'Contigo' en la Biblia
Harás, pues, misericordia con tu siervo, ya que has traído tu siervo a alianza del SEÑOR contigo; y si maldad hay en mí mátame tú, que no hay necesidad de llevarme hasta tu padre.
el SEÑOR haga así a Jonatán, y esto añada. Mas si a mi padre pareciere bien hacerte mal, también te lo descubriré, y te enviaré, y te irás en paz; y sea el SEÑOR contigo, como fue con mi padre.
Y vino David a Nob, a Ahimelec sacerdote; y Ahimelec salió a recibirlo con miedo, y le dijo: ¿Cómo vienes tú solo, y nadie contigo?
Entonces habló David, y dijo a Ahimelec heteo, y a Abisai hijo de Sarvia, hermano de Joab, diciendo: ¿Quién descenderá conmigo a Saúl al campamento? Y dijo Abisai: Yo descenderé contigo.
Y David dijo a Aquis: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, séame dado lugar en algunas de las ciudades de la tierra, donde habite; porque ¿ha de morar tu siervo contigo en la ciudad real?
Y el SEÑOR entregará a Israel también contigo en manos de los filisteos; y mañana seréis conmigo, tú y tus hijos; y aun el campamento de Israel entregará el SEÑOR en manos de los filisteos.
Y David respondió a Aquis: ¿Qué he hecho? ¿Qué has hallado en tu siervo desde el día que estoy contigo hasta hoy, para que yo no vaya y pelee contra los enemigos de mi señor el rey?
Levántate, pues, de mañana, tú y los siervos de tu señor que han venido contigo; y levantándoos de mañana, luego al amanecer partíos.
Y envió Abner mensajeros a David de su parte, diciendo: ¿Cúya es la tierra? Y que le dijesen: Haz alianza conmigo, y he aquí que mi mano será contigo para volver a ti a todo Israel.
Y David dijo: Bien; yo haré contigo alianza; mas una cosa te pido, y es que no me vengas a ver sin que primero traigas a Mical la hija de Saúl, cuando vinieres a verme.
Y dijo Abner a David: Yo me levantaré e iré, y juntaré a mi señor el rey a todo Israel, para que hagan contigo alianza, y tú reines como deseas. David despidió luego a Abner, y él se fue en paz.
Y Natán dijo al rey: Anda, y haz todo lo que está en tu corazón, que el SEÑOR es contigo.
y he sido contigo en todo cuanto has andado, y delante de ti he talado todos tus enemigos, y te he hecho nombre grande, como el nombre de los grandes que son en la tierra.
¿Y qué más puede añadir David hablando contigo? Tú pues conoces tu siervo, Señor DIOS.
Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te haré volver todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás pan a mi mesa perpetuamente.
Y le dijo su hermano Absalón: ¿Ha estado contigo tu hermano Amnón? Pues calla ahora, hermana mía; tu hermano es; no pongas tu corazón en este negocio. Y se quedó Tamar desconsolada en casa de Absalón su hermano.
Entonces dijo Absalón: Si no, te ruego que venga con nosotros Amnón mi hermano. Y el rey le respondió: ¿Para qué ha de ir contigo?
Tu sierva pues dice: Que sea ahora la respuesta de mi señor el rey para descanso; pues que mi señor el rey es como un ángel de Dios para escuchar lo bueno y lo malo, y el SEÑOR tu Dios sea contigo.
Y el rey dijo: ¿No ha sido la mano de Joab contigo en todas estas cosas? Y la mujer respondió y dijo: Por la vida de tu alma, rey señor mío, que no hay que apartarse a derecha ni a izquierda de todo lo que mi señor el rey ha hablado; porque tu siervo Joab, él me mandó, y él puso en boca de tu sierva todas estas palabras;
¿No estarán allí contigo Sadoc y Abiatar sacerdotes? Por tanto, todo lo que oyeres en la casa del rey, darás aviso de ello a Sadoc y a Abiatar sacerdotes.
