'Pie' en la Biblia
Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y se volvió a él al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra; entonces él extendió su mano y tomándola, la hizo entrar consigo en el arca.
Y dijo Faraón a José: Yo Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su pie en toda la tierra de Egipto.
Y partieron los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, como seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños.
Y Moisés sacó del campamento al pueblo para ir a encontrarse con Dios; y se pusieron al pie del monte.
ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,
Cuando un fuego se extendiere y tomare espinas, y quemare gavillas amontonadas, o en pie, o campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado.
Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, y doce columnas, según las doce tribus de Israel.
Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero: su pie, y su caña, sus copas, sus manzanas, y sus flores, serán de lo mismo:
Y tomarás de la sangre del becerro, y pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo, y derramarás toda la demás sangre al pie del altar.
Y aconteció, que cuando llegó él al campamento, y vio el becerro y las danzas, Moisés se enardeció de ira, y arrojó las tablas de sus manos, y las quebró al pie del monte.
Y sucedía que, cuando salía Moisés al tabernáculo, todo el pueblo se levantaba, y estaba cada cual en pie a la puerta de su tienda, y miraban en pos de Moisés, hasta que él entraba en el tabernáculo.
Hizo asimismo el candelero de oro puro, y lo hizo labrado a martillo: su pie y su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores eran de lo mismo.
Y el sacerdote pondrá de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático, que está en el tabernáculo de la congregación delante de Jehová; y echará toda la sangre del becerro al pie del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo de la congregación.
Y de aquella sangre pondrá sobre los cuernos del altar que está delante de Jehová en el tabernáculo de la congregación, y derramará toda la sangre al pie del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo de la congregación.
Y tomará el sacerdote con su dedo de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará la sangre al pie del altar del holocausto:
Y el sacerdote tomará con su dedo de la sangre, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto, y derramará toda su sangre al pie del altar.
Después tomará el sacerdote con su dedo de la sangre de la expiación, y pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto; y derramará toda la sangre al pie del altar.
Y rociará de la sangre de la expiación sobre la pared del altar; y lo que sobrare de la sangre lo exprimirá al pie del altar; es expiación.
Y lo degolló; y Moisés tomó la sangre, y puso con su dedo sobre los cuernos del altar alrededor, y purificó el altar; y echó la demás sangre al pie del altar, y lo santificó para reconciliar sobre él.
Y lo degolló; y tomó Moisés de su sangre, y puso sobre la ternilla de la oreja derecha de Aarón, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo pulgar de su pie derecho.
Y los hijos de Aarón le trajeron la sangre; y él mojó su dedo en la sangre, y puso sobre los cuernos del altar, y derramó la demás sangre al pie del altar;
Y tomará el sacerdote de la sangre de la víctima por la culpa, y pondrá el sacerdote sobre la ternilla de la oreja derecha del que ha de ser purificado, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho.
Y de lo que quedare del aceite que tiene en su mano, pondrá el sacerdote sobre la ternilla de la oreja derecha del que ha de ser purificado, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho, sobre la sangre de la expiación por la culpa:
Luego degollará el cordero de la culpa, y el sacerdote tomará de la sangre de la culpa, y la pondrá sobre la ternilla de la oreja derecha del que ha de ser purificado, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho.
Y el sacerdote pondrá del aceite que tiene en su mano sobre la ternilla de la oreja derecha del que ha de ser purificado, y sobre el pulgar de su mano derecha, y sobre el pulgar de su pie derecho, en el lugar de la sangre de la ofrenda por la culpa.
o varón en el cual hubiere quebradura de pie o rotura de mano,
Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos el presente de la recordación, que es el presente de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición.
Y ésta era la hechura del candelero; de oro labrado a martillo; desde su pie hasta sus flores era labrado a martillo; conforme al modelo que Jehová mostró a Moisés, así hizo el candelero.
Entonces dijo Moisés: Seiscientos mil de a pie es el pueblo en medio del cual yo estoy; y tú dices: Les daré carne, y comerán el tiempo de un mes.
Y los hijos de Israel dijeron: Por el camino real iremos; y si bebiéremos tus aguas yo y mis ganados, daré el precio de ellas; y sin hacer otra cosa, pasaremos a pie.
Y viendo el asna al Ángel de Jehová, se pegó a la pared, y apretó contra la pared el pie de Balaam: y él volvió a azotarla.
No os metáis con ellos; que no os daré de su tierra ni aun el ancho de la planta de un pie; porque yo he dado por heredad a Esaú el monte de Seir.
La comida me venderás por dinero, y comeré; el agua también me darás por dinero, y beberé; solamente pasaré a pie;
Y os acercasteis, y os pusisteis al pie del monte; y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos con tinieblas, nube, y oscuridad.
Tu ropa nunca se envejeció sobre ti, ni el pie se te ha hinchado por estos cuarenta años.
y lo que hizo con Datán y Abiram, hijos de Eliab hijo de Rubén; cómo abrió la tierra su boca, y se tragó a ellos y a sus casas, y sus tiendas, y toda la hacienda que tenían en pie en medio de todo Israel.
