'Mismo' en la Biblia
Y si me fuere, y os aparejare el lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo; mas el Padre que permanece en mí, él hace las obras.
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto de sí mismo, si no permaneciere en la vid; así vosotros, si no estuviereis en mí.
Pero cuando viniere aquel Espíritu de Verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir.
porque el mismo Padre os ama, porque vosotros me amasteis, y habéis creído que yo salí de Dios.
Ahora pues, Padre, clarifícame tú cerca de ti mismo de aquella claridad que tuve cerca de ti antes que el mundo fuera.
Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Le respondió Jesús: ¿Dices tú esto de ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?
Los judíos respondieron: Nosotros tenemos una ley, y según nuestra ley debe morir, porque se hizo a sí mismo el Hijo de Dios.
Y el mismo día al anochecer, siendo el primero de la semana, estando las puertas cerradas en donde los discípulos estaban reunidos por miedo a los judíos, vino Jesús, y poniéndose en medio, les dijo: Paz a vosotros.
Jesús vino*, tomó* el pan y se lo dio*; y lo mismo {hizo con} el pescado.
Y hay también muchas otras cosas que Jesús hizo, que si se escribieran* en detalle, pienso que ni aun el mundo mismo podría* contener los libros que se escribirían*.
los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús que ha sido tomado desde vosotros arriba en el cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
Cuando se cumplió plenamente el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos en el mismo sitio;
Porque David no ascendió a los cielos, pero él {mismo} dice: DIJO EL SEÑOR A MI SEÑOR: ``SIENTATE A MI DIESTRA,
y reconocieron que era el mismo que se sentaba a la puerta del templo, la Hermosa, a {pedir} limosna, y se llenaron de asombro y admiración por lo que le había sucedido.
Y ahora, hermanos, yo sé que obrasteis por ignorancia, lo mismo que vuestros gobernantes.
``PERO YO MISMO JUZGARE A CUALQUIER NACION DE LA CUAL SEAN ESCLAVOS" --dijo Dios-- ``Y DESPUES DE ESO SALDRAN Y ME SERVIRAN EN ESTE LUGAR."
En aquel mismo tiempo nació Moisés, y fue agradable a Dios; y fue criado tres meses en casa de su padre.
Este Moisés, a quien ellos rechazaron, diciendo: `` ¿QUIEN TE HA PUESTO POR GOBERNANTE Y JUEZ?" es el {mismo} que Dios envió {para ser} gobernante y libertador con la ayuda del ángel que se le apareció en la zarza.
Este es el {mismo} Moisés que dijo a los hijos de Israel: ``DIOS OS LEVANTARA UN PROFETA COMO YO DE ENTRE VUESTROS HERMANOS."
El mismo Simón creyó también entonces, y bautizándose, se llegó a Felipe; y viendo los milagros y grandes maravillas que se hacían, estaba atónito.
El eunuco respondió a Felipe y dijo: Te ruego {que me digas,} ¿de quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo, o de algún otro?
Y Pedro le levantó, diciendo: Levántate; yo mismo también soy hombre.
¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?
Así que, si Dios les dio el mismo don también como a nosotros que hemos creído en el Señor Jesús el Cristo, ¿quién era yo que pudiera estorbar a Dios?
Y en el mismo tiempo el rey Herodes envió compañías de soldados para maltratar a algunos de la Iglesia.
si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvias del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.
Antes creemos que por la gracia del Señor Jesucristo somos salvos, del mismo modo que ellos.
Así que, enviamos a Judas y a Silas, los cuales también por palabra os harán saber lo mismo.
Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando {esto} a Pablo, se volvió y dijo al espíritu: ¡Te ordeno, en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella! Y salió en aquel mismo momento.
y como él era del mismo oficio, se quedó con ellos y trabajaban {juntos,} pues el oficio de ellos era hacer tiendas.
a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza;
Mas de ninguna cosa hago caso, ni estimo mi vida preciosa para mí mismo; solamente que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del Evangelio de la gracia de Dios.
vino a mí, y poniéndose {a mi lado,} me dijo: ``Hermano Saulo, recibe la vista." En ese mismo instante {alcé los ojos y} lo miré.
mandando a sus acusadores que vinieran a ti; del cual tú mismo juzgando, podrás entender todas estas cosas de que le acusamos.
Al mismo tiempo, tenía esperanza de que Pablo le diera dinero; por eso acostumbraba llamarlo con frecuencia y conversar con él.
pidiéndole, contra Pablo, el favor de que lo hiciera traer a Jerusalén (preparando ellos, {al mismo tiempo,} una emboscada para matarlo en el camino).
Pero Festo respondió, que Pablo estaba guardado en Cesarea, adonde él mismo partiría presto.
pero yo, hallando que ninguna cosa digna de muerte ha hecho, y él mismo apelando a Augusto, he determinado enviarle,
Entonces Agripa dijo a Pablo: Se te permite hablar por ti mismo. Pablo entonces, extendiendo la mano, comenzó a dar razón por sí, diciendo:
Y cortando las anclas, las dejaron en el mar, aflojando al mismo tiempo las amarras de los timones; e izando la vela de proa al viento, se dirigieron hacia la playa.