Y Ahitofel dijo a Absalón: Entra a las concubinas de tu padre, que él dejó para guardar la casa; y todo el pueblo de Israel oirá que te has hecho aborrecible a tu padre, y así se esforzarán las manos de todos los que están contigo.
Levántate pues ahora, y sal fuera, y habla al corazón de tus siervos; porque juro por el SEÑOR, que si no sales, ni aun uno quede contigo esta noche; y de esto te pesará más que de todos los males que te han sobrevenido desde tu juventud hasta ahora.
También tienes contigo a Simei hijo de Gera, hijo de Benjamín, de Bahurim, el cual me maldijo con una maldición fuerte el día que yo iba a Mahanaim. Mas él mismo descendió a recibirme al Jordán, y yo le juré por el SEÑOR, diciendo: Yo no te mataré a cuchillo.
Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, según la manera que él anduvo delante de ti con verdad, con justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has guardado ésta tu grande misericordia, que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día.
Esta Casa que tú edificas, si anduvieres en mis estatutos, e hicieres mis derechos, y guardares todos mis mandamientos andando en ellos, yo tendré firme contigo mi palabra que hablé a David tu padre;
Y será que , si prestares oído a todas las cosas que te mandare, y anduvieres en mis caminos, e hicieres lo que es recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, yo seré contigo, y te edificaré casa firme, como la edifiqué a David, y yo te entregaré a Israel.
Mas el varón de Dios dijo al rey: Si me dieses la mitad de tu casa, no iría contigo, ni comería pan ni bebería agua en este lugar;
Mas él respondió: No podré volver contigo, ni iré contigo; ni tampoco comeré pan ni beberé agua contigo en este lugar;
Y el otro le dijo: Yo también soy profeta como tú, y un ángel me ha hablado por palabra del SEÑOR, diciendo: Vuélvele contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua. Pero le mintió.
Y ella dijo a Elías: ¿Qué tengo yo contigo, varón de Dios? ¿Has venido a mí para traer en memoria mis iniquidades, y para hacerme morir mi hijo?
Y cuando hubieron pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieres que haga por ti, antes que sea quitado de contigo. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble medida de tu espíritu sea sobre mí.
Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo yo contigo? Ve a los profetas de tu padre, y a los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le respondió: No; porque ha juntado el SEÑOR estos tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas.
Los hijos de los profetas dijeron a Eliseo: He aquí, el lugar en que moramos contigo nos es estrecho.
Ciertamente has herido a Edom, y tu corazón te ha envanecido; gloríate pues , mas estáte en tu casa. ¿Para qué te entremeterás en un mal, para que caigas tú, y Judá contigo?
Entonces se envistió el espíritu en Amasai, príncipe de treinta, y dijo : Por ti, oh David, y contigo, oh hijo de Isaí. Paz, paz contigo, y paz con tus ayudadores; pues que también tu Dios te ayuda. Y David los recibió, y los puso entre los capitanes de la cuadrilla.
Y Natán dijo a David: Haz todo lo que está en tu corazón, porque Dios es contigo.
y he sido contigo en todo cuanto has andado; y he talado a todos tus enemigos de delante de ti, y te he hecho grande nombre, como el nombre de los grandes que son en la tierra.
Ve, y habla a David, y dile: Así dijo el SEÑOR: Tres cosas te propongo; escoge de ellas una que yo haga contigo.
Ahora pues, hijo mío, sea contigo el SEÑOR, y seas prosperado, y edifiques Casa al SEÑOR tu Dios, como él ha dicho de ti.
Tú tienes contigo muchos oficiales, canteros, albañiles, y carpinteros, y todo hombre experto en toda obra.
Del oro, de la plata, del bronce, y del hierro, no hay número. Levántate pues , y a la obra; que el SEÑOR será contigo.