Que la tierra a la cual entras para poseerla, no es como la tierra de Egipto de donde habéis salido, donde sembrabas tu simiente, y regabas con tu pie, como huerto de hortaliza.
Todo lugar que pisare la planta de vuestro pie, será vuestro; desde el desierto y el Líbano, desde el río, el río Éufrates, hasta el mar postrero será vuestro término.
Y no perdonará tu ojo; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
se acercará entonces su cuñada a él delante de los ancianos, y le descalzará el zapato de su pie, y le escupirá en el rostro, y hablará y dirá: Así será hecho al varón que no edificare la casa de su hermano.
Jehová te herirá con maligna pústula en las rodillas y en las piernas, sin que puedas ser curado; desde la planta de tu pie hasta tu coronilla.
La tierna y delicada entre vosotros, que no osaría poner la planta de su pie sobre la tierra por delicadeza y ternura, su ojo será maligno para con el marido de su seno, y para con su hijo, y para con su hija,
Y entre estas naciones no tendrás tranquilidad, ni la planta de tu pie tendrá reposo; sino que allí Jehová te dará un corazón temeroso, y desfallecimiento de ojos, y tristeza de alma.
Y yo os he traído cuarenta años por el desierto; vuestra ropa no se ha envejecido sobre vosotros, ni vuestro calzado se ha envejecido sobre vuestro pie.
Mía es la venganza y la paga, a su tiempo su pie vacilará; porque el día de su aflicción está cercano, y lo que les está preparado se apresura.
Y de Aser dijo: Bendecido sea Aser con hijos; sea agradable a sus hermanos, y moje su pie en aceite.
Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie.
Entonces Moisés juró, diciendo: Ciertamente la tierra que holló tu pie será para ti, y para tus hijos en herencia perpetua, por cuanto cumpliste siguiendo a Jehová mi Dios.
Y el furor de Jehová se encendió contra Israel, el cual los entregó en manos de robadores que los saquearon, y los vendió en manos de sus enemigos de alrededor: y ya no pudieron estar de pie delante de sus enemigos.
Y Jehová desbarató a Sísara, y a todos sus carros y a todo su ejército, a filo de espada delante de Barac; y Sísara descendió del carro, y huyó a pie.
Y Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, esposa de Heber cineo; porque había paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber el cineo.
Príncipes también de Isacar fueron con Débora; y como Isacar, también Barac fue enviado a pie por el valle. Por las divisiones de Rubén hubo grandes impresiones del corazón.
Después, encendiendo las teas, echó las zorras en los sembrados de los filisteos, y quemó las gavillas amontonadas y en pie, viñas y olivares.
Y los principales de todo el pueblo, de todas las tribus de Israel, se hallaron presentes en la reunión del pueblo de Dios, cuatrocientos mil hombres de a pie que sacaban espada.
Pelearon, pues, los filisteos, e Israel fue vencido, y huyeron cada cual a sus tiendas; y fue hecha muy grande mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie.
Y Saúl convocó al pueblo, y los reconoció en Telaim, doscientos mil de a pie, y diez mil hombres de Judá.
Id, pues, ahora, preparaos aún, considerad y ved su lugar donde tiene el pie, y quién lo haya visto allí; porque se me ha dicho que él es en gran manera astuto.
Y les tomó David mil carros y setecientos hombres de a caballo y veinte mil hombres de a pie; y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto los de cien carros que dejó.
Y viendo los hijos de Amón que se habían hecho odiosos a David, enviaron los hijos de Amón y tomaron a sueldo a los sirios de la casa de Rehob, y a los sirios de Soba, veinte mil hombres de a pie; y del rey de Maaca mil hombres, y de Istob doce mil hombres.
Y no había en todo Israel ninguno tan alabado por su hermosura como Absalón; desde la planta de su pie hasta la coronilla no había en él defecto.
Y todos sus siervos pasaban a su lado, con todos los cereteos y peleteos; y todos los geteos, seiscientos hombres que habían venido a pie desde Gat, iban delante del rey.
Y volviendo el rey su rostro, bendijo a toda la congregación de Israel; y toda la congregación de Israel estaba en pie.
y puesto en pie, bendijo a toda la congregación de Israel, diciendo en voz alta:
Y tú levántate, y vete a tu casa; y al poner tu pie en la ciudad, morirá el niño.
Siete días estuvieron acampados los unos delante de los otros, y al séptimo día se dio la batalla; y los hijos de Israel mataron de los sirios en un solo día a cien mil hombres de a pie.
Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano, y tocará el lugar, y sanará la lepra.
Y sucedió que venida la mañana, salió él, y estando en pie dijo a todo el pueblo: Vosotros sois justos; he aquí yo he conspirado contra mi señor, y lo maté, pero, ¿quién mató a todos éstos?
