'He' en la Biblia
Y miré, y he aquí un viento tempestuoso venía del aquilón, una gran nube, con un fuego envolvente, y en derredor suyo un resplandor, y en medio del fuego una cosa que parecía como de ámbar,
Y estando yo mirando los animales, he aquí una rueda en la tierra junto á los animales, á sus cuatro caras.
Y miré, y he aquí una mano me fué enviada, y en ella había un rollo de libro.
He aquí he hecho yo tu rostro fuerte contra los rostros de ellos, y tu frente fuerte contra su frente.
Como diamante, más fuerte que pedernal he hecho tu frente; no los temas, ni tengas miedo delante de ellos, porque es casa rebelde.
Hijo del hombre, yo te he puesto por atalaya á la casa de Israel: oirás pues tú la palabra de mi boca, y amonestarlos has de mi parte.
Y levantéme, y salí al campo: y he aquí que allí estaba la gloria de Jehová, como la gloria que había visto junto al río de Chebar: y caí sobre mi rostro.
Y tú, oh hijo del hombre, he aquí que pondrán sobre ti cuerdas, y con ellas te ligarán, y no saldrás entre ellos.
Yo te he dado los años de su maldad por el número de los días, trescientos y noventa días: y llevarás la maldad de la casa de Israel.
Y cumplidos estos, dormirás sobre tu lado derecho segunda vez, y llevarás la maldad de la casa de Judá cuarenta días: día por año, día por año te lo he dado.
Y he aquí he puesto sobre ti cuerdas, y no te tornarás del un tu lado al otro lado, hasta que hayas cumplido los días de tu cerco.
Y dije: Ah Señor Jehová! he aquí que mi alma no es inmunda, ni nunca desde mi mocedad hasta este tiempo comí cosa mortecina ni despedazada, ni nunca en mi boca entró carne inmunda.
Y respondióme: He aquí te doy estiércoles de bueyes en lugar de los estiércoles de hombre, y dispondrás tu pan con ellos.
Díjome luego: Hijo del hombre, he aquí quebrantaré el sostén del pan en Jerusalem, y comerán el pan por peso, y con angustia; y beberán el agua por medida, y con espanto.
Así pues ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra ti; si, yo, y haré juicios en medio de ti á los ojos de las naciones.
Y cumpliráse mi furor, y haré que repose en ellos mi enojo, y tomaré satisfacción: y sabrán que yo Jehová he hablado en mi celo, cuando habré cumplido en ellos mi enojo.
Y serás oprobio, y escarnio, y escarmiento, y espanto á las gentes que están alrededor de ti, cuando yo hiciere en ti juicios en furor é indignación, y en reprensiones de ira. Yo Jehová he hablado.
Enviaré pues sobre vosotros hambre, y malas bestias que te destruyan; y pestilencia y sangre pasarán por ti; y meteré sobre ti cuchillo. Yo Jehová he hablado.
Y dirás: Montes de Israel, oid palabra del Señor Jehová: Así ha dicho el Señor Jehová á los montes y dicho el Señor Jehová á los montes y á los collados, á los arroyos y á los valles: He aquí que yo, yo haré venir sobre vosotros cuchillo, y destruiré vues
Así ha dicho el Señor Jehová: Un mal, he aquí que viene un mal.
Viene el fin, el fin viene: hase despertado contra ti; he aquí que viene.
He aquí el día, he aquí que viene: ha salido la mañana; florecido ha la vara, ha reverdecido la soberbia.
Y miré, y he aquí una semejanza que parecía de fuego: desde donde parecían sus lomos para abajo, fuego; y desde sus lomos arriba parecía como resplandor, como la vista de ámbar.
Y he aquí allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en el campo.
Y díjome: Hijo del hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del aquilón. Y alcé mis ojos hacia el lado del aquilón, y he aquí al aquilón, junto á la puerta del altar, la imagen del celo en la entrada.
Y llevóme á la entrada del atrio, y miré, y he aquí en la pared un agujero.
Y díjome: Hijo del hombre, cava ahora en la pared. Y cavé en la pared, y he aquí una puerta.
Entré pues, y miré, y he aquí imágenes de todas serpientes, y animales de abominación, y todos los ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared alrededor.
Y llevóme á la entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al aquilón; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas endechando á Tammuz.
Y metióme en el atrio de adentro de la casa de Jehová: y he aquí junto á la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros al oriente, y encorvábanse al nacimient
Y díjome: ¿No has visto, hijo del hombre? ¿Es cosa liviana para la casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? Después que han llenado la tierra de maldad, y se tornaron á irritarme, he aquí que ponen hedor á mis narices.
Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que está vuelta al aquilón, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lienzos, el cual traía á su cintura una escribanía de escriba
Y he aquí que el varón vestido de lienzos, que tenía la escribanía á su cintura, respondió una palabra diciendo: Hecho he conforme á todo lo que me mandaste.
Y MIRÉ, y he aquí en la expansión que había sobre la cabeza de los querubines como una piedra de zafiro, que parecía como semejanza de un trono que se mostró sobre ellos.
Y miré, y he aquí cuatro ruedas junto á los querubines, junto á cada querubín una rueda; y el aspecto de las ruedas era como el de piedra de Tarsis.
Y EL espíritu me elevó, y metióme por la puerta oriental de la casa de Jehová, la cual mira hacia el oriente: y he aquí á la entrada de la puerta veinticinco varones, entre los cuales vi á Jaazanías hijo de Azur, y á Pelatías hijo de Benaías, príncipes de
Y cayó sobre mí el espíritu de Jehová, y díjome: Di: Así ha dicho Jehová: Así habéis hablado, oh casa de Israel, y las cosas que suben á vuestro espíritu, yo las he entendido.
Por tanto di: Así ha dicho el Señor Jehová: Aunque los he echado lejos entre las gentes, y los he esparcido por las tierras, con todo eso les seré por un pequeño santuario en las tierras á donde llegaren.
Y darles he un corazón, y espíritu nuevo daré en sus entrañas; y quitaré el corazón de piedra de su carne, y daréles corazón de carne;
Delante de sus ojos los llevarás sobre tus hombros, de noche los sacarás; cubrirás tu rostro, y no mirarás la tierra: porque en señal te he dado á la casa de Israel.
Hijo del hombre, he aquí que los de la casa de Israel dicen: La visión que éste ve es para muchos días, y para lejanos tiempos profetiza éste.
Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: por cuanto vosotros habéis hablado vanidad, y habéis visto mentira, por tanto, he aquí yo contra vosotros, dice el Señor Jehová.
Por tanto, y por cuanto engañaron á mi pueblo, diciendo, Paz, no habiendo paz; y el uno edificaba la pared, y he aquí que los otros la encostraban con lodo suelto;
Y he aquí, cuando la pared habrá caído, no os dirán: ¿Dónde está la embarradura con que encostrasteis?
Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra vuestras almohadillas, con que cazáis ahí las almas volando; yo las arrancaré de vuestros brazos, y dejaré las almas, las almas que cazáis volando.
Hijo del hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón, y establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro: ¿acaso he de ser yo verdaderamente consultado por ellos?
Sin embargo, he aquí quedarán en ella algunos residuos, hijos é hijas, que serán llevados fuera: he aquí que ellos entrarán á vosotros, y veréis su camino y sus hechos; y tomaréis consolación del mal que hice venir sobre Jerusalem, de todas las cosas que
He aquí, que es puesto en el fuego para ser consumido; sus dos cabos consumió el fuego, y la parte del medio se quemó; ¿aprovechará para obra alguna?
He aquí que cuando estaba entero no era para obra alguna: ¿cuánto menos después que el fuego lo hubiere consumido, y fuere quemado? ¿será más para alguna obra?
Y pasé yo junto á ti, y te miré, y he aquí que tu tiempo era tiempo de amores; y extendí mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez; y díte juramento, y entré en concierto contigo, dice el Señor Jehová, y fuiste mía:
Por tanto, he aquí que yo extendí sobre ti mi mano, y disminuí tu provisión ordinaria, y te entregué á la voluntad de las hijas de los Filisteos que te aborrecen, las cuales se avergüenzan de tu camino deshonesto.
Por tanto, he aquí que yo junto todos tus enamorados con los cuales tomaste placer, y todos los que amaste, con todos los que aborreciste; y reunirélos contra ti alrededor, y descubriréles tu vergüenza, y verán toda tu torpeza.
Y quemarán tus casas á fuego, y harán en ti juicios á ojos de muchas mujeres; y hacerte he cesar de ser ramera, ni tampoco darás más don.
Por cuanto no te acordaste de los días de tu mocedad, y me provocaste á ira en todo esto, por eso, he aquí yo también he tornado tu camino sobre tu cabeza, dice el Señor Jehová; pues ni aun has pensado sobre todas tus abominaciones.
He aquí que todo proverbista hará de ti proverbio, diciendo: Como la madre, tal su hija.
