'Toda' en la Biblia
Oyendo esto el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él.
Entonces salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la región de alrededor del Jordán;
Pero Jesús respondió, y le dijo: Deja ahora; porque nos es preciso cumplir así toda justicia. Entonces le dejó.
Pero Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Y recorría Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.
Y corrió su fama por toda Siria. Y le traían a todos los enfermos que eran tomados de diversas enfermedades y tormentos; los endemoniados, los lunáticos y los paralíticos; y los sanaba.
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.
pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.
Y he aquí, toda la ciudad salió a encontrar a Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos.
Y la fama de esto salió por toda aquella tierra.
Pero cuando ellos salieron, divulgaron su fama por toda aquella tierra.
Y recorría Jesús todas las ciudades y aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y todo achaque en el pueblo.
Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio potestad contra los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y sanasen toda enfermedad y toda dolencia.
Y conociendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo, es asolado; y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.
Pero yo os digo que de toda palabra ociosa que los hombres hablaren, de ella darán cuenta en el día del juicio.
Y grandes multitudes se juntaron a Él, y entrando Él en una barca, se sentó, y toda la multitud estaba a la ribera.
Asimismo el reino de los cielos es semejante a una red, que fue echada en el mar, y atrapó de toda clase;
Y cuando le reconocieron los hombres de aquel lugar, enviaron por toda aquella tierra alrededor, y trajeron a Él todos los enfermos,
Mas Él respondió y dijo: Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada.
Mas si no te oyere, toma aún contigo uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra.
Entonces llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné porque me rogaste.
Y entrando Él en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió, diciendo: ¿Quién es Éste?
Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
De estos dos mandamientos pende toda la ley y los profetas.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.
para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que ha sido derramada sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Baraquías, al cual matasteis entre el templo y el altar.
Entonces los soldados del gobernador llevaron a Jesús al pretorio, y reunieron alrededor de Él a toda la cuadrilla;
Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
Y Jesús vino y les habló, diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
Y salía a él toda la provincia de Judea, y los de Jerusalén, y eran todos bautizados por él en el río Jordán, confesando sus pecados.
Y pronto corrió su fama por toda la región alrededor de Galilea.
Y predicaba en las sinagogas de ellos por toda Galilea, y echaba fuera los demonios.
Y volvió a irse al mar; y toda la multitud venía a Él, y les enseñaba.
Y otra vez comenzó a enseñar junto al mar, y una gran multitud se reunió alrededor de Él; tanto que entró en una barca, y se sentó en ella en el mar, y toda la multitud estaba en tierra junto al mar.
Entonces la mujer, temiendo y temblando, sabiendo lo que en ella había sido hecho, vino y se postró delante de Él, y le dijo toda la verdad.
y corriendo a través de toda la región de alrededor, comenzaron a traer en lechos a los que estaban enfermos, a donde oían que estaba.
Y llamando a sí a toda la multitud, les dijo: Oídme todos, y entended:
Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con todas tus fuerzas. Éste es el principal mandamiento.
Y el amarle con todo el corazón, y con todo el entendimiento, y con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios.
Entonces los soldados le llevaron dentro de la sala que es llamada Pretorio; y convocaron a toda la cohorte.
Y cuando vino la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando a la hora del incienso.
Y él vino por toda la tierra alrededor del Jordán predicando el bautismo del arrepentimiento para la remisión de pecados,
Y Jesús, respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra de Dios.
Y le dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a mí me es entregada, y a quien quiero la doy.
Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de Él por un tiempo.
Y Jesús volvió en el poder del Espíritu a Galilea, y salió su fama por toda la tierra de alrededor.
Pero en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, en que hubo una gran hambre en toda la tierra;
Y respondiendo Simón, le dijo: Maestro, hemos trabajado toda la noche, y nada hemos pescado; mas en tu palabra echaré la red.
Y descendió con ellos, y se detuvo en un lugar llano, en compañía de sus discípulos y de una gran multitud de gente de toda Judea y de Jerusalén, y de la costa de Tiro y de Sidón, que habían venido para oírle, y para ser sanados de sus enfermedades;
Y toda la multitud procuraba tocarle; porque poder salía de Él, y sanaba a todos.
Y esta fama de Él salió por toda Judea, y por toda la región de alrededor.
