'Cielo' en la Biblia
`Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, que desciende del cielo de mi Dios, y mi nombre nuevo.
Después de esto miré, y vi una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que yo había oído, como {sonido} de trompeta que hablaba conmigo, decía: Sube acá y te mostraré las cosas que deben suceder después de éstas.
Al instante estaba yo en el Espíritu, y vi un trono colocado en el cielo, y a uno sentado en el trono.
Y nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro ni mirar su contenido.
Y a toda cosa creada que está en el cielo, sobre la tierra, debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos {hay}, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, {sea} la alabanza, la honra, la gloria y el dominio por los siglos de los siglos.
y las estrellas del cielo cayeron a la tierra, como la higuera deja caer sus higos verdes al ser sacudida por un fuerte viento.
Y el cielo desapareció como un pergamino que se enrolla, y todo monte e isla fueron removidos de su lugar.
Cuando {el Cordero} abrió el séptimo sello, hubo silencio en el cielo como por media hora.
El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales de las aguas.
Entonces miré, y oí volar a un águila en medio del cielo, que decía a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que habitan en la tierra, a causa de los toques de trompeta que faltan, que los otros tres ángeles están para tocar!
El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que había caído del cielo a la tierra, y se le dio la llave del pozo del abismo.
Y vi a otro ángel poderoso que descendía del cielo, envuelto en una nube; y el arco iris {estaba} sobre su cabeza, y su rostro {era} como el sol, y sus pies como columnas de fuego;
Después que los siete truenos hablaron, iba yo a escribir, cuando oí una voz del cielo que decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho y no las escribas.
Entonces el ángel que yo había visto de pie sobre el mar y sobre la tierra, levantó su mano derecha al cielo,
y juró por el que vive por los siglos de los siglos, QUIEN CREO EL CIELO Y LAS COSAS QUE EN EL {hay,} Y LA TIERRA Y LAS COSAS QUE EN ELLA {hay,} Y EL MAR Y LAS COSAS QUE EN EL {hay}, que ya no habrá dilación,
Y la voz que yo había oído del cielo, la {oí} de nuevo hablando conmigo, y diciendo: Ve, toma el libro que está abierto en la mano del ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra.
Estos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva durante los días en que ellos profeticen; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda {suerte de} plagas todas las veces que quieran.
Entonces oyeron una gran voz del cielo que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en la nube, y sus enemigos los vieron.
En aquella misma hora hubo un gran terremoto y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y siete mil personas murieron en el terremoto, y los demás, aterrorizados, dieron gloria al Dios del cielo.
El séptimo ángel tocó la trompeta, y se levantaron grandes voces en el cielo, que decían: El reino del mundo ha venido a ser {el reino} de nuestro Señor y de su Cristo; y El reinará por los siglos de los siglos.
El templo de Dios que está en el cielo fue abierto; y el arca de su pacto se veía en su templo, y hubo relámpagos, voces y truenos, y un terremoto y una fuerte granizada.
Y una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza;
Entonces apareció otra señal en el cielo: he aquí, un gran dragón rojo que tenía siete cabezas y diez cuernos, y sobre sus cabezas {había} siete diademas.
Su cola arrastró* la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo cuando ella diera a luz.
{Entonces} hubo guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron contra el dragón. Y el dragón y sus ángeles lucharon,
pero no pudieron vencer, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
Y oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque el acusador de nuestros hermanos, el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche, ha sido arrojado.
Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre y su tabernáculo, {es decir, contra} los que moran en el cielo.
También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra en presencia de los hombres.
Y oí una voz del cielo, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de un gran trueno; y la voz que oí {era} como {el sonido} de arpistas tocando sus arpas.
Y vi volar en medio del cielo a otro ángel que tenía un evangelio eterno para anunciar{lo} a los que moran en la tierra, y a toda nación, tribu, lengua y pueblo,
diciendo a gran voz: Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
Y oí una voz del cielo que decía: Escribe: ``Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor." Sí --dice el Espíritu-- para que descansen de sus trabajos, porque sus obras van con ellos.
Salió otro ángel del templo que está en el cielo, que también tenía una hoz afilada.
Y vi otra señal en el cielo, grande y maravillosa: siete ángeles que tenían siete plagas, las últimas, porque en ellas se ha consumado el furor de Dios.
Después de estas cosas miré, y se abrió el templo del tabernáculo del testimonio en el cielo,
Y blasfemaron contra el Dios del cielo por causa de sus dolores y de sus llagas, y no se arrepintieron de sus obras.
Después de esto vi a otro ángel descender del cielo, que tenía gran poder, y la tierra fue iluminada con su gloria.
Y oí otra voz del cielo que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no participéis de sus pecados y para que no recibáis de sus plagas;
porque sus pecados se han amontonado hasta el cielo, y Dios se ha acordado de sus iniquidades.
Regocíjate sobre ella, cielo, y {también vosotros,} santos, apóstoles y profetas, porque Dios ha pronunciado juicio por vosotros contra ella.
Después de esto oí como una gran voz de una gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! La salvación y la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios,
Y vi el cielo abierto, y he aquí, un caballo blanco; el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y hace la guerra.
Y vi a un ángel que estaba de pie en el sol. Y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, congregaos para la gran cena de Dios,
Y vi a un ángel que descendía del cielo, con la llave del abismo y una gran cadena en su mano.
Y subieron sobre la anchura de la tierra, rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada. Pero descendió fuego del cielo y los devoró.
Y vi un gran trono blanco y al que {estaba} sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se halló lugar para ellos.
Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existe.
Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo.
Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la ciudad santa, Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios,
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Apertura de los cielos
- Babilonia
- Cayendo del cielo
- Cielo y sirviendo a Dios
- Cielo, adorando a Dios
- Cielo, herencia de
- Cielo, vislumbradas por los seres humanos
- Creación del cielo
- Cristo y el cielo
- Dios actúa desde el cielo
- Dios habla desde el cielo
- Ejército del Cielo
- El Cielo, morada de Dios
- El acto de apertura
- El cielo y la tierra
- El cielo, el Trono de Dios
- El cielo, la naturaleza de
- El grito de Dios
- El reino de los cielos
- Fuego del cielo
- Ir al cielo
- La creación de los cielos físicos
- La voz de Dios
- Las ventanas de los cielos
- Los Altares, en el cielo
- Los ancianos en el cielo
- Los animales en el cielo
- Los cielos y Los Ángeles
- Los nuevos cielos y la nueva tierra
- Los signos en el cielo
- Mirando hacia el cielo
- Nombres escritos en el cielo
- Nombres para el cielo
- Pertenecientes al cielo
- Satanás, como el enemigo de Dios
- Sky
- El arcoíris
- El cielo
- El culto en el cielo durante la tribulación
- El templo del cielo
- El tesoro en el cielo
- El uso figurado del cielo
- Ir al cielo
- La promesa del cielo
- La revelación
- La visión dichosa en el cielo
- Las parábolas del reino del cielo
- Los beneficios del cielo
- Los demás que descienden
- Los ejércitos del cielo
- Nuestro padre en el cielo
- Que el cielo es mejor que la Tierra
- Ser llevado al cielo
- Si los animales van al cielo
- Si los bebés van al cielo
- ¿Cuál será el cielo
- Ángeles haciendo el trabajo de Dios