'Te' en la Biblia
- 1.Gé 3:11-Gé 41:39
- 2.Gé 41:41-Éx 33:22
- 3.Éx 34:11-Deuteronomio 7:24
- 4.Deuteronomio 8:2-Deuteronomio 20:17
- 5.Deuteronomio 21:1-Jueces 5:31
- 6.Jueces 6:14-1 Samuel 20:22
- 7.1 Samuel 20:29-1 Reyes 3:12
- 8.1 Reyes 3:13-2 Reyes 20:6
- 9.2 Reyes 22:19-Job 22:26
- 10.Job 22:27-Salmos 66:4
- 11.Salmos 66:13-Proverbios 6:25
- 12.Proverbios 7:5-Isaías 42:6
- 13.Isaías 43:1-Jeremías 12:5
- 14.Jeremías 12:6-Ezequiel 3:25
- 15.Ezequiel 3:27-Ezequiel 35:11
- 16.Ezequiel 35:14-Mateo 5:29
- 17.Mateo 5:30-Lucas 11:27
- 18.Lucas 11:36-Hechos 22:21
- 19.Hechos 23:3-Apocalipsis 21:9
Dijo más el Faraón a José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de Egipto.
Y Rubén habló a su padre, diciendo: Harás morir a mis dos hijos, si no te lo devolviere; entrégalo en mi mano, que yo lo devolveré a ti.
Si enviares a nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento:
Yo te respondo por él; a mí me pedirás cuenta de él: si yo no te lo volviere y lo pusiere delante de ti, cargaré ante ti el pecado para siempre;
He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo volvimos a traer desde la tierra de Canaán; ¿cómo, pues, habíamos de hurtar de casa de tu señor plata ni oro?
Entonces Judá se llegó a él, y dijo: Te ruego señor mío, que hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues que tú eres como el Faraón.
Porque tu siervo salió por fiador por el joven con mi padre, diciendo: Si no te lo devolviere, entonces yo cargaré con el pecado ante mi padre para siempre;
te ruego pues que quede ahora tu siervo por el joven por siervo de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos.
Daos prisa, id a mi padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven a mí, no te detengas.
Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes.
Y dijo: Yo soy el Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender a Egipto, porque yo te pondré allí en gran gente.
Yo descenderé contigo a Egipto, y yo también te haré volver; y José pondrá su mano sobre tus ojos.
Dijeron además al Faraón: Por morar en esta tierra hemos venido; porque no hay pasto para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es grave en la tierra de Canaán; por tanto, te rogamos ahora que habiten tus siervos en la tierra de Gosén.
Y llegaron los días de Israel para morir, y llamó a José su hijo, y le dijo: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que pongas tu mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad; te ruego que no me entierres en Egipto;
y me dijo: He aquí, yo te hago crecer, y te multiplicaré, y te pondré por estirpe de pueblos; y daré esta tierra a tu simiente después de ti por heredad perpetua.
Y ahora tus dos hijos Efraín y Manasés, que te nacieron en la tierra de Egipto, antes que viniera a ti a la tierra de Egipto, míos son; como Rubén y Simeón, serán míos;
Y yo te he dado a ti una parte sobre tus hermanos, la cual tomé yo de mano del amorreo con mi espada y con mi arco.
Corriente como las aguas, no seas el principal; por cuanto subiste al lecho de tu padre; entonces te envileciste, subiendo a mi estrado.
Judá, te alabarán tus hermanos: tu mano en la cerviz de tus enemigos; los hijos de tu padre se inclinarán a ti.
del Dios de tu padre, el cual te ayudará, y del Omnipotente, el cual te bendecirá con bendiciones de los cielos de arriba, con bendiciones del abismo que está abajo, con bendiciones de los pechos y del vientre.
Así diréis a José: Te ruego que perdones ahora la maldad de tus hermanos, y su pecado, porque mal te galardonaron; por tanto ahora te rogamos que perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró mientras hablaban.
Entonces su hermana dijo a la hija del Faraón: ¿Iré a llamarte un ama de las hebreas, para que te críe este niño?
a la cual dijo la hija de Faraón: Lleva este niño, y críamelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño, y lo crió.
Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo, y dijo: Ciertamente esto ha sido descubierto.
Y dijo: No te acerques; quita tus zapatos de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es.
Ven por tanto ahora, y te enviaré al Faraón, para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel, de Egipto.
Y él le respondió: Porque yo estaré contigo; y esto te será por señal de que yo te he enviado: luego que hubieres sacado este pueblo de Egipto, serviréis a Dios sobre este monte.
Entonces Moisés respondió, y dijo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No se te ha aparecido el SEÑOR.
Por esto creerán que se te ha aparecido el SEÑOR Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob.
