'Casa' en la Biblia
- 1.Gé 7:1-Éx 20:2
- 2.Éx 20:17-Josué 2:19
- 3.Josué 6:17-1 Samuel 6:10
- 4.1 Samuel 7:1-2 Samuel 15:16
- 5.2 Samuel 15:35-1 Reyes 10:5
- 6.1 Reyes 10:12-2 Reyes 12:12
- 7.2 Reyes 12:13-1 Crónicas 23:32
- 8.1 Crónicas 24:5-2 Crónicas 20:9
- 9.2 Crónicas 20:28-Esdras 5:2
- 10.Esdras 5:3-Ester 8:7
- 11.Ester 9:4-Eclesiastés 7:2
- 12.Eclesiastés 7:4-Jeremías 26:9
- 13.Jeremías 26:10-Ezequiel 13:9
- 14.Ezequiel 14:4-Daniel 5:23
- 15.Daniel 6:10-Mateo 8:14
- 16.Mateo 9:6-Lucas 19:9
- 17.Lucas 19:46-2 Juan 1:10
Mas la ciudad será anatema á Jehová, ella con todas las cosas que están en ella: solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estuvieren en casa con ella, por cuanto escondió los mensajeros que enviamos.
Mas Josué dijo á los dos hombres que habían reconocido la tierra: Entrad en casa de la mujer ramera, y haced salir de allá á la mujer, y á todo lo que fuere suyo, como lo jurasteis.
Y consumieron con fuego la ciudad, y todo lo que en ella había: solamente pusieron en el tesoro de la casa de Jehová la plata, y el oro, y los vasos de metal y de hierro.
Mas Josué salvó la vida á Rahab la ramera, y á la casa de su padre, y á todo lo que ella tenía: y habitó ella entre los Israelitas hasta hoy; por cuanto escondió los mensajeros que Josué envió á reconocer á Jericó.
Os allegaréis, pues, mañana por vuestras tribus; y la tribu que Jehová tomare, se allegará por sus familias; y la familia que Jehová tomare, se allegará por sus casas; y la casa que Jehová tomare, allegaráse por los varones;
E hizo allegar su casa por los varones, y fué tomado Achân, hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá.
Vosotros pues ahora sois malditos, y no faltará de vosotros siervo, y quien corte la leña y saque el agua para la casa de mi Dios.
Entonces Josué respondió á la casa de José, á Ephraim y Manasés, diciendo: Tú eres gran pueblo, y tienes gran fuerza; no tendrás una sola suerte;
Y la dividirán en siete partes: y Judá estará en su término al mediodía, y los de la casa de José estarán en el suyo al norte.
Y quedará en aquella ciudad hasta que parezca en juicio delante del ayuntamiento, hasta la muerte del gran sacerdote que fuere en aquel tiempo: entonces el homicida tornará y vendrá á su ciudad y á su casa y á la ciudad de donde huyó.
No faltó palabra de todas la buenas que habló Jehová á la casa de Israel; todo se cumplió.
Y á diez príncipes con él; un príncipe de cada casa paterna de todas las tribus de Israel, cada uno de los cuales era cabeza de familia de sus padres en la multitud de Israel.
Y si mal os parece servir á Jehová, escogeos hoy á quién sirváis; si á los dioses á quienes siervieron vuestros padres, cuando estuvieron de esotra parte del río, ó á los dioses de los Amorrheos en cuya tierra habitáis: que yo y mi casa serviremos á Jehov
Porque Jehová nuestro Dios es el que nos sacó á nosotros y á nuestros padres de la tierra de Egipto, de la casa de sevidumbre; el cual delante de nuestros ojos ha hecho estas grandes señales, y nos ha guardado por todo el camino por donde hemos andado, y
También los de la casa de José subieron á Beth-el; y fué Jehová con ellos.
Y los de la casa de José pusieron espías en Beth-el, la cual ciudad antes se llamaba Luz.
Y quiso el Amorrheo habitar en el monte de Heres, en Ajalón y en Saalbín; mas como la mano de la casa de José tomó fuerzas, hiciéronlos tributarios.
Y Sísara se acogió á pie á la tienda de Jael mujer de Heber Cineo; porque había paz entre Jabín rey de Asor y la casa de Heber Cineo.
Jehová envió un varón profeta á los hijos de Israel, el cual les dijo: Así ha dicho Jehová Dios de Israel: Yo os hice salir de Egipto, y os saqué de la casa de servidumbre:
Entonces le respondió: Ah, Señor mío, ¿con qué tengo de salvar á Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.
