71 Versículo de la Biblia sobre Los padres, las responsabilidades de
Versículos Más Relevantes
Como un padre se compadece de {sus} hijos, así se compadece el SEÑOR de los que le temen.
y en el desierto, donde has visto cómo el SEÑOR tu Dios te llevó, como un hombre lleva a su hijo, por todo el camino que habéis andado hasta llegar a este lugar."
Sus hijos solían ir y hacer un banquete en la casa de cada uno por turno, e invitaban a sus tres hermanas para que comieran y bebieran con ellos. Y sucedía que cuando los días del banquete habían pasado, Job enviaba {a buscarlos} y los santificaba, y levantándose temprano, ofrecía holocaustos {conforme} al número de todos ellos. Porque Job decía: Quizá mis hijos hayan pecado y maldecido a Dios en sus corazones. Así hacía Job siempre.
¿O qué hombre hay entre vosotros que {si} su hijo le pide pan, le dará una piedra, o si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará cosas buenas a los que le piden?
O suponed que a uno de vosotros que es padre, su hijo le pide pan; ¿acaso le dará una piedra? O si {le pide} un pescado; ¿acaso le dará una serpiente en lugar del pescado? O si le pide un huevo; ¿acaso le dará un escorpión? Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más {vuestro} Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.
El que escatima la vara odia a su hijo, mas el que lo ama lo disciplina con diligencia.
Por tanto, debes comprender en tu corazón que el SEÑOR tu Dios te estaba disciplinando así como un hombre disciplina a su hijo.
Si un hombre tiene un hijo terco y rebelde que no obedece a su padre ni a su madre, y cuando lo castigan, ni aun así les hace caso, el padre y la madre lo tomarán y lo llevarán fuera a los ancianos de su ciudad, a la puerta de su ciudad natal, y dirán a los ancianos de la ciudad: ``Este hijo nuestro es terco y rebelde, no nos obedece, es glotón y borracho."Leer más.
Entonces todos los hombres de la ciudad lo apedrearán hasta que muera; así quitarás el mal de en medio de ti, y todo Israel oirá {esto} y temerá.
Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni aborrezcas su reprensión, porque el SEÑOR a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.
El necio rechaza la disciplina de su padre, mas el que acepta la reprensión es prudente.
Corrige a tu hijo mientras hay esperanza, pero no desee tu alma causarle la muerte.
La necedad está ligada al corazón del niño; la vara de la disciplina la alejará de él.
No escatimes la disciplina del niño; aunque lo castigues con vara, no morirá.
La vara y la reprensión dan sabiduría, pero el niño consentido avergüenza a su madre.
Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar, no dado a la bebida, no pendenciero, sino amable, no contencioso, no avaricioso. Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidadLeer más.
(pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?);
Es para {vuestra} corrección que sufrís; Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo hay a quien {su} padre no discipline? Pero si estáis sin disciplina, de la cual todos han sido hechos participantes, entonces sois hijos ilegítimos y no hijos {verdaderos}. Además, tuvimos padres terrenales para disciplinar{nos,} y {los} respetábamos, ¿con cuánta más razón no estaremos sujetos al Padre de nuestros espíritus, y viviremos?Leer más.
Porque ellos nos disciplinaban por pocos días como les parecía, pero El {nos disciplina} para {nuestro} bien, para que participemos de su santidad. Al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza; sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella, les da después fruto apacible de justicia.
En parábolas abriré mi boca; hablaré enigmas de la antigüedad, que hemos oído y conocido, y que nuestros padres nos han contado. No {lo} ocultaremos a sus hijos, sino que contaremos a la generación venidera las alabanzas del SEÑOR, su poder y las maravillas que hizo.Leer más.
Porque El estableció un testimonio en Jacob, y puso una ley en Israel, la cual ordenó a nuestros padres que enseñaran a sus hijos; para que la generación venidera {lo} supiera, {aun} los hijos que habían de nacer; {y} éstos se levantaran y lo contaran a sus hijos, para que ellos pusieran su confianza en Dios, y no se olvidaran de las obras de Dios, sino que guardaran sus mandamientos; y no fueran como sus padres, una generación porfiada y rebelde, generación que no preparó su corazón, y cuyo espíritu no fue fiel a Dios.
Por tanto, cuídate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos.
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.
Grabad, pues, estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma; atadlas como una señal a vuestra mano, y serán por insignias entre vuestros ojos. Y enseñadlas a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Y escríbelas en los postes de tu casa y en tus puertas,Leer más.
para que tus días y los días de tus hijos sean multiplicados en la tierra que el SEÑOR juró dar a tus padres, por todo el tiempo que los cielos {permanezcan} sobre la tierra.
