110 casos

'Tenían' en la Biblia

pues tenía rebaños de ovejas y vacadas y mucha servidumbre, y los filisteos le tenían envidia.

Así se apareaban los rebaños junto a las varas; y los rebaños tenían crías rayadas, moteadas y manchadas.

Entregaron, pues, a Jacob todos los dioses extranjeros que {tenían} en su poder y los pendientes que {tenían} en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de la encina que {había} junto a Siquem.

Y los hombres tenían miedo porque eran llevados a casa de José y dijeron: Por causa del dinero que fue devuelto en nuestros costales la primera vez hemos sido traídos aquí, para tener pretexto contra nosotros y caer sobre nosotros y tomarnos por esclavos con nuestros asnos.

Cuando José regresó a casa, le trajeron el presente que {tenían} en su mano a la casa y se postraron ante él en tierra.

Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, pues los sacerdotes tenían ración de parte de Faraón, y vivían de la ración que Faraón les daba. Por tanto no vendieron su tierra.

No se veían unos a otros, nadie se levantó de su lugar por tres días, pero todos los hijos de Israel tenían luz en sus moradas.

Entonces todo el pueblo se quitó los pendientes de oro que tenían en las orejas y {los} llevaron a Aarón.

Porque el material que tenían era abundante, y más que suficiente para hacer toda la obra.

La longitud de cada cortina era de veintiocho codos, y la anchura de cada cortina de cuatro codos; todas las cortinas tenían una {misma} medida.

La longitud de cada cortina {era} de treinta codos, y la anchura de cada cortina de cuatro codos; las once cortinas tenían una {misma} medida.

Y los querubines tenían extendidas las alas hacia arriba, cubriendo el propiciatorio con sus alas, uno frente al otro; los rostros de los querubines estaban {vueltos} hacia el propiciatorio.

Y las basas para las columnas {eran} de bronce, los ganchos de las columnas y sus molduras, de plata, y el revestimiento de sus capiteles, de plata, y todas las columnas del atrio tenían molduras de plata.

Los hijos de Rubén y los hijos de Gad tenían una cantidad muy grande de ganado. Por eso, cuando vieron la tierra de Jazer y la tierra de Galaad, que en verdad era un lugar bueno para ganado,

además, habéis visto sus abominaciones y los ídolos de madera y de piedra, de plata y de oro, que {tenían} con ellos);

Cuando los hombres de Hai se volvieron y miraron, he aquí, el humo de la ciudad subía al cielo, y no tenían lugar adónde huir, ni por un lado ni por otro, porque el pueblo que iba huyendo hacia el desierto se volvió contra sus perseguidores.

El SEÑOR estaba con Judá, que tomó posesión de la región montañosa, pero no pudo expulsar a los habitantes del valle porque éstos tenían carros de hierro.

Después de haber salido, vinieron los siervos y miraron, y he aquí, las puertas de la sala de la terraza tenían pasado el cerrojo, y dijeron: Sin duda está haciendo su necesidad en la sala de verano.

Y llegó Gedeón con los cien hombres que estaban con él a las afueras del campamento, al principio de la guardia de media{noche,} cuando apenas habían apostado la guardia; tocaron las trompetas y rompieron los cántaros que tenían en las manos.

Les dijo también Gedeón: Quisiera pediros que cada uno de vosotros me dé un zarcillo de su botín (pues tenían zarcillos de oro, porque eran ismaelitas).

{Este} tuvo treinta hijos que cabalgaban en treinta asnos, y tenían treinta ciudades en la tierra de Galaad que se llaman Havot-jair hasta hoy.

Entonces los cinco hombres salieron y llegaron a Lais y vieron al pueblo que {había} en ella viviendo en seguridad, tranquilo y confiado, según la costumbre de los sidonios; porque no había gobernante humillándo{los} en nada en aquella tierra, y estaban lejos de los sidonios, y no tenían relaciones con nadie.

Y no había nadie que la librara, porque estaba lejos de Sidón, en el valle que está cerca de Bet-rehob, y ellos no tenían trato con nadie. Y reedificaron la ciudad y habitaron en ella.

Mas los hombres de Guibeá se levantaron contra mí, y rodearon la casa por la noche por causa mía. Tenían intención de matarme; pero en vez de esto, violaron a mi concubina de tal manera que murió.

El otro querubín también {medía} diez codos; ambos querubines tenían la misma medida y la misma forma.

Todas las puertas y los postes {tenían} marcos cuadrados, una ventana frente a la otra en tres filas.

Los capiteles que {estaban} en las cabezas de las columnas del pórtico tenían forma de lirios, {y medían} cuatro codos.

