'Mismo' en la Biblia
Sacó también al pueblo que estaba en ella, e hizo señorío sobre ellos haciéndoles trabajar con sierras, y con trillos de hierro, y segures. Lo mismo hizo David a todas las ciudades de los hijos de Amón. Y se volvió David con todo el pueblo a Jerusalén.
Y dijo David a Dios: ¿No soy yo el que hizo contar al pueblo? Yo mismo soy el que pequé, y ciertamente he hecho mal; mas estas ovejas, ¿qué han hecho? SEÑOR Dios mío, sea ahora tu mano contra mí, y contra la casa de mi padre, y no haya plaga en tu pueblo.
Y echaron suertes para los turnos del servicio, entrando el pequeño con el grande, lo mismo el maestro que el discípulo.
Asimismo dio oro por peso para las mesas de la proposición, para cada mesa; del mismo modo plata para las mesas de plata.
Y había seis gradas al trono, con un estrado de oro al mismo, y brazos a un lado y al otro al lugar del asiento, y dos leones que estaban junto a los brazos.
Y en aquel mismo día sacrificaron al SEÑOR, de los despojos que habían traído, setecientos bueyes y siete mil ovejas.
Y aun a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso que no fuera reina, porque había hecho un ídolo en el bosque; y Asa deshizo su ídolo, y lo desmenuzó, y lo quemó en el arroyo de Cedrón.
Con todo eso Edom quedó rebelado, sin estar bajo la mano de Judá hasta hoy. También se rebeló en el mismo tiempo Libna para no estar bajo su mano; por cuanto él había dejado al SEÑOR el Dios de sus padres.
Además de esto edificó lugares altos en los montes de Judá, e hizo que los moradores de Jerusalén fornicasen, y a lo mismo impelió a Judá.
Y el sumo sacerdote Azarías y todos los sacerdotes lo miraron, y he aquí, {tenía} lepra en la frente; y le hicieron salir de allí a toda prisa, y también él mismo se apresuró a salir, porque el SEÑOR lo había herido.
También tuvo él guerra con el rey de los hijos de Amón, a los cuales venció; y le dieron los hijos de Amón en aquel año cien talentos de plata, y diez mil coros de trigo, y diez mil de cebada. Esto le dieron los amonitas, y lo mismo en el segundo año, y en el tercero.
Y comenzaron a santificar al primero del mes primero, y a los ocho del mismo mes vinieron al pórtico del SEÑOR; y santificaron la Casa del SEÑOR en ocho días, y a los dieciséis del mes primero acabaron.
También los hijos de Israel y de Judá, que habitaban en las ciudades de Judá, dieron del mismo modo los diezmos de las vacas y de las ovejas; y trajeron los diezmos de lo santificado, de las cosas que habían prometido al SEÑOR su Dios, y los depositaron por montones.
Del mismo modo en orden á los hijos de Aarón, sacerdotes, que estaban en los ejidos de sus ciudades, por todas las ciudades, los varones nombrados tenían cargo de dar sus porciones á todos los varones de los sacerdotes, y á todo el linaje de los Levitas.
`` ¿Acaso no es el mismo Ezequías el que ha quitado sus lugares altos y sus altares, y ha dicho a Judá y a Jerusalén: `Delante de un solo altar adoraréis, y sobre él quemaréis incienso'?
Lo mismo hizo en las ciudades de Manasés, Efraín, y Simeón, hasta en Neftalí, con sus espadas alrededor.
Y algunos de los jefes de los padres, cuando vinieron a la casa de Jehová la cual estaba en Jerusalén, ofrendaron voluntariamente para la casa de Dios, para levantarla en su mismo lugar.
Pero el primer año de Ciro rey de Babilonia, el mismo rey Ciro dio mandamiento para que esta Casa de Dios fuera edificada.
En el año primero del rey Ciro, el mismo rey Ciro dio mandamiento acerca de la Casa de Dios que estaba en Jerusalén; que la Casa fuera edificada para lugar en que sacrifiquen sacrificios, y sus paredes fueran cubiertas; su altura de sesenta codos, y de sesenta codos su anchura;
y a cualquiera que no viniera dentro de tres días, conforme al consejo de los jefes y de los ancianos, le serían confiscadas todas sus posesiones y él mismo sería excluido de la asamblea de los desterrados.
Os ruego que hoy mismo les devolváis sus campos, sus viñas, sus olivares y sus casas; también la centésima {parte} del dinero y del grano, del mosto y del aceite que estáis exigiendo de ellos.
Cuatro veces me enviaron mensajes sobre el mismo asunto por cuatro veces, y yo les respondí de la misma manera.
Entonces Sanbalat me envió a su criado para decir lo mismo por quinta vez, con una carta abierta en su mano,
Y el día veinticuatro del mismo mes se juntaron los hijos de Israel en ayuno, con cilicio, y tierra sobre sí.
