'Enemigo' en la Biblia
Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en fortaleza; Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo.
El enemigo dijo: Perseguiré, prenderé, repartiré despojos; mi alma se saciará de ellos; sacaré mi espada, los destruirá mi mano.
Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo.
Pero si en verdad oyeres su voz, e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo a tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.
Y traeré sobre vosotros espada vengadora, en vindicación del pacto; y os recogeréis a vuestras ciudades; mas yo enviaré pestilencia entre vosotros, y seréis entregados en mano del enemigo.
Y cuando saliereis a la guerra en vuestra tierra contra el enemigo que os atacare, tocaréis alarma con las trompetas; y seréis recordados delante de Jehová vuestro Dios, y seréis salvos de vuestros enemigos.
o bien, sin verlo, hizo caer sobre él alguna piedra, de que pudo morir, y muriere, y él no era su enemigo, ni procuraba su mal;
Y comerás el fruto de tu vientre, la carne de tus hijos y de tus hijas que Jehová tu Dios te dio, en el asedio y en al aprieto con que te angustiará tu enemigo.
para no dar a alguno de ellos de la carne de sus hijos que él se comerá, porque nada le habrá quedado, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en todas tus ciudades.
y para con su chiquita que sale de entre sus pies, y para con sus hijos que dé a luz; pues los comerá a escondidas, a falta de todo, en el asedio y en el apuro con que tu enemigo te oprimirá en tus ciudades.
si no temiese la ira del enemigo, no sea que se envanezcan sus adversarios, no sea que digan: Nuestra mano alta ha hecho todo esto, no Jehová.
Embriagaré de sangre mis saetas, y mi espada devorará carne: En la sangre de los muertos y de los cautivos, desde sus cabezas; en venganzas sobre el enemigo.
El eterno Dios es tu refugio y acá abajo los brazos eternos; Él echará de delante de ti al enemigo, y dirá: Destruye.
Entonces los príncipes de los filisteos se juntaron para ofrecer sacrificio a Dagón su dios, y para alegrarse; y dijeron: Nuestro dios entregó en nuestras manos a Sansón nuestro enemigo.
Y viéndolo el pueblo, loaron a su dios, diciendo: Nuestro dios entregó en nuestras manos a nuestro enemigo, y al destruidor de nuestra tierra, el cual había dado muerte a muchos de nosotros.
Y verás a un enemigo en mi habitación, en todas las riquezas que Dios dará a Israel; y nunca habrá anciano en tu casa.
tuvo más temor de David; y Saúl fue enemigo de David todos los días.
Entonces Saúl dijo a Mical: ¿Por qué me has así engañado, y has dejado escapar a mi enemigo? Y Mical respondió a Saúl: Porque él me dijo: Déjame ir; si no, yo te mataré.
Entonces los de David le dijeron: He aquí el día que te ha dicho Jehová: He aquí que entregó tu enemigo en tus manos, y harás con él como te pareciere. Y se levantó David, y calladamente cortó la orilla del manto de Saúl.
Porque ¿quién hallará a su enemigo, y lo dejará ir sano y salvo? Jehová te pague con bien por lo que en este día has hecho conmigo.
Entonces dijo Abisai a David: Hoy ha entregado Dios a tu enemigo en tu mano; ahora pues, déjame que lo hiera con la lanza, cosiéndole en la tierra de un golpe, y no segundaré.
Entonces Samuel dijo: ¿Y para qué me preguntas a mí, habiéndose apartado de ti Jehová, y es tu enemigo?
Entonces los príncipes de los filisteos se enojaron contra él, y le dijeron: Envía a este hombre, que se vuelva al lugar que le señalaste, y no venga con nosotros a la batalla, no sea que en la batalla se nos vuelva enemigo; porque ¿con qué cosa volvería mejor a la gracia de su señor que con las cabezas de estos hombres?
Y trajeron la cabeza de Isboset a David en Hebrón, y dijeron al rey: He aquí la cabeza de Isboset hijo de Saúl tu enemigo, que procuraba matarte; y Jehová ha vengado hoy a mi señor el rey, de Saúl y de su simiente.
envió Toi a Joram su hijo al rey David, a saludarle pacíficamente y a bendecirle, porque había peleado con Hadad-ezer y lo había vencido; porque Toi era enemigo de Hadad-ezer. Y Joram trajo en su mano vasos de plata, y vasos de oro, y vasos de bronce;
Si hubieren pecado contra ti (porque no hay hombre que no peque), y tú estuvieres airado contra ellos, y los entregares delante del enemigo, para que los cautiven y lleven a tierra enemiga, sea lejos o cerca,
Y Acab dijo a Elías: ¿Me has hallado, enemigo mío? Y él respondió: Te he encontrado, porque te has vendido a hacer lo malo ante los ojos de Jehová.
