'Las' en la Biblia
Por cuanto muchos han tratado de compilar una historia de las cosas que entre nosotros son muy ciertas,
tal como nos las han transmitido los que desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra,
también a mí me ha parecido conveniente, después de haberlo investigado todo con diligencia desde el principio, escribírte{las} ordenadamente, excelentísimo Teófilo,
para que sepas la verdad precisa acerca de las cosas que te han sido enseñadas.
Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, cierto sacerdote llamado Zacarías, del grupo de Abías, que tenía por mujer una de las hijas de Aarón que se llamaba Elisabet.
Y he aquí, te quedarás mudo, y no podrás hablar hasta el día en que todo esto acontezca, por cuanto no creíste mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo.
Y entrando el {ángel,} le dijo: ¡Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita eres tú entre las mujeres.
y exclamó a gran voz y dijo: ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
Porque ha mirado la humilde condición de {esta} su sierva; pues he aquí, desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada.
A LOS HAMBRIENTOS HA COLMADO DE BIENES y ha despedido a los ricos con las manos vacías.
Y todos los que {las} oían {las} guardaban en su corazón, diciendo: ¿Qué, pues, llegará a ser este niño? Porque la mano del Señor ciertamente estaba con él.
En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños {durante} las vigilias de la noche.
Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres en quienes El se complace.
Y todos los que {lo} oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores.
Y los padres del niño estaban asombrados de las cosas que de El se decían.
Pero ellos no entendieron las palabras que El les había dicho.
como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías: VOZ DEL QUE CLAMA EN EL DESIERTO: ``PREPARAD EL CAMINO DEL SEÑOR, HACED DERECHAS SUS SENDAS.
``TODO VALLE SERA RELLENADO, Y TODO MONTE Y COLLADO REBAJADO; LO TORCIDO SE HARA RECTO, Y LAS SENDAS ASPERAS {se volverán} CAMINOS LLANOS;
Por eso, decía a las multitudes que acudían para que él las bautizara: ¡Camada de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira que vendrá?
Y las multitudes le preguntaban, diciendo: ¿Qué, pues, haremos?
Y también con muchas otras exhortaciones {Juan} anunciaba las buenas nuevas al pueblo.
Pero Herodes el tetrarca, siendo reprendido por él por causa de Herodías, mujer de su hermano, y por todas las maldades que Herodes había hecho,
y: ``EN LAS MANOS TE LLEVARAN, NO SEA QUE TU PIE TROPIECE EN PIEDRA."
Jesús regresó a Galilea en el poder del Espíritu, y las nuevas acerca de El se divulgaron por toda {aquella} comarca.
Y todos hablaban bien de El y se maravillaban de las palabras llenas de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades se los llevaban a El; y poniendo El las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
Cuando se hizo de día, salió y se fue a un lugar solitario; y las multitudes le buscaban, y llegaron adonde El {estaba} y procuraron detenerle para que no se separara de ellos.
Pero El les dijo: También a las otras ciudades debo anunciar las buenas nuevas del reino de Dios, porque para esto yo he sido enviado.
vio dos barcas que estaban a la orilla del lago, pero los pescadores habían bajado de ellas y lavaban las redes.
Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, pidió que se separara de tierra un poco; y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca.
Respondiendo Simón, dijo: Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque tú lo pides, echaré las redes.
Y después de traer las barcas a tierra, dejándolo todo, le siguieron.
Y aconteció que estando Jesús en una de las ciudades, he aquí, {había allí} un hombre lleno de lepra; y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme.
Y un día que El estaba enseñando, había {allí} sentados {algunos} fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y {de} Jerusalén; y el poder del Señor estaba con El para sanar.
Y aconteció que un día de reposo Jesús pasaba por unos sembrados, y sus discípulos arrancaban y comían espigas, restregándo{las} entre las manos.
