'Jacob' en la Biblia
Y salió Dina la hija de Lea, la cual ésta había dado a luz a Jacob, a ver las hijas del país.
Y oyó Jacob que Siquem había amancillado a Dina su hija: y estando sus hijos con su ganado en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen.
Y se dirigió Hamor padre de Siquem a Jacob, para hablar con él.
Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se entristecieron los varones, y se llenaron de ira, porque hizo vileza en Israel acostándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho.
Y respondieron los hijos de Jacob a Siquem y a Hamor su padre con palabras engañosas, por cuanto él había amancillado a Dina su hermana.
Y no tardó el joven en hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado; y él era el más honorable de toda la casa de su padre.
Y sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, los dos hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno su espada, y vinieron contra la ciudad osadamente, y mataron a todo varón.
Y los hijos de Jacob vinieron a los muertos y saquearon la ciudad; por cuanto habían amancillado a su hermana.
Entonces dijo Jacob a Simeón y a Leví: Me habéis turbado con hacerme abominable a los moradores de esta tierra, el cananeo y el ferezeo; y teniendo yo pocos hombres, se juntarán contra mí, y me herirán, y seré destruido yo y mi casa.
Y dijo Dios a Jacob: Levántate, sube a Betel, y quédate allí; y haz allí un altar a Dios, que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú.
Entonces Jacob dijo a su familia y a todos los que con él estaban: Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad vuestras vestiduras.
Así dieron a Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y los zarcillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de una encina, que estaba junto a Siquem.
Y partieron, y el terror de Dios fue sobre las ciudades que había en sus alrededores, y no siguieron tras los hijos de Jacob.
Y llegó Jacob a Luz, que está en tierra de Canaán (ésta es Betel), él y todo el pueblo que con él estaba.
Y se apareció otra vez Dios a Jacob, cuando se había vuelto de Padan-aram, y le bendijo.
Y le dijo Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob, sino Israel será tu nombre: y llamó su nombre Israel.
Y Jacob erigió una columna en el lugar donde había hablado con él, una columna de piedra, y derramó sobre ella libación, y echó sobre ella aceite.
Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él, Betel.
Y puso Jacob una columna sobre su sepultura; ésta es la columna de la sepultura de Raquel hasta hoy.
Los hijos de Lea: Rubén el primogénito de Jacob, y Simeón, y Leví, y Judá, e Isacar, y Zabulón.
Y los hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad, y Aser. Éstos fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Padan-aram.
Y vino Jacob a Isaac su padre a Mamre, a la ciudad de Arba, que es Hebrón, donde habitaron Abraham e Isaac.
Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fue reunido a su pueblo, viejo y lleno de días; y sus hijos Esaú y Jacob lo sepultaron.
Y Esaú tomó sus esposas, sus hijos y sus hijas, y todas las personas de su casa, y sus ganados, y todas sus bestias, y todos sus bienes que había adquirido en la tierra de Canaán, y se fue a otra tierra, lejos de su hermano Jacob.
Y habitó Jacob en la tierra donde peregrinó su padre, en la tierra de Canaán.
Éstas fueron las generaciones de Jacob. José, siendo de edad de diecisiete años apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha, y con los hijos de Zilpa, esposas de su padre; y José informaba a su padre la mala fama de ellos.
Entonces Jacob rasgó sus vestiduras, y puso cilicio sobre sus lomos, y se enlutó por su hijo muchos días.
Y cuando Jacob vio que en Egipto había alimentos, Jacobo dijo a sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando?
Mas Jacob no envió a Benjamín hermano de José con sus hermanos; porque dijo: No sea acaso que le acontezca algún desastre.
Y vinieron a Jacob su padre en tierra de Canaán, y le contaron todo lo que les había acontecido, diciendo:
Entonces su padre Jacob les dijo: Me habéis privado de mis hijos; José no parece, Simeón tampoco, y a Benjamín le llevaréis: contra mí son todas estas cosas.
Y subieron de Egipto, y llegaron a la tierra de Canaán a Jacob su padre.
Y ellos le contaron todas las palabras de José, que él les había hablado; y viendo él los carros que José enviaba para llevarlo, el espíritu de Jacob su padre revivió.
Y habló Dios a Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él respondió: Heme aquí.
