'Está' en la Biblia
- 1.Gé 1:12-Éx 8:23
- 2.Éx 8:32-Números 5:29
- 3.Números 5:30-Deuteronomio 27:26
- 4.Deuteronomio 28:23-Jueces 7:2
- 5.Jueces 7:12-1 Samuel 26:17
- 6.1 Samuel 27:11-1 Reyes 22:39
- 7.1 Reyes 22:45-2 Crónicas 13:8
- 8.2 Crónicas 13:12-Ester 9:29
- 9.Ester 10:2-Salmos 80:14
- 10.Salmos 80:16-Isaías 9:5
- 11.Isaías 9:12-Jeremías 10:19
- 12.Jeremías 13:4-Jeremías 44:4
- 13.Jeremías 45:4-Oseas 11:7
- 14.Oseas 13:6-Mateo 19:22
- 15.Mateo 20:23-Lucas 8:9
- 16.Lucas 8:11-Juan 15:25
- 17.Juan 16:32-1 Corintios 3:11
- 18.1 Corintios 3:19-2 Timoteo 2:4
- 19.2 Timoteo 2:9-Apocalipsis 11:2
- 20.Apocalipsis 13:10-Apocalipsis 22:19
En sus pastos se hartaron, se saciaron, y se ensoberbeció su corazón; por esta causa se olvidaron de mí.
Te perdiste, oh Israel, mas en mí está tu ayuda.
¿Dónde está tu rey, para que te guarde con todas tus ciudades? ¿y tus jueces? De los cuales dijiste: Dame rey y príncipes.
Atada está la iniquidad de Efraín; su pecado está guardado.
¡Ay del día! Porque cercano está el día del SEÑOR, y vendrá como destrucción hecha por el Todopoderoso.
Tocad shofar en Sion, y pregonad en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra; porque viene el día del SEÑOR, porque está cercano.
Entre la entrada y el altar, lloren los sacerdotes, ministros del SEÑOR, y digan: Perdona, oh SEÑOR, a tu pueblo, y no pongas en oprobio tu heredad, para que los gentiles se enseñoreen de ella. ¿Por qué han de decir entre los pueblos: Dónde está su Dios?
Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended; porque el lagar está lleno, rebosan las lagaretas; porque mucha es la maldad de ellos.
Muchos pueblos se juntarán en el valle del cortamiento; porque cercano está el día del SEÑOR en el valle del cortamiento.
Oíd esta palabra que ha hablado el SEÑOR contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así:
Oíd esta palabra, vacas de Basán, que estáis en el monte de Samaria, que oprimís a los pobres, que quebrantáis a los menesterosos, que decís a sus señores: Traed, y beberemos.
Por tanto, de esta manera haré a ti, oh Israel; y porque te he de hacer esto, aparéjate para venir al encuentro de tu Dios, oh Israel.
Oíd esta palabra, porque yo levanto endecha sobre vosotros, Casa de Israel.
Porque el día del SEÑOR está cercano sobre todos los gentiles; como tú hiciste se hará contigo; tu galardón volverá sobre tu cabeza.
El les respondió: Tomadme, y echadme al mar, y el mar se os aquietará; porque yo sé que por mí ha venido esta gran tempestad sobre vosotros.
y que se cubran de cilicio los hombres y los animales, y clamen a Dios fuertemente; y cada uno se convierta de su mal camino, y de la rapiña que está en sus manos.
Oíd, pueblos todos: está atenta, tierra, y todo lo que en ella hay; y el Señor DIOS, el Señor desde su santo templo sea testigo contra vosotros.
Por tanto, así dijo el SEÑOR: He aquí, yo pienso sobre esta familia un mal, del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo.
Levantaos, y andad, que no es ésta el descanso; porque está contaminada, se corrompió, y de grande corrupción.
sus cabezas juzgan por soborno, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se arriman al SEÑOR diciendo: ¿no está el SEÑOR entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros.
Pero los dejará hasta el tiempo que dé a luz la que está de parto; y el resto de sus hermanos se tornará con los hijos de Israel.
Y mi enemiga lo verá, y la cubrirá vergüenza; la que me decía: ¿Dónde está el SEÑOR tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como lodo de las calles.
Vacía, agotada, y despedazada está, y el corazón derretido; batimiento de rodillas, y dolor en los riñones, y los rostros de todos tomarán negrura.
Entonces él se ensoberbecerá contra Dios, y pasará adelante, y será hallado culpable atribuyendo ésta su potencia a su dios.
