'Todo' en la Biblia
Empero Dios nos lo reveló á nosotros por el Espíritu: porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.
Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro,
Sea Pablo, sea Apolos, sea Cefas, sea el mundo, sea la vida, sea la muerte, sea lo presente, sea los por venir; todo es vuestro;
Si otros tienen en vosotros esta potestad, ¿no más bien nosotros? Mas no hemos usado de esta potestad: antes lo sufrimos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.
Me he hecho á los flacos flaco, por ganar á los flacos: á todos me he hecho todo, para que de todo punto salve á algunos.
Y todo aquel que lucha, de todo se abstiene: y ellos, á la verdad, para recibir una corona corruptible; mas nosotros, incorruptible.
Todo me es lícito, mas no todo conviene: todo me es lícito, mas no todo edifica.
De todo lo que se vende en la carnicería, comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia;
Y si algún infiel os llama, y queréis ir, de todo lo que se os pone delante comed, sin preguntar nada por causa de la conciencia.
Si pues coméis, ó bebéis, ó hacéis otra cosa, haced lo todo á gloria de Dios.
Y os alabo, hermanos, que en todo os acordáis de mi, y retenéis las instrucciones mías, de la manera que os enseñé.
Mas quiero que sepáis, que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo.
Todo varón que ora ó profetiza cubierta la cabeza, afrenta su cabeza.
Porque como la mujer es del varón, así también el varón es por la mujer: empero todo de Dios.
Con todo eso, si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni las iglesias de Dios.
Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído, ¿dónde estaría el olfato?
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
SEGUID la caridad; y procurad los dones espirituales, mas sobre todo que profeticéis.
¿Qué hay pues, hermanos? Cuando os juntáis, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación: hagáse todo para edificación.
Empero hagáse todo decentemente y con orden.
Luego el fin; cuando entregará el reino á Dios y al Padre, cuando habrá quitado todo imperio, y toda potencia y potestad.
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