó la noche. Y he aquí vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo: ¿Qué haces aquí, Elías?

Entonces él pasó revista a los jóvenes de los príncipes de las provincias, los cuales fueron doscientos treinta y dos. Luego pasó revista a todo el pueblo, a todos los hijos de Israel, que fueron siete mil.

Pasado el año, Benadad pasó revista a los sirios, y vino a Afec a pelear contra Israel.

Y tomando el manto de Elías que se le había caído, golpeó las aguas, y dijo: ¿Dónde está Jehová, el Dios de Elías? Y así que hubo del mismo modo golpeado las aguas, se apartaron a uno y a otro lado, y pasó Eliseo.

Y salió entonces de Samaria el rey Joram, y pasó revista a todo Israel.

Y sucedió que cuando el rey oyó las palabras de aquella mujer, rasgó sus vestiduras, y pasó así por el muro; y el pueblo llegó a ver el cilicio que traía interiormente sobre su carne.

Joram por tanto pasó a Seir, y todos sus carros con él: y levantándose de noche hirió a los edomitas, los cuales le habían cercado, y a los capitanes de los carros: y el pueblo huyó a sus tiendas.

Y pasó Salomón a la hija de Faraón, de la ciudad de David a la casa que él había edificado para ella; porque dijo: Mi esposa no morará en la casa de David rey de Israel, porque aquellas habitaciones donde ha entrado el arca de Jehová, son santas.

Entonces pasó Joram con sus príncipes, y consigo todos sus carros; y se levantó de noche, e hirió a los edomitas que le habían cercado, y a todos los comandantes de sus carros.

Y pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de Hinom; y observaba los tiempos, miraba en agüeros, era dado a adivinaciones, y consultaba adivinos y encantadores; hizo mucho mal ante los ojos de Jehová, provocándole a ira.

Y también los vasos de oro y de plata de la casa de Dios, que Nabucodonosor sacó del templo que estaba en Jerusalén y los pasó a Babilonia, sean devueltos y sean traídos al templo que está en Jerusalén, a su lugar, y sean puestos en la casa de Dios.

Además dije al rey: Si place al rey, que se me den cartas para los gobernadores del otro lado del río, para que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá;

y un espíritu pasó por delante de mí, que hizo se erizara el pelo de mi carne.

A los cuales solamente fue dada la tierra, y no pasó extraño por medio de ellos;

los cachorros de león no la han pisado, ni el fiero león pasó por ella.

Terrores se han vuelto sobre mí; combatieron como viento mi alma, y mi prosperidad pasó como nube

Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche.

Vino hasta Ajat, pasó hasta Migrón; en Micmas contará su ejército:

y gritó: ¡Un león! Mi señor, sobre la atalaya estoy yo continuamente de día, y paso las noches enteras sobre mi guarda:

Los siguió, pasó en paz por camino por donde sus pies nunca habían entrado.

Lo que pasó, ya antes lo dije; y de mi boca salió; lo publiqué, lo hice presto, y vino a ser.

Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos hizo andar por el desierto, por una tierra desierta y barrancosa, por tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó hombre?

Y Jeremías dijo: Falso; no me paso a los caldeos. Mas él no lo escuchó, antes prendió Irías a Jeremías, y lo llevó delante de los príncipes.

Y será en aquel tiempo, que yo daré a Gog lugar para sepultura allí en Israel, el valle de los que pasan al oriente del mar, y obstruirá el paso a los transeúntes, pues allí enterrarán a Gog y a toda su multitud; y lo llamarán, el valle de Hamón-gog.

Y pasó al interior, y midió cada poste de la puerta de dos codos; y la puerta de seis codos; y la anchura de la entrada de siete codos.

Se fue luego el rey a su palacio, y pasó la noche en ayuno; ni instrumentos de música fueron traídos delante de él, y se le fue el sueño.

No hay alivio para tu quebradura; tu herida es incurable; todos los que oigan tu fama aplaudirán sobre ti, porque ¿sobre quién no pasó continuamente tu maldad?

Te vieron, y tuvieron temor los montes; pasó la inundación de las aguas; el abismo dio su voz, y a lo alto alzó sus manos.

Y entrando Él en una barca, pasó al otro lado, y vino a su ciudad.

Y cuando Jesús pasó otra vez en una barca al otro lado; una gran multitud se reunió alrededor de Él; y Él estaba junto al mar.

Y aconteció, que descendió un sacerdote por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado.

Y asimismo un levita, cuando llegó cerca de aquel lugar y lo vio, pasó por el otro lado.

Y aconteció que yendo Él a Jerusalén, pasó por medio de Samaria y de Galilea.

Entonces tomaron piedras para arrojárselas; pero Jesús se encubrió, y salió del templo atravesando por en medio de ellos, y así pasó.

y pasó por Siria y Cilicia, confirmando a las iglesias.

Porque no quiero ahora veros de paso; pues espero estar con vosotros algún tiempo, si el Señor lo permite.

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