Porque no le había quedado gente a Joacaz, sino cincuenta hombres de a caballo, y diez carros, y diez mil hombres de a pie; pues el rey de Siria los había destruido, y los había puesto como polvo para hollar.
Luego Rabsaces se puso de pie, y clamó a gran voz en lengua judaica, y habló, diciendo: Oíd la palabra del gran rey, el rey de Asiria.
Y no volveré a hacer que el pie de Israel sea movido de la tierra que di a sus padres, con tal que guarden y hagan conforme a todas las cosas que yo les he mandado, y conforme a toda la ley que mi siervo Moisés les mandó.
Y el rey se puso en pie junto a la columna, e hizo pacto delante de Jehová, de que irían en pos de Jehová, y guardarían sus mandamientos, y sus testimonios, y sus estatutos con todo su corazón y con toda su alma, y que cumplirían las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro. Y todo el pueblo confirmó el pacto.
Y les tomó David mil carros y siete mil hombres de a caballo y veinte mil hombres de a pie: y desjarretó David los caballos de todos los carros, excepto los de cien carros que dejó.
Pero los sirios huyeron delante de Israel; y mató David de los sirios siete mil hombres de los carros, y cuarenta mil hombres de a pie; asimismo mató a Sofac, general del ejército.
Y levantándose el rey David, puesto en pie dijo: Oídme, hermanos míos, y pueblo mío. Yo tenía en propósito edificar una casa, para que en ella reposara el arca del pacto de Jehová, y para el estrado de los pies de nuestro Dios; y había ya aprestado todo para edificar.
Así las alas de estos querubines estaban extendidas por veinte codos: y ellos estaban en pie con sus rostros hacia la casa.
Y volviendo el rey su rostro, bendijo a toda la congregación de Israel. Y toda la congregación de Israel estaba en pie.
Y los sacerdotes cumplían con su ministerio; y los levitas con los instrumentos de música de Jehová, los cuales había hecho el rey David para alabar a Jehová porque su misericordia es para siempre; cuando David alababa por medio de ellos. Asimismo los sacerdotes tocaban trompetas delante de ellos, y todo Israel estaba en pie.
Y arreció la batalla aquel día, por lo que estuvo el rey de Israel en pie en el carro enfrente de los sirios hasta la tarde; mas murió a la puesta del sol.
Entonces Josafat se puso en pie en la congregación de Judá y de Jerusalén, en la casa de Jehová, delante del atrio nuevo;
Y todo Judá estaba en pie delante de Jehová, con sus niños, sus esposas y sus hijos.
Y se levantaron muy de mañana y salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo: Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.
Y el Espíritu de Dios envistió a Zacarías, hijo de Joiada el sacerdote, y puesto en pie, donde estaba más alto que el pueblo, les dijo: Así dice Dios: ¿Por qué quebrantáis los mandamientos de Jehová? No os vendrá bien por ello; porque por haber abandonado a Jehová, Él también os abandonará.
y nunca más quitaré el pie de Israel de la tierra que yo entregué a vuestros padres, a condición que guarden y hagan todas las cosas que yo les he mandado, toda la ley, estatutos, y ordenanzas, por mano de Moisés.
Y estando el rey en pie en su sitio, hizo pacto delante de Jehová, de caminar en pos de Jehová y de guardar sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo su corazón y con toda su alma, poniendo por obra las palabras del pacto que estaban escritas en aquel libro.
Y la simiente de Israel ya se había apartado de todos los extranjeros; y estando en pie, confesaron sus pecados, y las iniquidades de sus padres.
Y puestos de pie en su lugar, leyeron en el libro de la ley de Jehová su Dios la cuarta parte del día, y la cuarta parte confesaron y adoraron a Jehová su Dios.
Entonces el rey extendió a Esther el cetro de oro, y Esther se levantó, y se puso en pie delante del rey.
Y salió Satanás de delante de Jehová, e hirió a Job de unas llagas malignas desde la planta de su pie hasta la coronilla de su cabeza.
Brota el torrente de junto al morador, aguas que el pie había olvidado; se secan luego, se van del hombre.
Los jóvenes me veían, y se escondían; y los ancianos se levantaban, y estaban en pie;
Si anduve con mentira, y si mi pie se apresuró a engaño,
Si pudieres, respóndeme: Ordena tus palabras delante de mí, ponte de pie.
y se olvida de que los pisará el pie, y que los quebrará bestia del campo.
Se hundieron las naciones en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue atrapado su pie.
Ellos se doblegaron y cayeron; mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.
Mi pie ha estado en rectitud; en las congregaciones bendeciré a Jehová.
No venga contra mí pie de soberbia; y mano de impíos no me mueva.
Porque dije: Que no se alegren de mí: Cuando mi pie resbalaba, sobre mí se engrandecían.
Volvió el mar en tierra seca; por el río pasaron a pie; allí en Él nos alegramos.
Porque sumergirás tu pie en la sangre de tus enemigos, y en ella también la lengua de tus perros.