Y sus hijos, que no {la} conocen, {la} oirán y aprenderán a temer al SEÑOR vuestro Dios, mientras viváis en la tierra adonde vosotros {vais,} cruzando al otro lado del Jordán para poseerla.
El hijo sabio {acepta} la disciplina de {su} padre, pero el escarnecedor no escucha la reprensión.
Enseña al niño el camino en que debe andar, y aun cuando sea viejo no se apartará de él.
Y {vosotros,} padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
``Honra a tu padre y a tu madre, como el SEÑOR tu Dios te ha mandado, para que tus días sean prolongados y te vaya bien en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da.
``Cada uno de vosotros ha de reverenciar a su madre y a su padre. Y guardaréis mis días de reposo; yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Porque Dios dijo: ``HONRA A {tu} PADRE Y A {tu} MADRE," y: ``QUIEN HABLE MAL DE {su} PADRE O DE {su} MADRE, QUE MUERA."
Porque Moisés dijo: ``HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE"; y: ``EL QUE HABLE MAL DE {su} PADRE O DE {su} MADRE, QUE MUERA;"
Y El le dijo: ¿Por qué me preguntas acerca de lo bueno? {Sólo} Uno es bueno; pero si deseas entrar en la vida, guarda los mandamientos. El le dijo*: ¿Cuáles? Y Jesús respondió: NO MATARAS; NO COMETERAS ADULTERIO; NO HURTARAS; NO DARAS FALSO TESTIMONIO; HONRA A {tu} PADRE Y A {tu} MADRE; y AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
Y Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios. Tú sabes los mandamientos: ``NO MATES, NO COMETAS ADULTERIO, NO HURTES, NO DES FALSO TESTIMONIO, no defraudes, HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE".
Jesús le respondió: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios. Tú sabes los mandamientos: ``NO COMETAS ADULTERIO, NO MATES, NO HURTES, NO DES FALSO TESTIMONIO, HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE."
HONRA A TU PADRE Y A {tu} MADRE (que es el primer mandamiento con promesa), PARA QUE TE VAYA BIEN, Y PARA QUE TENGAS LARGA VIDA SOBRE LA TIERRA.
Hijos, sed obedientes a vuestros padres en todo, porque esto es agradable al Señor.
Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre;
Ahora pues, hijos, escuchadme, porque bienaventurados son los que guardan mis caminos.
Y descendió con ellos y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y su madre atesoraba todas estas cosas en su corazón.
Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo.
Escucha a tu padre, que te engendró, y no desprecies a tu madre cuando envejezca.
Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre;
Oíd, hijos, la instrucción de un padre, y prestad atención para que ganéis entendimiento,
El padre del justo se regocijará en gran manera, y el que engendra un sabio se alegrará en él.
He aquí, don del SEÑOR son los hijos; {y} recompensa es el fruto del vientre. Como flechas en la mano del guerrero, así son los hijos {tenidos} en la juventud. Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba; no será avergonzado cuando hable con sus enemigos en la puerta.
Tu mujer {será} como fecunda vid en el interior de tu casa; tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa. He aquí que así será bendecido el hombre que teme al SEÑOR.
Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza para su madre.
El que guarda la ley es hijo entendido, pero el que es compañero de glotones avergüenza a su padre.
El que ama la sabiduría alegra a su padre, pero el que anda con rameras malgasta {su} fortuna.
El que engendra un necio, para su tristeza {lo engendra,} y el padre del necio no tiene alegría.
El hijo necio es pesadumbre de su padre, y amargura para la que lo dio a luz.
El hijo necio es ruina de su padre, y gotera continua las contiendas de una esposa.
Entonces Jacob dijo a Labán: Da{me} mi mujer, porque mi tiempo se ha cumplido para unirme a ella. Y Labán reunió a todos los hombres del lugar, e hizo un banquete. Y sucedió que al anochecer tomó a su hija Lea y se la trajo, y {Jacob} se llegó a ella.
No te traía lo despedazado por {las fieras;} yo cargaba con la pérdida. Tú lo demandabas de mi mano, {tanto lo} robado de día como {lo} robado de noche. Estaba yo que de día el calor me consumía y de noche la helada, y el sueño huía de mis ojos. Estos veinte años he estado en tu casa; catorce años te serví por tus dos hijas, y seis por tu rebaño, y diez veces cambiaste mi salario.Leer más.
Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham, y temor de Isaac, no hubiera estado conmigo, ciertamente me hubieras enviado ahora con las manos vacías. {Pero} Dios ha visto mi aflicción y la labor de mis manos, y anoche hizo justicia.
Y Moisés apacentaba el rebaño de Jetro su suegro, sacerdote de Madián; y condujo el rebaño hacia el lado occidental del desierto, y llegó a Horeb, el monte de Dios.
Cuando el suegro de Moisés vio todo lo que él hacía por el pueblo, dijo: ¿Qué es esto que haces por el pueblo? ¿Por qué juzgas tú solo, y todo el pueblo está delante de ti desde la mañana hasta el atardecer? Y respondió Moisés a su suegro: Porque el pueblo viene a mí para consultar a Dios. Cuando tienen un pleito, vienen a mí, y yo juzgo entre uno y otro, dándo{les} a conocer los estatutos de Dios y sus leyes.Leer más.
Y el suegro de Moisés le dijo: No está bien lo que haces. Con seguridad desfallecerás tú, y también este pueblo que está contigo, porque el trabajo es demasiado pesado para ti; no puedes hacerlo tú solo. Ahora, escúchame; yo te aconsejaré, y Dios estará contigo. Sé tú el representante del pueblo delante de Dios, y somete los asuntos a Dios. Y enséñales los estatutos y las leyes, y hazles saber el camino en que deben andar y la obra que han de realizar. Además, escogerás de entre todo el pueblo hombres capaces, temerosos de Dios, hombres veraces que aborrezcan las ganancias deshonestas, y {los} pondrás sobre el pueblo {como} jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. Y que juzguen ellos al pueblo en todo tiempo; y que traigan a ti todo pleito grave, pero que ellos juzguen todo pleito sencillo. Así será más fácil para ti, y ellos llevarán {la carga} contigo. Si haces esto, y Dios te lo manda, tú podrás resistir y todo este pueblo por su parte irá en paz a su lugar. Moisés escuchó a su suegro, e hizo todo lo que él había dicho. Y escogió Moisés hombres capaces de entre todo Israel, y los puso por cabezas del pueblo, {como} jefes de mil, de cien, de cincuenta y de diez. Ellos juzgaban al pueblo en todo tiempo; el pleito difícil lo traían a Moisés, mas todo pleito sencillo lo juzgaban ellos. Y Moisés despidió a su suegro, y éste se fue a su tierra.
Su marido se levantó y fue tras ella para hablarle cariñosamente y hacerla volver, llevando consigo a su criado y un par de asnos. Y ella lo llevó dentro de la casa de su padre, y cuando el padre de la joven lo vio, se alegró de conocerlo. Y su suegro, el padre de la joven, lo retuvo, y se quedó con él tres días. Y comieron, bebieron y se alojaron allí. Y al cuarto día se levantaron muy de mañana y él se preparó para irse; y el padre de la joven dijo a su yerno: Aliméntate con un bocado de pan y después os podéis ir.Leer más.
Se sentaron, pues, los dos y comieron y bebieron juntos; y el padre de la joven dijo al hombre: Te ruego que te dignes pasar la noche, y que se alegre tu corazón. El hombre se levantó para irse, pero su suegro insistió, de modo que pasó allí la noche otra vez. Y al quinto día se levantó muy de mañana para irse, y el padre de la joven dijo: Aliméntate, te ruego, y espera hasta la tarde; y los dos comieron. Cuando el hombre se levantó para irse con su concubina y su criado, su suegro, el padre de la joven, le dijo: He aquí, ya ha declinado el día; te ruego que pases la noche. Mira, el día llega a su fin; pasa la noche aquí para que se alegre tu corazón. Y mañana os levantaréis temprano para vuestro viaje y te irás a tu casa.
Y su nuera, la mujer de Finees, estaba encinta y a punto de dar a luz, y al oír la noticia que el arca de Dios había sido tomada y que su suegro y su marido habían muerto, se arrodilló y dio a luz, porque le sobrevinieron los dolores. Al tiempo que moría, las mujeres que estaban junto a ella le dijeron: No temas, porque has dado a luz un hijo. Pero ella no respondió ni prestó atención. Y llamó al niño Icabod, diciendo: ¡Se ha ido la gloria de Israel!, por haber sido tomada el arca de Dios, y por {la muerte de} su suegro y de su marido.
y le llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote ese año.