Y Gedeón hizo de ellos un ephod, el cual hizo guardar en su ciudad de Ophra: y todo Israel fornicó tras de ese ephod en aquel lugar; y fué por tropiezo á Gedeón y á su casa.
Ni hicieron misericordia con la casa de Jerobaal Gedeón conforme á todo el bien que él había hecho á Israel.
Y FUÉSE Abimelech hijo de Jerobaal á Sichêm, á los hermanos de su madre, y habló con ellos, y con toda la familia de la casa del padre de su madre, diciendo:
Y viniendo á la casa de su padre en Ophra, mató á sus hermanos los hijos de Jerobaal, setenta varones, sobre una piedra: mas quedó Jotham, el más pequeño hijo de Jerobaal, que se escondió.
Y reunidos todos los de Sichêm con toda la casa de Millo, fueron y eligieron á Abimelech por rey, cerca de la llanura del pilar que estaba en Sichêm.
Ahora pues, si con verdad y con integridad habéis procedido en hacer rey á Abimelech, y si lo habéis hecho bien con Jerobaal y con su casa, y si le habéis pagado conforme á la obra de sus manos;
Y vosotros os levantasteis hoy contra la casa de mi padre, y matasteis sus hijos, setenta varones, sobre una piedra; y habéis puesto por rey sobre los de Sichêm á Abimelech, hijo de su criada, por cuanto es vuestro hermano:)
Si con verdad y con integridad habéis obrado hoy con Jerobaal y con su casa, que gocéis de Abimelech, y él goce de vosotros.
Y si no, fuego salga de Abimelech, que consuma á los de Sichêm y á la casa de Millo; y fuego salga de los de Sichêm y de la casa de Millo, que consuma á Abimelech.
Y como los Israelitas vieron muerto á Abimelech, fuéronse cada uno á su casa.
Y los hijos de Ammón pasaron el Jordán para hacer también guerra contra Judá, y contra Benjamín, y la casa de Ephraim: y fué Israel en gran manera afligido.
Y la mujer de Galaad también le había parido hijos; los cuales cuando fueron grandes, echaron fuera á Jephté, diciéndole: No heredarás en la casa de nuestro padre, porque eres bastardo.
Y Jephté respondió á los ancianos de Galaad: ¿No me habéis vosotros aborrecido, y me echasteis de la casa de mi padre? ¿por qué pues venís ahora á mí cuando estáis en aflicción?
Cualquiera que me saliere á recibir de las puertas de mi casa, cuando volviere de los Ammonitas en paz, será de Jehová, y le ofreceré en holocausto.
Y volviendo Jephté á Mizpa á su casa, he aquí que su hija le salió á recibir con adufes y danzas, y era la sola, la única suya; no tenía fuera de ella otro hijo ni hija.
Y JUNTANDOSE los varones de Ephraim, pasaron hacia el aquilón, y dijeron á Jephté: ¿Por qué fuiste á hacer guerra contra los hijos de Ammón, y no nos llamaste para que fuéramos contigo? Nosotros quemaremos á fuego tu casa contigo.
Y al séptimo día dijeron á la mujer de Samsón: Induce á tu marido á que nos declare este enigma, porque no te quememos á ti y á la casa de tu padre. ¿Habéisnos llamado aquí para poseernos?
Y el espíritu de Jehová cayó sobre él, y descendió á Ascalón, é hirió treinta hombres de ellos; y tomando sus despojos, dió las mudas de vestidos á los que habían explicado el enigma: y encendido en enojo fuése á casa de su padre.
Y estaban espías en casa de ella en una cámara. Entonces ella le dijo: Samsón, los Filisteos sobre ti! Y él rompió los mimbres, como se rompe una cuerda de estopa cuando siente el fuego: y no se supo su fuerza.
Y Samsón dijo al mozo que le guiaba de la mano: Acércame, y hazme tentar las columnas sobre que se sustenta la casa, para que me apoye sobre ellas.
Y la casa estaba llena de hombres y mujeres: y todos los príncipes de los Filisteos estaban allí; y en el alto piso había como tres mil hombres y mujeres, que estaban mirando el escarnio de Samsón.
Asió luego Samsón las dos columnas del medio sobre las cuales se sustentaba la casa, y estribó en ellas, la una con la mano derecha, y la otra con la izquierda;
Y dijo Samsón: Muera yo con los Filisteos. Y estribando con esfuerzo, cayó la casa sobre los príncipes, y sobre todo el pueblo que estaba en ella. Y fueron muchos más los que de ellos mató muriendo, que los que había muerto en su vida.
Y descendieron sus hermanos y toda la casa de su padre, y tomáronle, y lleváronle, y le sepultaron entre Sora y Esthaol, en el sepulcro de su padre Manoa. Y él juzgó á Israel veinte años.