Todo el que viene a mí y oye mis palabras y las pone en práctica, os mostraré a quién es semejante:
Cuando los mensajeros de Juan se fueron, {Jesús} comenzó a hablar a las multitudes acerca de Juan: ¿Qué salisteis a ver en el desierto? ¿Una caña sacudida por el viento?
Y poco después, El comenzó a recorrer las ciudades y aldeas, proclamando y anunciando las buenas nuevas del reino de Dios; con El {iban} los doce,
El sembrador salió a sembrar su semilla; y al sembrarla, una parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y las aves del cielo se la comieron.
Y la {semilla} que cayó entre los espinos, éstos son los que han oído, y al continuar su camino son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y su fruto no madura.
Y llegándose a El, le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Y El, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma.
Porque El mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues muchas veces se había apoderado de él, y estaba atado con cadenas y grillos y bajo guardia; {a pesar de todo} rompía las ataduras y era impelido por el demonio a los desiertos.
Y Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Mientras todos lo negaban, Pedro dijo, y los que con él estaban: Maestro, las multitudes te aprietan y te oprimen.
Entonces salieron, e iban por las aldeas anunciando el evangelio y sanando por todas partes.
El día comenzaba a declinar, y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la multitud, para que vayan a las aldeas y campos de los alrededores, y hallen alojamiento y consigan alimentos; porque aquí estamos en un lugar desierto.
Y mientras Jesús oraba a solas, estaban con El los discípulos, y les preguntó, diciendo: ¿Quién dicen las multitudes que soy yo?
Y todos estaban admirados de la grandeza de Dios. Mientras todos se maravillaban de todas las cosas que hacía, {Jesús} dijo a sus discípulos:
Pero ellos no entendían estas palabras, y les estaban veladas para que no las comprendieran; y temían preguntarle acerca de ellas.
porque el Hijo del Hombre no ha venido para destruir las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
Y Jesús le dijo: Las zorras tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza.
En aquella misma hora El se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de tu agrado.
Todas las cosas me han sido entregadas por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo {se lo} quiera revelar.
Estaba {Jesús} echando fuera un demonio, que era mudo, y sucedió que cuando el demonio salió, el mudo habló; y las multitudes se maravillaron.
Pero cuando uno más fuerte que él lo ataca y lo vence, le quita todas sus armas en las cuales había confiado y distribuye su botín.
Y sucedió que mientras decía estas cosas, una de las mujeres en la multitud alzó su voz y le dijo: ¡Dichosa la matriz que te concibió y los senos que te criaron!
¿Ay de vosotros, fariseos!, porque amáis los primeros asientos en las sinagogas y los saludos respetuosos en las plazas.
Y El dijo: ¿Ay también de vosotros, intérpretes de la ley!, porque cargáis a los hombres con cargas difíciles de llevar, y vosotros ni siquiera tocáis las cargas con uno de vuestros dedos.
De modo que sois testigos, y aprobáis las acciones de vuestros padres; porque ellos los mataron y vosotros edificáis {sus sepulcros.}
Por lo cual, todo lo que habéis dicho en la oscuridad se oirá a la luz, y lo que habéis susurrado en las habitaciones interiores, será proclamado desde las azoteas.
Y cuando os lleven a las sinagogas y ante los gobernantes y las autoridades, no os preocupéis de cómo o de qué hablaréis en defensa propia, o qué vais a decir;
Considerad los cuervos, que ni siembran ni siegan; no tienen bodega ni granero, y {sin embargo,} Dios los alimenta; ¡cuánto más valéis vosotros que las aves!
Estad siempre preparados y {mantened} las lámparas encendidas,
y sed semejantes a hombres que esperan a su señor que regresa de las bodas, para abrirle tan pronto como llegue y llame.
Pero si aquel siervo dice en su corazón: ``Mi señor tardará en venir"; y empieza a golpear a los criados y a las criadas, y a comer, a beber y a embriagarse;
Decía también a las multitudes: Cuando veis una nube que se levanta en el poniente, al instante decís: ``Viene un aguacero", y así sucede.