"Pero deseamos oír por ti mismo lo que enseñas, porque lo que sabemos de esta secta es que en todas partes se habla contra ella."
y del mismo modo también los machos, dejando el uso natural de las hembras, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo cosas nefandas machos con machos, y recibiendo en sí mismos la recompensa que provino de su error.
Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, cualquiera que juzgas; porque en lo mismo que juzgas al otro, te condenas a ti mismo; porque lo mismo haces, tú que juzgas a los otros.
¿Y piensas esto, oh hombre, tú que condenas a los que practican tales cosas y haces lo mismo, que escaparás al juicio de Dios?
Mas por tu dureza, y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la manifestación del justo juicio de Dios;
Tú pues, que enseñas a otro, ¿no te enseñas a ti mismo? ¿Tú, que predicas que no se ha de hurtar, hurtas?
y hallé que el mismo mandamiento, que era para vida, para mí era mortal;
La gracia de Dios, por Jesús, el Cristo, Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado.
Pero si el Espíritu de aquel que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en vosotros, el {mismo} que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu que habita en vosotros.
Porque el mismo Espíritu da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
Y asimismo también el Espíritu nos ayuda en nuestra flaqueza; porque orar como conviene, no lo sabemos; sino que el mismo Espíritu demanda por nosotros con gemidos indecibles.
Porque deseara yo mismo ser anatema de Cristo por mis hermanos, los que son mis parientes según la carne;
Porque la Escritura dice de Faraón: Que para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi potencia, y que mi Nombre sea anunciado por toda la tierra.
Porque no hay diferencia de judío y de griego; porque el mismo es el Señor de todos, rico para con todos los que le invocan;
Porque en virtud de la gracia que me ha sido dada, digo a cada uno de ustedes que no piense de sí mismo más de lo que debe pensar, sino que piense con buen juicio, según la medida de fe que Dios ha distribuido a cada uno.
Tened el mismo sentir unos con otros; no seáis altivos en vuestro pensar, sino condescendiendo con los humildes. No seáis sabios en vuestra propia opinión.
Porque por esto le pagáis también los tributos; porque son ministros de Dios que sirven a esto mismo.
Porque: No adulterarás; no cometerás homidicio; no hurtarás; no dirás falso testimonio; no codiciarás; y si hay algún otro mandamiento, en esta palabra se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
Porque ninguno de nosotros vive para sí mismo, y ninguno muere para sí mismo;
De modo que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí mismo.
Yo sé, y estoy convencido en el Señor Jesús, de que nada es inmundo en sí mismo; pero para el que estima que algo es inmundo, para él lo es.
Tú tienes fe; tenla contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena a sí mismo con lo que aprueba.
Porque el Cristo no se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperan, cayeron sobre mí.
Y que el Dios de la paciencia y del consuelo os conceda tener el mismo sentir los unos para con los otros conforme a Cristo Jesús,
En cuanto a vosotros, hermanos míos, yo mismo estoy también convencido de que vosotros estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento y capaces también de amonestaros los unos a los otros.
que la recibáis en el Señor, como es digno a los santos, y la ayudéis en cualquier cosa en que necesite de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.
Todavía, hermanos, os ruego por el Nombre del Señor nuestro, Jesús el Cristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, antes seáis perfectos, unidos en un mismo entendimiento y en un mismo parecer.
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del mismo hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas que son de Dios, sino el Espíritu de Dios.
la obra de cada uno se hará evidente; porque el día la dará a conocer, pues con fuego {será} revelada; el fuego mismo probará la calidad de la obra de cada uno.
Si la obra de alguno fuere quemada, sufrirá pérdida; si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.
Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros parece ser sabio en este siglo, hágase loco, para ser de veras sabio.
En cuanto a mí, es de poca importancia que yo sea juzgado por vosotros, o por {cualquier} tribunal humano; de hecho, ni aun yo me juzgo a mí mismo.
Esto, hermanos, lo he aplicado en sentido figurado a mí mismo y a Apolos por amor a vosotros, para que en nosotros aprendáis a no sobrepasar lo que está escrito, para que ninguno de vosotros se vuelva arrogante a favor del uno contra el otro.
¿Acaso digo esto según el juicio humano? ¿No dice también la ley esto mismo?
Antes hiero mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; no sea que, habiendo predicado á otros, yo mismo venga á ser reprobado.
y todos comieron el mismo alimento espiritual;
Puesto que el pan es uno, nosotros, que somos muchos, somos un cuerpo; pues todos participamos de aquel mismo pan.
Mas toda mujer que ora o profetiza no cubierta su cabeza, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiera rapado.
Porque yo recibí del Señor lo mismo que os he enseñado: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan,
Por tanto, pruébese cada hombre a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.