¡Ay del que dice al palo: Despiértate; y a la piedra muda: Levántate! ¿Podrá él enseñar? He aquí él está cubierto de oro y plata, y no hay dentro de él aliento.
Mas el SEÑOR está en su santo Templo: calle delante de él toda la tierra.
Calla delante de la presencia del Señor DIOS, porque el día del SEÑOR está cercano; porque el SEÑOR ha aparejado sacrificio, prevenido a sus convidados.
Cercano está el día grande del SEÑOR, cercano y muy presuroso; voz amarga del día del SEÑOR; gritará allí el valiente.
Esta es la ciudad alegre que estaba confiada, la que decía en su corazón: Yo soy, y no hay más. ¡Cómo fue tornada en asolamiento, en cama de bestias! Cualquiera que pasare junto a ella silbará, y meneará su mano.
El SEÑOR está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cantar.
¿Tenéis vosotros tiempo, vosotros, de morar en vuestras casas enmaderadas, y esta Casa está desierta?
Buscáis mucho, y halláis poco; y cuando encerráis en casa, yo lo soplaré. ¿Por qué? Dijo el SEÑOR de los ejércitos. Por cuanto mi Casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa.
Y llamé la sequedad sobre esta tierra, y sobre los montes, y sobre el trigo, y sobre el vino, y sobre el aceite, y sobre todo lo que la tierra produce; y sobre los hombres, y sobre las bestias, y sobre todo trabajo de manos.
¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta Casa en su primera gloria, y cual ahora la veis? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?
Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dijo el SEÑOR; esfuérzate también Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote; y esfuérzate todo el pueblo de esta tierra, dijo el SEÑOR, y obrad; porque Yo estoy con vosotros, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
La palabra que concerté con vosotros en vuestra salida de Egipto, y mi Espíritu está en medio de vosotros; no temáis.
y haré temblar a todos los gentiles, y vendrá el Deseado de todos los gentiles; y llenaré esta casa de gloria, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
La gloria de esta Casa postrera será mayor que la de la primera, dijo el SEÑOR de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Y respondió Hageo y dijo: Así es este pueblo, y esta gente, delante de mí, dijo el SEÑOR; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo.
¿Aún no está la simiente en el granero? Ni aún la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de la oliva ha florecido todavía; mas desde este día daré bendición.
Y ellos hablaron a aquel ángel del SEÑOR que estaba entre los arrayanes, y dijeron: Hemos andado la tierra, y he aquí toda la tierra está reposada y quieta.
Porque he aquí aquella Piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos; he aquí, yo esculpiré su labor, dice el SEÑOR de los ejércitos, y quitaré la iniquidad de la tierra en un día.
Entonces respondió y me habló, diciendo: Esta es Palabra del SEÑOR a Zorobabel, en que se dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Las manos de Zorobabel echarán el fundamento a esta Casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que el SEÑOR de los ejércitos me envió a vosotros.
Me dijo entonces: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta, (como está de un lado del rollo) será destruido; y todo aquel que jura, (como está del otro lado del rollo) será destruido.
Y dije: ¿Qué es? Y él dijo: Esto es un efa de medir trigo que sale. Además dijo: Esta es la apariencia de ellos en toda la tierra.
Y él dijo: Esta es la maldad; y la echó dentro del efa, y echó la masa de plomo en su boca.
Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que diez varones de todas las lenguas de los gentiles, tomarán del manto del varón judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.
Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el Monte de las Olivas, que está en frente de Jerusalén a la parte del oriente; y el Monte de las Olivas, se partirá por medio de sí hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un muy grande valle; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el mediodía.
Y toda la tierra se tornará como llanura desde Gabaa hasta Rimón al mediodía de Jerusalén; y ésta será enaltecida, y será habitada en su lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera, hasta la puerta de los rincones; y desde la torre de Hananeel hasta los lagares del rey.
Y ésta será la plaga con que herirá el SEÑOR a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se disolverá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán sus ojos en sus cuencas, y su lengua se les deshará en su boca.
Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todos los gentiles que no subieren a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos.
Y esta otra vez haréis cubrir el altar del SEÑOR de lágrimas, de llanto, y de clamor; porque yo no miraré más al presente, para tomar ofrenda voluntaria de vuestra mano.
Habéis hecho cansar al SEÑOR con vuestras palabras. Y diréis: ¿En qué le hemos cansado? Cuando decís: Cualquiera que mal hace agrada al SEÑOR, y en los tales toma contentamiento; de otra manera, ¿dónde está el Dios de juicio?
diciendo: ¿Dónde está el Rey de los Judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle.
