'Cada' en la Biblia
Y estos son los principales de la provincia que moraron en Jerusalem; mas en las ciudades de Judá habitaron cada uno en su posesión en sus ciudades, de Israel, de los sacerdotes, y Levitas, y Nethineos, y de los hijos de los siervos de Salomón.
Y el resto de Israel, de los sacerdotes, de los Levitas, en todas las ciudades de Judá, cada uno en su heredad.
Porque había mandamiento del rey acerca de ellos, y determinación acerca de los cantores para cada día.
Y Bacbucías y Unni, sus hermanos, cada cual en su ministerio.
Y todo Israel en días de Zorobabel, y en días de Nehemías, daba raciones á los cantores y á los porteros, cada cosa en su día: consagraban asimismo sus porciones á los Levitas, y los Levitas consagraban parte á los hijos de Aarón.
Entendí asimismo que las partes de los Levitas no se les habían dado; y que los Levitas y cantores que hacían el servicio se habían huído cada uno á su heredad.
Y sus hijos la mitad hablaban asdod, y conforme á la lengua de cada pueblo; que no sabían hablar judaico.
Limpiélos pues de todo extranjero, y puse á los sacerdotes y Levitas por sus clases, á cada uno en su obra;
Y la bebida fué según esta ley: Que nadie constriñese; porque así lo había mandado el rey á todos los mayordomos de su casa; que se hiciese según la voluntad de cada uno.
Pues envió letras á todas la provincias del rey, á cada provincia conforme á su escribir, y á cada pueblo conforme á su lenguaje, diciendo que todo hombre fuese señor en su casa; y háblese esto según la lengua de su pueblo.
Y cada día Mardochêo se paseaba delante del patio de la casa de las mujeres, por saber cómo iba á Esther, y qué se hacía de ella.
Y como llegaba el tiempo de cada una de las mozas para venir al rey Assuero, al cabo de haber estado ya doce meses conforme á la ley acerca de las mujeres (porque así se cumplía el tiempo de sus atavíos, esto es, seis meses con óleo de mirra, y seis meses
Y aconteció que, hablándole cada día de esta manera, y no escuchándolos él, denunciáronlo á Amán, por ver si las palabras de Mardochêo se mantendrían; porque ya él les había declarado que era Judío.
Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes primero, á trece del mismo, y fué escrito conforme á todo lo que mandó Amán, á los príncipes del rey, y á los capitanes que estaban sobre cada provincia, y á los príncipes de cada pueblo, á cada pr
La copia del escrito que se diese por mandamiento en cada provincia, fué publicada á todos los pueblos, á fin de que estuviesen apercibidos para aquel día.
Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto llegaba, tenían los Judíos grande luto, y ayuno, y lloro, y lamentación: saco y ceniza era la cama de muchos.
Mas todo esto nada me sirve cada vez que veo al judío Mardochêo sentado á la puerta del rey.
La copia de la escritura que había de darse por ordenanza en cada provincia, para que fuese manifiesta á todos los pueblos, decía que los Judíos estuviesen apercibidos para aquel día, para vengarse de sus enemigos.
Y en cada provincia y en cada ciudad donde llegó el mandamiento del rey, los Judíos tuvieron alegría y gozo, banquete y día de placer. Y muchos de los pueblos de la tierra se hacían Judíos, porque el temor de los Judíos había caído sobre ellos.
Por tanto los Judíos aldeanos que habitan en las villas sin muro, hacen á los catorce del mes de Adar el día de alegría y de banquete, y buen día, y de enviar porciones cada uno á su vecino.
Ordenándoles que celebrasen el día décimocuarto del mes de Adar, y el décimoquinto del mismo, cada un año.
Como días en que los Judíos tuvieron reposo de sus enemigos, y el mes que se les tornó de tristeza en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete y de gozo, y de enviar porciones cada uno á su vecino, y dádivas á los pobres.
Establecieron y tomaron los Judíos sobre sí, y sobre su simiente, y sobre todos los allegados á ellos, y no será traspasado, el celebrar estos dos días según está escrito en orden á ellos, y conforme á su tiempo cada un año;
E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban á llamar sus tres hermanas, para que comiesen y bebiesen con ellos.
Y tres amigos de Job, Eliphaz Temanita, y Bildad Suhita, y Sophar Naamathita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían concertado de venir juntos á condolecerse de él, y á consolarle.
Los cuales alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y lloraron á voz en grito; y cada uno de ellos rasgó su manto, y esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo.
Fueron ensalzados por un poco, mas desaparecen, Y son abatidos como cada cual: serán encerrados, Y cortados como cabezas de espigas.
Y vinieron é él todos sus hermanos, y todas sus hermanas, y todos los que antes le habían conocido, y comieron con él pan en su casa, y condoliéronse de él, y consoláronle de todo aquel mal que sobre él había Jehová traído; y cada uno de ellos le dió una
Mentira habla cada uno con su prójimo; Con labios lisonjeros, con corazón doble hablan.
¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, Con ansiedad en mi corazón cada día? ¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?
Considera al íntegro, y mira al justo: Que la postrimería de cada uno de ellos es paz.
Mientras se están quebrantando mis huesos, mis enemigos me afrentan, Diciéndome cada día: ¿Dónde está tu Dios?
Cada día mi vergüenza está delante de mí, Y cúbreme la confusión de mi rostro,
Empero por tu causa nos matan cada día; Somos tenidos como ovejas para el matadero.
Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido: No hay quien haga bien, no hay ni aun uno.
Al Músico principal: sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Michtam de David, cuando los Filisteos le prendieron en Gath. TEN misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre: Me oprime combatiéndome cada día.
Apúranme mis enemigos cada día; Porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.
Así cantaré tu nombre para siempre, Pagando mis votos cada día.
Y de ti, oh Señor, es la misericordia: Porque tú pagas á cada uno conforme á su obra.
Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta; Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como el corazón, es profundo.
Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios El Dios de nuestra salud. (Selah.)
Levántate, oh Dios, aboga tu causa: Acuérdate de cómo el insensato te injuria cada día.
Mis ojos enfermaron á causa de mi aflicción: Hete llamado, oh Jehová, cada día; He extendido á ti mis manos.
Cada día me afrentan mis enemigos; Los que se enfurecen contra mí, hanse contra mí conjurado.
Los cuales maquinan males en el corazón, Cada día urden contiendas.
Cada día te bendeciré, Y alabaré tu nombre por siglo y para siempre.
Bienaventurado el hombre que me oye, Velando á mis puertas cada día, Guardando los umbrales de mis entradas.
Muchos rogarán al príncipe: Mas cada uno es amigo del hombre que da.
Muchos hombres publican cada uno su liberalidad: Mas hombre de verdad, ¿quién lo hallará?
Muchos buscan el favor del príncipe: Mas de Jehová viene el juicio de cada uno.
Todos ellos tienen espadas, diestros en la guerra; Cada uno su espada sobre su muslo, Por los temores de la noche.
Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, La cual entregó á guardas, Cada uno de los cuales debía traer mil monedas de plata por su fruto.
Y el pueblo hará violencia los unos á los otros, cada cual contra su vecino: el mozo se levantará contra el viejo, y el villano contra el noble.
Y encima de él estaban serafines: cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, y con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.
Cada uno hurtará á la mano derecha, y tendrá hambre; y comerá á la izquierda, y no se hartará: cada cual comerá la carne de su brazo:
Y se llenarán de terror; angustias y dolores los comprenderán; tendrán dolores como mujer de parto; pasmaráse cada cual al mirar á su compañero; sus rostros, rostros de llamas.
Y será que como corza amontada, y como oveja sin pastor, cada cual mirará hacia su pueblo, y cada uno huirá á su tierra.
Todos los reyes de las gentes, todos ellos yacen con honra cada uno en su casa.
Hesbón y Eleale gritarán, hasta Jahas se oirá su voz: por lo que aullarán los armados de Moab, lamentaráse el alma de cada uno de por sí.
Y revolveré Egipcios contra Egipcios, y cada uno peleará contra su hermano, cada uno contra su prójimo: ciudad contra ciudad, y reino contra reino.
Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré; guardaréla de noche y de día, porque nadie la visite.
Allí anidará el cuclillo, conservara sus huevos, y sacará sus pollos, y juntarálos debajos de sus alas: también se ayuntarán allí buitres, cada uno con su compañera.
No escuchéis á Ezechîas: porque el rey de Asiria dice así: Haced conmigo paz, y salid á mí; y coma cada uno de su viña, y cada uno de su higuera, y beba cada cual las aguas de su pozo;
Mirad no os engañe Ezechîas diciendo: Jehová nos librará. ¿Libraron los dioses de las gentes cada uno á su tierra de la mano del rey de Asiria?
Cada cual ayudó á su cercano, y á su hermano dijo: Esfuérzate.
Así te serán aquellos con quienes te fatigaste, tus negociantes desde tu niñez: cada uno echará por su camino, no habrá quien te salve.
Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino: mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Y esos perros ansiosos no conocen hartura; y los mismos pastores no supieron entender: todos ellos miran á sus caminos, cada uno á su provecho, cada uno por su cabo.
Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiese obrado justicia, y que no hubiese dejado el derecho de su Dios: pregúntanme derechos de justicia, y quieren acercarse á Dios.
Porque he aquí que yo convoco todas las familias de los reinos del aquilón, dice Jehová; y vendrán, y pondrá cada uno su asiento á la entrada de las puertas de Jerusalem, y junto á todos sus muros en derredor, y en todas las ciudades de Judá.