Entonces toda la multitud de la tierra de los gadarenos alrededor, le rogó que se fuese de ellos; porque tenían gran temor. Y Él, subiendo en la barca, se volvió.
Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo. Y él se fue, publicando por toda la ciudad cuán grandes cosas había hecho Jesús con él.
Y Él les dijo: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a menos que vayamos a comprar alimentos para toda esta multitud.
Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, y los envió de dos en dos delante de su faz, a toda ciudad y lugar a donde Él había de venir.
He aquí os doy potestad de hollar sobre las serpientes y sobre los escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada en ningún modo os dañará.
Y él respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza; mas el juicio y el amor de Dios pasáis por alto. Esto os era necesario hacer, sin dejar de hacer lo otro.
Considerad los lirios, cómo crecen; no labran, ni hilan; y os digo que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos.
Y cuando Él llegó ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzaron a alabar a Dios a gran voz por todas las maravillas que habían visto,
Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.
Levantándose entonces toda la multitud de ellos, le llevaron a Pilato.
Mas ellos porfiaban, diciendo: Alborota al pueblo, enseñando por toda Judea, comenzando desde Galilea hasta aquí.
Mas toda la multitud dio voces a una, diciendo: Fuera con Éste, y suéltanos a Barrabás.
Y era como la hora sexta, y hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
Y toda la multitud de los que estaban presentes en este espectáculo, viendo lo que había acontecido, se volvían golpeándose el pecho.
Entonces el padre entendió que aquella hora era cuando Jesús le dijo: Tu hijo vive; y creyó él, y toda su casa.
ni consideráis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca.
Pero cuando el Espíritu de verdad venga, Él os guiará a toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber las cosas que han de venir.
Como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste.
Y cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestiduras e hicieron cuatro partes, para cada soldado una parte; y también su túnica, y la túnica era sin costura, toda tejida desde arriba.
pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo; y me seréis testigos, a la vez, en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que corría, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
Y será que en los postreros días, dice Dios: Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne; Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Y vuestros jóvenes verán visiones; Y vuestros ancianos soñarán sueños:
Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús que vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Y vino temor sobre toda persona: y muchas maravillas y señales eran hechas por los apóstoles.
Y será, que toda alma que no oyere a aquel Profeta, será desarraigada del pueblo.
Y vino gran temor sobre toda la iglesia, y sobre todos los que oyeron estas cosas.
diciendo: De cierto, la cárcel hemos hallado cerrada con toda seguridad, y los guardas afuera de pie ante las puertas; pero cuando abrimos, a nadie hallamos dentro.
Y lo dicho agradó a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, y a Prócoro, y a Nicanor, y a Timón, y a Parmenas, y a Nicolás, un prosélito de Antioquía.
y le libró de todas sus aflicciones, y le dio gracia y sabiduría en la presencia de Faraón, rey de Egipto, el cual le puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.
Vino entonces hambre en toda la tierra de Egipto y de Canaán, y grande aflicción; y nuestros padres no hallaban alimentos.
Y enviando José, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en número de setenta y cinco almas.
Y Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en palabras y en hechos.
Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, y Galilea, y Samaria, y eran edificadas, andando en el temor del Señor; y en el consuelo del Espíritu Santo se multiplicaban.
Esto fue notorio por toda Jope; y muchos creyeron en el Señor.
piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, que daba muchas limosnas al pueblo y oraba a Dios siempre.
en el cual había de toda clase de cuadrúpedos terrestres, y fieras, y reptiles, y aves del cielo.
Y ellos dijeron: Cornelio, el centurión, varón justo y temeroso de Dios, y de buen testimonio en toda la nación de los judíos, fue avisado de Dios por un santo Ángel, de hacerte venir a su casa, y oír de ti palabras.
sino que en toda nación, del que le teme y hace justicia, Él se agrada.
Palabra que, vosotros sabéis, fue publicada por toda Judea; comenzando desde Galilea después del bautismo que Juan predicó,
el cual te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa.
Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que había de haber una gran hambre en toda la tierra; lo cual sucedió en tiempo de Claudio César.
dijo: Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia: ¿No cesarás de torcer los caminos rectos del Señor?
Y quitado éste, les levantó por rey a David, del cual dio también testimonio, diciendo: He hallado a David, hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, el cual hará toda mi voluntad.
Y el sábado siguiente se reunió casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios.
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