'Mujer' en la Biblia
`` ¿Y quién es el hombre que está comprometido con una mujer y no se ha casado? Que salga y regrese a su casa, no sea que muera en la batalla y otro se case con ella."
y veas entre los cautivos una mujer hermosa, y la desees, y la tomes para ti por mujer,
También se quitará el vestido de su cautiverio, permanecerá en tu casa y llorará por su padre y por su madre por todo un mes; después de eso podrás llegarte a ella y ser su marido, y ella será tu mujer.
La mujer no vestirá ropa de hombre, ni el hombre se pondrá ropa de mujer; porque cualquiera que hace esto es abominación al SEÑOR tu Dios.
Si un hombre toma a una mujer y se llega a ella, y {después} la aborrece,
y la acusa de actos vergonzosos y la difama públicamente, diciendo: ``Tomé a esta mujer, {pero} al llegarme a ella no la encontré virgen",
Y el padre de la joven dirá a los ancianos: ``Di mi hija por mujer a este hombre, pero él la aborreció;
y le pondrán una multa de cien {siclos} de plata, que darán al padre de la joven, porque difamó públicamente a una virgen de Israel. Y ella seguirá siendo su mujer; no podrá despedirla en todos sus días.
Si se encuentra a un hombre acostado con una mujer casada, los dos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer; así quitarás el mal de Israel.
entonces llevaréis a los dos a la puerta de esa ciudad y los apedrearéis hasta que mueran; la joven, porque no dio voces en la ciudad, y el hombre, porque ha violado a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti.
entonces el hombre que se acostó con ella dará cincuenta {siclos} de plata al padre de la joven, y ella será su mujer porque la ha violado; no podrá despedirla en todos sus días.
Ninguno tomará a la mujer de su padre para que no descubra la vestidura de su padre.
Cuando alguno toma una mujer y se casa con ella, si sucede que no le es agradable porque ha encontrado algo reprochable en ella, y le escribe certificado de divorcio, {lo} pone en su mano y la despide de su casa,
y ella sale de su casa y llega a ser {mujer} de otro hombre;
si el segundo marido la aborrece y le escribe certificado de divorcio, {lo} pone en su mano y la despide de su casa, o si muere este último marido que la tomó para ser su mujer,
al primer marido que la despidió no le es permitido tomarla nuevamente como mujer, porque ha sido menospreciada; pues eso es abominación ante el SEÑOR. No traerás pecado sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad.
Cuando un hombre es recién casado, no saldrá con el ejército, ni se le impondrá ningún deber; quedará libre en su casa por un año para hacer feliz a la mujer que ha tomado.
Cuando {dos} hermanos habitan juntos y uno de ellos muere y no tiene hijo, la mujer del fallecido no se {casará} fuera {de la familia} con un extraño. El cuñado se allegará a ella y la tomará para sí como mujer, y cumplirá con ella su deber de cuñado.
Si {dos} hombres luchan entre sí, un hombre y su conciudadano, y la mujer de uno se acerca para librar a su marido de la mano del que lo golpea, y ella extiende su mano y le agarra sus partes vergonzosas,
``Maldito el que se acueste con la mujer de su padre, porque ha descubierto la vestidura de su padre." Y todo el pueblo dirá: ``Amén."
Te desposarás con una mujer, pero otro hombre se acostará con ella; edificarás una casa, pero no habitarás en ella; plantarás una viña, pero no aprovecharás su fruto.
El hombre que es tierno y muy delicado en medio de ti, será hostil hacia su hermano, hacia la mujer que ama y hacia el resto de sus hijos que le queden,
La {mujer} tierna y delicada en medio tuyo, que no osaría poner la planta de su pie en tierra por ser delicada y tierna, será hostil hacia el esposo que ama, también hacia su hijo, hacia su hija,
no sea que haya entre vosotros hombre o mujer, familia o tribu, cuyo corazón se aleje hoy del SEÑOR nuestro Dios para ir y servir a los dioses de aquellas naciones; no sea que haya entre vosotros una raíz que produzca fruto venenoso y ajenjo.
Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido, y dijo: Sí, los hombres vinieron a mí, pero yo no sabía de dónde eran.
Pero Josué dijo a los dos hombres que habían reconocido la tierra: Entrad en la casa de la ramera, y sacad de allí a la mujer y todo lo que posea, tal como se lo jurasteis.
