'Quisiere' en la Biblia
Y si la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi juramento; solamente que no vuelvas allá a mi hijo.
Mas si algún extranjero peregrinare contigo, y quisiere hacer la pascua al SEÑOR, séale circuncidado todo varón, y entonces se llegará a hacer este sacrificio, y será como el natural de la tierra; pero ningún incircunciso comerá de ella.
Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme a la dote de las vírgenes.
Y si el que santificó la tierra quisiere redimirla, añadirá a tu estimación el quinto del dinero de ella, y le quedará para él.
Y si alguno quisiere redimir algo de sus diezmos, añadirá su quinto a ello.
Y si el hombre no quisiere tomar a su cuñada, irá entonces la cuñada a la puerta donde están los ancianos, y dirá: Mi cuñado no quiere suscitar nombre en Israel a su hermano; no quiere emparentar conmigo.
Reposa esta noche, y cuando sea de día, si aquel te redimiere, bien, redímate; mas si él no te quisiere redimir, yo te redimiré, vive el SEÑOR. Reposa, pues, hasta la mañana.
Si quisiere contender con él, no le podrá responder a una cosa de mil.
No seas ligero a rebelarse contra él, ni en cosa mala persistas; porque él hará todo lo que quisiere;
Que anuncio lo por venir desde el principio: y desde antiguamente, lo que aún no era hecho. Que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quisiere.
que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del campo será tu morada, y con hierba del campo te apacentarán como a los bueyes, y con rocío del cielo serás bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que entiendas que el Altísimo se enseñorea del reino de los hombres, y que a quien él quisiere lo dará.
y de entre los hombres te echan, y con las bestias del campo será tu morada, y como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas que el Altísimo se enseñorea en el reino de los hombres, y a quien él quisiere lo dará.
Y fue echado de entre los hijos de los hombres; y su corazón fue puesto con las bestias, y con los asnos monteses fue su morada. Hierba le hicieron comer, como a buey, y su cuerpo fue bañado con el rocío del cielo, hasta que conoció que el Altísimo Dios se enseñorea del reino de los hombres, y que pondrá sobre él al que quisiere.
y al que quisiere ponerte a pleito y tomarte tu ropa, déjale también la capa;
Al que te pidiere, dale; y al que quisiere tomar de ti prestado, no se lo rehuses.
Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá, y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.
Mas entre vosotros no será así; sino el que quisiere entre vosotros hacerse grande, será vuestro servidor;
Y el que quisiere entre vosotros ser el primero, será vuestro siervo;
Y llamando a la multitud con sus discípulos, les dijo: Cualquiera que quisiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su madero, y sígame.
Porque el que quisiere salvar su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí y del Evangelio, éste la salvará.
Mas no será así entre vosotros: antes cualquiera que quisiere hacerse grande entre vosotros, será vuestro servidor;
y cualquiera de vosotros que quisiere hacerse el primero, será siervo de todos.
Porque cualquiera que quisiere salvar su alma, la perderá; y cualquiera que perdiere su alma por causa de mí, éste la salvará.
Todas las cosas me son entregadas de mi Padre; y nadie sabe quién sea el Hijo sino el Padre; ni quién sea el Padre, sino el Hijo, y a quien el Hijo lo quisiere revelar.
El que quisiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina si viene de Dios, o si yo hablo de mí mismo.
Pero iré presto a vosotros, si el Señor quisiere; y conoceré, no las palabras de los que andan envanecidos, sino la virtud.
Mas, si a alguno parece cosa fea en su hija, que pase ya de edad, y que así conviene que se haga, haga lo que quisiere, no peca; cásese.
La mujer casada está atada a la ley, mientras vive su marido; mas si su marido muriere, libre es; cásese con quien quisiere, con tal que sea en el Señor.
Porque aun estando con vosotros, os denunciábamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.
Mirad también las naves, siendo tan grandes, y siendo llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por dondequiera que quisiere la gana del que gobierna.
Adúlteros, y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye en enemigo de Dios.
En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quisiere, y si viviéremos, haremos esto, o aquello.
Y si alguno les quisiere dañar, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno les quisiere hacer daño, es necesario que él sea así muerto.