'He' en la Biblia
Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo bermejo, el cual estaba entre los mirtos que había en la hondura; y detrás de él había caballos bermejos, overos, y blancos.
Y ellos hablaron á aquel ángel de Jehová que estaba entre los mirtos, y dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí toda la tierra está reposada y quieta.
Por tanto, así ha dicho Jehová: Yo me he tornado á Jerusalem con miseraciones; en ella será edificada mi casa, dice Jehová de los ejércitos, y la plomada será tendida sobre Jerusalem.
Después alcé mis ojos, y miré, y he aquí cuatro cuernos.
ALCÉ después mis ojos, y miré y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir.
Y he aquí, salía aquel ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al encuentro,
Porque he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo á sus siervos, y sabréis que Jehová de los ejércitos me envió.
Canta y alégrate, hija de Sión: porque he aquí vengo, y moraré en medio de ti, ha dicho Jehová.
Y habló el ángel, é intimó á los que estaban delante de sí, diciendo: Quitadle esas vestimentas viles. Y á él dijo: Mira que he hecho pasar tu pecado de ti, y te he hecho vestir de ropas de gala.
Escucha pues ahora, Josué gran sacerdote, tú, y tus amigos que se sientan delante de ti; porque son varones simbólicos: He aquí, yo traigo á mi siervo, el Pimpollo.
Porque he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos: he aquí, yo grabaré su escultura, dice Jehová de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día.
Y díjome: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelero todo de oro, con su vaso sobre su cabeza, y sus siete lámparas encima del candelero; y siete canales para las lámparas que están encima de él;
Y TORNÉME, y alcé mis ojos, y miré, y he aquí un rollo que volaba.
Y he aquí, traían un talento de plomo, y una mujer estaba asentada en medio de aquel epha.
Alcé luego mis ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y traían viento en sus alas, y tenían alas como de cigüeña, y alzaron el epha entre la tierra y los cielos.
Y TORNÉME, y alcé mis ojos y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y aquellos montes eran de metal.
Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos, diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es Pimpollo, el cual germinará de su lugar, y edificará el templo de Jehová:
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Yo he celado á Sión con grande celo, y con grande ira la celé.
Así dice Jehová: Yo he restituído á Sión, y moraré en medio de Jerusalem: y Jerusalem se llamará Ciudad de Verdad, y el monte de Jehová de los ejércitos, Monte de Santidad.
Asi ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí, yo salvo mi pueblo de la tierra del oriente, y de la tierra donde se pone el sol;
Así tornando he pensado de hacer bien á Jerusalem y á la casa de Judá en estos días: no temáis.
He aquí, el Señor la empobrecerá, y herirá en la mar su fortaleza, y ella será consumida de fuego.
Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalem: he aquí, tu rey vendrá á ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna.
Y tú también por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos del aljibe en que no hay agua.
Porque entesado he para mí á Judá como arco, henchí á Ephraim; y despertaré tus hijos, oh Sión, contra tus hijos, oh Grecia, y te pondré como espada de valiente.
Yo les silbaré y los juntaré, porque los he redimido; y serán multiplicados como fueron multiplicados.
A las cuales mataban sus compradores, y no se tenían por culpables; y el que las vendía, decía: Bendito sea Jehová, que he enriquecido; ni sus pastores tenían piedad de ellas.
Por tanto, no más tendré piedad de los moradores de la tierra, dice Jehová: porque he aquí, yo entregaré los hombres, cada cual en mano de su compañero, y en mano de su rey; y quebrantarán la tierra, y yo no libraré de sus manos.
porque he aquí, yo levanto pastor en la tierra, que no visitará las perdidas, no buscará la pequeña, no curará la perniquebrada, ni llevará la cansada á cuestas; sino que se comerá la carne de la gruesa, y romperá sus uñas.
He aquí, yo pongo á Jerusalem por vaso de temblor á todos los pueblos de alrededor cuando estén en el sitio contra Judá y contra Jerusalem.
HE aquí, el día de Jehová viene, y tus despojos serán repartidos en medio de ti.
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