'Es' en la Biblia
Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, {es decir,} a los que creen en su nombre,
Juan dio* testimonio de El y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: ``El que viene después de mí, es antes de mí, porque era primero que yo."
Este es el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron sacerdotes y levitas de Jerusalén a preguntarle: ¿Quién eres tú?
{El es} el que viene después de mí, a quien yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia.
Este es aquel de quien yo dije: ``Después de mí viene un hombre que es antes de mí porque era primero que yo."
Y yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar en agua me dijo: ``Aquel sobre quien veas al Espíritu descender y posarse sobre El, éste es el que bautiza en el Espíritu Santo."
Y yo {le} he visto y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.
Natanael le dijo*: ¿Cómo es que me conoces? Jesús le respondió y le dijo: Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.
Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
No te asombres de que te haya dicho: ``Os es necesario nacer de nuevo."
El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, {es decir,} el Hijo del Hombre que está en el cielo.
Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que sea levantado el Hijo del Hombre,
El que cree en El no es condenado; {pero} el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas.
Respondió Juan y dijo: Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cielo.
El que tiene la novia es el novio, pero el amigo del novio, que está {allí} y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. {Y} por eso, este gozo mío se ha completado.
Es necesario que El crezca, y que yo disminuya.
El que procede de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra, procede de la tierra y habla de la tierra. El que procede del cielo está sobre todos.
El que ha recibido su testimonio ha certificado {esto:} que Dios es veraz.
Entonces la mujer samaritana le dijo*: ¿Cómo es que tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana? (Porque los judíos no tienen tratos con los samaritanos.)
Respondió Jesús y le dijo: Si tú conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: ``Dame de beber", tú le habrías pedido a El, y El te hubiera dado agua viva.
Ella le dijo*: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo; ¿de dónde, pues, tienes esa agua viva?
porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad.
Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren.
Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.
La mujer le dijo*: Sé que el Mesías viene (el que es llamado Cristo); cuando El venga nos declarará todo.
Jesús les dijo*: Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo su obra.
Porque en este {caso} el dicho es verdadero: ``Uno es el que siembra y otro el que siega."
y decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú has dicho, porque nosotros mismos {le} hemos oído, y sabemos que éste es en verdad el Salvador del mundo.
El enfermo le respondió: Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada; y mientras yo llego, otro baja antes que yo.
Por eso los judíos decían al que fue sanado: Es día de reposo, y no te es permitido cargar tu camilla.
Le preguntaron: ¿Quién es el hombre que te dijo: ``Toma {tu camilla} y anda"?
En verdad, en verdad os digo que viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oigan vivirán.
y le dio autoridad para ejecutar juicio, porque es {el} Hijo del Hombre.
Yo no puedo hacer nada por iniciativa mía; como oigo, juzgo, y mi juicio es justo porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió.
Si yo {solo} doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que el testimonio que da de mí es verdadero.
Pero el testimonio que yo recibo no es de hombre; mas digo esto para que vosotros seáis salvos.
Pero el testimonio que yo tengo es mayor que {el de} Juan; porque las obras que el Padre me ha dado para llevar a cabo, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, de que el Padre me ha enviado.
No penséis que yo os acusaré delante del Padre; el que os acusa es Moisés, en quien vosotros habéis puesto vuestra esperanza.
Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados; pero ¿qué es esto para tantos?
La gente entonces, al ver la señal que {Jesús} había hecho, decía: Verdaderamente este es el Profeta que había de venir al mundo.
Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre os dará, porque a éste {es a quien} el Padre, Dios, ha marcado con su sello.
Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios: que creáis en el que El ha enviado.
Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: no es Moisés el que os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo.
Porque el pan de Dios es el que baja del cielo, y da vida al mundo.
Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que El me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final.
Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que ve al Hijo y cree en El, tenga vida eterna, y yo mismo lo resucitaré en el día final.
Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo es que ahora dice: ``Yo he descendido del cielo"?
No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que viene de Dios, éste ha visto al Padre.
Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera.
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne.
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
Este es el pan que descendió del cielo; no como {el que} vuestros padres comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.
Por eso muchos de sus discípulos, cuando oyeron {esto,} dijeron: Dura es esta declaración; ¿quién puede escucharla?
El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Jesús les respondió: ¿No os escogí yo a vosotros, los doce, y {sin embargo} uno de vosotros es un diablo?