¿No hicieron lo mismo vuestros padres, y nuestro Dios trajo sobre nosotros y sobre esta ciudad toda esta aflicción? Vosotros, pues, aumentáis {su} furor contra Israel al profanar el día de reposo.
Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes primero, al trece del mismo, y fue escrito conforme a todo lo que mandó Amán, a los virreyes del rey, a los capitanes que estaban sobre cada provincia, y a los príncipes de cada pueblo, a cada provincia según su escritura, y a cada pueblo según su lengua; en nombre del rey Asuero fue escrito, y sellado con el anillo del rey.
Y fueron enviadas cartas por medio de los correos a todas las provincias del rey, para destruir, y matar, y exterminar a todos los judíos, jóvenes y ancianos, niños y mujeres, en un mismo día, en el día trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar, y para apoderarse de su despojo.
El mismo día dio el rey Asuero a la reina Ester la casa de Amán enemigo de los judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester le declaró lo que era respecto de ella.
Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes tercero, que es Siván, a los veintitrés del mismo; y se escribió conforme a todo lo que mandó Mardoqueo, a los judíos, a los virreyes, a los capitanes, y a los príncipes de las provincias que había desde la India hasta Etiopía, ciento veintisiete provincias; a cada provincia según su escribir, y a cada pueblo conforme a su lengua, a los judíos también conforme a su escritura y lengua.
en un mismo día en todas las provincias del rey Asuero, en el trece del mes duodécimo, que es el mes de Adar.
Y en el mes duodécimo, que es el mes de Adar, a los trece del mismo, donde llegó el mandamiento del rey y su ley, para que se pusiera por obra, el mismo día en que esperaban los enemigos de los judíos enseñorearse de ellos, fue lo contrario; porque los judíos se enseñorearon de los que los aborrecían.
El mismo día vino la cuenta de los muertos en Susa capital del reino, delante del rey.
En el día trece del mes de Adar fue esto; y reposaron en el día catorce del mismo, y lo hicieron día de banquete y de alegría.
Mas los judíos que estaban en Susa se juntaron en el trece y en el catorce del mismo mes; y al quince del mismo reposaron, y lo hicieron día de banquete y de alegría.
Constituyéndoles que celebraran el día décimocuarto del mes de Adar, y el decimoquinto del mismo, cada año,
Mas extiende ahora tu mano, y tócalo a él mismo, y a su carne, y verás si no te blasfema en tu rostro.
¿No me ayudo a mí mismo, y el poder me falta del todo?
Si he pecado, ¿qué te haré, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me has puesto contrario a ti, y que a mí mismo sea pesado?
Inocente soy, no hago caso de mí mismo, desprecio mi vida.
{Todo} es lo mismo, por tanto digo: ``El destruye al inocente y al malvado."
Entonces hablaré, y no le temeré: Porque así no estoy en mí mismo.
Y él mismo me será salud, porque no entrará en su presencia el hipócrita.
Mas su cuerpo le da dolores, y se lamenta sólo por sí mismo.
Que no confíe en la vanidad, engañándose a sí mismo, pues vanidad será su recompensa.
Los pasos de su potencia serán acortados, y su mismo consejo lo echará a perder.
al cual yo mismo contemplaré, y a quien mis ojos verán y no {los de} otro. ¿Desfallece mi corazón dentro de mí!
como su mismo estiércol perecerá para siempre; los que le hubieren visto, dirán: ¿Qué es de él?
Aun yo mismo, cuando me acuerdo, me asombro, y toma temblor mi carne.
¿Por ventura traerá el hombre provecho a Dios? Porque para sí mismo es provechoso el sabio.
¿Por ventura el que en el vientre me hizo a mí, no lo hizo a él? ¿Y no nos dispuso un mismo autor en la matriz?
Entonces Eliú hijo de Baraquel, buzita, de la familia de Ram, se enojó con furor contra Job; se enojó con furor, por cuanto se justificaba a sí mismo más que a Dios.
Porque ha dicho: De nada sirve al hombre deleitarse a sí mismo en Dios.
Si El determinara hacerlo así, si hiciera volver a sí mismo su espíritu y su aliento,
Y si él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará? Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre;
Pero yo mismo he consagrado a mi Rey sobre Sion, mi santo monte.
Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, así mismo la heredad se hermoseó sobre mí.
Que venga destrucción sobre él sin darse cuenta, y la red que él mismo tendió lo prenda, ¿que caiga en esa misma destrucción!
La espada de ellos entrará en su mismo corazón, y su arco será quebrado.
Aunque mientras viva, a sí mismo se felicite (y aunque {los hombres} te alaben cuando prosperes),
Y denunciarán los cielos su justicia; porque Dios mismo es el juez. (Selah.)
tembló la tierra; también se derramaron los cielos ante la presencia de Dios; el Sinaí mismo {tembló} delante de Dios, el Dios de Israel.
Imponente eres, oh Dios, desde tu santuario. El Dios mismo de Israel da fortaleza y poder al pueblo. ¿Bendito sea Dios!
