'Mío' en la Biblia
Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre Y no abandones la enseñanza de tu madre;
Hijo mío, si los pecadores te quieren seducir, No consientas.
Hijo mío, no andes en el camino con ellos. Aparta tu pie de su senda,
Han desatendido todo consejo mío Y no han deseado mi reprensión.
Hijo mío, si recibes mis palabras Y atesoras mis mandamientos dentro de ti,
Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, Y tu corazón guarde mis mandamientos,
Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR Ni aborrezcas Su reprensión,
Hijo mío, no se aparten {estas cosas} de tus ojos; Guarda la prudencia y la discreción,
Oye, hijo mío, recibe mis palabras, Y muchos serán los años de tu vida.
Hijo mío, presta atención a mis palabras; Inclina tu oído a mis razones.
Hijo mío, presta atención a mi sabiduría, Inclina tu oído a mi prudencia,
¿Por qué has de embriagarte, hijo mío, con una extraña, Y abrazar el seno de una desconocida?
Hijo mío, si has salido fiador por tu prójimo, {Si} has dado promesa a un extraño,
Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, Ya que has caído en la mano de tu prójimo: Ve, humíllate e importuna a tu prójimo.
Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre Y no abandones la enseñanza de tu madre;
Hijo mío, guarda mis palabras Y atesora mis mandamientos contigo.
Mío es el consejo y la prudencia, Yo soy la inteligencia, el poder es mío.
Cesa, hijo mío, de escuchar la instrucción, {Y} te desviarás de las palabras de sabiduría.
Hijo mío, si tu corazón es sabio, Mi corazón también se me alegrará;
Escucha, hijo mío, y sé sabio, Y dirige tu corazón por el {buen} camino.
Dame, hijo mío, tu corazón, Y que tus ojos se deleiten en mis caminos.
Come miel, hijo mío, porque es buena; Sí, la miel del panal es dulce a tu paladar.
Hijo mío, teme al SEÑOR y al rey; No te asocies con los que son inestables;
Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón, Para que yo responda al que me afrenta.
¿Qué, hijo mío? ¿Y qué, hijo de mis entrañas? ¿Y qué, hijo de mis votos?