Y se levantó Jacob de Beerseba; y tomaron los hijos de Israel a su padre Jacob, y a sus niños, y a sus mujeres, en los carros que Faraón había enviado para llevarlo.
Y tomaron sus ganados, y sus bienes que había adquirido en la tierra de Canaán, y se vinieron a Egipto, Jacob, y toda su simiente consigo;
Y éstos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto, Jacob y sus hijos: Rubén, el primogénito de Jacob.
Éstos fueron los hijos de Lea, los que dio a luz a Jacob en Padan-aram, y además su hija Dina; treinta y tres era el total de almas de sus hijos e hijas.
Éstos fueron los hijos de Zilpa, la que Labán dio a su hija Lea, y dio a luz éstos a Jacob; en total, dieciséis almas.
Éstos fueron los hijos de Raquel, que nacieron a Jacob; en total, catorce almas.
Éstos fueron los hijos de Bilha, la que dio Labán a Raquel su hija, y dio a luz a éstos de Jacob; en total, siete almas.
Todas las almas que vinieron con Jacob a Egipto, procedentes de sus lomos, no incluyendo las esposas de los hijos de Jacob, eran en total sesenta y seis almas.
Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, dos almas. Todas las almas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto eran setenta.
Y José introdujo a su padre, y lo presentó delante de Faraón; y Jacob bendijo a Faraón.
Y Jacob respondió a Faraón: Los días de los años de mi peregrinación son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de mi vida, y no han llegado a los días de los años de la vida de mis padres en los días de su peregrinación.
Y Jacob bendijo a Faraón, y salió de delante de Faraón.
Y vivió Jacob en la tierra de Egipto diecisiete años: y fueron los días de Jacob, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años.
Y se le hizo saber a Jacob, diciendo: He aquí tu hijo José viene a ti. Entonces se esforzó Israel, y se sentó sobre la cama;
y Jacob dijo a José: El Dios Omnipotente me apareció en Luz en la tierra de Canaán, y me bendijo,
Y llamó Jacob a sus hijos, y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los postreros días.
Maldito su furor, que fue fiero; y su ira, que fue dura: Yo los apartaré en Jacob, y los esparciré en Israel.
Mas su arco permaneció fuerte, y los brazos de sus manos fueron fortalecidos por las manos del poderoso Dios de Jacob, (De allí es el Pastor, la Roca de Israel),
Y cuando Jacob acabó de dar órdenes a sus hijos, encogió sus pies en la cama, y entregó el espíritu; y fue reunido con su pueblo.
Y José dijo a sus hermanos: Yo moriré; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac, y a Jacob.
Éstos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia.
Y todas las almas de los que salieron de los lomos de Jacob, fueron setenta. Y José estaba en Egipto.
Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob.
Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
Y además dijo Dios a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros. Éste es mi nombre para siempre, éste es mi memorial por todas las generaciones.
Ve, y reúne a los ancianos de Israel, y diles: Jehová, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob, me apareció, diciendo: De cierto os he visitado, y visto lo que se os hace en Egipto;
Por esto creerán que se te ha aparecido Jehová, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob.
y aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob por el nombre de Dios Omnipotente, pues por mi nombre JEHOVÁ yo no era conocido de ellos.
Y os meteré en la tierra, por la cual alcé mi mano que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob: y yo os la daré por heredad. YO JEHOVÁ.
Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel:
Y Jehová dijo a Moisés: Ve, sube de aquí, tú y el pueblo que sacaste de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Abraham, Isaac, y Jacob, diciendo: A tu simiente la daré:
Entonces yo me acordaré de mi pacto con Jacob, y asimismo de mi pacto con Isaac, y también de mi pacto con Abraham me acordaré; y haré memoria de la tierra.
Y él tomó su parábola, y dijo: De Aram me trajo Balac, rey de Moab, de los montes del oriente: Ven, maldíceme a Jacob; y ven, execra a Israel.
¿Quién contará el polvo de Jacob, o el número de la cuarta parte de Israel? Muera mi persona de la muerte de los rectos, y mi postrimería sea como la suya.
No ha notado iniquidad en Jacob, ni ha visto perversidad en Israel: Jehová su Dios está con él, y júbilo de rey hay en ellos.