{Jesús} estaba enseñando en una de las sinagogas un día de reposo,
Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios.
Y al decir El esto, todos sus adversarios se avergonzaban, pero toda la multitud se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por El.
Es semejante a un grano de mostaza que un hombre tomó y echó en su huerto; y creció y se hizo árbol, y LAS AVES DEL CIELO ANIDARON EN SUS RAMAS.
Cuando el siervo regresó, informó {de todo} esto a su señor. Entonces, enojado el dueño de la casa, dijo a su siervo: ``Sal enseguida por las calles y callejones de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los ciegos y los cojos."
¿Qué hombre de vosotros, si tiene cien ovejas y una de ellas se pierde, no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la que está perdida hasta que la halla?
Cuando {la} encuentra, reúne a las amigas y vecinas, diciendo: ``Alegraos conmigo porque he hallado la moneda que había perdido."
Y deseaba llenarse el estómago de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba {nada.}
El señor elogió al mayordomo injusto porque había procedido con sagacidad, pues los hijos de este siglo son más sagaces en las relaciones con sus semejantes que los hijos de la luz.
Y yo os digo: Haceos amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando falten, os reciban en las moradas eternas.
Por tanto, si no habéis sido fieles en {el uso de} las riquezas injustas, ¿quién os confiará las {riquezas} verdaderas?
Ningún siervo puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
La ley y los profetas {se proclamaron} hasta Juan; desde entonces se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él.
ansiando saciarse de las {migajas} que caían de la mesa del rico; además, hasta los perros venían y le lamían las llagas.
¿Acaso le da las gracias al siervo porque hizo lo que se le ordenó?
Tomando aparte a los doce, {Jesús} les dijo: Mirad, subimos a Jerusalén, y se cumplirán todas las cosas que están escritas por medio de los profetas acerca del Hijo del Hombre.
Y dijo a los que estaban presentes: ``Quitadle la mina y dád{sela} al que tiene las diez minas."
Cuando ya se acercaba, junto a la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, regocijándose, comenzó a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,
diciendo: ¿BENDITO EL REY QUE VIENE EN EL NOMBRE DEL SEÑOR! ¿Paz en el cielo y gloria en las alturas!
Respondiendo El, dijo: Os digo que si éstos callan, las piedras clamarán.
Y al tiempo {de la vendimia} envió un siervo a los labradores para que le dieran {parte} del fruto de la viña; pero los labradores, después de golpearlo, lo enviaron con las manos vacías.
Volvió a enviar otro siervo; y ellos también a éste, después de golpearlo y ultrajarlo, lo enviaron con las manos vacías.
Y le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que hablas y enseñas rectamente, y no te guías por las apariencias, sino que enseñas con verdad el camino de Dios.
Cuidaos de los escribas, a quienes les gusta andar con vestiduras largas, y son amantes de los saludos respetuosos en las plazas, y de {ocupar} los primeros asientos en las sinagogas y los lugares de honor en los banquetes;
que devoran las casas de las viudas, y por las apariencias hacen largas oraciones; ellos recibirán mayor condenación.
Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y os perseguirán, entregándoos a las sinagogas y cárceles, llevándoos ante reyes y gobernadores por causa de mi nombre.
porque estos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.
¿Ay de las que estén encinta y de las que estén criando en aquellos días! Porque habrá una gran calamidad sobre la tierra, e ira para este pueblo;
y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan.
Y habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra, angustia entre las naciones, perplejas a causa del rugido del mar y de las olas,
desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que vendrán sobre el mundo; porque las potencias de los cielos serán sacudidas.
Cuando ya brotan {las hojas,} al verlo, sabéis por vosotros mismos que el verano ya está cerca.
Estad alerta, no sea que vuestro corazón se cargue con disipación y embriaguez y con las preocupaciones de la vida, y aquel día venga súbitamente sobre vosotros como un lazo;
que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino; y os sentaréis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.