'Vino' en la Biblia
Después de diez días, vino la palabra del SEÑOR a Jeremías.
La palabra que vino a Jeremías para todos los Judíos que moraban en la tierra de Egipto, los que moraban en Migdol, en Tafnes, en Menfis y en la tierra de Patros:
Lo que vino como palabra del SEÑOR al profeta Jeremías acerca de las naciones.
Lo que vino como palabra del SEÑOR al profeta Jeremías acerca de los Filisteos, antes que Faraón conquistara Gaza.
Y fueron quitados la alegría y el regocijo Del campo fértil, de la tierra de Moab. He hecho que se acabe el vino de los lagares; Nadie {los} pisará con gritos {de regocijo,} {Y si hay} gritos no {serán} gritos {de júbilo.}
Palabra del SEÑOR que vino al profeta Jeremías acerca de Elam al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá:
Copa de oro {ha sido} Babilonia en la mano del SEÑOR, Que embriagaba toda la tierra. De su vino bebieron las naciones; Se enloquecieron, por tanto, las naciones.
Y aconteció que en el año noveno de su reinado, en el mes décimo, a los diez {días} del mes, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, él y todo su ejército, contra Jerusalén y acamparon contra ella, y edificaron un muro de asedio alrededor de ella.
En el mes quinto, a los diez {días} del mes, siendo el año diecinueve del rey Nabucodonosor, rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán, capitán de la guardia, que estaba al servicio del rey de Babilonia.
Dicen a sus madres: `` ¿Dónde hay grano y vino?" Mientras desfallecen como heridos En las calles de la ciudad, Mientras exhalan su espíritu En el regazo de sus madres.
la palabra del SEÑOR fue dirigida al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzi, en la tierra de los Caldeos junto al río Quebar, y allí vino sobre él la mano del SEÑOR.)
Después de los siete días vino a mí la palabra del SEÑOR:
La mano del SEÑOR vino allí sobre mí, y El me dijo: ``Levántate, ve a la llanura, y allí te hablaré."
Por la mañana vino a mí la palabra del SEÑOR:
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR:
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR:
``Dirás: `Así dice el Señor DIOS: ``Una gran águila de grandes alas, Largos piñones y espeso plumaje de muchos colores, Vino al Líbano y se llevó la copa del cedro;
``Dile ahora a la casa rebelde: ` ¿No saben lo que {significan} estas cosas?' Di: `El rey de Babilonia vino a Jerusalén, tomó a su rey y a sus príncipes y los llevó consigo a Babilonia.
Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR:
"Ellos descubrieron su desnudez, se llevaron a sus hijos y a sus hijas, y a ella la mataron a espada. Y vino a ser ejemplo para las mujeres, pues se ejecutaron juicios contra ella.
Y vino a mí la palabra del SEÑOR en el año noveno, el mes décimo, a los diez {días} del mes:
Entonces les respondí: ``La palabra del SEÑOR vino a mí, y me dijo:
En el año undécimo, el día primero del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR:
"Damasco era tu cliente por la abundancia de tus productos, por la abundancia de toda riqueza, por el vino de Helbón y la lana blanca.
En el año décimo, el {mes} décimo, a los doce {días} del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR:
En el año veintisiete, el {mes} primero, el {día} primero del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR:
En el año once, el {mes} primero, el {día} siete del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR:
En el año undécimo, el {mes} tercero, el {día} primero del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR:
En el año duodécimo, el {mes} duodécimo, el {día} primero del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR:
En el año duodécimo, el día quince del mes, vino a mí de nuevo la palabra del SEÑOR:
En el año duodécimo de nuestro destierro, a los cinco {días} del mes décimo, vino a mí un fugitivo de Jerusalén, diciendo: ``La ciudad ha sido tomada."
La mano del SEÑOR vino sobre mí, y me sacó en el Espíritu del SEÑOR, y me puso en medio del valle que estaba lleno de huesos.
En el año veinticinco de nuestro destierro, al principio del año, a los diez {días} del mes, catorce años después de haber sido tomada la ciudad, en aquel mismo día vino sobre mí la mano del SEÑOR, y me llevó allá.
Tenía el aspecto de la visión que vi, como la visión que había visto cuando El vino a destruir la ciudad; y las visiones {eran} como la visión que yo había visto junto al río Quebar. Entonces me postré sobre mi rostro.
"Ningún sacerdote beberá vino cuando entre al atrio interior.
En el tercer año del reinado de Joacim, rey de Judá, vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, a Jerusalén y la sitió.
