'Salió' en la Biblia
Y salió Caín de la presencia del SEÑOR, y se estableció en la tierra de Nod, al oriente del Edén.
Salió, pues, Noé, y con él sus hijos y su mujer y las mujeres de sus hijos.
De aquella tierra salió hacia Asiria y edificó Nínive, Rehobot Ir, Cala,
Y salió el rey de Sodoma, con el rey de Gomorra, el rey de Adma, el rey de Zeboim y el rey de Bela, es decir, Zoar, y presentaron batalla contra ellos en el valle de Sidim:
Al oír Abram que su pariente había sido llevado cautivo, movilizó a sus hombres adiestrados nacidos en su casa, trescientos dieciocho, y salió en {su} persecución hasta Dan.
A su regreso después de derrotar a Quedorlaomer y a los reyes que estaban con él, salió a su encuentro el rey de Sodoma en el valle de Save, es decir, el valle del Rey.
Entonces Lot salió a ellos a la entrada, y cerró la puerta tras sí,
Y salió Lot y habló a sus yernos que iban a casarse con sus hijas, y dijo: Levantaos, salid de este lugar porque el SEÑOR destruirá la ciudad. Pero a sus yernos les pareció que bromeaba.
Y sucedió que antes de haber terminado de hablar, he aquí que Rebeca, hija de Betuel, hijo de Milca, mujer de Nacor, hermano de Abraham, salió con el cántaro sobre su hombro.
Y Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán; y Labán salió corriendo hacia el hombre, afuera, a la fuente.
Antes de que yo hubiera terminado de hablar en mi corazón, he aquí, Rebeca salió con su cántaro al hombro, y bajó a la fuente y sacó {agua,} y yo le dije: ``Te ruego que me des de beber."
Y por la tarde Isaac salió a meditar al campo; y alzó los ojos y miró, y he aquí, venían unos camellos.
Salió el primero rojizo, todo velludo como una pelliza, y lo llamaron Esaú.
Y después salió su hermano, con su mano asida al talón de Esaú, y lo llamaron Jacob. Isaac {tenía} sesenta años cuando ella los dio a luz.
Y salió Jacob de Beerseba, y fue para Harán.
Y cuando Jacob vino del campo por la tarde, Lea salió a su encuentro y {le} dijo: Debes llegarte a mí, porque ciertamente te he alquilado por las mandrágoras de mi hijo. Y él durmió con ella aquella noche.
Entró entonces Labán en la tienda de Jacob, en la tienda de Lea y en la tienda de las dos siervas, pero no {los} encontró. Después salió de la tienda de Lea y entró en la tienda de Raquel.
Y le salió el sol al cruzar Peniel, y cojeaba de su muslo.
Y salió Dina, la hija de Lea, a quien ésta había dado a luz a Jacob, a visitar a las hijas de la tierra.
Entonces Hamor, padre de Siquem, salió a {donde} Jacob para hablar con él.
Aconteció, además, que mientras daba a luz, uno {de ellos} sacó su mano, y la partera {la} tomó y le ató un {hilo} escarlata en la mano, diciendo: Este salió primero.
Pero he aquí, sucedió que cuando él retiró su mano, su hermano salió. Entonces ella dijo: ¡Qué brecha te has abierto! Por eso le pusieron por nombre Fares.
Después salió su hermano que tenía el {hilo} escarlata en la mano; y le pusieron por nombre Zara.
entonces ella lo asió de la ropa, diciendo: ¡Acuéstate conmigo! Mas él le dejó su ropa en la mano, y salió huyendo afuera.
Y sucedió que cuando él oyó que yo alzaba la voz y gritaba, dejó su ropa junto a mí y salió huyendo afuera.
Y Faraón llamó a José por el nombre de Zafnat-panea, y le dio por mujer a Asenat, hija de Potifera, sacerdote de On. Y salió José por {toda} la tierra de Egipto.
José {tenía} treinta años cuando se presentó ante Faraón, rey de Egipto. Y salió José de la presencia de Faraón y recorrió toda la tierra de Egipto.
