'Vosotros' en la Biblia
y nuestra esperanza de vosotros es firme; estando ciertos que como sois compañeros de las aflicciones, así también lo seréis de la consolación.
ayudándonos también vosotros, con oración por nosotros, para que por el don hecho a nosotros por respeto de muchos, por muchos también sean dadas gracias por nosotros.
Porque nuestro regocijo es éste: el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino con la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y mucho más con vosotros.
como también en parte habéis conocido que somos vuestro regocijo, así como también vosotros el nuestro, en el día del Señor Jesús.
Y con esta confianza quise primero venir a vosotros, para que tuvierais una segunda gracia;
y por vosotros pasar a Macedonia, y de Macedonia venir otra vez a vosotros, y ser vuelto de vosotros a Judea.
Antes es Dios fiel que nuestra palabra para con vosotros no ha sido sí y no.
Porque el Hijo de Dios, Jesús, el Cristo, que por nosotros ha sido entre vosotros predicado, por mí y Silvano y Timoteo, no ha sido sí y no; mas ha sido sí en él.
Y el que nos confirma con vosotros a Cristo, y el que nos ungió, es Dios;
Mas yo llamo a Dios por testigo sobre mi alma, que hasta ahora no he venido a Corinto por ser indulgente con vosotros.
Esto he determinado en mí, no venir otra vez a vosotros con tristeza.
Y esto mismo os escribí, para que cuando llegare no tenga tristeza de los que me debiera gozar; confiando en todos vosotros que mi gozo es el de todos vosotros.
Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas; no para que fuerais contristados, sino para que conocieseis cuánta más caridad tengo para con vosotros.
Que si alguno me contristó, no me contristó a mí, sino en parte, para no cargaros, a todos vosotros.
para que, al contrario, vosotros más bien lo perdonéis y consoléis, porque por ventura no sea el tal consumido con demasiada tristeza.
Porque también para este fin os escribí, para tener experiencia de vosotros si sois obedientes en todo.
Y al que vosotros perdonareis, yo también: porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en la persona de Cristo;
¿Comenzamos otra vez a alabarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de letras de recomendación para vosotros, o de recomendación de vosotros para otros?
Nuestras letras sois vosotros mismos, escritas en nuestros corazones, las cuales son sabidas y leídas por todos los hombres;
De manera que la muerte obra en nosotros, y en vosotros la vida.
estando ciertos que el que levantó al Señor Jesús, a nosotros también nos levantará por Jesús, y nos pondrá con vosotros.
Porque todas estas cosas padecemos por vosotros, para que abundando la gracia por muchos, en la acción de gracias abunde también la gloria de Dios.
No nos encomendamos pues otra vez a vosotros, sino os damos ocasión de gloriaros por nosotros, para que tengáis qué responder contra los que se glorían en las apariencias, y no en el corazón.
Porque si estamos locos, es para Dios; y si somos cuerdos, es para vosotros.
Nuestra boca está abierta a vosotros, oh corintios, nuestro corazón es ensanchado.
Pues, por la misma recompensa (como a hijos hablo), ensanchaos también vosotros.
¿Y qué consentimiento el templo de Dios con los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios Viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré en ellos; y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo.
y seré a vosotros Padre, y vosotros me seréis a mí hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
Mucho atrevimiento tengo para con vosotros, mucho me glorío de vosotros; lleno estoy de consolación, sobre-abundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.
y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él fue consolado acerca de vosotros, haciéndonos saber vuestro deseo (grande), vuestro lloro, vuestro celo por mí, para que así me gozara más.
Porque he aquí esto mismo, que según Dios fuisteis contristados, ¿cuánta solicitud ha obrado en vosotros? ¡Qué defensa, qué enojo, qué temor, qué (gran) deseo, qué celo, y qué vindicación! En todo os habéis mostrado limpios en el asunto.
Así que, aunque os escribí, no fue solamente por causa del que hizo la injuria, ni por causa del que la padeció, sino también para que os fuera manifiesta nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios.
Por tanto, tomamos consolación de vuestra consolación, pero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido recreado su espíritu por todos vosotros.
Y si algo me he gloriado para con él de vosotros, no he sido avergonzado; sino que así, como todo lo que habíamos dicho de vosotros era con verdad, así también nuestra gloria delante de Tito fue hallada verdadera.
Y sus entrañas son más abundantes para con vosotros, cuando se acuerda de la obediencia de todos vosotros, y de cómo lo recibisteis con temor y temblor.
Así que me gozo de que en todo estoy confiado de vosotros.
De tal manera que exhortamos a Tito, para que como comenzó antes, así también acabe esta gracia entre vosotros también.
Porque ya sabéis la gracia del Señor nuestro, Jesús el Cristo, que por amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros con su pobreza fuerais enriquecidos.
Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene a vosotros, que comenzasteis, no sólo a hacerlo, sino también a ser solícitos desde el año pasado.