Mas volviendo él á su madre los dineros, tomó su madre doscientos siclos de plata, y diólos al fundidor: y él le hizo de ellos una imagen de talla y de fundición, la cual fué puesta en casa de Michâs.
Y tuvo este hombre Michâs casa de dioses, é hízose hacer ephod y teraphim, y consagró uno de sus hijos; y fuéle por sacerdote.
Este hombre se había partido de la ciudad de Beth-lehem de Judá, para ir á vivir donde hallase; y llegando al monte de Ephraim, vino á casa de Michâs, para de allí hacer su camino.
Entonces Michâs le dijo: Quédate en mi casa, y me serás en lugar de padre y sacerdote; y yo te daré diez siclos de plata por año, y el ordinario de vestidos, y tu comida. Y el Levita se quedó.
Y Michâs consagró al Levita, y aquel joven le servía de sacerdote, y estaba en casa de Michâs.
Y los hijos de Dan enviaron de su tribu cinco hombres de sus términos, hombres valientes, de Sora y Esthaol, para que reconociesen y explorasen bien la tierra; y dijéronles: Id y reconoced la tierra. Estos vinieron al monte de Ephraim, hasta la casa de Mi
Y como estaban cerca de la casa de Michâs, reconocieron la voz del joven Levita; y llegándose allá, dijéronle: ¿Quién te ha traído por acá? ¿y qué haces aquí? ¿y qué tienes tú por aquí?
Y pasando de allí al monte de Ephraim, vinieron hasta la casa de Michâs.
Y llegándose allá, vinieron á la casa del joven Levita en casa de Michâs, y preguntáronle cómo estaba.
Entrando pues aquellos en la casa de Michâs, tomaron la imagen de talla, el ephod, y el teraphim, y la imagen de fundición. Y el sacerdote les dijo: ¿Qué hacéis vosotros?
Y ellos le respondieron: Calla, pon la mano sobre tu boca, y vente con nosotros, para que seas nuestro padre y sacerdote. ¿Es mejor que seas tú sacerdote en casa de un hombre solo, que de una tribu y familia de Israel?
Y cuando ya se habían alejado de la casa de Michâs, los hombres que habitaban en las casas cercanas á la casa de Michâs, se juntaron, y siguieron á los hijos de Dan.
Y yéndose los hijos de Dan su camino, y viendo Michâs que eran más fuertes que él, volvióse y regresó á su casa.
Y levantáronse la imagen de Michâs, la cual él había hecho, todo el tiempo que la casa de Dios estuvo en Silo.
Y su concubina adulteró contra él, y fuese de él á casa de su padre, á Beth-lehem de Judá, y estuvo allá por tiempo de cuatro meses.
Y levantóse su marido, y siguióla, para hablarle amorosamente y volverla, llevando consigo un criado suyo y un par de asnos; y ella le metió en la casa de su padre.
Y viéndole el padre de la moza, salióle á recibir gozoso; y detúvole su suegro, padre de la moza, y quedó en su casa tres días, comiendo y bebiendo, y reposando allí.
Y apartáronse del camino para entrar á tener allí la noche en Gabaa; y entrando, sentáronse en la plaza de la ciudad, porque no hubo quien los acogiese en casa para pasar la noche.
Y él respondió: Pasamos de Beth-lehem de Judá á los lados del monte de Ephraim, de donde yo soy; y partí hasta Beth-lehem de Judá; y voy á la casa de Jehová, y no hay quien me reciba en casa,
Y metiéndolos en su casa, dió de comer á sus asnos; y ellos se lavaron los pies, y comieron y bebieron.
Y cuando estaban gozosos, he aquí, que los hombres de aquella ciudad, hombres hijos de Belial, cercan la casa, y batían las puertas, diciendo al hombre viejo dueño de la casa: Saca fuera el hombre que ha entrado en tu casa, para que lo conozcamos.
Y saliendo á ellos aquel varón, amo de la casa, díjoles: No, hermanos míos, ruégoos que no cometáis este mal, pues que este hombre ha entrado en mi casa, no hagáis esta maldad.
Y ya que amanecía, la mujer vino, y cayó delante de la puerta de la casa de aquel hombre donde su señor estaba, hasta que fué de día.
Y levantándose de mañana su señor, abrió las puertas de la casa, y salió para ir su camino, y he aquí, la mujer su concubina estaba tendida delante de la puerta de la casa, con las manos sobre el umbral.
Y en llegando á su casa, toma un cuchillo, y echa mano de su concubina, y despedázala con sus huesos en doce partes, y enviólas por todos los términos de Israel.