Después se lavó la cara y salió, y controlándose, dijo: Servid la comida.
el uno salió de mi lado, y dije: `Seguro que ha sido despedazado', y no lo he visto desde entonces.
Y Jacob bendijo a Faraón, y salió de su presencia.
Y aconteció que en aquellos días, crecido ya Moisés, salió a {donde} sus hermanos y vio sus duros trabajos; y vio a un egipcio golpeando a un hebreo, a uno de sus hermanos.
Y al día siguiente salió y vio a dos hebreos que reñían, y dijo al culpable: ¿Por qué golpeas a tu compañero?
Y aconteció que en una posada en el camino, el SEÑOR le salió al encuentro y quiso matarlo.
Y el SEÑOR dijo a Aarón: Ve al encuentro de Moisés en el desierto. Y él fue y le salió al encuentro en el monte de Dios, y lo besó.
Y salió Moisés de la presencia de Faraón y oró al SEÑOR.
Y salió Moisés de la ciudad, {de la presencia} de Faraón, y extendió sus manos al SEÑOR, y los truenos y el granizo cesaron, y no cayó más lluvia sobre la tierra.
``Y llenarán tus casas, las casas de todos tus siervos y las casas de todos los egipcios, {algo} que ni tus padres ni tus abuelos han visto desde el día que vinieron al mundo hasta hoy." Y {Moisés} se volvió y salió de la presencia de Faraón.
Y {Moisés} salió de la {presencia de} Faraón y oró al SEÑOR.
Y descenderán a mí todos estos tus siervos y se inclinarán ante mí, diciendo: ``Sal, tú y todo el pueblo que te sigue"; y después de esto yo saldré. Y {Moisés} salió ardiendo en ira de la presencia de Faraón.
Salió Moisés a recibir a su suegro, se inclinó y lo besó; y se preguntaron uno a otro cómo estaban, y entraron en la tienda.
Y yo les dije: ``El que tenga oro, que se lo quite." Y me {lo} dieron, y lo eché al fuego y salió este becerro.
Entonces toda la congregación de los hijos de Israel salió de la presencia de Moisés.
Y salió fuego de la presencia del SEÑOR que consumió el holocausto y los pedazos de grasa sobre el altar. Al verlo, todo el pueblo aclamó y se postró rostro en tierra.
Y de la presencia del SEÑOR salió fuego que los consumió, y murieron delante del SEÑOR.
El hijo de una mujer israelita, cuyo padre era egipcio, salió entre los hijos de Israel; y el hijo de la israelita y un hombre de Israel lucharon en el campamento.
Salió Moisés y dijo al pueblo las palabras del SEÑOR. Reunió después a setenta hombres de los ancianos del pueblo y los colocó alrededor de la tienda.
Y salió de parte del SEÑOR un viento que trajo codornices desde el mar y {las} dejó caer junto al campamento, como un día de camino de este lado, y un día de camino del otro lado, por todo alrededor del campamento, y como dos codos {de espesor} sobre la superficie de la tierra.
Salió también fuego del SEÑOR y consumió a los doscientos cincuenta hombres que ofrecían el incienso.
Pero él dijo: Tú no pasarás. Y Edom salió a su encuentro con mucha gente y con mano fuerte.
Pero Sehón no permitió a Israel pasar por su territorio. Y reunió Sehón a todo su pueblo y salió al encuentro de Israel en el desierto, y llegó a Jahaza y peleó contra Israel.
Porque fuego salió de Hesbón, una llama del pueblo de Sehón; devoró a Ar de Moab, a los señores de las alturas del Arnón.
Después se volvieron y subieron por el camino de Basán; y Og, rey de Basán, salió con todo su pueblo para presentarles batalla en Edrei.
Y envió mensajeros a Balaam, hijo de Beor, en Petor, que está cerca del río, {en} la tierra de los hijos de su pueblo, para llamarlo, diciendo: Mira, un pueblo salió de Egipto y he aquí, cubren la faz de la tierra y habitan frente a mí.