Pero hay repartimiento de dones; mas el mismo Espíritu es.
Y hay repartimiento de ministerios; mas el mismo Señor es.
Y hay repartimiento de operaciones; mas el mismo Dios es, quien obra todas las cosas en todos.
Porque a la verdad, a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu;
a otro, fe por el mismo Espíritu, y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu;
Mas todas estas cosas opera uno y el mismo Espíritu, repartiendo particularmente a cada uno como quiere.
Porque por un Espíritu somos todos bautizados en un cuerpo, judíos o griegos, siervos o libres; y todos bebemos (de una bebida) de un mismo Espíritu.
a fin de que en el cuerpo no haya división, sino que los miembros tengan el mismo cuidado unos por otros.
El que habla lengua extraña, a sí mismo se edifica; mas el que profetiza, edifica a la Iglesia (de Dios).
Y si no hubiere intérprete, calle en la Iglesia, y hable a sí mismo y a Dios.
Porque yo os entregué en primer lugar lo mismo que recibí: que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
Mas luego que todas las cosas le fueren sujetas, entonces también el mismo Hijo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
Si llega Timoteo, vean que esté entre ustedes sin temor, pues él hace la obra del Señor lo mismo que yo.
Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.
Por tanto, cuando me propuse esto, ¿acaso obré precipitadamente? O lo que me propongo, ¿me lo propongo conforme a la carne, para que en mí haya {al mismo tiempo} el sí, sí, y el no, no?
Pero en mí mismo decidí esto: no ir otra vez a vosotros con tristeza.
Y esto mismo os escribí, para que cuando llegare no tenga tristeza de los que me debiera gozar; confiando en todos vosotros que mi gozo es el de todos vosotros.
(Y así los sentidos de ellos se embotaron; porque hasta el día de hoy les queda el mismo velo no descubierto en la lección del Antiguo Testamento, el cual en Cristo es quitado.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (23)
- Éxodo (33)
- Levítico (40)
- Números (18)
- Deuteronomio (14)
- Josué (14)
- Jueces (4)
- Rut (3)
- 1 Samuel (15)
- 2 Samuel (9)
- 1 Reyes (17)
- 2 Reyes (8)
- 1 Crónicas (6)
- 2 Crónicas (12)
- Esdras (4)
- Nehemías (5)
- Ester (10)
- Job (19)
- Salmos (14)
- Proverbios (6)
- Eclesiastés (8)
- Isaías (24)
- Jeremías (21)
- Ezequiel (18)
- Daniel (13)
- Oseas (9)
- Amós (2)
- Jonás (1)
- Habacuc (3)
- Hageo (1)
- Zacarías (7)
- Malaquías (1)
- Mateo (26)
- Marcos (20)
- Lucas (34)
- Juan (50)
- Hechos (31)
- Romanos (25)
- 1 Corintios (27)
- 2 Corintios (25)
- Gálatas (9)
- Efesios (20)
- Filipenses (14)
- Colosenses (7)
- 1 Tesalonicenses (3)
- 2 Tesalonicenses (3)
- 1 Timoteo (4)
- 2 Timoteo (2)
- Tito (3)
- Filemón (4)
- Hebreos (27)
- Santiago (3)
- 1 Pedro (5)
- 2 Pedro (1)
- 1 Juan (5)
- 3 Juan (1)
- Apocalipsis (5)
Artículos Relacionados
- A juzgar nosotros mismos
- Actuando por sí mismo
- Al mismo tiempo
- Auto respeto
- Confiar en ti mismo
- Cristo sabiendo sobre sí mismo
- Cristo se humilló a sí mismo
- Dar de Sí Mismo
- Dañar a uno mismo
- Destruir uno mismo
- Dios Mismo
- Dios es el que existe en sí mismo
- El altruismo
- El amor, el uno para el otro
- El animismo
- El mismo Dios
- El pecado, Dios remedio para
- Encomendándoos a sí mismo
- Engañando a sí mismo
- Examen de sí mismo
- Expiación
- La Unción de uno mismo
- La gente ellos mismos contaminantes
- La unidad, del pueblo de Dios
- La voz de Dios
- Las personas son el mismo
- Los discípulos de Cristo sufrirán
- Mismo hueso y carne
- Mismo tamaño
- Optimismo
- Paliza a sí mismo
- Pensamiento
- Pesimismo
- Reventado de uno mismo
- Ropa de uno mismo
- Se llamó a sí mismo el Cristo
- Testimonio contra sí mismo
- Amar a vuestra esposa
- Amar al prójimo
- Amarse a uno mismo
- Amarte a uno mismo
- Creer en uno mismo
- La autoestima
- La confianza en uno mismo
- La confianza en uno mismo y el autoestima
- La reconciliación
- La revelación de las cosas de Dios
- Perdonarse a uno mismo
- Salvarse a uno mismo
- Ser uno mismo
- Uno mismo