'También' en la Biblia
entre los cuales están también ustedes, llamados de Jesucristo.
Y no quiero que ignoren, hermanos, que con frecuencia he hecho planes para ir a visitarlos, pero hasta ahora me he visto impedido, a fin de obtener algún fruto también entre ustedes, así como entre los demás Gentiles.
Así que, por mi parte, ansioso estoy de anunciar el evangelio (las buenas nuevas) también a ustedes que están en Roma.
Porque no me avergüenzo del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree, del Judío primeramente y también del Griego.
De la misma manera también los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lujuria unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos el castigo correspondiente a su extravío.
Ellos, aunque conocen el decreto de Dios que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también dan su aprobación a los que las practican.
{Habrá} tribulación y angustia para toda alma humana que hace lo malo, del Judío primeramente y también del Griego;
pero gloria y honor y paz para todo el que hace lo bueno, al Judío primeramente, y también al Griego.
Pues todos los que han pecado sin la Ley, sin la Ley también perecerán; y todos los que han pecado bajo la Ley, por la Ley serán juzgados.
Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para Su gloria, ¿por qué también soy yo aún juzgado como pecador?
¿O es Dios {el Dios} de los Judíos solamente? ¿No es también {el Dios} de los Gentiles? Sí, también de los Gentiles,
Como también David habla de la bendición {que viene} sobre el hombre a quien Dios atribuye justicia aparte de las obras:
¿Es, pues, esta bendición {sólo} para los circuncisos, o también para los incircuncisos? Porque decimos: ``A ABRAHAM, LA FE LE FUE CONTADA POR JUSTICIA."
Abraham recibió la señal de la circuncisión {como} sello de la justicia de la fe que tenía mientras aún era incircunciso, para que fuera padre de todos los que creen sin ser circuncidados, a fin de que la justicia también se les tome en cuenta a ellos.
También Abraham es padre de la circuncisión para aquéllos que no solamente son de la circuncisión, sino que también siguen en los pasos de la fe que tenía nuestro padre Abraham cuando era incircunciso.
Por eso {es} por fe, para que {esté} de acuerdo con la gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda la posteridad, no sólo a los que son de la Ley, sino también a los que son de la fe de Abraham, quien es padre de todos nosotros.
Y sin debilitarse en la fe contempló su propio cuerpo, que ya estaba como muerto puesto que tenía como cien años, y también la esterilidad de la matriz de Sara.
estando plenamente convencido de que lo que {Dios} había prometido, poderoso era también para cumplirlo.
Por lo cual también {su fe} LE FUE CONTADA POR JUSTICIA.
sino también por nosotros, a quienes será contada, {como} los que creen en Aquél que levantó de los muertos a Jesús nuestro Señor,
por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia (perseverancia);
Y no sólo {esto,} sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación.
Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron.
Así pues, tal como por una transgresión resultó la condenación de todos los hombres, así también por un acto de justicia resultó la justificación de vida para todos los hombres.
Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de Uno los muchos serán constituidos justos.
para que así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor.
Por tanto, hemos sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida.
Porque si hemos sido unidos {a Cristo} en la semejanza de Su muerte, ciertamente lo seremos también {en la semejanza} de Su resurrección.
Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con El,
Así también ustedes, considérense muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.
Por tanto, hermanos míos, también a ustedes se les hizo morir a la Ley por medio del cuerpo de Cristo, para que sean unidos a otro, a Aquél que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
Pero si el Espíritu de Aquél que resucitó a Jesús de entre los muertos habita en ustedes, el {mismo} que resucitó a Cristo Jesús de entre los muertos, también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de Su Espíritu que habita en ustedes.
Y si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con {El} a fin de que también seamos glorificados con {El}.
de que la creación misma será también liberada de la esclavitud de la corrupción a la libertad de la gloria de los hijos de Dios.
Y no sólo {ella}, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro cuerpo.
De la misma manera, también el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad. No sabemos orar como debiéramos, pero el Espíritu mismo intercede {por nosotros} con gemidos indecibles.
Porque a los que de antemano conoció, también {los} predestinó {a ser} hechos conforme a la imagen de Su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos.
A los que predestinó, a ésos también llamó. A los que llamó, a ésos también justificó. A los que justificó, a ésos también glorificó.
El que no negó ni a Su propio Hijo, sino que Lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también junto con El todas las cosas?
¿Quién es el que condena? Cristo Jesús es el que murió, sí, más aún, el que resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
Y no sólo {esto}, sino que también Rebeca concibió {mellizos} de uno, nuestro padre Isaac.
{es decir,} nosotros, a quienes también llamó, no sólo de entre los Judíos, sino también de entre los Gentiles.
Como también dice en Oseas: ``A LOS QUE NO ERAN MI PUEBLO, LLAMARE: `PUEBLO MIO,' Y A LA QUE NO ERA AMADA: `AMADA {M{IA}}.'
Isaías también exclama en cuanto a Israel: ``AUNQUE EL NUMERO DE LOS HIJOS DE ISRAEL SEA COMO LA ARENA DEL MAR, {sólo} EL REMANENTE SERA SALVO;
Digo entonces: ¿Acaso ha desechado Dios a Su pueblo? ¡De ningún modo! Porque yo también soy Israelita, descendiente de Abraham, de la tribu de Benjamín.
Y de la misma manera, también ha quedado en el tiempo presente un remanente conforme a la elección de la gracia {de Dios.}
Y si el primer pedazo {de masa} es santo, también lo es {toda} la masa; y si la raíz es santa, también lo son las ramas.
Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: severidad para con los que cayeron, pero para ti, bondad de Dios si permaneces en {Su} bondad. De lo contrario también tú serás cortado.
Y también ellos, si no permanecen en {su} incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para injertarlos de nuevo.
así también ahora éstos han sido desobedientes, para que por la misericordia mostrada a ustedes, también a ellos ahora les sea mostrada misericordia.
Por tanto, es necesario someterse, no sólo por razón del castigo, sino también por causa de la conciencia.
Pues por esto también ustedes pagan impuestos, porque {los gobernantes} son servidores de Dios, dedicados precisamente a esto.
Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O también, tú, ¿por qué desprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Dios.
Por tanto, acéptense los unos a los otros, como también Cristo nos aceptó para la gloria de Dios.
En cuanto a ustedes, hermanos míos, yo mismo estoy también convencido de que ustedes están llenos de bondad, llenos de todo conocimiento y capaces también de amonestarse los unos a los otros.
Sí, tuvieron a bien {hacerlo,} y {a la verdad que} están en deuda con ellos. Porque si los Gentiles han participado de sus bienes espirituales, también están obligados a servir a los santos en los bienes materiales.
para que la reciban en el Señor de una manera digna de los santos, y que la ayuden en cualquier asunto en que ella necesite de ustedes, porque ella también ha ayudado a muchos y {aun} a mí mismo.
los cuales expusieron su vida por mí, a quienes no sólo yo doy gracias, sino también todas las iglesias de los Gentiles.
{Saluden} también a la iglesia que está en su casa. Saluden a mi querido {hermano} Epeneto, que es el primer convertido a Cristo en Asia (provincia occidental de Asia Menor).
Saluden a Andrónico y a Junias, mis parientes y compañeros de prisión, que se destacan entre los apóstoles {y} quienes también vinieron a Cristo antes que yo.
Saluden a Rufo, escogido en el Señor, también a su madre y mía.
Timoteo, mi colaborador, los saluda, y {también} Lucio, Jasón y Sosípater, mis parientes.