'Su' en la Biblia
teniendo presente sin cesar delante de nuestro Dios y Padre su obra de fe, su trabajo de amor y la firmeza (perseverancia) de su esperanza en nuestro Señor Jesucristo.
y esperar de los cielos a Su Hijo, al cual resucitó de entre los muertos, {es decir,} a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.
para que anduvieran como es digno del Dios que los ha llamado a Su reino y a Su gloria.
Por esto también nosotros sin cesar damos gracias a Dios de que cuando recibieron la palabra de Dios que oyeron de nosotros, {la} aceptaron no {como} la palabra de hombres, sino como lo que realmente es, la palabra de Dios, la cual también hace su obra en ustedes los que creen.
Porque ¿quién es nuestra esperanza o gozo o corona de gloria? ¿No lo son ustedes en la presencia de nuestro Señor Jesús en Su venida?
Por eso también yo, cuando ya no pude soportar más, envié a Timoteo para informarme (para saber) de su fe, por temor a que el tentador los hubiera tentado y que nuestro trabajo hubiera sido en vano.
Pero ahora Timoteo ha regresado de ustedes a nosotros, y nos ha traído buenas noticias de su fe y amor y de que siempre tienen buen recuerdo de nosotros, anhelando vernos, como también nosotros a ustedes.
Por eso, hermanos, en toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados respecto a ustedes por medio de su fe.
según oramos intensamente de noche y de día que podamos ver el rostro de ustedes y que completemos lo que falta a su fe?
Porque ésta es la voluntad de Dios: su santificación; {es decir,} que se abstengan de inmoralidad sexual;
que cada uno de ustedes sepa cómo poseer (tener) su propio vaso en santificación y honor,
Que nadie peque ni defraude a su hermano en este asunto, porque el Señor es {el} vengador en todas estas cosas, como también antes les dijimos y advertimos solemnemente.
Por tanto, el que rechaza {esto} no rechaza a un hombre, sino al Dios que les da a ustedes Su Espíritu Santo.
y a que tengan por su ambición el llevar una vida tranquila, y se ocupen en sus propios asuntos y trabajen con sus manos, tal como les hemos mandado;
y que los tengan en muy alta estima con amor, por causa de su trabajo. Vivan en paz los unos con los otros.
Y que el mismo Dios de paz los santifique por completo; y que todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sea preservado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.