Entonces Jesús les dijo*: Mi tiempo aún no ha llegado, pero vuestro tiempo es siempre oportuno.
Y había mucha murmuración entre la gente acerca de El. Unos decían: El es bueno. Otros decían: No, al contrario, extravía a la gente.
Jesús entonces les respondió y dijo: Mi enseñanza no es mía, sino del que me envió.
Si alguien quiere hacer su voluntad, sabrá si mi enseñanza es de Dios o {si} hablo de mí mismo.
El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero y no hay injusticia en El.
Entonces algunos de Jerusalén decían: ¿No es éste al que procuran matar?
Y ved, habla en público y no le dicen nada. ¿No será que en verdad los gobernantes reconocen que este es el Cristo?
Sin embargo, nosotros sabemos de dónde es éste; pero cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde es.
Jesús entonces, mientras enseñaba en el templo, exclamó en alta voz, diciendo: Vosotros me conocéis y sabéis de dónde soy. Yo no he venido por mi propia cuenta, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis.
Entonces {algunos} de la multitud, cuando oyeron estas palabras, decían: Verdaderamente este es el Profeta.
Otros decían: Este es el Cristo. Pero otros decían: ¿Acaso el Cristo ha de venir de Galilea?
Entonces los fariseos les contestaron: ¿Es que también vosotros os habéis dejado engañar?
Pero esta multitud que no conoce de la ley, maldita es.
Respondieron y le dijeron: ¿Es que tú también eres de Galilea? Investiga, y verás que ningún profeta surge de Galilea.
Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.
Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque yo sé de dónde he venido y adónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni adónde voy.
Pero si yo juzgo, mi juicio es verdadero; porque no soy yo solo, sino yo y el Padre que me envió.
Aun en vuestra ley está escrito que el testimonio de dos hombres es verdadero.
Tengo mucho que decir y juzgar de vosotros, pero el que me envió es veraz; y yo, las cosas que oí de El, éstas digo al mundo.
Jesús les respondió: En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado;
Ellos le contestaron, y le dijeron: Abraham es nuestro padre. Jesús les dijo*: Si sois hijos de Abraham, haced las obras de Abraham.
Vosotros hacéis las obras de vuestro padre. Ellos le dijeron: Nosotros no nacimos de fornicación; tenemos un Padre, {es decir,} Dios.
Sois de {vuestro} padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. El fue un homicida desde el principio, y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira.
El que es de Dios escucha las palabras de Dios; por eso vosotros no escucháis, porque no sois de Dios.
Jesús respondió: Si yo mismo me glorifico, mi gloria no es nada; es mi Padre el que me glorifica, de quien vosotros decís: ``El es nuestro Dios."
Nosotros debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar.
Entonces los vecinos y los que antes le habían visto que era mendigo, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?
Unos decían: El es; {y} otros decían: No, pero se parece a él. El decía: Yo soy.
Entonces dijeron* otra vez al ciego: ¿Qué dices tú de El, ya que te abrió los ojos? Y él dijo: Es un profeta.
y les preguntaron, diciendo: ¿Es éste vuestro hijo, el que vosotros decís que nació ciego? ¿Cómo es que ahora ve?
Sus padres entonces les respondieron, y dijeron: Sabemos que este es nuestro hijo, y que nació ciego;
pero cómo es que ahora ve, no lo sabemos; o quién le abrió los ojos, nosotros no lo sabemos. Preguntadle a él; edad tiene, él hablará por sí mismo.
Por segunda vez llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es un pecador.
Entonces él les contestó: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo.
El les contestó: Ya os lo dije y no escuchasteis; ¿por qué queréis oír{lo} otra vez? ¿Es que también vosotros queréis haceros discípulos suyos?
Nosotros sabemos que Dios habló a Moisés, pero en cuanto a éste, no sabemos de dónde es.
Respondió el hombre y les dijo: Pues en esto hay algo asombroso, que vosotros no sepáis de dónde es, y {sin embargo,} a mí me abrió los ojos.
El respondió y dijo: ¿Y quién es, Señor, para que yo crea en El?
Jesús le dijo: Pues tú le has visto, y el que está hablando contigo, ése es.
En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador.
Pero el que entra por la puerta, es el pastor de las ovejas.
{Pero} el que es un asalariado y no un pastor, que no es el dueño de las ovejas, ve venir al lobo, y abandona las ovejas y huye, y el lobo las arrebata y {las} dispersa.
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