Y Caleb dijo: Al que ataque a Quiriat-séfer y la tome, yo le daré a mi hija Acsa por mujer.
Y Otoniel, hijo de Cenaz, hermano de Caleb, la tomó, y él le dio a su hija Acsa por mujer.
Y Caleb dijo: Al que ataque a Quiriat-séfer y la tome, yo le daré a mi hija Acsa por mujer.
Y Otoniel, hijo de Cenaz, hermano menor de Caleb, la tomó, y él le dio a su hija Acsa por mujer.
Débora, profetisa, mujer de Lapidot, juzgaba a Israel en aquel tiempo;
Y ella dijo: Ciertamente iré contigo; sin embargo, el honor no será tuyo en la jornada que vas a emprender, porque el SEÑOR venderá a Sísara en manos de una mujer. Entonces Débora se levantó y fue con Barac a Cedes.
Pero Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber ceneo; porque {había} paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber ceneo.
Pero Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda y tomando en la mano un martillo, se le acercó silenciosamente y le clavó la estaca en las sienes, la cual penetró en la tierra, pues él estaba profundamente dormido y agotado, y murió.
Bendita entre las mujeres es Jael, mujer de Heber ceneo; bendita sea entre las mujeres de la tienda.
Pero una mujer arrojó una muela de molino sobre la cabeza de Abimelec rompiéndole el cráneo.
Entonces él llamó apresuradamente al muchacho que era su escudero, y le dijo: Saca tu espada y mátame, no sea que se diga de mí: ``Una mujer lo mató." Y el muchacho lo traspasó, y murió.
Y la mujer de Galaad le dio hijos; y cuando los hijos de su mujer crecieron, echaron fuera a Jefté, y le dijeron: No tendrás heredad en la casa de nuestro padre, porque eres hijo de otra mujer.
Y había un hombre de Zora, de la familia de los danitas, el cual se llamaba Manoa; su mujer era estéril y no había tenido hijos.
Entonces el ángel del SEÑOR se le apareció a la mujer, y le dijo: He aquí, tú eres estéril y no has tenido hijos, pero concebirás y darás a luz un hijo.
Y la mujer fue y se lo dijo a su marido, diciendo: Un hombre de Dios vino a mí, y su aspecto era como el aspecto del ángel de Dios, muy imponente. Yo no le pregunté de dónde {venía,} ni él me hizo saber su nombre.
Y Dios escuchó la voz de Manoa. Y el ángel de Dios vino otra vez a la mujer cuando estaba sentada en el campo; y Manoa su marido no estaba con ella.
Y la mujer corrió rápidamente y avisó a su marido, y le dijo: He aquí, se me ha aparecido el hombre que vino el {otro} día.
Manoa se levantó y siguió a su mujer, y cuando llegó al hombre, le dijo: ¿Eres el hombre que habló a la mujer? Y él respondió: Yo soy.
Y el ángel del SEÑOR dijo a Manoa: Que la mujer atienda a todo lo que {le} dije.
Y Manoa tomó el cabrito con la ofrenda de cereal y los ofreció sobre una piedra al SEÑOR, y {el ángel} hizo maravillas mientras que Manoa y su mujer observaban.
Pues sucedió que cuando la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel del SEÑOR ascendió en la llama del altar. Al ver {esto,} Manoa y su mujer cayeron rostro en tierra.
Y el ángel del SEÑOR no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer. Entonces Manoa supo que era el ángel del SEÑOR.
Y Manoa dijo a su mujer: Ciertamente moriremos, porque hemos visto a Dios.
Pero su mujer le dijo: Si el SEÑOR hubiera deseado matarnos, no habría aceptado el holocausto ni la ofrenda de cereal de nuestras manos; tampoco nos habría mostrado todas estas cosas, ni nos habría permitido ahora oír {cosas} como éstas.
Y la mujer dio a luz un hijo y le puso por nombre Sansón. Y el niño creció y el SEÑOR lo bendijo.
Y Sansón descendió a Timnat y vio allí a una mujer de las hijas de los filisteos.
Cuando regresó, se lo contó a su padre y a su madre, diciendo: Vi en Timnat a una mujer de las hijas de los filisteos; ahora pues, tomádmela por mujer.