Dijo más David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y ponlo por obra; no temas, ni desmayes, porque el SEÑOR Dios, mi Dios, será contigo; él no te dejará, ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra del servicio de la casa del SEÑOR.
He aquí los órdenes de los sacerdotes y de los levitas, en todo el ministerio de la Casa de Dios, serán contigo en toda la obra; todos voluntarios, con sabiduría en todo ministerio; asimismo los príncipes y todo el pueblo para ejecutar todas tus órdenes.
Y dijo Acab rey de Israel a Josafat rey de Judá: ¿Quieres venir conmigo a Ramot de Galaad? Y él respondió: Como yo, así también tú; y como tu pueblo, así también mi pueblo; iremos contigo a la guerra.
Mas un varón de Dios vino a él, y le dijo: Rey, no vaya contigo el ejército de Israel; porque el SEÑOR no es con Israel, ni con todos los hijos de Efraín.
Tú dices: He aquí he herido a Edom; y con esto tu corazón se enaltece para gloriarte; ahora estáte en tu casa; ¿para qué te entrometes en mal, para caer tú y Judá contigo?
Por mí es dado mandamiento, que cualquiera que quisiere en mi reino, del pueblo de Israel y de sus sacerdotes y levitas, ir contigo a Jerusalén, vaya.
Levántate, porque a ti toca el negocio, y nosotros estaremos contigo; esfuérzate, y ponlo por obra.
He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así: Oyelo, y juzga tú para contigo.
Mas ¡oh, quién diera que Dios hablara, y abriera sus labios contigo,
Pon ahora, dame fianzas contigo; ¿quién tocará ahora mi mano?
¿Por ventura te castigará acaso, o vendrá contigo a juicio porque te teme?
Yo te responderé razones, y a tus compañeros contigo.
Porque de cierto no son mentira mis palabras; antes se trata contigo con perfecta sabiduría.
He aquí ahora behemot, al cual yo hice contigo; hierba come como buey.
¿Por ventura multiplicará él ruegos para contigo? ¿Te hablará él lisonjas?
¿Por ventura hará concierto contigo para que lo tomes por siervo perpetuo?
Porque contigo deshice ejércitos; y en mi Dios asalté muros.
Porque contigo está el manantial de la vida; en tu luz veremos la luz.
Oye mi oración, oh SEÑOR, y escucha mi clamor; no calles ante mis lágrimas; porque peregrino soy contigo, y advenedizo, como todos mis padres.
Con todo, yo siempre estuve contigo; trabaste de mi mano derecha.
¿Se juntará contigo el trono de iniquidades, que hace agravio bajo forma de ley?
Si los cuento, se multiplican más que la arena; despierto, y aún estoy contigo.
No digas a tu prójimo: Ve, y vuelve, y mañana te daré; cuando tienes contigo qué darle .
Sean para ti solo, y no para los extraños contigo.
Te guiará cuando anduvieres; cuando durmieres te guardará; hablará contigo cuando despertares.
Hijo mío, guarda mis razones, y encierra contigo mis mandamientos.
porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él. Come y bebe, te dirá; mas su corazón no está contigo.
¿Donde se ha ido tu amado, oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿Adónde se apartó tu amado, y le buscaremos contigo?
Moren contigo mis desterrados, oh Moab; séles escondedero de la presencia del destruidor; porque el atormentador fenecerá, el destruidor tendrá fin, el hollador será consumido de sobre la tierra.
No temas, que yo soy contigo; no desmayes, que yo soy tu Dios, que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
He aquí que todos los que se enojan contra ti, se avergonzarán y serán confusos; serán como nada; perecerán, los que contienden contigo.
Mirarás por ellos, y no los hallarás. Los que tienen contienda contigo, serán como nada; y los que contigo tienen pendencia, como cosa que no es.
Cuando pasares por las aguas, yo seré contigo; y en los ríos, no te anegarán. Cuando pasares por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
No temas, porque yo soy contigo; del oriente traeré tu generación, y del occidente te recogeré.