Y levantándose contra mí los de Gabaa, cercaron sobre mí la casa de noche, con idea de matarme, y oprimieron mi concubina de tal manera, que ella fué muerta.
Entonces todo el pueblo, como un solo hombre, se levantó, y dijeron: Ninguno de nosotros irá á su tienda, ni nos apartaremos cada uno á su casa,
Levantáronse luego los hijos de Israel, y subieron á la casa de Dios, y consultaron á Dios, diciendo: ¿Quién subirá de nosotros el primero en la guerra contra los hijos de Benjamín? Y Jehová respondió: Judá el primero.
Entonces subieron todos los hijos de Israel, y todo el pueblo, y vinieron á la casa de Dios; y lloraron, y sentáronse allí delante de Jehová, y ayunaron aquel día hasta la tarde; y sacrificaron holocaustos y pacíficos delante de Jehová.
Y vino el pueblo á la casa de Dios, y estuviéronse allí hasta la tarde delante de Dios; y alzando su voz hicieron gran llanto, y dijeron:
Y Noemi dijo á sus dos nueras: Andad, volveos cada una á la casa de su madre: Jehová haga con vosotras misericordia, como la habéis hecho con los muertos y conmigo.
Déos Jehová que halléis descanso, cada una en casa de su marido: besólas luego, y ellas lloraron á voz en grito.
Y ha dicho: Ruégote que me dejes coger y juntar tras los segadores entre las gavillas: entró pues, y está desde por la mañana hasta ahora, menos un poco que se detuvo en casa.
Y dijeron todos los del pueblo que estaban á la puerta con los ancianos: Testigos somos. Jehová haga á la mujer que entra en tu casa como á Rachêl y á Lea, las cuales dos edificaron la casa de Israel; y tú seas ilustre en Ephrata, y tengas nombradía en Be
Y de la simiente que Jehová te diere de aquesta moza, sea tu casa como la casa de Phares, al que parió Thamar á Judá.
Y así hacía cada año: cuando subía á la casa de Jehová, enojaba así á la otra; por lo cual ella lloraba, y no comía.
Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volviéronse, y vinieron á su casa en Ramatha. Y Elcana conoció á Anna su mujer, y Jehová se acordó de ella.
Y después que lo hubo destetado, llevólo consigo, con tres becerros, y un epha de harina, y una vasija de vino, y trájolo á la casa de Jehová en Silo: y el niño era pequeño.
Y Elcana se volvió á su casa en Ramatha; y el niño ministraba á Jehová delante del sacerdote Eli.
Y Eli bendijo á Elcana y á su mujer, diciendo: Jehová te dé simiente de esta mujer en lugar de esta petición que hizo á Jehová. Y volviéronse á su casa.
Y vino un varón de Dios á Eli, y díjole: Así ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente á la casa de tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón?
Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las tribus de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase perfume, y trajese ephod delante de mí; y dí á la casa de tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel.
Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca yo tal haga, porque yo honraré á los que me honran, y los que me tuvieren en poco, serán vile
He aquí vienen días, en que cortaré tu brazo, y el brazo de la casa de tu padre, que no haya viejo en tu casa.
Y verás competidor en el tabernáculo, en todas las cosas en que hiciere bien á Israel; y en ningún tiempo habrá viejo en tu casa.
Y no te cortaré del todo varón de mi altar, para hacerte marchitar tus ojos, y henchir tu ánimo de dolor; mas toda la cría de tu casa morirá en la edad varonil.
Y yo me suscitaré un sacerdote fiel, que haga conforme á mi corazón y á mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido todo los días.
Y será que el que hubiere quedado en tu casa, vendrá á postrársele por un dinero de plata y un bocado de pan, diciéndole: Ruégote que me constituyas en algún ministerio, para que coma un bocado de pan.
Aquel día yo despertaré contra Eli todas las cosas que he dicho sobre su casa. En comenzando, acabaré también.
Y mostraréle que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos se han envilecido, y él no los ha estorbado.
Y por tanto yo he jurado á la casa de Eli, que la iniquidad de la casa de Eli no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con presentes.
Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía descubrir la visión á Eli.
Y tomaron los Filisteos el arca de Dios, y metiéronla en la casa de Dagón, y pusiéronla junto á Dagón.
Haced pues ahora un carro nuevo, y tomad luego dos vacas que críen, á las cuales no haya sido puesto yugo, y uncid las vacas al carro, y haced tornar de detrás de ellas sus becerros á casa.
Y aquellos hombres lo hicieron así; pues tomando dos vacas que criaban, unciéronlas al carro, y encerraron en casa sus becerros.
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