Le respondieron su padre y su madre: ¿No hay mujer entre las hijas de tus parientes o entre todo nuestro pueblo, para que vayas a tomar mujer de los filisteos incircuncisos? Pero Sansón dijo a su padre: Tómala para mí, porque ella me agrada.
Entonces el padre descendió adonde {estaba} la mujer; y Sansón hizo allí un banquete, porque así acostumbraban hacer los jóvenes.
Y al cuarto día dijeron a la mujer de Sansón: Induce a tu marido a que nos declare el enigma, o te quemaremos a fuego a ti y a la casa de tu padre. Nos habéis invitado para empobrecernos. ¿No es {así?}
Y la mujer de Sansón lloró delante de él, y dijo: Sólo me aborreces y no me quieres; has propuesto un enigma a los hijos de mi pueblo, y no me {lo} has declarado. Y él le dijo: He aquí que no {lo} he declarado ni a mi padre ni a mi madre; ¿y te lo he de declarar a ti?
Pero la mujer de Sansón fue {dada} al compañero que había sido su amigo íntimo.
Después de algún tiempo, en los días de la siega del trigo, sucedió que Sansón visitó a su mujer con un cabrito, y dijo: Llegaré a mi mujer en {su} recámara. Pero el padre de ella no lo dejó entrar.
Entonces los filisteos dijeron: ¿Quién hizo esto? Y les respondieron: Sansón, el yerno del timnateo, porque {éste} tomó a su mujer y se la dio a su compañero. Y los filisteos vinieron y la quemaron a ella y a su padre.
Después de esto sucedió que se enamoró de una mujer del valle de Sorec, que se llamaba Dalila.
Cuando amanecía, la mujer vino y cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su señor hasta {que se hizo} de día.
Entonces el levita, marido de la mujer que había sido asesinada, respondió y dijo: Vine con mi concubina a pasar la noche en Guibeá de Benjamín.
Los hombres de Israel habían jurado en Mizpa, diciendo: Ninguno de nosotros dará su hija por mujer a {los de} Benjamín.
Y esto es lo que haréis: destruiréis a todo hombre y a toda mujer que se haya acostado con varón.
Pero nosotros no le podemos dar mujeres de nuestras hijas. Porque los hijos de Israel habían jurado diciendo: Maldito el que dé mujer a {los de} Benjamín.
y velad; y he aquí, si las hijas de Silo salen a tomar parte en las danzas, entonces saldréis de las viñas y tomaréis cada uno una mujer de las hijas de Silo, y volved a la tierra de Benjamín.
Y sucederá que cuando sus padres o sus hermanos vengan a quejarse a nosotros, les diremos: Dádnoslas voluntariamente, porque no pudimos tomar en batalla una mujer para cada hombre {de Benjamín,} tampoco vosotros {se} las disteis, {pues} entonces seríais culpables.
Aconteció que en los días en que gobernaban los jueces, hubo hambre en el país. Y un hombre de Belén de Judá fue a residir en los campos de Moab con su mujer y sus dos hijos.
Aquel hombre se llamaba Elimelec, y su mujer se llamaba Noemí. Los nombres de sus dos hijos {eran} Mahlón y Quelión, efrateos de Belén de Judá. Y llegaron a los campos de Moab y allí se quedaron.
Murieron también los dos, Mahlón y Quelión, y la mujer quedó privada de sus dos hijos y de su marido.
Y sucedió que a medianoche el hombre se asustó, se volvió, y he aquí que una mujer estaba acostada a sus pies.
Ahora hija mía, no temas. Haré por ti todo lo que {me} pidas, pues todo mi pueblo en la ciudad sabe que eres una mujer virtuosa.
Y ella se acostó a sus pies hasta la mañana, y se levantó antes que una {persona} pudiera reconocer a otra; y él dijo: Que no se sepa que ha venido mujer a la era.
Además, he adquirido a Rut la moabita, la viuda de Mahlón, para que sea mi mujer a fin de preservar el nombre del difunto en su heredad, para que el nombre del difunto no sea cortado de sus hermanos, ni del atrio de su lugar {de nacimiento;} vosotros sois testigos hoy.
Y todo el pueblo que {estaba} en el atrio, y los ancianos, dijeron: Testigos {somos.} Haga el SEÑOR a la mujer que entra en tu casa como a Raquel y a Lea, las cuales edificaron la casa de Israel; y que tú adquieras riquezas en Efrata y seas célebre en Belén.
Booz tomó a Rut y ella fue su mujer, y se llegó a ella. Y el SEÑOR hizo que concibiera, y ella dio a luz un hijo.
Cuando llegaba el día en que Elcana ofrecía sacrificio, daba porciones a Penina su mujer y a todos sus hijos e hijas;
Pero Ana respondió y dijo: No, señor mío, soy una mujer angustiada en espíritu; no he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi alma delante del SEÑOR.
No tengas a tu sierva por mujer indigna; porque hasta ahora he orado a causa de mi gran congoja y aflicción.
Y ella dijo: Halle tu sierva gracia ante tus ojos. Y la mujer se puso en camino, comió y ya no estaba {triste} su semblante.
Y se levantaron de mañana, adoraron delante del SEÑOR y regresaron de nuevo a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y el SEÑOR se acordó de ella.
Y Elcana su marido le dijo: Haz lo que mejor te parezca. Quédate hasta que lo hayas destetado; solamente confirme el SEÑOR su palabra. La mujer se quedó y crió a su hijo hasta que lo destetó.
Y ella dijo: ¡Oh señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti orando al SEÑOR.
Entonces Elí bendecía a Elcana y a su mujer, y decía: Que el SEÑOR te dé hijos de esta mujer en lugar del que ella dedicó al SEÑOR. Y regresaban a su casa.
Y su nuera, la mujer de Finees, estaba encinta y a punto de dar a luz, y al oír la noticia que el arca de Dios había sido tomada y que su suegro y su marido habían muerto, se arrodilló y dio a luz, porque le sobrevinieron los dolores.
El nombre de la mujer de Saúl {era} Ahinoam, hija de Ahimaas. Y el nombre del jefe de su ejército {era} Abner, hijo de Ner, tío de Saúl.
Entonces Saúl dijo a David: He aquí, Merab, mi hija mayor; te la daré por mujer, con tal que me seas hombre valiente y pelees las batallas del SEÑOR. Porque Saúl {se} decía: No será mi mano contra él, sino sea contra él la mano de los filisteos.
Y aconteció que llegado el tiempo en que Merab, hija de Saúl, debía ser dada a David, ésta fue dada por mujer a Adriel el meholatita.
se levantó David y se fue con sus hombres, y mató a doscientos hombres de entre los filisteos. Entonces David trajo sus prepucios y se los dio todos al rey a fin de ser yerno del rey. Y Saúl le dio a su hija Mical por mujer.
Saúl envió mensajeros a la casa de David para vigilarle a fin de matarlo por la mañana; pero Mical, mujer de David, le avisó, diciendo: Si no pones a salvo tu vida esta noche, mañana te darán muerte.
Respondió el sacerdote a David, y dijo: No hay pan común a mano, pero hay pan consagrado; siempre que los jóvenes se hayan abstenido de mujer.
El hombre se llamaba Nabal, y su mujer se llamaba Abigail. Y la mujer {era} inteligente y de hermosa apariencia, pero el hombre {era} áspero y malo en {sus} tratos, y {era} calebita.
Mas uno de los mozos avisó a Abigail, mujer de Nabal, diciendo: He aquí, David envió mensajeros desde el desierto a saludar a nuestro señor, y él los desdeñó.
Pero sucedió que por la mañana, cuando se le pasó el vino a Nabal, su mujer le contó estas cosas, y su corazón se quedó {como} muerto dentro de él, y se puso {como} una piedra.
Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo: Bendito sea el SEÑOR, que ha defendido la causa de mi afrenta de manos de Nabal, y ha preservado a su siervo del mal. El SEÑOR también ha devuelto la maldad de Nabal sobre su propia cabeza. Entonces David envió a hablar con Abigail, para tomarla para sí por mujer.
Y los siervos de David fueron a {casa de} Abigail en Carmel, y le hablaron diciendo: David nos ha enviado a ti, para tomarte para sí por mujer.
Abigail se levantó apresuradamente, montó en un asno, y con sus cinco doncellas que la atendían siguió a los mensajeros de David, y fue su mujer.
Pues Saúl había dado a su hija Mical, mujer de David, a Palti, hijo de Lais, que {era} de Galim.
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