21 Versículos de la Biblia sobre dar dinero a la Iglesia

Cada uno como propuso en su corazón (haga): no con tristeza, o por necesidad; porque Dios ama al dador alegre.

Porque si primero hay la voluntad pronta, será acepta por lo que tiene, no por lo que no tiene.

Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honra; mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.

Y vendían las posesiones, y las haciendas, y las repartían a todos, según la necesidad de cada uno.

Que ningún necesitado había entre ellos; porque todos los que poseían heredades o casas, vendiéndolas, traían el precio de lo vendido,

Cada primer sábado, cada uno de vosotros aparte en su casa, guardando lo que por la bondad de Dios pudiere; para que cuando yo llegare, no se hagan entonces colectas.

No traerás precio de ramera, ni precio de perro (prostituto del culto pagano) a la casa del SEÑOR tu Dios por ningún voto; porque abominación es al SEÑOR tu Dios así lo uno como lo otro.

Vended lo que poseéis, y dad limosna \'

porque todos han echado de lo que les sobra; mas ésta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su alimento.

Y como vino una viuda pobre, echó dos centavos, que es un cuadrante.

Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio del Evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna Iglesia me comunicó en razón de dar y recibir, sino vosotros solos.

He sacado de las otras Iglesias, recibiendo salario para ministraros a vosotros.

Le dice Jesús: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.

para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en secreto, él te pagará en público.

el que exhorta, en exhortar; el que reparte, hágalo en simplicidad; el que preside, en solicitud; el que hace misericordia, en alegría.

Mas dijo esto, no por el cuidado que él tenía de los pobres, sino porque era ladrón, y tenía la bolsa, y sustraía de lo que se echaba en ella.

Y respondiendo Jesús, les dijo: Pagad lo que es de César a César; y lo que es de Dios, a Dios. Y se maravillaron de ello.

Hay quienes reparten, y les es añadido más; y hay quienes retienen más de lo que es justo, mas vienen a pobreza.

Al que te pidiere, dale; y al que quisiere tomar de ti prestado, no se lo rehuses.

Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; la fe de los cuales imitad considerando cuál haya sido la salida de su conversación.

Apacentad la manada de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia vergonzosa; sino con ánimo pronto;