El rey les asignó una ración diaria de los manjares del rey y del vino que él bebía, y {mandó} que los educaran por tres años, después de los cuales entrarían al servicio del rey.
Pero Daniel se propuso en su corazón no contaminarse con los manjares del rey ni con el vino que él bebía, y pidió al jefe de oficiales que {le permitiera} no contaminarse.
Así que el mayordomo siguió suprimiendo los manjares y el vino que debían beber, y les daba legumbres.
"Pero al fin vino ante mí Daniel, cuyo nombre es Beltsasar, como el nombre de mi dios, en quien está el espíritu de los dioses santos, y yo le conté mi sueño:
"Aún {estaba} la palabra en la boca del rey, cuando una voz vino del cielo: ``Rey Nabucodonosor, a ti se te declara: El reino te ha sido quitado,
Belsasar, rey {de Babilonia} ofreció un gran banquete a mil de sus nobles, y en presencia de los mil se puso a beber vino.
Mientras saboreaba el vino, Belsasar ordenó traer los vasos de oro y plata que Nabucodonosor su padre (antepasado) había sacado del templo que {estaba} en Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey y sus nobles, sus mujeres y sus concubinas.
Bebieron vino y alabaron a los dioses de oro y plata, de bronce, hierro, madera y piedra.
sino que se ha ensalzado usted contra el Señor del cielo. Y han traído delante de usted los vasos de Su templo, y usted y sus nobles, sus mujeres y sus concubinas, han estado bebiendo vino en ellos y han alabado a los dioses de plata y oro, de bronce, hierro, madera y piedra, que ni ven, ni oyen, ni entienden. Pero al Dios que tiene en Su mano su propio aliento y es dueño de todos sus caminos, no ha glorificado.
hasta que vino el Anciano de Días y se hizo justicia a favor de los santos del Altísimo, y llegó el tiempo cuando los santos tomaron posesión del reino.
No comí manjar delicado ni entró en mi boca carne ni vino, ni usé ungüento alguno, hasta que se cumplieron las tres semanas.
"Pero el príncipe del reino de Persia se me opuso por veintiún días, pero Miguel, uno de los primeros príncipes, vino en mi ayuda, ya que yo había sido dejado allí con los reyes de Persia.
Palabra del SEÑOR que vino a Oseas, hijo de Beeri, en días de Uzías, Jotam, Acaz {y} Ezequías, reyes de Judá, y en días de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel.
Pues ella no sabía que era Yo el que le daba el trigo, el vino nuevo y el aceite, Y le prodigaba la plata y el oro, {Que} ellos usaban para Baal.
Por tanto, volveré a tomar Mi trigo a su tiempo Y Mi vino nuevo a su sazón. También me llevaré Mi lana y Mi lino {Que le di} para que cubriera su desnudez.
Y la tierra responderá al trigo, al vino nuevo y al aceite, Y ellos responderán a Jezreel (Dios siembra).
La prostitución, el vino y el vino nuevo quitan el juicio.
En la fiesta de nuestro rey, los príncipes se enfermaron por el calor del vino; él extendió la mano a los provocadores,
Y no claman a Mí de corazón Cuando gimen en sus lechos; Por el trigo y el vino nuevo se reúnen, {Y} se alejan de Mí.
Ni la era ni el lagar los alimentarán, Y el vino nuevo les faltará.
No harán libaciones de vino al SEÑOR, Ni Le serán gratos sus sacrificios. {Su pan} les {será} como pan de duelo, Todos los que lo coman se contaminarán, Porque su pan será {sólo} para ellos, No entrará en la casa del SEÑOR.
Los que moran a su sombra, Cultivarán de nuevo el trigo Y florecerán como la vid. Su fama {será} como la del vino del Líbano.
Palabra del SEÑOR que vino a Joel, hijo de Petuel.
Despierten, borrachos, y lloren, Y giman todos los que beben vino, A causa del vino dulce Que les quitan de la boca.
El campo está asolado, La tierra está de duelo, Porque el grano está arruinado, El vino nuevo se seca, {Y} el aceite virgen se pierde.
El SEÑOR responderá a Su pueblo: ``Yo les enviaré grano, vino nuevo y aceite, Y se saciarán de ello, Y nunca más los entregaré al oprobio entre las naciones.
Y las eras se llenarán de grano, Y las tinajas rebosarán de vino nuevo y de aceite virgen.
También echaron suertes sobre Mi pueblo, Cambiaron un niño por una ramera, Y vendieron una niña por vino para poder beber.