Y ellos le dijeron: En Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta:
Ahora, ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; y todo árbol que no hace buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
Su aventador en su mano está, y aventará su era; y recogerá su trigo en el alfolí, y quemará la paja en fuego que nunca se apagará.
Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con solo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale por la boca de Dios.
Y le dice: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; que escrito está: A sus ángeles mandará por ti, y te alzarán en las manos, para que nunca tropieces con tu pie en piedra.
Jesús le dijo: Escrito está además: No tentarás al Señor tu Dios.
Entonces Jesús le dice: Vete, Satanás, que escrito está: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo servirás.
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueva sobre justos e injustos.
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.
Mas tú, cuando ores, entra en tu cámara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te pagará en público.
para no mostrar a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te pagará en público.
Y ¿por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu ojo?
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos, dará buenas cosas a los que le piden?
Así que, todas las cosas que quisiereis que los hombres hicieren con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esta es la ley y los profetas.
De esta manera, todo buen árbol lleva buenos frutos; mas el árbol podrido lleva malos frutos.
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los cielos, sino el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los cielos.
Y Jesús les dijo: ¿Pueden los hijos de la recámara nupcial tener luto entre tanto que el esposo está con ellos? Mas vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán.
les dijo: Apartaos, que la muchacha no está muerta, mas duerme. Y se burlaban de él.
Y se difundió esta fama por toda aquella tierra.
Mas cuando os persiguieren en esta ciudad, huid a la otra; porque de cierto os digo, que no acabaréis de andar todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del hombre.
Cualquiera pues que me confesare delante de los hombres, le confesaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.
Y cualquiera que me negare delante de los hombres, le negaré yo también delante de mi Padre que está en los cielos.
Porque éste es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, Que aparejará tu camino delante de ti.
Mas ¿a quién compararé esta generación? Es semejante a los muchachos que se sientan en las plazas, y dan voces a sus compañeros,
Pues os digo que uno mayor que el Templo está aquí.
Y él les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si cayere ésta en una fosa en sábado, no le echa mano, y la levanta?
Y si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido; ¿cómo, pues, permanecerá su reino?
Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás; y he aquí más que Jonás en este lugar.
La reina del austro se levantará en el juicio con esta generación, y la condenará; porque vino de los fines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón; y he aquí más que Salomón en este lugar.
Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y son peores las postrimerías del tal hombre que las primeras. Así también acontecerá a esta generación mala.
Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre.
Porque el corazón de este pueblo está engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y con sus ojos guiñan; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y del corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane.
Y venido a su tierra, les enseñó en la sinagoga de ellos, de tal manera que ellos estaban fuera de sí, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría, y estas maravillas?
Este pueblo de su boca se acerca a mí y de labios me honra, pero su corazón lejos está de mí.
Entonces acercándose sus discípulos, le dijeron: ¿Sabes que los fariseos, oyendo esta palabra, se ofendieron?
Y respondiendo Pedro, le dijo: Decláranos esta parábola.
Y he aquí una mujer cananea, que había salido de aquellos términos, clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está enferma, poseida del demonio.
Y respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.
Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Mirad que no tengáis en poco a alguno de estos pequeños; porque os digo que sus ángeles en los cielos ven siempre la faz de mi Padre que está en los cielos.
Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños.
Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra, de toda cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos.
Entonces él les dijo: No todos pueden recibir esta palabra, sino aquellos a quienes es dado.
Y oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones.
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- 1.Gé 1:12-Éx 8:23
- 2.Éx 8:32-Números 5:29
- 3.Números 5:30-Deuteronomio 27:26
- 4.Deuteronomio 28:23-Jueces 7:2
- 5.Jueces 7:12-1 Samuel 26:17
- 6.1 Samuel 27:11-1 Reyes 22:39
- 7.1 Reyes 22:45-2 Crónicas 13:8
- 8.2 Crónicas 13:12-Ester 9:29
- 9.Ester 10:2-Salmos 80:14
- 10.Salmos 80:16-Isaías 9:5
- 11.Isaías 9:12-Jeremías 10:19
- 12.Jeremías 13:4-Jeremías 44:4
- 13.Jeremías 45:4-Oseas 11:7
- 14.Oseas 13:6-Mateo 19:22
- 15.Mateo 20:23-Lucas 8:9
- 16.Lucas 8:11-Juan 15:25
- 17.Juan 16:32-1 Corintios 3:11
- 18.1 Corintios 3:19-2 Timoteo 2:4
- 19.2 Timoteo 2:9-Apocalipsis 11:2
- 20.Apocalipsis 13:10-Apocalipsis 22:19