El diseño de las basas {era} éste: tenían bordes y los bordes estaban entre las molduras,

Cada basa tenía cuatro ruedas de bronce, con ejes de bronce, y sus cuatro patas tenían soportes; debajo de la pila {había} soportes fundidos con guirnaldas a cada lado.

Entonces pasó Joram a Zair, y todos sus carros con él. Y aconteció que se levantó de noche y atacó a los edomitas que lo tenían cercado a él y a los capitanes de los carros, pero su ejército huyó a sus tiendas.

Y entregaban el dinero que había sido contado en manos de los que hacían el trabajo, los cuales tenían a su cargo la casa del SEÑOR, y ellos lo traían {para pagar} a los carpinteros y a los constructores que trabajaban en la casa del SEÑOR,

Nabucodonosor, rey de Babilonia, llegó a la ciudad mientras sus siervos la tenían sitiada.

Y con ellos por sus generaciones, conforme a sus casas paternas, {fueron} treinta y seis mil tropas del ejército para la guerra, porque tenían muchas mujeres e hijos.

Y sus parientes en sus aldeas {tenían} que entrar cada siete días para {estar} con ellos de tiempo en tiempo;

Y todos los que tenían piedras {preciosas} las dieron al tesoro de la casa del SEÑOR a cargo de Jehiel gersonita.

Entonces pasó Joram con sus comandantes, y todos sus carros con él. Y aconteció que se levantó de noche y atacó a los edomitas que lo tenían cercado a él y a los comandantes de los carros.

También los cantores, los hijos de Asaf, {estaban} en sus puestos conforme a lo ordenado por David, Asaf, Hemán, y Jedutún, vidente del rey; y los porteros en cada puerta no tenían que apartarse de su servicio, porque sus hermanos los levitas preparaban para ellos.

sin contar sus siervos y siervas, que {eran} siete mil trescientos treinta y siete; y tenían doscientos cantores y cantoras.

Entonces dieron dinero a los canteros y a los carpinteros, y alimento, bebida y aceite a los sidonios y a los tirios para que trajeran madera de cedro desde el Líbano por mar hasta Jope, conforme al permiso que tenían de Ciro, rey de Persia.

Todos éstos se habían casado con mujeres extranjeras, y algunos de ellos {tenían} mujeres que {les} habían dado a luz hijos.

sin contar sus siervos y siervas, que {eran} siete mil trescientos treinta y siete; y tenían doscientos cuarenta y cinco cantores y cantoras.

Pero cuando tenían descanso, volvían a hacer lo malo delante de ti; por eso tú los abandonabas en mano de sus enemigos para que los dominaran; y cuando clamaban de nuevo a ti, tú oías desde el cielo y muchas veces los rescataste conforme a tu compasión.

y estaban junto a él Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memucán, los siete príncipes de Persia y Media que tenían entrada a la presencia del rey y que ocupaban los primeros puestos en el reino):

o con príncipes que tenían oro, que llenaban sus casas de plata.

Les hizo también {objeto} de compasión en presencia de todos los que los tenían cautivos.

Miré a la tierra, y he aquí que {estaba} sin orden y vacía; y a los cielos, y no tenían luz.

Entretanto, el ejército de Faraón había salido de Egipto, y cuando los caldeos que tenían sitiada a Jerusalén oyeron la noticia acerca de ellos, levantaron el {sitio} de Jerusalén.

Pero a algunos de los más pobres del pueblo que no tenían nada, Nabuzaradán, capitán de la guardia, los dejó en la tierra de Judá, y aquel día les dio viñas y campos.

En su centro {había} figuras semejantes a cuatro seres vivientes. Y este era su aspecto: tenían forma humana.

Bajo sus alas, a sus cuatro lados, {tenían} manos humanas. En cuanto a las caras y a las alas de los cuatro,

Y la forma de sus caras {era como} la cara de un hombre; los cuatro tenían cara de león a la derecha y cara de toro a la izquierda, y los cuatro tenían cara de águila;

El aspecto de las ruedas y su hechura {era} como el brillo del crisólito, y las cuatro tenían la misma forma; su aspecto y su hechura {eran} como si una rueda estuviera dentro de la {otra} rueda.

En cuanto a su apariencia, las cuatro tenían la misma semejanza, como si una rueda estuviera dentro de la {otra} rueda.

Las cámaras de la puerta hacia el oriente {eran} tres por cada lado; las tres {tenían} la misma medida. Los pilares a cada lado {tenían} también la misma medida.

Sus ventanas, sus pórticos y sus figuras de palmeras {tenían} las mismas medidas de la puerta que daba al oriente; se subía a ella por siete gradas, y su pórtico {estaba} delante de ellas.

La puerta y sus pórticos tenían ventanas todo alrededor como las otras ventanas; la longitud {era} de cincuenta codos y la anchura de veinticinco codos.

