'Yo' en la Biblia
- 1.Gé 3:11-Gé 35:12
- 2.Gé 37:10-Éx 9:16
- 3.Éx 9:18-Levítico 18:30
- 4.Levítico 19:2-Números 18:6
- 5.Números 18:7-Deuteronomio 26:13
- 6.Deuteronomio 27:1-Jueces 11:17
- 7.Jueces 11:27-1 Samuel 17:58
- 8.1 Samuel 18:17-2 Samuel 14:15
- 9.2 Samuel 14:18-1 Reyes 11:37
- 10.1 Reyes 11:38-2 Reyes 19:7
- 11.2 Reyes 19:24-Nehemías 6:3
- 12.Nehemías 6:4-Job 32:16
- 13.Job 32:17-Salmos 69:30
- 14.Salmos 70:5-Eclesiastés 2:18
- 15.Eclesiastés 2:25-Isaías 44:24
- 16.Isaías 44:28-Jeremías 9:15
- 17.Jeremías 9:16-Jeremías 31:8
- 18.Jeremías 31:23-Ezequiel 5:17
- 19.Ezequiel 6:3-Ezequiel 22:15
- 20.Ezequiel 22:16-Ezequiel 35:13
- 21.Ezequiel 35:14-Oseas 2:3
- 22.Oseas 2:6-Zacarías 8:7
- 23.Zacarías 8:8-Marcos 10:38
- 24.Marcos 10:39-Juan 8:28
- 25.Juan 8:29-Juan 18:37
- 26.Juan 18:38-1 Corintios 4:15
- 27.1 Corintios 4:18-2 Pedro 1:12
- 28.2 Pedro 1:15-Apocalipsis 22:18
Mas algunos están envanecidos, como si nunca hubiese yo de ir a vosotros.
Yo ciertamente, como ausente con el cuerpo, mas presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que esto así ha cometido.
Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me meteré debajo de la potestad de ninguna.
Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios; uno a la verdad así, y otro así.
Digo, pues, a los por casar y a los viudos, que bueno les es si se quedaren como yo.
Mas a los que están juntos en matrimonio, denuncio, no yo, sino el Señor; Que la mujer no se aparte del marido;
Y a los demás yo digo, no el Señor: si algún hermano tiene mujer incrédula, y ella consiente para habitar con él, no la despida.
Mas también si tomares mujer, no pecaste; y si la virgen se casare, no pecó; pero aflicción de carne tendrán los tales; mas yo os dejo.
Pero más bienaventurada será si se quedare así, según mi consejo; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios.
¿O sólo yo y Bernabé no tenemos potestad de no trabajar?
Mas yo de nada de esto me aproveché; ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque tengo por mejor morir, antes que nadie haga vana ésta mi gloria.
a los que son sin ley, como si yo fuera sin ley, (no estando yo sin ley de Dios, sino en la ley de Cristo,) por ganar a los que estaban sin ley.
Así que, yo de esta manera corro, no como a cosa incierta; de esta manera peleo, no como quien hiere el aire;
antes sujeto mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre; para que predicando a los otros, no me haga yo reprobado.
Y si yo con gracia de Dios comparto, ¿por qué he de ser blasfemado por aquello de que doy gracias?
como también yo en todas las cosas complazco a todos, no procurando mi propio beneficio, sino el de muchos, para que sean salvos.
Sed imitadores de mí, así como yo del Cristo.
Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó el pan;
Procurad pues, los mejores dones; mas aun yo os enseño el camino más excelente.
Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo caridad, soy como metal que resuena, o címbalo que retiñe.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, sabía como niño, mas cuando ya soy hombre hecho, quité lo que era de niño.
Ahora pues, hermanos, si yo fuere a vosotros hablando lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare, o con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina?
mas si yo ignorare la virtud de la voz, seré bárbaro al que habla, y el que habla será bárbaro para mí.
Porque si yo orare en lengua desconocida , mi espíritu ora; mas mi entendimiento es sin fruto.
Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo yo aprendí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí la Iglesia de Dios.
Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia hacía mí no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios que fue conmigo.
Porque, o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.
Cada primer sábado, cada uno de vosotros aparte en su casa, guardando lo que por la bondad de Dios pudiere; para que cuando yo llegare, no se hagan entonces colectas.
Y si fuere digno el negocio de que yo también vaya, irán conmigo.
Y si llegare Timoteo, mirad que esté con vosotros seguramente; porque también hace la obra del Señor como yo.
Mas yo llamo a Dios por testigo sobre mi alma, que hasta ahora no he venido a Corinto por ser indulgente con vosotros.