Si aconteciere, que no te creyeren, ni oyeren la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera.
Ahora pues, ve, que yo seré en tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.
Entonces el SEÑOR se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y aun he aquí que él te saldrá a recibir, y viéndote, se alegrará en su corazón.
Y él hablará por ti al pueblo; y él te será por boca, y tú serás a él por Dios.
Y yo te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; por tanto, he aquí yo mato a tu hijo, tu primogénito.
Entonces el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: Yo soy el SEÑOR; di al Faraón rey de Egipto todas las cosas que yo te digo a ti.
El SEÑOR dijo a Moisés: Mira, yo te he constituido por dios del Faraón, y tu hermano Aarón será tu profeta.
Tú dirás todas las cosas que yo te mandare, y Aarón tu hermano hablará al Faraón, para que deje ir de su tierra a los hijos de Israel.
Porque a la verdad yo te he puesto para declarar en ti mi potencia, y que mi Nombre sea contado en toda la tierra.
Tú aún te ensalzas contra mi pueblo para no dejarlos ir.
Mas yo te conozco a ti y a tus siervos de antes que temieseis de la presencia del SEÑOR Dios.
Y cuando el SEÑOR te hubiere metido en la tierra del cananeo, y del heteo, y del amorreo, y del heveo, y del jebuseo, la cual juró a tus padres que te daría, tierra que destila leche y miel, harás este servicio en este mes.
Y te será como una señal sobre tu mano, y como una memoria delante de tus ojos, para que la ley del SEÑOR esté en tu boca; por cuanto con mano fuerte te sacó el SEÑOR de Egipto.
Y cuando el SEÑOR te hubiere metido en la tierra del cananeo, como te ha jurado a ti y a tus padres, y cuando te la hubiere dado,
Y cuando mañana te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué es esto? Le dirás: El SEÑOR nos sacó con mano fuerte de Egipto, de casa de servidumbre;
Te será, pues, como una señal sobre tu mano, y por un memorial delante de tus ojos: Que el SEÑOR nos sacó de Egipto con mano fuerte.
¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo: Déjanos servir a los egipcios? Que mejor nos fuera servir a los egipcios, que morir nosotros en el desierto.
y dijo: Si oyeres atentamente la voz del SEÑOR tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad, de las que envié a los egipcios, te enviaré a ti; porque yo soy el SEÑOR tu Sanador.
Y viendo el suegro de Moisés todo lo que él hacía con el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces tú con el pueblo? ¿Por qué te sientas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta la tarde?
Oye ahora mi voz; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Está tú por el pueblo delante de Dios, y somete tú los asuntos a Dios.
Si esto hicieres, y Dios te mandare, tú podrás persistir, y todo este pueblo se irá también en paz a su lugar.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre. Y Moisés denunció las palabras del pueblo al SEÑOR.
Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de siervos.
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de cosa que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy el SEÑOR tu Dios, fuerte, celoso, que visito la iniquidad de los padres sobre los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, de los que me aborrecen,
Te acordarás del día de reposo, para santificarlo:
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean alargados sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas; en cualquier lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi Nombre, vendré a ti, y te bendeciré.
Mas el que no armó asechanzas, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te pondré lugar al cual ha de huir.
Si dieres a mi pueblo dinero prestado, al pobre que está contigo, no te portarás con él como usurero, ni le impondrás intereses.
No admitirás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso.
Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás entonces desamparado? Sin falta le ayudarás a levantarlo.
De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío.
La fiesta de los ázimos guardarás: Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo señalado del mes de Abib; porque en él salisteis de Egipto; y ninguno comparecerá vacío delante de mí.
He aquí yo envío el Angel delante de ti para que te guarde en el camino, y te introduzca en el lugar que yo he preparado.
Pero si en verdad oyeres su voz, e hicieres todo lo que yo te dijere, seré enemigo a tus enemigos, y afligiré a los que te afligieren.
Porque mi Angel irá delante de ti, y te introducirá a la tierra del amorreo, y del heteo, y del ferezeo, y del cananeo, y del heveo, y del jebuseo, a los cuales yo haré cortar.
No te inclinarás a sus dioses, ni los servirás, ni harás como ellos hacen; antes los destruirás del todo, y quebrarás del todo sus imágenes.
Yo enviaré mi terror delante de ti, y consternaré a todo pueblo donde tú entrares, y te daré la cerviz de todos tus enemigos.
Poco a poco los echaré de delante de ti, hasta que te multipliques y tomes la tierra por heredad.
En tu tierra no habitarán, para que por ventura no te hagan pecar contra mí sirviendo a sus dioses; porque te será de tropiezo.
Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: Sube a mí al monte, y espera allá, y te daré tablas de piedra, con la ley, y los mandamientos que he escrito para enseñarles.