HONRA A {tu} PADRE Y A {tu} MADRE; y AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
Tú sabes los mandamientos: ``NO MATES, NO COMETAS ADULTERIO, NO HURTES, NO DES FALSO TESTIMONIO, no defraudes, HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE".
Tú sabes los mandamientos: ``NO COMETAS ADULTERIO, NO MATES, NO HURTES, NO DES FALSO TESTIMONIO, HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE."
Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. HONRA A TU PADRE Y A {tu} MADRE (que es el primer mandamiento con promesa), PARA QUE TE VAYA BIEN, Y PARA QUE TENGAS LARGA VIDA SOBRE LA TIERRA.
Al que maldice a su padre o a su madre, se le apagará su lámpara en medio de las tinieblas.
Porque Dios dijo: ``HONRA A {tu} PADRE Y A {tu} MADRE," y: ``QUIEN HABLE MAL DE {su} PADRE O DE {su} MADRE, QUE MUERA." Pero vosotros decís: ``Cualquiera que diga a {su} padre o a {su} madre: `Es ofrenda {a Dios} todo lo mío con que pudieras ser ayudado', no necesitará más honrar a su padre o a su madre." Y {así} invalidasteis la palabra de Dios por causa de vuestra tradición.
Porque Moisés dijo: ``HONRA A TU PADRE Y A TU MADRE"; y: ``EL QUE HABLE MAL DE {su} PADRE O DE {su} MADRE, QUE MUERA;" pero vosotros decís: ``Si un hombre dice al padre o a la madre: `Cualquier cosa mía con que pudieras beneficiarte es corbán (es decir, ofrenda {a Dios})'"; ya no le dejáis hacer nada en favor de {su} padre o de {su} madre;Leer más.
invalidando {así} la palabra de Dios por vuestra tradición, la cual habéis transmitido, y hacéis muchas cosas semejantes a éstas.
Estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre; la madre contra la hija y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera y la nuera contra su suegra.
Porque vine a PONER AL HOMBRE CONTRA SU PADRE, A LA HIJA CONTRA SU MADRE, Y A LA NUERA CONTRA SU SUEGRA; y LOS ENEMIGOS DEL HOMBRE {serán} LOS DE SU MISMA CASA.
El que ama al padre o a la madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama al hijo o a la hija más que a mí, no es digno de mí.
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre y madre, a {su} mujer e hijos, a {sus} hermanos y hermanas, y aun hasta su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Artículos Relacionados
- Advertencia, de padres
- Alimentar
- Cuidado de Niños
- Deber de los padres a los niños
- Delitos
- Derechos
- Disciplina
- El amor y el mundo
- El trabajo de los tontos
- Hijos
- Honrar a los padres
- La actitud de su madre
- La autoridad en el seno de la familia, tipo de
- La crianza
- La dedicación del bebé
- La disciplina en la familia
- La instrucción de los niños
- La ley, los diez mandamientos
- La obediencia a las autoridades humanas
- La responsabilidad, por el mundo de Dios
- La ética, personal
- Las actitudes hacia la vejez,
- Las madres, responsabilidades de
- Locura, Efectos de
- Los jóvenes
- Los niños malos
- Los niños, Deberes de
- Los niños, buenos chicos
- Los niños, disciplinarlo
- Los niños, el dolor de los padres
- Los niños, la actitud de los padres
- Los niños, las actitudes hacia
- Los niños, las necesidades de
- Los niños, las responsabilidades de los padres
- Los padres
- Los padres abusadores
- Malos Padres
- Obedientes a los padres
- Padres e hijos
- Pena de muerte por la violencia
- Presentación
- Respeto por los seres humanos
- Ser madre
- Ser padre
- Siendo un niño
- Siendo un padre
- Siendo un papá
- Tratar con niños rebeldes
- Amar a los niños
- Amar a vuestra madre
- Amar a vuestros padres
- Dejar a los padres por un cónyuge
- El amor de los padres
- El amor de una madre por sus hijos
- El amor de una madre por sus hijos
- El cuidado y el amor de un padre
- El júbilo de los padres
- El respeto
- El respeto por los demás
- El respeto por los padres
- Honrar a los honorables
- La crianza de los hijos
- La crianza de niños
- La instrucción
- La maternidad
- La muerte de un padre
- La muerte de una madre
- La obediencia
- La paternidad
- Las madres
- Las madres y los hijos
- Los azotes
- Los errores de los padres
- Los niños
- Los niños buenos
- Los padres
- Los padres y las hijas
- No honrar a los padres
- Que la palabra de Dios brinda sabiduría
- Ser buen padre