Pues como el joven se casa con la virgen, se casarán contigo tus hijos; y como el gozo del esposo con la esposa, así se gozará contigo el Dios tuyo.
No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dijo el SEÑOR.
Y pelearán contra ti, mas no te vencerán; porque yo soy contigo, dice el SEÑOR, para librarte.
Y dices: Porque soy inocente, de cierto su ira se apartó de mí. He aquí yo entraré en juicio contigo, porque dijiste: No pequé.
Justo eres tú, oh SEÑOR, aunque yo dispute contigo; hablaré empero juicios contigo. ¿Por qué es prosperado el camino de los impíos? Tienen paz todos los que se rebelan completamente contra ti .
Y tú, oh SEÑOR, me conoces; me viste, y probaste mi corazón para contigo; arráncalos como a ovejas para el degolladero, y señálalos para el día de la matanza.
Y te daré a este pueblo por fuerte muro de bronce, y pelearán contra ti, y no te vencerán; porque yo estoy contigo para guardarte y para defenderte, dijo el SEÑOR.
Así dijo el SEÑOR: Ve, y compra una vasija de barro del alfarero, y lleva contigo alguno de los ancianos del pueblo, y de los ancianos de los sacerdotes;
Y quebrarás la vasija ante los ojos de los varones que van contigo,
Porque yo seré contigo, dice el SEÑOR, para salvarte: y haré consumación en todos los gentiles entre los cuales te esparcí; pero en ti no haré consumación, sino que te castigaré con juicio, y no te talaré del todo.
Y si los príncipes oyeren que yo he hablado contigo, y vinieren a ti y te dijeren: Decláranos ahora, ¿qué hablaste con el rey? No nos lo encubras, y no te mataremos; asimismo lo que te dijo el rey;
Tú, siervo mío Jacob, no temas, dice el SEÑOR; porque contigo soy yo; porque haré consumación en todos los gentiles a los cuales te echaré; pero en ti no haré consumación, sino que te castigaré con juicio, y no te talaré del todo.
Y me dijo: Hijo de hombre, está sobre tus pies, y hablaré contigo.
Vino allí la mano del SEÑOR sobre mí, y me dijo: Levántate, y sal al campo, y allí hablaré contigo.
Y pasé yo junto a ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tus vergüenzas; y te di juramento, y entré en pacto contigo, dijo el Señor DIOS, y fuiste mía;
Porque así dijo el Señor DIOS: ¿Haré yo contigo como tú hiciste, que menospreciaste el juramento para invalidar el pacto?
Antes yo tendré memoria de mi pacto que concerté contigo en los días de tu juventud, y te confirmaré un pacto sempiterno.
Y confirmaré mi pacto contigo, y sabrás que yo soy el SEÑOR;
Para que te acuerdes, y te avergüences, y nunca más abras la boca a causa de tu vergüenza, cuando me aplacare para contigo de todo lo que hiciste, dijo el Señor DIOS.
Y pondré mi celo contra ti, y obrarán contigo con furor; te quitarán tu nariz y tus orejas; y lo que te quedare caerá a cuchillo. Ellos tomarán tus hijos y tus hijas, y tu remanente será consumido por el fuego.
los cuales obrarán contigo con odio, y tomarán todo lo que tú trabajaste, y te dejarán desnuda y descubierta; y se descubrirá la torpeza de tus fornicaciones, y tu suciedad, y tus fornicaciones.
Estas cosas se harán contigo, porque fornicaste en pos de los gentiles, con los cuales te contaminaste con sus ídolos.
Estos tus mercaderes negociaban contigo en varias cosas: en mantos de cárdeno, y bordados, y en cajas de ropas preciosas, enlazadas con cordones, y en madera de cedro.
Gomer, y todas sus compañías; la casa de Togarma, que habitan a los lados del norte, y todas sus compañías; muchos pueblos contigo.