Conforme a todo lo que yo te mostrare, la semejanza del tabernáculo, y la semejanza de todos sus vasos, así lo haréis.
Y pondrás en el arca el testimonio que yo te daré.
Y pondrás el asiento de la reconciliación sobre el arca, y en el arca pondrás el testimonio que yo te daré.
Y de allí me testificaré a ti, y hablaré contigo de sobre el asiento de la reconciliación, de entre los dos querubines que estarán sobre el arca del testimonio, todo lo que yo te mandaré para los hijos de Israel.
Y mira, y hazlos conforme a su semejanza, que te ha sido mostrado en el monte.
Y alzarás el tabernáculo conforme a su traza que te fue mostrada en el monte.
De tablas lo harás, hueco; de la manera que te fue mostrado en el monte, así lo harán.
Y tú mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite de olivas, claro, molido, para el alumbrado, para hacer arder continuamente las lámparas.
Así pues harás a Aarón y a sus hijos, conforme a todas las cosas que yo te he mandado; por siete días los consagrarás.
Y lo pondrás delante del velo que está junto al arca del testimonio, delante del asiento de la reconciliación que está sobre el testimonio, donde yo te testificaré de mí.
y molerás alguna de ella pulverizándola, y la pondrás delante del testimonio en el tabernáculo del testimonio, donde yo te testificaré de mí. Os será cosa santísima.
Como la confección que harás, no os haréis otra según su composición: santidad te será para el SEÑOR.
Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado.
y el aceite de la unción, y el incienso aromático para el santuario; harán conforme a todo lo que te he mandado.
el cual los tomó de las manos de ellos, y lo formó con buril, e hizo de ello un becerro de fundición. Entonces dijeron: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.
Presto se han apartado del camino que yo les mandé, y se han hecho un becerro de fundición, y lo han adorado, y le han ofrecido sacrificios, y han dicho: Israel, estos son tus dioses, que te sacaron de la tierra de Egipto.
Ahora pues, déjame que se encienda mi furor en ellos, y los consuma; y a ti yo te pondré sobre gran gente.
Y dijo Moisés a Aarón: ¿Qué te ha hecho este pueblo, que has traído sobre él tan gran pecado?
Entonces volvió Moisés al SEÑOR, y dijo: Yo te ruego, pues, este pueblo ha cometido un gran pecado, porque se hicieron dioses de oro,
Ve pues ahora, lleva a este pueblo donde te he dicho; he aquí mi ángel irá delante de ti; que en el día de mi visitación yo visitaré en ellos su pecado.
A la tierra que fluye leche y miel; porque yo no subiré en medio de ti, porque eres pueblo de dura cerviz, para que no te consuma en el camino.
Porque el SEÑOR había dicho a Moisés: Di a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz; en un momento subiré en medio de ti, y te consumiré; quítate pues ahora tus atavíos, para que yo sepa lo que te he de hacer.
Y dijo Moisés al SEÑOR: Mira, tú me dices a mí: Saca este pueblo; y tú no me has declarado a quién has de enviar conmigo; sin embargo, tú dices: Yo te he conocido por tu nombre, y has hallado también gracia en mis ojos.
Ahora, pues, si he hallado ahora gracia en tus ojos, te ruego que me muestres tu camino, para que te conozca, para que halle gracia en tus ojos; y mira que tu pueblo es esta gente.
Y él dijo: Mis faces irán delante de ti, y te haré descansar.
Y el SEÑOR dijo a Moisés: También haré esto que has dicho, por cuanto has hallado gracia en mis ojos, y yo te he conocido por tu nombre.
El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.
y será que, cuando pasare mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado.
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 3:11-Gé 41:39
- 2.Gé 41:41-Éx 33:22
- 3.Éx 34:11-Deuteronomio 7:24
- 4.Deuteronomio 8:2-Deuteronomio 20:17
- 5.Deuteronomio 21:1-Jueces 5:31
- 6.Jueces 6:14-1 Samuel 20:22
- 7.1 Samuel 20:29-1 Reyes 3:12
- 8.1 Reyes 3:13-2 Reyes 20:6
- 9.2 Reyes 22:19-Job 22:26
- 10.Job 22:27-Salmos 66:4
- 11.Salmos 66:13-Proverbios 6:25
- 12.Proverbios 7:5-Isaías 42:6
- 13.Isaías 43:1-Jeremías 12:5
- 14.Jeremías 12:6-Ezequiel 3:25
- 15.Ezequiel 3:27-Ezequiel 35:11
- 16.Ezequiel 35:14-Mateo 5:29
- 17.Mateo 5:30-Lucas 11:27
- 18.Lucas 11:36-Hechos 22:21
- 19.Hechos 23:3-Apocalipsis 21:9