Porque tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan; mas su poder y su furor contra todos los que le dejan.
Y partimos del río de Ahava el doce del mes primero, para ir a Jerusalén; y la mano de nuestro Dios fue sobre nosotros, y nos libró de mano del enemigo y del acechador en el camino.
Entonces el rey quitó su anillo de su mano, y lo dio a Amán hijo de Amadata agageo, enemigo de los judíos,
Porque vendidos estamos yo y mi pueblo para ser destruidos, para ser muertos y exterminados. Y si para ser siervos y siervas fuéramos vendidos, yo callaría, aunque el enemigo no compensaría el daño del rey.
Y Esther dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina.
Ese mismo día el rey Asuero dio a la reina Esther la casa de Amán enemigo de los judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Esther le declaró lo que él era respecto de ella.
diez hijos de Amán hijo de Amadata, enemigo de los judíos: mas en el despojo no metieron su mano.
Porque Amán hijo de Amadata, agageo, enemigo de todos los judíos, había ideado contra los judíos para destruirlos, y echó Pur, que quiere decir suerte, para consumirlos y acabar con ellos.
¿Por qué escondes tu rostro, y me cuentas por tu enemigo?
Su furor me despedazó, y me ha sido contrario: Crujió sus dientes contra mí; contra mí aguzó sus ojos mi enemigo.
Sea como el impío mi enemigo, y como el inicuo mi adversario.
He aquí que Él buscó causas contra mí, y me tiene por su enemigo;
si di mal pago al que estaba en paz conmigo (Hasta he libertado al que sin causa era mi enemigo),
persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; y pise en tierra mi vida, y mi honra ponga en el polvo. (Selah)
De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza, a causa de tus enemigos, para hacer cesar al enemigo y al vengativo.
Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos, y las ciudades que derribaste; su memoria pereció con ellas.
¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con ansiedad en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?
para que no diga mi enemigo: Lo he vencido: Mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare;
Me libró de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían, pues ellos eran más fuertes que yo.
Y no me encerraste en mano del enemigo; hiciste estar mis pies en lugar espacioso.
En esto conozco que te he agradado; en que mi enemigo no triunfa sobre mí.
Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo,
Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?
Nos has hecho retroceder ante el enemigo, y los que nos aborrecían nos han saqueado para sí.
por la voz del que me injuria y vitupera, por razón del enemigo y del vengativo.
a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque iniquidad echaron sobre mí, y con furor me aborrecen.
Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él:
Danos socorro contra el enemigo, que vana es la ayuda del hombre.
Porque tú has sido mi refugio, y torre fuerte delante del enemigo.
«Al Músico principal: Salmo de David» Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración; guarda mi vida del miedo del enemigo.
Levanta tus pies a los asolamientos eternos; a toda la maldad que el enemigo ha hecho en el santuario.
¿Hasta cuándo, oh Dios, el angustiador nos afrentará? ¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?
Acuérdate de esto; que el enemigo ha afrentado a Jehová, y que el pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.
y entregó al cautiverio su poder, y su gloria en mano del enemigo.
No lo avasallará enemigo, ni hijo de iniquidad lo quebrantará.
y los salvó de mano del enemigo, y los rescató de mano del adversario.
Díganlo los redimidos de Jehová, los que ha redimido del poder del enemigo,
Porque el enemigo ha perseguido mi alma; ha postrado en tierra mi vida; me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.
Cuando cayere tu enemigo, no te regocijes; y cuando tropezare, no se alegre tu corazón;
Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él.
Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su Santo Espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y Él mismo peleó contra ellos.
No salgas al campo, ni andes por el camino; porque espada de enemigo y temor hay por todas partes.
Dijo Jehová: De cierto tu remanente estará bien; de cierto haré que el enemigo te salga a recibir en el tiempo de aflicción, y en el tiempo de angustia.
Como viento solano los esparciré delante del enemigo; les mostraré las espaldas, y no el rostro, en el día de su calamidad.
Todos tus amantes te olvidaron; no te buscan; porque de herida de enemigo te herí, con azote de cruel, a causa de la muchedumbre de tu maldad, y de la multitud de tus pecados.
Así dice Jehová: Reprime tu voz del llanto, y tus ojos de las lágrimas; porque tu obra será recompensada, dice Jehová, y volverán de la tierra del enemigo.
Así dice Jehová: He aquí que yo entrego a Faraón Hofra rey de Egipto en mano de sus enemigos, en mano de los que buscan su vida, como entregué a Sedequías rey de Judá en mano de Nabucodonosor rey de Babilonia, su enemigo que buscaba su vida.
