'Que' en la Biblia
Palabra del SEÑOR que vino a Miqueas de Moréset en los días de Jotam, Acaz {y} Ezequías, reyes de Judá; lo que vio acerca de Samaria y Jerusalén.
Vete {al cautiverio,} habitante de Safir, en vergonzosa desnudez. La que habita en Zaanán no escapa. La lamentación de Bet-esel es que El quitará de vosotros su apoyo.
Porque se debilita esperando el bien la que habita en Marot, pues la calamidad ha descendido del SEÑOR hasta la puerta de Jerusalén.
Además, traeré contra ti al que toma posesión, oh habitante de Maresa. Hasta Adulam se irá la gloria de Israel.
¿Ay de los que planean la iniquidad, los que traman el mal en sus camas! Al clarear la mañana lo ejecutan, porque está en el poder de sus manos.
¿No se dice, oh casa de Jacob: ``Es impaciente el Espíritu del SEÑOR? ¿Son éstas sus obras?" ¿No hacen bien mis palabras al que camina rectamente?
Hace poco mi pueblo se ha levantado como enemigo. De sobre las vestiduras arrebatáis el manto a los que pasan confiados, {a} los que vuelven de la guerra.
Levantaos y marchad, pues este no es lugar de descanso por la impureza que trae destrucción, destrucción dolorosa.
El que abre brecha subirá delante de ellos; abrirán brecha, pasarán la puerta y saldrán por ella; su rey pasará delante de ellos, y el SEÑOR a su cabeza.
Vosotros que aborrecéis lo bueno y amáis lo malo, que les arrancáis la piel de encima y la carne de sobre sus huesos;
que coméis la carne de mi pueblo, les desolláis su piel, quebráis sus huesos, y {los} hacéis pedazos como para la olla, como carne dentro de la caldera.
Entonces clamarán al SEÑOR, pero El no les responderá; sino que esconderá de ellos su rostro en aquel tiempo, porque han hecho malas obras.
Así dice el SEÑOR acerca de los profetas que hacen errar a mi pueblo, {los cuales} cuando tienen {algo} que morder, proclaman: Paz. Pero contra aquel que no les pone nada en la boca, declaran guerra santa.
Oíd ahora esto, jefes de la casa de Jacob y gobernantes de la casa de Israel, que aborrecéis la justicia y torcéis todo lo recto,
que edificáis a Sion con sangre y a Jerusalén con iniquidad.
Y sucederá en los últimos días que el monte de la casa del SEÑOR será establecido como cabeza de los montes; se elevará sobre las colinas, y afluirán a él los pueblos.
Vendrán muchas naciones y dirán: Venid y subamos al monte del SEÑOR, a la casa del Dios de Jacob, para que El nos instruya en sus caminos, y nosotros andemos en sus sendas. Porque de Sion saldrá la ley, y de Jerusalén la palabra del SEÑOR.
En aquel día --declara el SEÑOR-- reuniré a la coja y recogeré a la perseguida, a las que yo había maltratado.
Ahora, ¿por qué gritas tan fuerte? ¿No hay rey en ti? ¿Ha perecido tu consejero, que el dolor te aflige como a mujer de parto?
Pero ahora se han juntado contra ti muchas naciones, que dicen: ``Sea profanada, y que se deleiten en Sion nuestros ojos."
Levántate y trilla, hija de Sion, pues yo haré tu cuerno de hierro y haré tus pezuñas de bronce, para que desmenuces a muchos pueblos, para que consagres al SEÑOR su injusta ganancia, y sus riquezas al Señor de toda la tierra.
Pero tú, Belén Efrata, aunque eres pequeña entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que ha de ser gobernante en Israel. Y sus orígenes son desde tiempos antiguos, desde los días de la eternidad.
Por tanto, El los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel.
Entonces el remanente de Jacob, en medio de muchos pueblos, será como rocío {que viene} del SEÑOR, como lluvias sobre la hierba que no espera al hombre ni aguarda a los hijos de los hombres.
Y será el remanente de Jacob entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como león entre las fieras de la selva, como leoncillo entre los rebaños de ovejas, que si pasa, huella y desgarra, y no hay quien libre.
Y sucederá en aquel día --declara el SEÑOR-- que exterminaré tus caballos de en medio de ti, y destruiré tus carros.
Y con ira y furor tomaré venganza de las naciones que no obedecieron.
Oíd ahora lo que dice el SEÑOR: Levántate, litiga con los montes, y oigan las colinas tu voz.
Pueblo mío, ¿qué te he hecho, o en qué te he molestado? ¡Respóndeme!
Pueblo mío, acuérdate ahora de lo que maquinó Balac, rey de Moab, y de lo que le respondió Balaam, hijo de Beor, desde Sitim hasta Gilgal, para que conozcas las justicias del SEÑOR.
¿Con qué me presentaré al SEÑOR {y} me postraré ante el Dios de lo alto? ¿Me presentaré delante de El con holocaustos, con becerros de un año?
El te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el SEÑOR de ti, sino sólo practicar la justicia, amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios?
¿Hay todavía alguien en casa del impío {con} tesoros de impiedad y medida escasa {que es} maldita?
Tú comerás, pero no te saciarás, y tu vileza estará en medio de ti. Apartarás, pero nada salvarás, y lo que salves, yo lo entregaré a la espada.
¿Ay de mí!, porque soy como los recogedores de frutos de verano, como los rebuscadores en la vendimia. No hay racimo {de uvas} que comer, {ni} higo temprano que tanto deseo.
Para el mal las dos manos son diestras. El príncipe pide, y {también} el juez, una recompensa; el grande habla de lo que desea su alma, y juntos lo traman.
El mejor de ellos es como un zarzal, {y} el más recto como un seto de espinos. El día {que pongas} tus centinelas, tu castigo llegará. ¿Entonces será su confusión!
No os fiéis del vecino, ni confiéis en el amigo. De la que reposa en tu seno, guarda tus labios.
La indignación del SEÑOR soportaré, porque he pecado contra El, hasta que defienda mi causa y establezca mi derecho. El me sacará a la luz, {y} yo veré su justicia.
Entonces mi enemiga {lo} verá, y se cubrirá de vergüenza la que me decía: ¿Dónde está el SEÑOR tu Dios? Mis ojos la contemplarán; entonces será pisoteada como el lodo de las calles.
Pastorea a tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que mora solo en el bosque, en medio de un campo fértil. Que se apacienten en Basán y Galaad como en los días de antaño.
¿Qué Dios hay como tú, que perdona la iniquidad y pasa por alto la rebeldía del remanente de su heredad? No persistirá en su ira para siempre, porque se complace en la misericordia.