Como caballos bien hartos fueron á la mañana, cada cual relinchaba á la mujer de su prójimo.
A ella vendrán pastores y sus rebaños; junto á ella en derredor pondrán sus tiendas; cada uno apacentará á su parte.
Porque desde el más chico de ellos hasta el más grande de ellos, cada uno sigue la avaricia; y desde el profeta hasta el sacerdote, todos son engañadores.
Desde el día que vuestros padres salieron de la tierra de Egipto hasta hoy. Y os envié á todos los profetas mis siervos, cada día madrugando y enviándolos:
Escuché y oí; no hablan derecho, no hay hombre que se arrepienta de su mal, diciendo: ¿Qué he hecho? Cada cual se volvió á su carrera, como caballo que arremete con ímpetu á la batalla.
Por tanto daré á otros sus mujeres, y sus heredades á quien las posea: porque desde el chico hasta el grande cada uno sigue la avaricia, desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engaño.
Guárdese cada uno de su compañero, ni en ningún hermano tenga confianza: porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda con falsedades.
Y cada uno engaña á su compañero, y no hablan verdad: enseñaron su lengua á hablar mentira, se ocupan de hacer perversamente.
Oíd pues, oh mujeres, palabra de Jehová, y vuestro oído reciba la palabra de su boca; y enseñad endechas á vuestras hijas, y cada una á su amiga, lamentación.
Mas no oyeron, ni inclinaron su oído, antes se fueron cada uno tras la imaginación de su corazón malvado: por tanto, traeré sobre ellos todas las palabras de este pacto, el cual mandé que cumpliesen, y no lo cumplieron.
Y será que, después que los hubiere arrancado, tornaré y tendré misericordia de ellos, y harélos volver cada uno á su heredad, y cada cual á su tierra.
Y vosotros habéis hecho peor que vuestros padres; porque he aquí que vosotros camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome á mí.
Yo Jehová, que escudriño el corazón, que pruebo los riñones, para dar á cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.
Ahora pues habla luego á todo hombre de Judá, y á los moradores de Jerusalem, diciendo: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo dispongo mal contra vosotros, y trazo contra vosotros designios: conviértase ahora cada uno de su mal camino, y mejorad vuestros ca
Y dijeron: Es por demás: porque en pos de nuestras imaginaciones hemos de ir, y hemos de hacer cada uno el pensamiento de su malvado corazón.
Y haréles comer la carne de sus hijos y la carne de sus hijas; y cada uno comerá la carne de su amigo, en el cerco y en el apuro con que los estrecharán sus enemigos y los que buscan sus almas.
Alucinásteme, oh Jehová, y hállome frustrado: más fuerte fuiste que yo, y vencísteme: cada día he sido escarnecido; cada cual se burla de mí.
Porque desde que hablo, doy voces, grito, Violencia y destrucción: porque la palabra de Jehová me ha sido para afrenta y escarnio cada día.
Y señalaré contra ti disipadores, cada uno con sus armas; y cortarán tus cedros escogidos, y los echarán en el fuego.
Y muchas gentes pasarán junto á esta ciudad, y dirán cada uno á su compañero: ¿Por qué lo hizo así Jehová con esta grande ciudad?
¿No piensan como hacen á mi pueblo olvidarse de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta á su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal?
Por tanto, he aquí yo contra los profetas, dice Jehová, que hurtan mis palabras cada uno de su más cercano.
Así diréis cada cual á su compañero, y cada cual á su hermano: ¿Qué ha respondido Jehová, y qué habló Jehová?
Y nunca más os vendrá á la memoria decir: Carga de Jehová: porque la palabra de cada uno le será por carga; pues pervertisteis las palabras del Dios viviente, de Jehová de los ejércitos, Dios nuestro.
Quizá oirán, y se tornarán cada uno de su mal camino; y arrepentiréme yo del mal que pienso hacerles por la maldad de sus obras.
Sino que cada cual morirá por su maldad; los dientes de todo hombre que comiere las uvas agraces, tendrán la dentera.
Grande en consejo, y magnífico en hechos: porque tus ojos están abiertos sobre todos los caminos de los hijos de los hombres, para dar á cada uno según sus caminos, y según el fruto de sus obras:
Que cada uno dejase su siervo, y cada uno su sierva, hebreo y hebrea, libres; que ninguno usase de los Judíos su hermanos como de siervos.
Y como oyeron todos los príncipes, y todo el pueblo que habían venido en el concierto de dejar cada uno su siervo y cada uno su sierva libres, que ninguno usase más de ellos como de siervos, obedecieron, y dejáronlos.
Al cabo de siete años dejaréis cada uno á su hermano hebreo que te fuere vendido; te servirá pues seis años, y lo enviarás libre de ti: mas vuestros padres no me oyeron, ni inclinaron su oído.
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