'Vino' en la Biblia
Y vino Noé, y sus hijos, y su mujer, y las mujeres de sus hijos con él al arca, por las aguas del diluvio.
Y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda.
Y despertó Noé de su vino, y supo lo que había hecho con él su hijo el más joven;
Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el alcornocal de Mamre, que es en Hebrón, y edificó allí altar á Jehová.
Y en el año décimocuarto vino Chêdorlaomer, y los reyes que estaban de su parte, y derrotaron á los Raphaitas en Ashteroth-carnaim, á los Zuzitas en Ham, y á los Emitas en Shave-Kiriataim.
Y vino uno de los que escaparon, y denunciólo á Abram el Hebreo, que habitaba en el valle de Mamre Amorrheo, hermano de Eschôl y hermano de Aner, los cuales estaban confederados con Abram.
Entonces Melchîsedec, rey de Salem, sacó pan y vino; el cual era sacerdote del Dios alto;
Y ellos respondieron: Quita allá: y añadieron: Vino éste aquí para habitar como un extraño, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que á ellos. Y hacían gran violencia al varón, á Lot, y se acercaron para romper las puertas.
Ven, demos á beber vino á nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos de nuestro padre generación.
Y dieron á beber vino á su padre aquella noche: y entró la mayor, y durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó.
El día siguiente dijo la mayor á la menor: He aquí yo dormí la noche pasada con mi padre; démosle á beber vino también esta noche, y entra y duerme con él, para que conservemos de nuestro padre generación.
Y dieron á beber vino á su padre también aquella noche: y levantóse la menor, y durmió con él; pero no echó de ver cuándo se acostó ella, ni cuándo se levantó.
Empero Dios vino á Abimelech en sueños de noche, y le dijo: He aquí muerto eres á causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido.
Y murió Sara en Kiriath-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán: y vino Abraham á hacer el duelo á Sara y á llorarla.
Y fué que como vió el pendiente y los brazaletes en las manos de su hermana, que decía, Así me habló aquel hombre; vino á él: y he aquí que estaba junto á los camellos á la fuente.
Entonces el hombre vino á casa, y Labán desató los camellos; y dióles paja y forraje, y agua para lavar los piés de él, y los piés de los hombres que con él venían.
Y Abimelech vino á él desde Gerar, y Ahuzzath, amigo suyo, y Phicol, capitán de su ejército.
Y dijo: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que te bendiga mi alma; y él se la acercó, y comió: trájole también vino, y bebió.
Y aconteció, luego que hubo Isaac acabado de bendecir á Jacob, y apenas había salido Jacob de delante de Isaac su padre, que Esaú su hermano vino de su caza.
Y Estremecióse Isaac con grande estremecimiento, y dijo: ¿Quién es el que vino aquí, que cogió caza, y me trajo, y comí de todo antes que vinieses? Yo le bendije, y será bendito.
Y él dijo: Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición.
Isaac respondió y dijo á Esaú: He aquí yo le he puesto por señor tuyo, y le he dado por siervos á todos sus hermanos: de trigo y de vino le he provisto: ¿qué, pues, te haré á ti ahora, hijo mío?
Estando aún él hablando con ellos Rachêl vino con el ganado de su padre, porque ella era la pastora.
Y dijo Lea: Vino la ventura. Y llamó su nombre Gad.
Y vino Dios á Labán Arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate que no hables á Jacob descomedidamente.
Y entró Labán en la tienda de Jacob, y en la tienda de Lea, y en la tienda de las dos siervas, y no los halló, y salió de la tienda de Lea, y vino á la tienda de Rachêl.
Y los mensajeros volvieron á Jacob, diciendo: Vinimos á tu hermano Esaú, y él también vino á recibirte, y cuatrocientos hombres con él.
Y durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino á la mano un presente para su hermano Esaú.
Y vino Jacob sano á la ciudad de Sichêm, que está en la tierra de Canaán, cuando venía de Padan-aram; y acampó delante de la ciudad.