Porque no digo esto para que haya para otros desahogo, y para vosotros apretura;
Pero gracias a Dios que dio la misma solicitud por vosotros en el corazón de Tito.
Pues a la verdad recibió la exhortación; mas estando también muy solícito, de su voluntad partió para ir a vosotros.
Enviamos también con ellos a nuestro hermano, al cual muchas veces hemos experimentado diligente, pero ahora mucho más con la mucha confianza que tenemos en vosotros.
En cuanto a Tito, es mi compañero y coadjutor para con vosotros; o acerca de nuestros hermanos, que son apóstoles de las Iglesias, y la gloria del Cristo.
Mostrad pues, para con ellos en la faz de las Iglesias la prueba de vuestra caridad, y de nuestro gloriarnos acerca de vosotros.
Mas he enviado los hermanos, para que nuestro gloriarnos de vosotros no sea vano en esta parte; para que, como lo he dicho, estéis apercibidos;
no sea que, si vinieren conmigo macedonios, y os hallaren desprevenidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de esta nuestra confianza.
Por tanto, tuve por cosa necesaria exhortar a los hermanos que fueran primero a vosotros, y prepararan primero vuestra bendición antes prometida para que esté aparejada como de bendición, y no como de mezquindad.
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia; a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo que basta, abundéis para toda buena obra;
y en la oración de ellos a favor vuestro, los cuales os quieren a causa de la eminente gracia de Dios en vosotros.
Os ruego, sin embargo, yo Pablo, por la mansedumbre y modestia del Cristo, (que presente ciertamente soy bajo entre vosotros, mas ausente soy confiado con vosotros);
Pero nosotros no nos gloriaremos más allá de nuestra medida, sino conforme a la medida de la regla, de la medida que Dios nos repartió, para llegar aun hasta vosotros.
Porque no nos extendemos demasiado para llegar hasta vosotros; porque también hasta vosotros hemos llegado con el Evangelio del Cristo;
no gloriándonos más allá de nuestra medida en trabajos ajenos; sino teniendo esperanza del crecimiento de vuestra fe, que seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme a nuestra regla.
Y que anunciaremos el Evangelio a los que están más allá de vosotros, sin entrar en la medida \'
Porque aunque soy basto en la palabra, empero no en la ciencia; mas en todo somos ya del todo manifiestos a vosotros.
¿Por ventura pequé humillándome a mí mismo, para que vosotros fuerais ensalzados? Porque os he predicado el Evangelio de Dios gratuitamente.
He sacado de las otras Iglesias, recibiendo salario para ministraros a vosotros.
Y estando con vosotros y teniendo necesidad, a ninguno de vosotros fui carga; porque lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia; y en todo me guardé de seros gravoso, y me guardaré.
Porque de buena gana toleráis los locos, siendo vosotros sabios;
He sido loco (en gloriarme); vosotros me constreñisteis; pues yo había de ser alabado de vosotros, porque en nada he sido menos que los grandiosos apóstoles, aunque nada soy.
Con todo esto, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, en señales, y en prodigios, y en potencia.
He aquí estoy aparejado para ir a vosotros la tercera vez, y no os seré gravoso; porque no busco vuestras cosas, sino a vosotros; porque no han de atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos.
¿Por ventura os he engañado por alguno de los que he enviado a vosotros?
¿O pensáis aún que nos excusamos con vosotros? Delante de Dios en Cristo hablamos; mas todo, muy amados, por vuestra edificación.
Porque temo que cuando llegare, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; para que por ventura no haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, disensiones, detracciones, murmuraciones, rumores, bandos;
para que cuando volviere, no me humille Dios entre vosotros, y haya de llorar por muchos de los que antes habrán pecado, y no se han enmendado de la inmundicia y fornicación y deshonestidad que han cometido.
Esta tercera vez voy a vosotros. En la boca de dos o de tres testigos consistirá toda palabra.
pues buscáis una prueba de Cristo que habla en mí, el cual no es flaco para con vosotros, antes es poderoso en vosotros.
Porque aunque fue colgado en un madero por flaqueza, sin embargo vive por potencia de Dios. Por lo cual también nosotros somos flacos en él, sin embargo viviremos con él por la potencia de Dios en vosotros.
Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿No os conocéis a vosotros mismos, si Jesús, el Cristo, está en vosotros? Si ya no sois reprobados.
Pero oramos a Dios que ninguna cosa mala hagáis; no para que nosotros seamos hallados aprobados, sino para que vosotros hagáis lo que es bueno, aunque nosotros seamos tenidos por reprobados.
Por lo cual nos gozamos que seamos nosotros flacos, y que vosotros seáis poderosos; y aun oramos por vuestra perfección.
Resta, hermanos, que tengáis gozo, seáis perfectos, tengáis consolación, sintáis una misma cosa, tengáis paz; y el Dios de paz y de caridad sea con vosotros.
La gracia del Señor Jesús, el Cristo, y la caridad de Dios, y la comunicación del Espíritu Santo sea con todos vosotros. Amén.