También sus cámaras, sus pilares y sus pórticos {eran} conforme a aquellas mismas medidas. Y la puerta y sus pórticos tenían ventanas todo alrededor; {era} de cincuenta codos de largo y veinticinco codos de ancho.

También sus cámaras, sus pilares, y sus pórticos {eran} conforme a aquellas mismas medidas. Y la puerta y sus pórticos tenían ventanas todo alrededor; {era} de cincuenta codos de largo y veinticinco codos de ancho.

Luego entró al interior y midió {cada} pilar de la entrada, {y tenían} dos codos, la entrada tenía seis codos de {altura}, y la anchura de la entrada, siete codos.

También vi que el templo tenía todo alrededor una plataforma elevada; los cimientos de las cámaras laterales tenían {de alto} una caña entera de seis codos largos.

Midió el templo {y tenía} cien codos de largo; la zona separada con el edificio y sus muros {tenían} también cien codos de largo.

La nave y el santuario tenían puertas dobles.

Las puertas tenían dos hojas, dos hojas giratorias; dos hojas una puerta y dos la otra.

Pues {estaban} en tres pisos y no tenían pilares como los pilares de los atrios; por tanto {las cámaras superiores} se estrechaban a partir del suelo más que las inferiores y las intermedias.

Porque la longitud de las cámaras que {estaban} en el atrio exterior {era} de cincuenta codos; y {las que estaban} frente al templo {tenían} cien codos.

En los cuatro ángulos del atrio {había} atrios cercados, de cuarenta {codos} de largo y treinta de ancho; los cuatro {atrios} en los ángulos {tenían} una misma medida.

Y midió {otros} mil; {y ya era} un río que yo no pude vadear, porque las aguas habían crecido, aguas {que tenían que pasarse} a nado, un río que no se podía vadear.

Luego alcé los ojos y miré, y he aquí dos mujeres salían con el viento en sus alas; y tenían alas como alas de cigüeña, y alzaron el efa entre la tierra y el cielo.

Y cuando los hombres de aquel lugar reconocieron a Jesús, enviaron {a decirlo} por toda aquella comarca de alrededor y le trajeron todos los que tenían {algún} mal.

Y cuando procuraron prenderle, tuvieron miedo de la multitud, porque le tenían por profeta.

Y El les dijo*: Venid, apartaos de los demás a un lugar solitario y descansad un poco. (Porque había muchos que iban y venían, y ellos no tenían tiempo ni siquiera para comer.)

También tenían unos pocos pececillos; y después de bendecirlos, mandó que éstos también los sirvieran.

Y se habían olvidado de tomar panes; y no tenían consigo en la barca sino sólo un pan.

Y ellos discutían entre sí que no tenían panes.

E iban por el camino subiendo a Jerusalén, y Jesús iba delante de ellos; y estaban perplejos, y los que le seguían tenían miedo. Y tomando aparte de nuevo a los doce, comenzó a decirles lo que le iba a suceder:

Y saliendo ellas, huyeron del sepulcro, porque un {gran} temblor y espanto se había apoderado de ellas; y no dijeron nada a nadie porque tenían miedo.

Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, le siguió; y {Jesús,} recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados.

Sus padres dijeron esto porque tenían miedo a los judíos; porque los judíos ya se habían puesto de acuerdo en que si alguno confesaba que Jesús era el Cristo, fuera expulsado de la sinagoga.

Y viendo junto a ellos de pie al hombre que había sido sanado, no tenían nada que decir en contra.

Llegados a Salamina, proclamaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos; y tenían también a Juan de ayudante.

Pero también algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, trataron de invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os ordeno por Jesús, a quien Pablo predica.

Así que los soldados, de acuerdo con las órdenes {que tenían,} tomaron a Pablo y lo llevaron de noche a Antípatris.

sino que {simplemente} tenían contra él ciertas cuestiones sobre su propia religión, y sobre cierto Jesús, {ya} muerto, de quien Pablo afirmaba que estaba vivo.

Cuando esto sucedió, los demás habitantes de la isla que tenían enfermedades venían {a él} y eran curados.

Subí por causa de una revelación y les presenté el evangelio que predico entre los gentiles, pero {lo hice} en privado a los que tenían {alta} reputación, para cerciorarme de que no corría ni había corrido en vano.

Y de aquellos que tenían reputación de ser algo (lo que eran, nada me importa; Dios no hace acepción de personas), pues bien, los que tenían reputación, nada me enseñaron.

Y el aspecto de las langostas era semejante al de caballos dispuestos para la batalla, y sobre sus cabezas {tenían} como coronas que parecían de oro, y sus caras eran como rostros humanos.

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