Sus enemigos han sido hechos cabeza, sus enemigos fueron prosperados; porque Jehová la afligió por la multitud de sus rebeliones; sus niños fueron en cautividad delante del enemigo.
Jerusalén, cuando cayó su pueblo en mano del enemigo y no hubo quien le ayudase, se acordó de los días de su aflicción, y de sus rebeliones, y de todas sus cosas deseables que tuvo desde los tiempos antiguos; la miraron los enemigos, y se burlaron de sus sábados.
Su inmundicia está en sus faldas; no se acordó de su postrimería: Por tanto ella ha caído asombrosamente, no tiene consolador. Mira, oh Jehová, mi aflicción, porque el enemigo se ha engrandecido.
Extendió su mano el enemigo a todas sus cosas preciosas; y ella ha visto entrar en su santuario las gentes, de las cuales mandaste que no entrasen en tu congregación.
Por esta causa yo lloro; mis ojos, mis ojos fluyen aguas; porque el consolador que debiera reanimar mi alma se alejó de mí; mis hijos están desolados, porque el enemigo prevaleció.
Cortó con el furor de su ira todo el cuerno de Israel; Hizo volver atrás su diestra delante del enemigo; y se encendió en Jacob como llama de fuego que ha devorado todo en derredor.
Entesó su arco como enemigo, afirmó su mano derecha como adversario, y destruyó todo lo que era agradable a la vista: En la tienda de la hija de Sión derramó como fuego su enojo.
El Señor fue como un enemigo, devoró a Israel; destruyó todos sus palacios, demolió sus fortalezas; y multiplicó en la hija de Judá la tristeza y el lamento.
El Señor desechó su altar, menospreció su santuario, ha entregado en mano del enemigo los muros de sus palacios; han dado gritos en la casa de Jehová como en día de fiesta.
Jehová ha hecho lo que tenía determinado, ha cumplido su palabra que Él había mandado desde tiempo antiguo: Destruyó, y no perdonó; y ha hecho que se alegre sobre ti el enemigo, y ha enaltecido el cuerno de tus adversarios.
Has llamado, como a día de solemnidad, mis temores de todas partes; y en el día del furor de Jehová no hubo quien escapase ni quedase vivo. Los que crié y mantuve, mi enemigo los acabó.
Nunca los reyes de la tierra, ni todos los que habitan en el mundo, creyeron que el enemigo y el adversario entrarían por las puertas de Jerusalén.
Así dice Jehová el Señor: Por cuanto el enemigo dijo sobre vosotros: ¡Ea! también las alturas perpetuas nos han sido dadas por heredad.
Israel ha rechazado el bien; el enemigo lo perseguirá.
Por tanto, así dice Jehová el Señor: Un enemigo vendrá aún por todos lados de la tierra, y derribará de ti tu fortaleza, y tus palacios serán saqueados.
Jehová el Señor juró por su alma, Jehová Dios de los ejércitos ha dicho: Tengo en abominación la grandeza de Jacob, y aborrezco sus palacios; y la ciudad y su plenitud entregaré al enemigo.
El que ayer era mi pueblo, se ha levantado como enemigo; tras las vestiduras quitasteis las capas atrevidamente a los que pasaban, como los que vuelven de la guerra.
Tú también serás embriagada, serás encerrada; tú también buscarás fortaleza a causa del enemigo.
Y serán como valientes, que en la batalla pisotean al enemigo en el lodo de las calles; y pelearán, porque Jehová será con ellos; y los que cabalgan en caballos serán avergonzados.
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.
pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue.
Y él les dijo: Un enemigo ha hecho esto. Y los siervos le dijeron: ¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?
El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada en ningún modo os dañará.
dijo: Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia: ¿No cesarás de torcer los caminos rectos del Señor?
Así que si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer, y si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Coraje, para enfrentar enemigos
- Deberes de los enemigos
- Dios como enemigo
- Dios salvando de enemigos
- Enemigos de Dios
- Enemigos que rodean
- Enemigos, de creyentes
- Enemigos, la respuesta cristiana a
- La guerra espiritual, los enemigos en
- Los enemigos de Israel y Judá.
- Los enemigos de Jesucristo
- Muchos enemigos
- Perdonar a aquellos enemigos
- Satanás, como el enemigo de Dios
- Amar a vuestros enemigos
- El miedo a los enemigos
- Hacer las paces con los enemigos
- La amabilidad
- La derrota de los enemigos
- La destrucción de Jesús de sus enemigos
- La protección de los enemigos
- Los ataques enemigos
- Los enemigos
- Luchar contra los enemigos