'Rostro' en la Biblia
y dije: Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios mío, mi rostro a ti; porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre nuestra cabeza, y nuestros delitos han crecido hasta el cielo.
Desde los días de nuestros padres hasta este día hemos estado en gran delito; y por nuestras iniquidades nosotros, nuestros reyes, y nuestros sacerdotes, hemos sido entregados en manos de los reyes de las tierras, a cuchillo, a cautiverio, y a robo, y a confusión de rostro, como hoy día.
me dijo el rey: ¿Por qué está triste tu rostro, pues no estás enfermo? No es esto sino quebranto de corazón. Entonces temí en gran manera.
Y dije al rey: El rey viva para siempre. ¿Cómo no estará triste mi rostro, cuando la ciudad, casa de los sepulcros de mis padres, está desierta, y sus puertas consumidas del fuego?
Y no cubras su iniquidad, ni su pecado sea raído delante de tu rostro; porque se airaron contra los que edificaban.
y estaban junto a él, Carsena, y Setar, y Admata, y Tarsis, y Meres, y Marsena, y Memucán, siete príncipes de Persia y de Media que veían el rostro del rey, y se sentaban los primeros en el reino):
Y volvió el rey del huerto del palacio al aposento del banquete del vino, y Amán había caído sobre el lecho en que estaba Ester. Entonces dijo el rey: ¿También para forzar la reina, estando conmigo en casa? Cuando esta palabra salió de la boca del rey, el rostro de Amán fue cubierto.
Mas extiende ahora tu mano, y toca todo lo que tiene, y verás si no te blasfema en tu rostro.
Mas extiende ahora tu mano, y tócalo a él mismo, y a su carne, y verás si no te blasfema en tu rostro.
Se paró un fantasma delante de mis ojos, cuyo rostro yo no conocí, y quedo, oí que decía:
La tierra es entregada en manos de los impíos, y él cubre el rostro de sus jueces. Si no es él el que lo hace , ¿quién es? ¿Dónde está?
entonces levantarás tu rostro limpio de mancha, y serás fuerte y no temerás;
A lo menos dos cosas no hagas conmigo; y entonces no me esconderé de tu rostro:
¿Por qué escondes tu rostro, y me cuentas por tu enemigo?
Para siempre serás más fuerte que él, y él se va; demudarás su rostro, y lo enviarás.
porque cubrió su rostro con su gordura, e hizo pliegues sobre los ijares;
Tú me has arrugado; el testigo es mi magrez, que se levanta contra mí para testificar en mi rostro.
Mi rostro está enlodado con lloro, y mis párpados entenebrecidos;
Porque entonces te deleitarás en el Omnipotente, y alzarás a Dios tu rostro.
Por lo cual yo me espantaré delante de su rostro; consideraré, y lo temeré.
¿Por qué no fui yo cortado delante de las tinieblas, y cubrió con oscuridad mi rostro?
El ojo del adúltero está aguardando la noche, diciendo: No me verá nadie; y esconde su rostro.
Si me reía a ellos, no lo creían; y no abatían la luz de mi rostro.
Me abominan, se alejan de mí, y aun de mi rostro no detuvieron su saliva.
Porque Dios desató mi cuerda, y me afligió, por eso se desenfrenaron delante de mi rostro.
Y si él diere reposo, ¿quién inquietará? Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará? Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre;
hace burla del espanto, y no teme, ni vuelve el rostro delante de la espada.
¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Los órdenes de sus dientes espantan.
Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh SEÑOR, la luz de tu rostro.
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios . No está Dios en todos sus pensamientos.
Dice en su corazón: Dios está olvidado, ha encubierto su rostro; nunca lo vio.
Porque el justo SEÑOR amó las justicias, al recto mirará su rostro.
Al Vencedor: Salmo de David. ¿Hasta cuándo, SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?
Me harás saber la senda de la vida; plenitud de alegrías hay con tu rostro; deleites en tu diestra para siempre.
De delante de tu rostro salga mi juicio; vean tus ojos la rectitud.
Yo en justicia veré tu rostro; seré saciado cuando despertaré a tu semejanza.
Porque lo has bendecido para siempre; lo llenaste de alegría con tu rostro.
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre en espíritu , ni de él escondió su rostro; y cuando clamó a él, le oyó.
Esta es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Jacob. (Selah.)
Mi corazón me ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh SEÑOR.
No escondas tu rostro de mí, no apartes con ira a tu siervo; mi ayuda has sido; no me dejes y no me desampares, Dios de mi salud.
porque tú , SEÑOR, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.
Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; sálvame por tu misericordia.
Los esconderás en el escondedero de tu rostro de las arrogancias del hombre; los esconderás en el tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún tengo de alabar a quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.
Porque no heredaron la tierra por su espada, ni su brazo los libró; sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos.
Cada día mi vergüenza está delante de mí, y me cubre la confusión de mi rostro,
¿Por qué escondes tu rostro? ¿Olvidaste nuestra aflicción, y la opresión nuestra?
Esconde tu rostro de mis pecados, y rae todas mis maldades.
Al Vencedor: en Neginot: Salmo de Canción. Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros (Selah);
Porque por ti he sufrido afrenta; confusión ha cubierto mi rostro.
Y no escondas tu rostro de tu siervo; porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme.
Oh Dios, haznos tornar; y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Oh Dios de los ejércitos, haznos tornar; y haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Quemada a fuego está , y talada; perezcan por la reprensión de tu rostro.
Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, haznos tornar; haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.
Mira, oh Dios, escudo nuestro, y pon los ojos en el rostro de tu Ungido.
¿Por qué, oh SEÑOR, desechas mi alma? ¿Por qué escondes tu rostro de mí?
Justicia y juicio son la compostura de tu trono; misericordia y verdad van delante de tu rostro.
Dichoso el pueblo que sabe jubilar; andarán, oh SEÑOR, a la luz de tu rostro.
Pusiste nuestras maldades delante de ti, nuestros yerros a la lumbre de tu rostro.
No escondas de mí tu rostro; en el día de mi angustia inclina a mí tu oído; el día que te invocare, apresúrate a responderme.
Y el vino que alegra el corazón del hombre; haciendo relumbrar el rostro con el aceite, y el pan que sustenta el corazón del hombre.
Escondes tu rostro, se turban; les quitas el espíritu, dejan de ser, y se tornan en su polvo.
Buscad al SEÑOR, y su fortaleza; buscad su rostro siempre.
Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo; y enséñame tus estatutos.
Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro.
Rostro y envés tú me formaste, y sobre mí pusiste tu mano.
Respóndeme pronto, oh SEÑOR que desmaya mi espíritu; no escondas de mí tu rostro, y venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.
Y traba de él, y lo besa; desvergonzó su rostro, y le dijo:
por tanto he salido a encontrarte, buscando tu rostro, y te he hallado.
El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor de corazón el espíritu se abate.
En la luz del rostro del rey está la vida; y su benevolencia es como nube de lluvia tardía.
En el rostro del entendido aparece la sabiduría; mas los ojos del loco manifiestan su locura hasta el cabo de la tierra.
El hombre impío endurece su rostro; mas el recto ordena sus caminos.
El viento del norte ahuyenta la lluvia, y el rostro airado la lengua detractora.
Como en agua el rostro corresponde al rostro, así el corazón del hombre al hombre.
Considera atentamente el rostro de tus ovejas; pon tu corazón al ganado;
Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón.
¿Quién como el sabio? ¿Y quién como el que sabe la interpretación de las cosas? La sabiduría de éste hombre hará relucir su rostro, y la tosquedad de su semblante se mudará.
¿Quién demandó esto de vuestras manos, cuando vinieseis a ver mi rostro, a hollar mis atrios?
La prueba del rostro de ellos los convence; que como Sodoma predican su pecado, no lo disimulan. ¡Ay del alma de ellos! Porque allegaron mal para sí.
Esperaré, pues, al SEÑOR, el cual escondió su rostro de la casa de Jacob, y a él aguardaré.
Entonces pasarán por esta tierra fatigados y hambrientos. Y acontecerá que teniendo hambre, se enojarán y maldecirán a su rey y a su Dios. Y levantando el rostro en alto,
El viejo y venerable de rostro es la cabeza; el profeta que enseña mentira, éste es cola.
He aquí que el SEÑOR te transportará en duro cautiverio, y de cierto te cubrirá el rostro.
Por tanto, el SEÑOR que redimió a Abraham, dice así a la casa de Jacob: No será por ahora confundido Jacob, ni su rostro se pondrá pálido;
He aquí que el nombre del SEÑOR viene de lejos: su rostro encendido, y grave de sufrir; sus labios llenos de ira; y su lengua, como fuego que consume.
Y el SEÑOR hará oír la potencia de su voz; y hará ver el descender de su brazo, con furor de rostro, y llama de fuego consumidor, con dispersión, con avenida, y piedra de granizo.
¿Cómo, pues, harás volver el rostro de un capitán de los más pequeños siervos de mi Señor, aunque estés confiado en Egipto por sus carros y hombres de a caballo?
Entonces volvió Ezequías su rostro a la pared, e hizo oración al SEÑOR.
He aquí, que el Señor DIOS vendrá con fortaleza; y su brazo se enseñoreará. He aquí que su salario viene con él, y su obra delante de su rostro.
Y reyes serán tus ayos; y sus reinas, tus amas de leche ; el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy el SEÑOR, que no se avergonzarán los que me esperan.
Di mi cuerpo a los heridores; y mis mejillas a los peladores; no escondí mi rostro de las injurias y esputos.
Porque el Señor DIOS me ayudará, por tanto no me avergoncé, por eso puse mi rostro como un pedernal, y sé que no seré avergonzado.
Despreciado, y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en flaqueza; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos.
Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; mas con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo tu Redentor, el SEÑOR.
Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí; escondí mi rostro y me ensañé; y fue él rebelde por el camino de su corazón.
pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho cubrir su rostro de vosotros, para no oiros.
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Arqueamiento
- Dios da Luz
- Dios ocultar
- Dios oponerse
- Dios, alegría de
- Dios, revelación de
- Doblegándose ante David
- El pecado, Efectos de
- Favor divino
- La búsqueda de Dios
- La luz del pueblo de Dios
- La saliva
- La voz de Dios
- Las expresiones en las caras
- Los gestos
- Luz Espiritual,
- Mirada
- No ver a la gente
- Postración
- Rostro de Dios
- Rostros brillante
- Rostros celestial
- Velos
- El arcoíris
- El arcoíris
- La depresión
- La obstaculización de la obra de Dios
- La resolución de un conflicto
- La separación de Dios por el pecado
- Sonreír