Y vino Jacob á Isaac su padre á Mamre, á la ciudad de Arba, que es Hebrón, donde habitaron Abraham é Isaac.
Llamó á los de casa, y hablóles diciendo: Mirad, nos ha traído un Hebreo, para que hiciese burla de nosotros: vino él á mí para dormir conmigo, y yo dí grandes voces;
Y ella puso junto á sí la ropa de él, hasta que vino su señor á su casa.
Entonces le habló ella semejantes palabras, diciendo: El siervo Hebreo que nos trajiste, vino á mí para deshonrarme;
Y vino á ellos José por la mañana, y mirólos, y he aquí que estaban tristes.
Entonces Faraón envió y llamó á José; é hiciéronle salir corriendo de la cárcel, y le cortaron el pelo, y mudaron sus vestidos, y vino á Faraón.
Y él respondió: Paz á vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de vuestro padre os dió el tesoro en vuestros costales: vuestro dinero vino á mí. Y sacó á Simeón á ellos.
Y vino José á casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano dentro de casa, é inclináronse á él hasta tierra.
Y PARTIOSE Israel con todo lo que tenía, y vino á Beer-seba, y ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.
Y José unció su carro y vino á recibir á Israel su padre á Gosén; y se manifestó á él, y echóse sobre su cuello, y lloró sobre su cuello bastante.
Y JOSÉ vino, é hizo saber á Faraón, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y sus ovejas y sus vacas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra de Canaán, y he aquí, están en la tierra de Gosén.
Y acabado el dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán, vino todo Egipto á José diciendo: Danos pan: ¿por qué moriremos delante de ti, por haberse acabado el dinero?
Entonces compró José toda la tierra de Egipto para Faraón; pues los Egipcios vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre sobre ellos: y la tierra vino á ser de Faraón.
Atando á la vid su pollino, Y á la cepa el hijo de su asna, Lavó en el vino su vestido, Y en la sangre de uvas su manto:
Sus ojos bermejos del vino, Y los dientes blancos de la leche.
Y APACENTANDO Moisés las ovejas de Jethro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas detrás del desierto, y vino á Horeb, monte de Dios.
Y Jehová lo hizo así: que vino toda suerte de moscas molestísimas sobre la casa de Faraón, y sobre las casas de sus siervos, y sobre todo el país de Egipto; y la tierra fué corrompida á causa de ellas.
Y tomaron la ceniza del horno, y pusiéronse delante de Faraón, y esparcióla Moisés hacia el cielo; y vino un sarpullido que causaba tumores apostemados así en los hombres como en las bestias.
Y PARTIENDO de Elim toda la congregación de los hijos de Israel, vino al desierto de Sin, que está entre Elim y Sinaí, á los quince días del segundo mes después que salieron de la tierra de Egipto.
Y vino Amalec y peleó con Israel en Rephidim.
Y tomó Jethro, suegro de Moisés, holocaustos y sacrificios para Dios: y vino Aarón y todos los ancianos de Israel á comer pan con el suegro de Moisés delante de Dios.
Entonces vino Moisés, y llamó á los ancianos del pueblo, y propuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado.
Y aconteció al tercer día cuando vino la mañana, que vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y estremecióse todo el pueblo que estaba en el real.
Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; que por probaros vino Dios, y porque su temor esté en vuestra presencia para que no pequéis.
Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de Jehová, y todos los derechos: y todo el pueblo respondió á una voz, y dijeron: Ejecutaremos todas las palabras que Jehová ha dicho.
Además una décima parte de un epha de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite molido: y la libación será la cuarta parte de un hin de vino con cada cordero.
Y vino todo varón á quien su corazón estimuló, y todo aquel á quien su espíritu le dió voluntad, y trajeron ofrenda á Jehová para la obra del tabernáculo del testimonio, y para toda su fábrica, y para las sagradas vestiduras.