``Mira, el pueblo que salió de Egipto cubre la faz de la tierra; ven ahora, maldícemelos; quizá yo pueda pelear contra ellos y expulsarlos."
Cuando el asna vio al ángel del SEÑOR de pie en el camino con la espada desenvainada en la mano, el asna se salió del camino y se fue por medio del campo; pero Balaam golpeó el asna para hacerla volver al camino.
Al oír Balac que Balaam se acercaba, salió a recibirlo en una ciudad de Moab, que está sobre la frontera del Arnón, al extremo de la frontera.
Dios salió al encuentro de Balaam, y éste le dijo: He preparado los siete altares y he ofrecido un novillo y un carnero sobre cada altar.
El SEÑOR salió al encuentro de Balaam y puso palabra en su boca y {le} dijo: Vuelve a Balac y así hablarás.
Entonces Sehón salió con todo su pueblo a encontrarnos en batalla en Jahaza.
Volvimos, pues, y subimos por el camino de Basán, y Og, rey de Basán, nos salió al encuentro con todo su pueblo para pelear en Edrei.
cómo te salió al encuentro en el camino, y atacó entre los tuyos a todos los agotados en tu retaguardia cuando tú {estabas} fatigado y cansado; y él no temió a Dios.
Y aconteció que cuando el pueblo salió de sus tiendas para pasar el Jordán con los sacerdotes llevando el arca del pacto delante del pueblo,
Y salió la suerte de la tribu de los hijos de Benjamín conforme a sus familias, y el territorio de su suerte estaba entre los hijos de Judá y los hijos de José.
Y vino sobre él el Espíritu del SEÑOR, y juzgó a Israel. Cuando salió a la guerra, el SEÑOR entregó en su mano a Cusán-risataim, rey de Mesopotamia, y su poder prevaleció sobre Cusán-risataim.
Entonces salió Aod al corredor, cerró tras sí las puertas de la sala de la terraza y {les} pasó el cerrojo.
Y Jael salió al encuentro de Sísara, y le dijo: Ven, señor mío, ven a mí; no temas. Y él fue hacia ella a la tienda, y ella lo cubrió con una manta.
Y he aquí, cuando Barac perseguía a Sísara, Jael salió a su encuentro, y le dijo: Ven, y te mostraré al hombre que buscas. Y él entró con ella, y he aquí que Sísara yacía muerto con la estaca en la sien.
Y Gaal, hijo de Ebed, salió y se paró a la entrada de la puerta de la ciudad; y Abimelec y el pueblo que {estaba} con él salieron de la emboscada.
Y salió Gaal delante de los habitantes de Siquem y peleó contra Abimelec.
Aconteció al día siguiente que el pueblo salió al campo, y se lo hicieron saber a Abimelec.
Cuando Jefté llegó a su casa en Mizpa, he aquí, su hija salió a recibirlo con panderos y con danzas. Era ella su única hija; fuera de ella no tenía hijo ni hija.
Y él les dijo: Del que come salió comida, y del fuerte salió dulzura. Y no pudieron declararle el enigma en tres días.
Y abrió Dios la cuenca que está en Lehi y salió agua de ella. Cuando bebió, recobró sus fuerzas y se reanimó. Por eso llamó a aquel lugar En-hacore, el cual está en Lehi hasta el día de hoy.
Y el hombre salió de la ciudad, de Belén de Judá, para residir donde encontrara {lugar;} y mientras proseguía su camino, llegó a la región montañosa de Efraín, a la casa de Micaía.
Entonces el hombre, el dueño de la casa, salió a ellos y les dijo: No, hermanos míos, no os portéis tan vilmente; puesto que este hombre ha entrado en mi casa, no cometáis esta infamia.
Al levantarse su señor por la mañana, abrió las puertas de la casa y salió para seguir su camino, y he aquí que su concubina estaba tendida a la entrada de la casa, con sus manos en el umbral.