Porque si yo os contristo, ¿quién será luego el que me alegrará, sino aquel a quien yo contristare?
Y al que vosotros perdonareis, yo también: porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en la persona de Cristo;
Por lo cual, salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, y no toquéis cosa inmunda; y yo os recibiré,
Porque conforme a sus fuerzas, (como yo testifico por ellos), y aun sobre sus fuerzas han sido liberales;
pues conozco vuestro pronto ánimo, del cual me glorío yo entre los de Macedonia, que Acaya está apercibida desde el año pasado; y vuestro celo ha estimulado a muchos.
Os ruego, sin embargo, yo Pablo, por la mansedumbre y modestia del Cristo, (que presente ciertamente soy bajo entre vosotros, mas ausente soy confiado con vosotros);
Otra vez digo: Que nadie me estime ser loco; de otra manera, recibidme como a loco, para que aun me gloríe yo un poquito.
Puesto que muchos se glorían según la carne, también yo me gloriaré.
Lo digo en cuanto a la afrenta, como si nosotros hubiésemos sido flacos (en esta parte). Pero en lo que otro tuviere osadía (hablo con locura), también yo tengo osadía.
¿Son hebreos? Yo también. ¿Son israelitas? Yo también. ¿Son simiente de Abraham? También yo.
¿Son ministros de Cristo? (Como poco sabio hablo), yo más; en trabajos más abundante ; en azotes más; en cárceles más; en muertes, muchas veces.
¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿Quién se tropieza, y yo no me quemo?
Si es necesario gloriarse, me gloriaré yo de lo que es de mi flaqueza.
He sido loco (en gloriarme); vosotros me constreñisteis; pues yo había de ser alabado de vosotros, porque en nada he sido menos que los grandiosos apóstoles, aunque nada soy.
Porque ¿qué hay en que habéis sido menos que las otras Iglesias, sino en que yo mismo no os he sido carga? Perdonadme esta injuria.
Pero yo de muy buena gana me desprenderé y seré totalmente desprendido por vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos.
Pero sea así, yo no os he agravado; sino que, como soy astuto, os he tomado por engaño.
Porque temo que cuando llegare, no os halle tales como quiero, y yo sea hallado de vosotros cual no queréis; para que por ventura no haya entre vosotros contiendas, envidias, iras, disensiones, detracciones, murmuraciones, rumores, bandos;
Porque, ¿persuado yo ahora a hombres o a Dios? ¿O busco agradar a los hombres? Cierto, que si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.
ni yo lo recibí, ni aprendí de hombre, sino por revelación de Jesús, el Cristo.
ni fui a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo; sino que me fui a Arabia, y volví de nuevo a Damasco.
Porque yo por la ley soy muerto a la ley, para vivir a Dios.
Con Cristo estoy juntamente colgado en el madero, y vivo, no ya yo, sino vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo por la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó a sí mismo por mí.
Hermanos, os ruego, sed como yo, porque yo soy como vosotros; ningún agravio me habéis hecho.
¿Dónde está pues vuestra bienaventuranza? Porque yo os doy testimonio que si se pudiera hacer, os hubierais sacado vuestros ojos para dármelos.
He aquí, yo Pablo os digo, que si os circuncidareis, Cristo no os aprovechará nada.
Yo confío de vosotros en el Señor, que ninguna otra cosa sentiréis; mas el que os inquieta, llevará el juicio, quienquiera que él sea.
Y yo, hermanos, si aún predico la circuncisión, ¿por qué padezco persecución todavía? Pues que quitado es el escándalo del madero.
Mas lejos esté de mí gloriarme, sino en el madero del Señor nuestro Jesús, el Cristo, por quien el mundo me es muerto a mí, y yo al mundo.
De aquí en adelante nadie me sea molesto; porque yo traigo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.
Por lo cual también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y la caridad para con todos los santos,
Por causa de esto yo Pablo, prisionero, del Cristo Jesús para vosotros los gentiles,
del cual yo soy hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dado, según la operación de su potencia.
Yo, pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que sois llamados;
reteniendo la Palabra de vida para que yo pueda gloriarme en el día del Cristo, que no he corrido en vano, ni trabajado en vano.
Mas espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo, entendido vuestro estado.
Así que a éste espero enviaros, luego que yo viere cómo van mis negocios;
Pues en verdad estuvo enfermo a la muerte, pero Dios tuvo misericordia de él; y no solamente de él, sino aun de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza.
Así que le envío más pronto, para que viéndole os volváis a gozar, y yo esté con menos tristeza.
Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno parece que tiene de qué confiar en la carne, yo más que nadie .
Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago : olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
si empero permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del Evangelio que habéis oído; el cual es predicado a toda criatura que está debajo del cielo; del cual yo Pablo soy hecho ministro.
Por lo cual quisimos ir a vosotros, yo Pablo a la verdad, una y otra vez; pero Satanás nos estorbó.
Por lo cual, también yo, no esperando más, he enviado a reconocer vuestra fe, no sea que os haya tentado el Tentador, y que nuestro trabajo haya sido en vano.
Pero acerca de los tiempos y de los momentos, no tenéis, hermanos, necesidad de que yo os escriba,
Palabra fiel y digna de ser recibida de todos: que el Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.
del cual yo soy puesto por predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), maestro de los gentiles en fidelidad y verdad.
del cual yo soy puesto predicador, y apóstol, y maestro de los gentiles.
Por lo cual así mismo padezco esto, pero no me avergüenzo; porque yo sé a quien he creído, y estoy cierto que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.
Requiero yo, pues, delante de Dios, y del Señor Jesús, el Cristo, que ha de juzgar a los vivos y los muertos en su manifestación y en su Reino.
Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo que falta, y pusieses ancianos por las villas, así como yo te mandé;
Yo quisiera detenerle conmigo, para que en lugar de ti me sirviese en la prisión del Evangelio;
Yo Pablo lo escribí de mi mano, yo lo pagaré; por no decirte que aun a ti mismo te me debes demás.
Así, hermano, yo me goce de ti en el Señor; que recrees mi corazón en el Señor.
Porque ¿A cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, hoy yo te he engendrado, Y otra vez: Yo seré a él Padre, y él me será a mí Hijo?
Y otra vez: Yo confiaré en él. Y otra vez: He aquí, yo y los hijos que Dios me dio.
Así también el Cristo no se glorificó a sí mismo haciéndose Sumo Sacerdote, sino el que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy:
no como el testamento que hice a vuestros padres el día que los tomé por la mano que los sacaría de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi testamento, y yo los menosprecié a ellos, dice el Señor;
Sabemos quién es el que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.
La voz del cual entonces conmovió la tierra; mas ahora ha denunciado, diciendo: Aún una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, sino también el cielo.
Y más os ruego que lo hagáis así, para que yo os sea más pronto restituido.
Mas alguno dirá: Tú tienes la fe, y yo tengo las obras; muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.
porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.
Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma,
Ruego a los ancianos que están entre vosotros, (yo anciano también con ellos, y testigo de las aflicciones del Cristo, que soy también participante de la gloria que ha de ser revelada):
Por Silvano, el hermano fiel, (según yo pienso), os he escrito brevemente, amonestándoos, y testificando que esta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis.
Por esto, yo no dejaré de amonestaros siempre de estas cosas, aunque vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente.
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- 1.Gé 3:11-Gé 35:12
- 2.Gé 37:10-Éx 9:16
- 3.Éx 9:18-Levítico 18:30
- 4.Levítico 19:2-Números 18:6
- 5.Números 18:7-Deuteronomio 26:13
- 6.Deuteronomio 27:1-Jueces 11:17
- 7.Jueces 11:27-1 Samuel 17:58
- 8.1 Samuel 18:17-2 Samuel 14:15
- 9.2 Samuel 14:18-1 Reyes 11:37
- 10.1 Reyes 11:38-2 Reyes 19:7
- 11.2 Reyes 19:24-Nehemías 6:3
- 12.Nehemías 6:4-Job 32:16
- 13.Job 32:17-Salmos 69:30
- 14.Salmos 70:5-Eclesiastés 2:18
- 15.Eclesiastés 2:25-Isaías 44:24
- 16.Isaías 44:28-Jeremías 9:15
- 17.Jeremías 9:16-Jeremías 31:8
- 18.Jeremías 31:23-Ezequiel 5:17
- 19.Ezequiel 6:3-Ezequiel 22:15
- 20.Ezequiel 22:16-Ezequiel 35:13
- 21.Ezequiel 35:14-Oseas 2:3
- 22.Oseas 2:6-Zacarías 8:7
- 23.Zacarías 8:8-Marcos 10:38
- 24.Marcos 10:39-Juan 8:28
- 25.Juan 8:29-Juan 18:37
- 26.Juan 18:38-1 Corintios 4:15
- 27.1 Corintios 4:18-2 Pedro 1:12
- 28.2 Pedro 1:15-Apocalipsis 22:18