Tú, y tus hijos contigo, no beberéis vino ni sidra, cuando hubiereis de entrar en el tabernáculo del testimonio, porque no muráis: estatuto perpetuo por vuestras generaciones;
Y su presente será dos décimas de flor de harina amasada con aceite, ofrenda encendida á Jehová en olor suavísimo; y su libación de vino, la cuarta parte de un hin.
Se abstendrá de vino y de sidra; vinagre de vino, ni vinagre de sidra no beberá, ni beberá algún licor de uvas, ni tampoco comerá uvas frescas ni secas.
Todo el tiempo de su nazareato, de todo lo que se hace de vid de vino, desde los granillos hasta el hollejo, no comerá.
Y el sacerdote mecerá aquello, ofrenda agitada delante de Jehová; lo cual será cosa santa del sacerdote, á más del pecho mecido y de la espaldilla separada: y después podrá beber vino el Nazareo.
Y de vino para la libación ofrecerás la cuarta parte de un hin, además del holocausto ó del sacrificio, por cada un cordero.
Y de vino para la libación ofrecerás el tercio de un hin, en olor suave á Jehová.
Y de vino para la libación ofrecerás la mitad de un hin, en ofrenda encendida de olor suave á Jehová.
Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había brotado, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras.
Entonces el pueblo vino á Moisés, y dijeron: Pecado hemos por haber hablado contra Jehová, y contra ti: ruega á Jehová que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró por el pueblo.
Mas Sehón no dejó pasar á Israel por su término: antes juntó Sehón todo su pueblo, y salió contra Israel en el desierto: y vino á Jahaz, y peleó contra Israel.
Y vino Dios á Balaam, y díjole: ¿Qué varones son estos que están contigo?
Y vino Dios á Balaam de noche, y díjole: Si vinieren á llamarte hombres, levántate y ve con ellos: empero harás lo que yo te dijere.
Y vino Dios al encuentro de Balaam, y éste le dijo: Siete altares he ordenado, y en cada altar he ofrecido un becerro y un carnero.
Y vino á él, y he aquí que él estaba junto á su holocausto, y con él los príncipes de Moab: y díjole Balac: ¿Qué ha dicho Jehová?
Y alzando sus ojos, vió á Israel alojado por sus tribus; y el espíritu de Dios vino sobre él.
Y he aquí un varón de los hijos de Israel vino y trajo una Madianita á sus hermanos, á ojos de Moisés y de toda la congregación de los hijos de Israel, llorando ellos á la puerta del tabernáculo del testimonio.
Y su libación, la cuarta de un hin con cada cordero: derramarás libación de superior vino á Jehová en el santuario.
Y sus libaciones de vino, medio hin con cada becerro, y el tercio de un hin con cada carnero, y la cuarta de un hin con cada cordero. Este es el holocausto de cada mes por todos los meses del año.
Yo daré la lluvia de vuestra tierra en su tiempo, la temprana y la tardía; y cogerás tu grano, y tu vino, y tu aceite.
Ni podrás comer en tus poblaciones el diezmo de tu grano, ó de tu vino, ó de tu aceite, ni los primerizos de tus vacas, ni de tus ovejas, ni tus votos que prometieres, ni tus ofrendas voluntarias, ni las elevadas ofrendas de tus manos:
Y comerás delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere para hacer habitar allí su nombre, el diezmo de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y los primerizos de tus manadas, y de tus ganados, para que aprendas á temer á Jehová tu Dios todos los
Y darás el dinero por todo lo que deseare tu alma, por vacas, ó por ovejas, ó por vino, ó por sidra, ó por cualquier cosa que tu alma te demandare: y comerás allí delante de Jehová tu Dios, y te alegrarás tú y tu familia.
Las primicias de tu grano, de tu vino, y de tu aceite, y las primicias de la lana de tus ovejas le darás:
Plantarás viñas y labrarás, mas no beberás vino, ni cogerás uvas; porque el gusano las comerá.
No habéis comido pan, ni bebisteis vino ni sidra: para que supieseis que yo soy Jehová vuestro Dios.
Manteca de vacas y leche de ovejas, Con grosura de corderos, Y carneros de Basán; también machos de cabrío, Con grosura de riñones de trigo: Y sangre de uva bebiste, vino puro.
Veneno de dragones es su vino, Y ponzoña cruel de áspides.
Que comían el sebo de sus sacrificios, Bebían el vino de sus libaciones? Levántense, que os ayuden Y os defiendan.
Y vino Moisés, y recitó todas las palabras de este cántico á oídos del pueblo, él, y Josué hijo de Nun.
Y dijo: Jehová vino de Sinaí, Y de Seir les esclareció; Resplandeció del monte de Parán, Y vino con diez mil santos: A su diestra la ley de fuego para ellos.
Y él se ha provisto de la parte primera, Porque allí una porción del legislador fuéle reservada, Y vino en la delantera del pueblo; La justicia de Jehová ejecutará, Y sus juicios con Israel.
E Israel, fuente de Jacob, habitará confiado solo En tierra de grano y de vino: También sus cielos destilarán rocío.
Y los de Hai hirieron de ellos como treinta y seis hombre, y siguiéronlos desde la puerta hasta Sebarim, y los rompieron en la bajada: por lo que se disolvió el corazón del pueblo, y vino á ser como agua.
Ellos usaron también de astucia; pues fueron y fingiéronse embajadores, y tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y cueros viejos de vino, rotos y remendados,
Estos cueros de vino también los henchimos nuevos; helos aquí ya rotos: también estos nuestros vestidos y nuestros zapatos están ya viejos á causa de lo muy largo del camino.
Y Josué vino á ellos de repente, toda la noche subió desde Gilgal.
Y vino Josué, y con él todo el pueblo de guerra, contra ellos, y dió de repente sobre ellos junto á las aguas de Merom.
Porque esto vino de Jehová, que endurecía el corazón de ellos para que resistiesen con guerra á Israel, para destruirlos, y que no les fuese hecha misericordia, antes fuesen desarraigados, como Jehová lo había mandado á Moisés.
También en el mismo tiempo vino Josué y destruyó los Anaceos de los montes, de Hebrón, de Debir, y de Anab, y de todos los montes de Judá, y de todos los montes de Israel: Josué los destruyó á ellos y á sus ciudades.
¿No cometió Achân, hijo de Zera, prevaricación en el anatema, y vino ira sobre toda la congregación de Israel? y aquel hombre no pereció solo en su iniquidad.
Y saliendo Jael á recibir á Sísara, díjole: Ven, señor mío, ven á mi, no tengas temor. Y él vino á ella á la tienda, y ella le cubrió con una manta.
Y Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, vino á él calladamente, y metióle la estaca por las sienes, y enclavólo en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y cansado; y así murió.
Y vino el ángel de Jehová, y sentóse debajo del alcornoque que está en Ophra, el cual era de Joas Abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para hacerlo esconder de los Madianitas.
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (613)
- LBDA (507)
- NBLH (536)
- RV (624)
- SEV (613)
- RV1909 (464)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (44)
- Éxodo (12)
- Levítico (2)
- Números (17)
- Deuteronomio (14)
- Josué (8)
- Jueces (20)
- Rut (4)
- 1 Samuel (35)
- 2 Samuel (32)
- 1 Reyes (33)
- 2 Reyes (25)
- 1 Crónicas (8)
- 2 Crónicas (25)
- Esdras (4)
- Nehemías (11)
- Ester (15)
- Job (11)
- Salmos (9)
- Proverbios (10)
- Eclesiastés (6)
- Cantares (7)
- Isaías (28)
- Jeremías (28)
- Lamentaciones (3)
- Ezequiel (12)
- Daniel (15)
- Oseas (8)
- Joel (3)
- Amós (5)
- Miqueas (2)
- Habacuc (1)
- Sofonías (1)
- Hageo (2)
- Zacarías (3)
- Malaquías (1)