'Siervo' en la Biblia
y dijo: Maldito sea Canaán; siervo de siervos será a sus hermanos.
Ensanche Dios a Jafet, y habite en las tiendas de Sem, y sea Canaán su siervo.
Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado por dinero del extranjero, fueron circuncidados con él.
Y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón; después pasaréis, porque por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
Y dijo: Ahora, pues, mis señores, os ruego que vengáis a casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies: y por la mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos respondieron: No, que en la plaza dormiremos.
he aquí ahora ha hallado tu siervo gracia en tus ojos, y has engrandecido tu misericordia que has hecho conmigo dándome la vida; mas yo no podré escapar al monte, que por ventura no se me pegue el mal, y muera.
Y dijo Abraham a su siervo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo,
Y el siervo le respondió: Por ventura la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra, ¿volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste?
Entonces el siervo puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y le juró sobre este negocio.
Y el siervo tomó diez camellos de los camellos de su señor, y fue llevando en su mano lo mejor que su señor tenía; y se levantó y fue a Ara Naharaim, a la ciudad de Nacor.
Sea, pues, que la doncella a quien yo dijere: Baja ahora tu cántaro, para que yo beba; y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber a tus camellos, que ésta sea la que aparejaste a tu siervo Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor.
Entonces el siervo corrió hacia ella, y dijo: Te ruego que me des a beber un poco de agua de tu cántaro.
Entonces dijo: Yo soy siervo de Abraham;
Y fue, que cuando el siervo de Abraham oyó sus palabras, se inclinó a tierra al SEÑOR.
Y sacó el siervo vasos de plata y vasos de oro y vestidos, y dio a Rebeca; también dio cosas preciosas a su hermano y a su madre.
Entonces enviaron a Rebeca su hermana, y a su nodriza, y al siervo de Abraham y a sus varones.
Se levantó entonces Rebeca y sus doncellas, y subieron sobre los camellos, y siguieron al varón; y el siervo tomó a Rebeca, y se fue.
porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el siervo había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.
Entonces el siervo contó a Isaac todo lo que había hecho.
Y se le apareció el SEÑOR aquella noche, y dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre; no temas, que yo soy contigo, y yo te bendeciré, y multiplicaré tu simiente por causa de Abraham mi siervo.
Y les mandó diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: Con Labán he morado, y me he detenido hasta ahora;
No soy digno de todas las misericordias, y de toda la verdad que has mostrado a tu siervo; que con mi bordón pasé este Jordán, y ahora estoy sobre dos cuadrillas.
Entonces dirás: Presente es de tu siervo Jacob, que envía a mi señor Esaú; y he aquí también él viene tras nosotros.
Y diréis también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque dijo: Reconciliaré su ira con el presente que va delante de mí, y después veré su rostro; por ventura le seré acepto.
Y alzó sus ojos, y vio las mujeres y los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado a tu siervo.
Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso de la hacienda que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir.
Entonces le habló ella semejantes palabras, diciendo: El siervo hebreo que nos trajiste, vino a mí para deshonrarme;
Y sucedió que cuando oyó su señor las palabras que su mujer le hablara, diciendo: Así me ha tratado tu siervo; se encendió su furor.
Y estaba allí con nosotros un joven hebreo, siervo del capitán de los de la guardia; y se lo contamos, y él nos interpretó nuestros sueños, y declaró a cada uno conforme a su sueño.
Y ellos respondieron: Bien va a tu siervo nuestro padre; aún vive. Y se inclinaron, e hicieron reverencia.
Y él dijo: También ahora sea conforme a vuestras palabras; aquel en quien se hallare, será mi siervo, y vosotros seréis sin culpa.
Y él respondió: Nunca yo tal haga; el varón en cuyo poder fue hallada la copa, aquel será mi siervo; vosotros id en paz a vuestro padre.
Entonces Judá se llegó a él, y dijo: Te ruego señor mío, que hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues que tú eres como el Faraón.
Aconteció pues, que cuando llegamos a mi padre tu siervo, le contamos las palabras de mi señor.
Entonces tu siervo mi padre nos dijo: Vosotros sabéis que dos me dio a luz mi mujer;
Ahora, pues, cuando llegare yo a tu siervo mi padre, y el joven no fuere conmigo, porque su alma está ligada con el alma de él,
sucederá que cuando él no vea al joven, morirá: y tus siervos harán descender las canas de tu siervo nuestro padre con dolor hasta el Seol.
Porque tu siervo salió por fiador por el joven con mi padre, diciendo: Si no te lo devolviere, entonces yo cargaré con el pecado ante mi padre para siempre;
te ruego pues que quede ahora tu siervo por el joven por siervo de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos.