'Vino' en la Biblia
Cuando el mensajero vino y le avisó: ``Han traído las cabezas de los hijos del rey," él dijo: ``Pónganlas en dos montones a la entrada de la puerta hasta la mañana."
Entonces Joás, rey de Israel, capturó a Amasías, rey de Judá, hijo de Joás, hijo de Ocozías, en Bet Semes. Después vino a Jerusalén y derribó la muralla de Jerusalén desde la puerta de Efraín hasta la Puerta del Angulo, 180 metros (400 codos).
Entonces Manahem, hijo de Gadi, subió de Tirsa y vino a Samaria, e hirió a Salum, hijo de Jabes, en Samaria, y lo mató y reinó en su lugar.
Pul (Tiglat Pileser III), rey de Asiria, vino contra el país, y Manahem dio a Pul 34 toneladas de plata para que su mano estuviera con él para fortalecer el reino bajo su mando.
En los días de Peka, rey de Israel, vino Tiglat Pileser, rey de Asiria, y tomó Ijón, Abel Bet Maaca, Janoa, Cedes, Hazor, Galaad y Galilea, toda la tierra de Neftalí; y se los llevó cautivos a Asiria.
Cuando vino el rey de Damasco y vio el altar, el rey se acercó al altar y subió hasta él;
Y vino uno de los sacerdotes que habían llevado al destierro desde Samaria, y habitó en Betel (Casa de Dios), y les enseñó cómo habían de temer al SEÑOR.
hasta que yo venga y los lleve a una tierra como la tierra de ustedes, tierra de grano y de vino nuevo, tierra de pan y de viñas, tierra de olivos y de miel, para que vivan y no mueran." Pero no escuchen a Ezequías porque los engaña, diciendo: ``El SEÑOR nos librará."
``Por el camino que vino, por él se volverá, y no entrará en esta ciudad,"' declara el SEÑOR.
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte. Y vino a él el profeta Isaías, hijo de Amoz, y le dijo: ``Así dice el SEÑOR: `Pon tu casa en orden, porque morirás y no vivirás.'"
Y antes que Isaías hubiera salido del patio central, vino a él la palabra del SEÑOR, diciendo:
Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le dijo: `` ¿Qué han dicho esos hombres y de dónde han venido a ti?" Y Ezequías respondió: ``Han venido de un país lejano, de Babilonia."
Y el escriba Safán vino al rey, y trajo palabra al rey, diciendo: ``Sus siervos han tomado el dinero que se halló en la casa, y lo han puesto en mano de los obreros encargados de supervisar la casa del SEÑOR."
Entonces dijo: `` ¿Qué monumento es éste que veo?" Y los hombres de la ciudad le dijeron: ``Es el sepulcro del hombre de Dios que vino de Judá y proclamó estas cosas que has hecho contra el altar de Betel."
Y él dijo: ``Déjenlo en paz; que nadie moleste sus huesos." Así dejaron sus huesos intactos con los huesos del profeta que vino de Samaria.
Y en el noveno año de su reinado, en el décimo mes, el {día} diez del mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército contra Jerusalén, acampó contra ella y construyó un muro de asedio alrededor de ella.
En el mes quinto, a los siete {días} del mes, en el año diecinueve de Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, siervo del rey de Babilonia.
Pero sucedió que en el séptimo mes, Ismael, hijo de Netanías, hijo de Elisama, de la familia real, vino con diez hombres e hirió a Gedalías, y éste murió junto con los Judíos y los Caldeos que estaban con él en Mizpa.
Otros de ellos también fueron puestos a cargo del mobiliario, de todos los utensilios del santuario, de la flor de harina, del vino, del aceite, del incienso y de las especias.
Entonces el Espíritu vino sobre Amasai, jefe de los treinta, {el cual dijo:} ``Tuyos {somos,} oh David, Y contigo {estamos,} hijo de Isaí. Paz, paz a ti, Y paz al que te ayuda; Ciertamente tu Dios te ayuda." Entonces David los recibió y los hizo capitanes del grupo.
También, los que estaban cerca de ellos, {y} hasta los de Isacar, Zabulón y Neftalí, trajeron víveres en asnos, camellos, mulos y bueyes; grandes cantidades de tortas de harina, tortas de higos y racimos de uvas pasas, vino, aceite, bueyes y ovejas. Verdaderamente había alegría en Israel.
" ¿Y qué otra nación en la tierra es como Tu pueblo Israel, al cual Dios vino a redimir {como} pueblo para Sí, a fin de darte un nombre {por medio} de cosas grandes y terribles, al echar naciones de delante de Tu pueblo, al que rescataste de Egipto?
Entonces vino Gad a David y le dijo: ``Así dice el SEÑOR: `Escoge para ti:
"Pero vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: `Tú has derramado sangre en abundancia, y has emprendido grandes guerras. No edificarás una casa a Mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de Mí.
"Por mi parte yo daré a tus siervos, los trabajadores que cortan la madera, 4.4 millones de litros (20,000 coros) de trigo en grano, y 4.4 millones de litros de cebada, y 444,000 litros (20,000 batos) de vino, y 444,000 litros de aceite."
"Ahora pues, envíe mi señor a sus siervos el trigo, la cebada, el aceite y el vino, de los cuales ha hablado.
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, vino a Jerusalén a probar a Salomón con preguntas difíciles. Ella tenía un séquito muy grande, con camellos cargados de especias y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón.
Y enviaron a llamarlo. Entonces vino con todo Israel, y hablaron a Roboam:
Entonces vino Jeroboam con todo el pueblo a Roboam al tercer día como el rey lo había dicho: `Vuelvan a mí al tercer día.'
Pero la palabra del SEÑOR vino a Semaías, hombre de Dios, diciendo:
También reforzó las fortalezas y puso comandantes en ellas, y provisiones de víveres, aceite y vino.
con 1,200 carros y 60,000 hombres de a caballo. Y era innumerable el pueblo que vino con él de Egipto: los Libios, los Suquienos y los Etíopes.
Entonces el profeta Semaías vino a Roboam y a los príncipes de Judá que se habían reunido en Jerusalén por causa de Sisac, y les dijo: ``Así dice el SEÑOR: `Ustedes me han abandonado, por eso también Yo los abandono en manos de Sisac.'"
Cuando el SEÑOR vio que se habían humillado, vino la palabra del SEÑOR a Semaías, diciendo: ``Se han humillado; no los destruiré, sino que les concederé cierta libertad y Mi furor no se derramará sobre Jerusalén por medio de Sisac.
Zera el etíope salió contra ellos con un ejército de 1,000,000 {de hombres} y 300 carros, y vino hasta Maresa.
El Espíritu de Dios vino sobre Azarías, hijo de Oded,
En ese tiempo el vidente Hananí vino a Asa, rey de Judá, y le dijo: ``Por cuanto te has apoyado en el rey de Aram y no te has apoyado en el SEÑOR tu Dios, por eso el ejército del rey de Aram ha escapado de tu mano.
Y el terror del SEÑOR vino sobre todos los reinos de las tierras que {estaban} alrededor de Judá, y no hicieron guerra contra Josafat.
Cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: ``Este es el rey de Israel;" y se desviaron para pelear contra él. Pero Josafat clamó, y el SEÑOR vino en su ayuda, y Dios los apartó de él,
Entonces el Espíritu del SEÑOR vino en medio de la asamblea sobre Jahaziel, hijo de Zacarías, hijo de Benaía, hijo de Jeiel, hijo de Matanías, Levita de los hijos de Asaf,
Y vino el terror de Dios sobre todos los reinos de aquellas tierras cuando oyeron que el SEÑOR había peleado contra los enemigos de Israel.
La destrucción de Ocozías vino de Dios, por ir a {visitar} a Joram. Pues cuando llegó, salió con Joram contra Jehú, hijo de Nimsi, a quien el SEÑOR había ungido para exterminar la casa de Acab.
Abandonaron la casa del SEÑOR, el Dios de sus padres, y sirvieron a las Aseras y a los ídolos; entonces vino la ira {de Dios} sobre Judá y Jerusalén a causa de esta culpa suya.
Entonces el Espíritu de Dios vino sobre Zacarías, hijo del sacerdote Joiada. El se puso en pie, {en un lugar} más alto que el pueblo, y les dijo: ``Así ha dicho Dios: ` ¿Por qué quebrantan ustedes los mandamientos del SEÑOR y no prosperan ? Por haber abandonado al SEÑOR, El también los ha abandonado.'"
Ciertamente, el ejército de los Arameos vino con pocos hombres; sin embargo, el SEÑOR entregó a un ejército muy grande en sus manos, porque los de Judá habían abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres. Así ejecutaron juicio contra Joás.
Pero un hombre de Dios vino a Amasías y le dijo: ``Oh rey, no permita que el ejército de Israel vaya con usted, porque el SEÑOR no está con Israel {ni con} ninguno de los hijos de Efraín.
Y vino contra él Tilgat Pilneser, rey de Asiria, y lo afligió en vez de fortalecerlo.
"Por tanto, la ira del SEÑOR vino contra Judá y Jerusalén, y El los hizo objeto de espanto, de horror y de burla, como ustedes {lo} ven con sus propios ojos.
Y se regocijó toda la asamblea de Judá, junto con los sacerdotes, los Levitas y todo el pueblo que vino de Israel, tanto los peregrinos que vinieron de la tierra de Israel como los que habitaban en Judá.
Tan pronto como se divulgó la orden, los Israelitas proveyeron en abundancia las primicias de grano, vino nuevo, aceite, miel y de todo producto del campo. Trajeron el diezmo de todo en abundancia.
Después de estos actos de fidelidad, Senaquerib, rey de Asiria, vino e invadió a Judá y sitió las ciudades fortificadas, y mandó conquistarlas para sí.
Pero Ezequías no correspondió al bien que había recibido, porque su corazón era orgulloso; por tanto, la ira vino sobre él, sobre Judá y sobre Jerusalén.
Pero después Ezequías se humilló, {quitando} el orgullo de su corazón, tanto él como los habitantes de Jerusalén, de modo que no vino sobre ellos la ira del SEÑOR en los días de Ezequías.
{Hizo} también almacenes para el producto de granos, vino y aceite, corrales para toda clase de ganado y rediles para los rebaños.
Sin embargo, Josías no quiso retirarse de él, sino que se disfrazó para combatir contra él. Tampoco escuchó las palabras de Necao {que venían} de boca de Dios, sino que vino a entablar batalla en la llanura de Meguido.
~`Entonces aquel Sesbasar vino {y} puso los cimientos de la casa de Dios que {está} en Jerusalén; y desde entonces hasta ahora se sigue construyendo, pero aún no está terminada.'
"Y todo lo que se necesite: novillos, carneros y corderos para holocausto al Dios del cielo, {y} trigo, sal, vino y aceite de unción, según lo pidan los sacerdotes que {están} en Jerusalén, se les dará día por día sin falta,
hasta 3.4 toneladas de plata, 22,000 litros (100 coros) de trigo, 2,200 litros (100 batos) de vino, 2,200 litros de aceite y sal sin medida.
vino Hananí, uno de mis hermanos, con algunos hombres de Judá, y les pregunté por los Judíos, los que habían escapado {y} habían sobrevivido a la cautividad, y por Jerusalén.
Aconteció que en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, {estando ya} el vino delante de él, tomé el vino y se lo di al rey. Yo nunca había estado triste en su presencia.
"Les ruego que hoy mismo les devuelvan sus campos, sus viñas, sus olivares y sus casas; también la centésima {parte} del dinero y del grano, del vino nuevo y del aceite que están exigiendo de ellos."
Pero los gobernadores anteriores que me precedieron gravaban al pueblo y tomaban de ellos cuarenta siclos (456 gramos) de plata además del pan y del vino; también sus sirvientes oprimían al pueblo. Pero yo no hice así, a causa del temor de Dios.
Lo que se preparaba para cada día era un buey {y} seis ovejas escogidas, también eran preparadas aves para mí; cada diez días {se proveía} en abundancia toda clase de vino. Y con todo esto, no reclamé el pan del gobernador, porque la servidumbre era pesada sobre este pueblo.
También traeremos las primicias de nuestra harina y nuestras ofrendas del fruto de todo árbol, del vino nuevo y del aceite para los sacerdotes a las cámaras de la casa de nuestro Dios, y el diezmo de nuestras cosechas a los Levitas, porque los Levitas son los que reciben los diezmos en todas las ciudades donde trabajamos.
Porque los Israelitas y los hijos de Leví llevan la contribución del cereal, del vino nuevo y del aceite a las cámaras; allí están los utensilios del santuario, los sacerdotes que ministran, los porteros y los cantores. Así no descuidaremos la casa de nuestro Dios.
le había preparado una habitación amplia, donde anteriormente se colocaban las ofrendas de cereal, el incienso, los utensilios, y los diezmos del cereal, del vino nuevo y del aceite prescritos para los Levitas, los cantores y los porteros, y las contribuciones para los sacerdotes.
Entonces todo Judá trajo el diezmo del cereal, del vino nuevo y del aceite a los almacenes.
En aquellos días vi en Judá a algunos que pisaban los lagares en el día de reposo, y traían manojos de trigo y {los} cargaban en asnos, y también vino, uvas, higos y toda clase de carga, y {los} traían a Jerusalén en el día de reposo. Y {los} amonesté por el día en que vendían los víveres.
Las bebidas {se servían} en vasijas de oro de diferentes formas, y el vino real abundaba conforme a la liberalidad del rey.
Al séptimo día, cuando el corazón del rey estaba alegre a causa del vino, él ordenó a Mehumán, a Bizta, a Harbona, a Bigta, a Abagta, a Zetar y a Carcas, los siete eunucos que servían en la presencia del rey Asuero,
``Traigan pronto a Amán para que hagamos como Ester desea," dijo el rey. Y el rey vino con Amán al banquete que Ester había preparado.
Y mientras bebían el vino en el banquete, el rey dijo a Ester: `` ¿Cuál es tu petición? Te será concedida. ¿Y cuál es tu deseo? Aun hasta la mitad del reino, se te dará."
El rey y Amán fueron {al banquete} a beber {vino} con la reina Ester.
También el segundo día, mientras bebían vino en el banquete, el rey dijo a Ester: `` ¿Cuál es tu petición, reina Ester? Te será concedida. ¿Cuál es tu deseo? Hasta la mitad del reino se te dará."
Y dejando de beber vino, el rey se levantó lleno de furor {y salió} al jardín del palacio. Pero Amán se quedó para rogar por su vida a la reina Ester, porque vio que el mal había sido determinado contra él por el rey.
Cuando el rey volvió del jardín del palacio al lugar donde estaban bebiendo vino, Amán se había dejado caer sobre el lecho donde {se hallaba} Ester. Entonces el rey dijo: `` ¿Aún se atreve a hacer violencia a la reina estando yo en la casa?" Al salir la palabra de la boca del rey, cubrieron el rostro a Amán.
Aquel mismo día el rey Asuero dio a la reina Ester la casa de Amán, enemigo de los Judíos; y Mardoqueo vino delante del rey, porque Ester {le} había revelado lo que era él para ella.
Un día, cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse delante del SEÑOR, Satanás (el adversario) vino también entre ellos.
vino un mensajero a Job y le dijo: ``Los bueyes estaban arando y las asnas paciendo junto a ellos,
Mientras estaba éste hablando, vino otro y dijo: ``Fuego de Dios cayó del cielo y quemó las ovejas y a los criados y los consumió; sólo yo escapé para contárse{lo a usted."}
Mientras éste estaba hablando, vino otro y dijo: ``Los Caldeos formaron tres cuadrillas, se lanzaron sobre los camellos y se los llevaron, y mataron a los criados a filo de espada. Sólo yo escapé para contárse{lo a usted."}
Mientras éste estaba hablando, vino otro y dijo: ``Sus hijos y sus hijas estaban comiendo y bebiendo vino en la casa del hermano mayor,
y entonces vino un gran viento del otro lado del desierto y azotó las cuatro esquinas de la casa, y {ésta} cayó sobre los jóvenes y murieron; sólo yo escapé para contárse{lo a usted."}
Y sucedió que el día cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse delante del SEÑOR, vino también Satanás (el adversario) entre ellos para presentarse delante del SEÑOR.
Cuando esperaba yo el bien, vino el mal, Cuando esperaba la luz, vino la oscuridad.
Mi vientre es como vino sin respiradero, Está a punto de reventar como odres nuevos.
Alegría pusiste en mi corazón, Mayor que {la de ellos} cuando abundan su grano y su vino nuevo.
Cosas duras has hecho ver a Tu pueblo; Nos has dado a beber vino embriagador.
Porque hay una copa en la mano del SEÑOR, y el vino se fermenta, Lleno de mixtura, y de éste El sirve; Ciertamente lo sorberán hasta el fondo {y} lo beberán todos los impíos de la tierra.
Entonces despertó el Señor como {de un} sueño, Como guerrero vencido por el vino,
Y vino que alegra el corazón del hombre, Para que haga brillar con aceite {su} rostro, Y alimento que fortalece el corazón del hombre.
También amaba la maldición, y {ésta} vino sobre él; No se deleitó en la bendición, y ella se alejó de él.
Judá vino a ser Su santuario, Israel, Su dominio.
Entonces tus graneros se llenarán con abundancia Y tus lagares rebosarán de vino nuevo.
Porque comen pan de maldad, Y beben vino de violencia.
Ha preparado su alimento, ha mezclado su vino, Ha puesto también su mesa;
El vino es provocador, la bebida fuerte alborotadora, Y cualquiera que con ellos se embriaga no es sabio.
El que ama el placer será pobre; El que ama el vino y los ungüentos no se enriquecerá.