Que la copa está en la mano del SEÑOR, y el vino es bermejo, lleno de mistura; y él derrama del mismo; ciertamente sus heces chuparán y tragarán todos los impíos de la tierra.
Y de Sion se dirá: éste y aquel varón es nacido en ella; y el mismo Altísimo la fortificará.
mas tú eres el mismo, y tus años no se acabarán.
Con grillos afligieron sus pies, él mismo fue puesto en cadenas,
Aun las tinieblas no encubren de ti, Y la noche resplandece como el día: Lo mismo te son las tinieblas que la luz.
Su espíritu exhala, él vuelve a la tierra; en ese mismo día perecen sus pensamientos.
Pero el que peca contra mí, a sí mismo se daña; todos los que me odian, aman la muerte.
El hombre misericordioso se hace bien a sí mismo, pero el cruel a sí mismo se hace daño.
El que tiene en poco la disciplina se desprecia a sí mismo, mas el que escucha las reprensiones adquiere entendimiento.
Todas las cosas ha hecho el SEÑOR por sí mismo, y aun al impío para el día malo.
El de grande ira llevará la pena; porque aun si lo librares seguirá lo mismo.
No sea que aprendas sus maneras Y tiendas lazo para ti mismo.
¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.
El sabio tiene sus ojos en su cabeza, mas el loco anda en tinieblas. Y también entendí yo que un mismo suceso acaecerá al uno que al otro.
Porque el suceso de los hijos de los hombres, y el suceso del animal, el mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros; y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.
Todo va a un lugar; todo es hecho del polvo, y todo volverá al mismo polvo.
Además el provecho de la tierra es para todos: el rey mismo está sujeto á los campos.
Porque si aquel viviere mil años dos veces y no gozó del bien, ciertamente ambos van al mismo lugar.
Todo acontece de la misma manera a todos; un mismo suceso tiene el justo y el impío; el bueno y el limpio y el no limpio; el que sacrifica, y el que no sacrifica; como el bueno, así el que peca; el que jura, como el que teme el juramento.
Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que todos tengan un mismo suceso, y también que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal, y de enloquecimiento en su corazón durante su vida; y después, a los muertos.
Por tanto, el mismo Señor os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emmanuel.
Y el SEÑOR cortará de Israel cabeza y cola, ramo y caña en un mismo día.
{Hoy mismo} él se detendrá en Nob, agitará su mano contra el monte de la hija de Sion, la colina de Jerusalén.
Le sucederá lo mismo al pueblo será como al sacerdote, al siervo como a su amo, a la doncella como a su ama, al comprador como al vendedor, al que presta como al que toma prestado, al acreedor como al deudor.
Porque el SEÑOR será nuestro juez, el SEÑOR será nuestro dador de leyes, el SEÑOR será nuestro rey, él mismo nos salvará.
Preguntad de lo que está escrito en el libro del SEÑOR, y leed, si faltó alguno de ellos; ninguno faltó con su compañera; porque su boca mandó y su mismo Espíritu los ayuntó.
Decid a los medrosos de corazón: Confortaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con venganza, con pago, el mismo Dios vendrá, y os salvará.
``Porque defenderé esta ciudad para salvarla por amor a mí mismo y por amor a mi siervo David."
¿Qué diré? El que me lo dijo, él mismo lo hizo. Andaré temblando con amargura de mi alma todos los años de mi vida.
¿Quién obró e hizo? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo, el SEÑOR, primero, y yo mismo con los postreros.
Vosotros sois mis testigos, dice el SEÑOR, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y creáis, y entendáis, que yo mismo soy; antes de mí no fue formado Dios, ni lo será después de mí.
Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo, y no recordaré tus pecados.
Se alimenta de cenizas; el corazón engañado le ha extraviado. A sí mismo no se puede librar, ni decir: ¿No es mentira {lo que tengo} en mi diestra?
Así dice el SEÑOR, Redentor tuyo, y Formador tuyo desde el vientre: Yo soy el SEÑOR, que lo hago todo, que extiendo solo los cielos, que extiendo la tierra por mí mismo;
Porque así dijo el SEÑOR, que crea los cielos; él mismo, el Dios que forma la tierra, el que la hizo, y la compuso. No la creó para nada; para que fuera habitada la creó: Yo soy el SEÑOR, y ninguno más que yo.
Por mí mismo he jurado, ha salido de mi boca en justicia una palabra que no será revocada: Que ante mí se doblará toda rodilla, {y} toda lengua jurará {lealtad}.
Y hasta la vejez yo mismo; y hasta las canas, yo os soportaré. Yo hice, yo llevaré, yo soportaré, y guardaré.
Estas dos cosas te vendrán de repente en un mismo día, orfandad y viudez. En toda su perfección vendrán sobre ti, por la multitud de tus adivinanzas, y por la copia de tus muchos agüeros.
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