He aquí que esta fué la maldad de Sodoma tu hermana: soberbia, hartura de pan, y abundancia de ociosidad tuvo ella y sus hijas; y no corroboró la mano del afligido y del menesteroso.
Y fué otra grande águila, de grandes alas y de muchas plumas; y he aquí que esta vid juntó cerca de ella sus raíces, y extendió hacia ella sus ramos, para ser regada por ella por los surcos de su plantío.
Y he aquí que plantada está ella, ¿será prosperada? ¿No se secará del todo cuando el viento solano la tocare? En los surcos de su verdor se secará.
Di ahora á la casa rebelde: ¿No habéis entendido qué significan estas cosas? Diles: He aquí que el rey de Babilonia vino á Jerusalem, y tomó tu rey y sus príncipes, y llevólos consigo á Babilonia.
Pues menospreció el juramento, para invalidar el concierto cuando he aquí que había dado su mano, é hizo todas estas cosas, no escapará.
Y extenderé sobre él mi red, y será preso en mi malla; y hacerlo he venir á Babilonia, y allí estaré á juicio con él, por su prevaricación con que contra mí se ha rebelado.
Y todos sus fugitivos con todos sus escuadrones caerán á cuchillo, y los que quedaren serán esparcidos á todo viento; y sabréis que yo Jehová he hablado.
Así ha dicho el Señor Jehová: Y tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y pondrélo; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y plantarlo he yo sobre el monte alto y sublime;
He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.
Su padre, por cuanto hizo agravio, despojó violentamente al hermano, é hizo en medio de su pueblo lo que no es bueno, he aquí que él morirá por su maldad.
Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy: ¿y he de responderos yo, casa de Israel? Vivo yo, dice el Señor Jehová, que no os responderé.
Y os he de traer al desierto de pueblos, y allí litigaré con vosotros cara á cara.
Y dirás al bosque del mediodía: Oye palabra de Jehová: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí que yo enciendo en ti fuego, el cual consumirá en ti todo árbol verde, y todo árbol seco: no se apagará la llama del fuego; y serán quemados en ella todos rostros
Y dirás á la tierra de Israel: Así ha dicho Jehová: He aquí, que yo contra ti, y sacaré mi espada de su vaina, y talaré de ti al justo y al impío.
Y por cuanto he de talar de ti al justo y al impío, por tanto, mi espada saldrá de su vaina contra toda carne, desde el mediodía hasta el aquilón:
Y será, que cuando te dijeren: ¿Por qué gimes tú? dirás: Por la fama que viene; y todo corazón se desleirá, y todas manos se debilitarán, y angustiaráse todo espíritu, y todas rodillas se irán en aguas: he aquí que viene, y hacerse ha, dice el Señor Jehov
Para que el corazón desmaye, y los estragos se multipliquen: en todas las puertas de ellos he puesto espanto de espada. Ah! dispuesta está para que relumbre, y aderezada para degollar.
Y yo también batiré mi mano con mi mano, y haré reposar mi ira. Yo Jehová he hablado.
Del fuego serás para ser consumido; tu sangre será en medio de la tierra; no habrá más memoria de ti: porque yo Jehová he hablado.
En tu sangre que derramaste has pecado, y te has contaminado en tus ídolos que hiciste; y has hecho acercar tus días, y has llegado á tus años: por tanto te he dado en oprobio á las gentes, y en escarnio á todas las tierras.
He aquí que los príncipes de Israel, cada uno según su poder, fueron en ti para derramar sangre.
Y he aquí, que herí mi mano á causa de tu avaricia que cometiste, y á causa de tus sangres que fueron en medio de ti.
¿Estará firme tu corazón? ¿tus manos serán fuertes en los días que obraré yo contra ti? Yo Jehová he hablado, y harélo.
Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto todos vosotros os habéis tornado en escorias, por tanto, he aquí que yo os junto en medio de Jerusalem.
Por tanto, Aholibah, así ha dicho el Señor Jehová: He aquí que yo despierto tus amantes contra ti, de los cuales se hartó tu deseo, y yo les haré venir contra ti en derredor;
Porque así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, yo te entrego en mano de aquellos que tú aborreciste, en mano de aquellos de los cuales se hartó tu deseo:
Lo beberás pues, y lo agotarás, y quebrarás sus tiestos; y tus pechos arrancarás; porque yo he hablado, dice el Señor Jehová.
Pues habiendo sacrificado sus hijos á sus ídolos, entrábanse en mi santuario el mismo día para contaminarlo: y he aquí, así hicieron en medio de mi casa.