Y salió Benjamín de Guibeá contra ellos el segundo día y otra vez hizo caer dieciocho mil hombres de los hijos de Israel; todos éstos sacaban espada.
Salió, pues, del lugar donde estaba, y sus dos nueras con ella, y se pusieron en camino para volver a la tierra de Judá.
Y llegaba la palabra de Samuel a todo Israel. Y salió Israel para enfrentarse en batalla con los filisteos y acampó junto a Eben-ezer, mientras que los filisteos habían acampado en Afec.
Cuando llegaron allá a la colina, he aquí, un grupo de profetas {salió} a su encuentro; y el Espíritu de Dios vino sobre él con gran poder, y profetizó entre ellos.
Y sucedió que tan pronto como terminó de ofrecer el holocausto, he aquí que Samuel vino; y Saúl salió a su encuentro para saludarle.
Y la guarnición de los filisteos salió hacia el paso de Micmas.
Entonces de los ejércitos de los filisteos salió un campeón llamado Goliat, de Gat, cuya altura era de seis codos y un palmo.
Cuando hubo guerra de nuevo, David salió y peleó contra los filisteos, y los derrotó con gran matanza, y huyeron delante de él.
Mical descolgó a David por una ventana, y él salió, huyó y escapó.
A la mañana {siguiente} Jonatán salió al campo para reunirse con David, y un muchacho pequeño {iba} con él.
David contuvo a sus hombres con {estas} palabras y no les permitió que se levantaran contra Saúl. Y Saúl se levantó, {salió} de la cueva, y siguió {su} camino.
Después {de esto} David se levantó, salió de la cueva y dio voces tras Saúl, diciendo: ¡Mi señor el rey! Y cuando Saúl miró hacia atrás, David inclinó su rostro a tierra y se postró.
Abner, hijo de Ner, salió de Mahanaim a Gabaón con los siervos de Is-boset, hijo de Saúl.
Pero él rehusó apartarse; por tanto, Abner lo hirió en el estómago con el regatón de la lanza, y la lanza le salió por la espalda; allí cayó, y allí mismo murió. Y sucedió que todos los que venían al lugar donde Asael había caído y muerto, se detenían.
Pero al regresar David para bendecir su casa, Mical, hija de Saúl, salió al encuentro de David, y {le} dijo: ¡Cómo se ha distinguido hoy el rey de Israel! Se descubrió hoy ante los ojos de las criadas de sus siervos, como se descubriría sin decoro un insensato.
Después dijo David a Urías: Desciende a tu casa, y lava tus pies. Salió Urías de la casa del rey, y tras él fue enviado un obsequio del rey.
Y David lo convidó a comer y a beber con él, y lo embriagó. Al anochecer {Urías} salió a acostarse en su cama con los siervos de su señor, pero no descendió a su casa.
Salió el rey, y toda su casa con él, dejando el rey a diez concubinas para cuidar la casa.
Salió, pues, el rey y toda la gente con él, y se detuvieron en la última casa.
Sucedió que mientras David se acercaba a la cumbre donde se adoraba a Dios, he aquí, Husai arquita salió a su encuentro con su manto desgarrado y polvo sobre la cabeza.
Cuando David pasó un poco más allá de la cumbre, he aquí que Siba, el criado de Mefiboset, {salió} a su encuentro con un par de asnos aparejados, y sobre ellos {había} doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de verano y un odre de vino.
Al llegar el rey David a Bahurim, he aquí, salió de allí un hombre de la familia de la casa de Saúl que se llamaba Simei, hijo de Gera. Cuando salió, iba maldiciendo;
Y David dijo a Abisai y a todos sus siervos: He aquí, mi hijo que salió de mis entrañas busca mi vida; ¿cuánto más entonces este benjamita? Dejadlo, que siga maldiciendo, porque el SEÑOR se lo ha dicho.
Entonces el rey les dijo: Yo haré lo que os parezca mejor. Y el rey se puso junto a la puerta, y todo el pueblo salió por centenares y por millares.