Porque en Jacob no hay agüero, ni adivinación en Israel: Como ahora, será dicho de Jacob y de Israel: ¡Lo que ha hecho Dios!
¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, tus habitaciones, oh Israel!
Lo veré, mas no ahora; lo miraré, mas no de cerca: Saldrá Estrella de Jacob, y se levantará Cetro de Israel, y herirá los cantones de Moab, y destruirá a todos los hijos de Set.
Y de Jacob vendrá el que dominará, y destruirá de la ciudad al que quedare.
Ninguno de los varones que subieron de Egipto de veinte para años arriba, verá la tierra por la cual juré a Abraham, Isaac, y Jacob, por cuanto no fueron perfectos en pos de mí;
Mirad, yo he puesto la tierra delante de vosotros; entrad y poseed la tierra que Jehová juró a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les daría a ellos y a su simiente después de ellos.
Y será, cuando Jehová tu Dios te hubiere introducido en la tierra que juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, que te daría; en ciudades grandes y buenas que tú no edificaste,
No por tu justicia, ni por la rectitud de tu corazón entras a poseer la tierra de ellos; mas por la impiedad de estas naciones Jehová tu Dios las echa de delante de ti, y para confirmar la palabra que Jehová juró a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob.
Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac, y Jacob; no mires a la dureza de este pueblo, ni a su impiedad, ni a su pecado;
para confirmarte hoy por su pueblo, y que Él te sea a ti por Dios, de la manera que Él te ha dicho, y como Él lo juró a tus padres Abraham, Isaac y Jacob.
y que ames a Jehová tu Dios, y obedezcas su voz, y te acerques a Él; porque Él es tu vida y la largura de tus días; a fin de que habites sobre la tierra que juró Jehová a tus padres Abraham, Isaac, y Jacob, que les había de dar.
Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la cuerda de su heredad.
Una ley nos mandó Moisés, la heredad de la congregación de Jacob.
Ellos enseñarán tus juicios a Jacob, y tu ley a Israel; pondrán el incienso delante de ti, y el holocausto sobre tu altar.
E Israel, la fuente de Jacob, habitará confiado solo en tierra de grano y de vino; también sus cielos destilarán rocío.
Y le dijo Jehová: Ésta es la tierra de que juré a Abraham, a Isaac y a Jacob, diciendo: A tu simiente la daré. Te he permitido que la veas con tus ojos, mas no pasarás allá.
Y a Isaac di a Jacob y a Esaú: y a Esaú di el monte de Seir, que lo poseyese: mas Jacob y sus hijos descendieron a Egipto.
Y enterraron en Siquem los huesos de José que los hijos de Israel habían traído de Egipto, en la parte del campo que Jacob compró de los hijos de Hamor padre de Siquem, por cien piezas de plata; y fue en posesión a los hijos de José.
Después que Jacob hubo entrado en Egipto y vuestros padres clamaron a Jehová, Jehová envió a Moisés y a Aarón, los cuales sacaron a vuestros padres de Egipto, y los hicieron habitar en este lugar.
Éstas son las palabras postreras de David. Dijo David hijo de Isaí, dijo aquel varón que fue levantado en alto, el ungido del Dios de Jacob, el dulce salmista de Israel, dice:
Y tomando Elías doce piedras, conforme al número de las tribus de los hijos de Jacob, al cual había venido palabra de Jehová, diciendo: Israel será tu nombre;
Mas Jehová tuvo misericordia de ellos, y tuvo compasión de ellos, y los miró, por amor de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob; y no quiso destruirlos ni echarlos de delante de sí hasta ahora.
Hasta hoy hacen como entonces; que ni temen a Jehová, ni guardan sus estatutos, ni sus ordenanzas, ni hacen según la ley y los mandamientos que prescribió Jehová a los hijos de Jacob, al cual puso el nombre de Israel;
oh vosotros, simiente de Israel su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos.
el cual confirmó a Jacob por estatuto, y a Israel por pacto sempiterno,
¡Oh que de Sión viniese la salvación de Israel! Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
«Al Músico principal: Salmo de David» Jehová te oiga en el día de la angustia; El nombre del Dios de Jacob te defienda.
Los que teméis a Jehová, alabadle; glorificadle, simiente toda de Jacob; y temedle, vosotros, simiente toda de Israel.
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