Y cuanto más, que enviaron por hombres que vienen de lejos, á los cuales había sido enviado mensajero: y he aquí vinieron; y por amor de ellos te lavaste, y alcoholaste tus ojos, y te ataviaste con adornos:
Yo Jehová he hablado; vendrá, y harélo. No me tornaré atrás, ni tendré misericordia, ni me arrepentiré: según tus caminos y tus obras te juzgarán, dice el Señor Jehová.
Hijo del hombre, he aquí que yo te quito de golpe el deseo de tus ojos: no endeches, ni llores, ni corran tus lágrimas.
Di á la casa de Israel: Así ha dicho el Señor Dios: He aquí yo profano mi santuario, la gloria de vuestra fortaleza, el deseo de vuestros ojos, y el regalo de vuestra alma: vuestros hijos y vuestras hijas que dejasteis, caerán á cuchillo.
Por tanto, he aquí, yo te entrego á los Orientales por heredad, y pondrán en ti sus apriscos, y colocarán en ti sus tiendas: ellos comerán tus sementeras, y beberán tu leche.
Por tanto, he aquí yo extenderé mi mano sobre ti, y te entregaré á las gentes para ser saqueada; y yo te cortaré de entre los pueblos, y te destruiré de entre las tierras: te raeré; y sabrás que yo soy Jehová.
Así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto dijo Moab y Seir: He aquí la casa de Judá es como todas las gentes;
Por tanto, he aquí yo abro el lado de Moab desde las ciudades, desde sus ciudades que están en su confín, las tierras deseables de Beth-jesi-moth, y Baal-meón, y Chîriathaim,
Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo extiendo mi mano sobre los Palestinos, y talaré los Ceretheos, y destruiré el resto de la ribera de la mar.
Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, oh Tiro, y haré subir contra ti muchas gentes, como la mar hace subir sus ondas.
Tendedero de redes será en medio de la mar, porque yo he hablado, dice el Señor Jehová: y será saqueada de las gentes.
Porque así ha dicho el Señor Jehová: He aquí que del aquilón traigo yo contra Tiro á Nabucodonosor, rey de Babilonia, rey de reyes, con caballos, y carros, y caballeros, y compañías, y mucho pueblo.
Y te pondré como una peña lisa: tendedero de redes serás; ni nunca más serás edificada: porque yo Jehová he hablado, dice el Señor Jehová.
He aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto;
Por tanto, he aquí yo traigo sobre ti extraños, los fuertes de las gentes, que desenvainarán su espadas contra la hermosura de tu sabiduría, y ensuciarán tu esplendor.
De muerte de incircuncisos morirás por mano de extraños: porque yo he hablado, dice el Señor Jehová.
Y dirás: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí yo contra ti, oh Sidón, y en medio de ti seré glorificado: y sabrán que yo soy Jehová, cuando hiciere en ella juicios, y en ella me santificare.
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (144)
- LBDA (166)
- NBLH (66)
- RV (150)
- SEV (144)
- RV1909 (152)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (153)
- Éxodo (75)
- Levítico (11)
- Números (54)
- Deuteronomio (37)
- Josué (21)
- Jueces (39)
- Rut (8)
- 1 Samuel (90)
- 2 Samuel (51)
- 1 Reyes (65)
- 2 Reyes (64)
- 1 Crónicas (18)
- 2 Crónicas (61)
- Nehemías (3)
- Ester (7)
- Job (68)
- Salmos (137)
- Proverbios (16)
- Eclesiastés (27)
- Cantares (10)
- Isaías (115)
- Jeremías (178)
- Ezequiel (152)
- Daniel (33)
- Oseas (9)
- Joel (3)
- Amós (17)
- Abdías (1)
- Miqueas (5)
- Nahúm (3)
- Habacuc (5)
- Sofonías (2)
- Hageo (1)
- Zacarías (31)
- Malaquías (7)
- Mateo (73)
- Marcos (19)
- Lucas (70)
- Juan (91)
- Hechos (50)
- Romanos (10)
- 1 Corintios (20)
- 2 Corintios (22)
- Gálatas (4)
- Efesios (2)
- Filipenses (4)
- Colosenses (1)
- 1 Tesalonicenses (1)
- 2 Timoteo (3)
- Tito (1)
- Filemón (2)
- Hebreos (5)
- Santiago (5)
- 1 Pedro (2)
- 2 Pedro (1)
- 1 Juan (5)
- 2 Juan (2)
- 3 Juan (1)
- Judas (1)
- Apocalipsis (36)