'Era' en la Biblia
Ya al atardecer, como era el día de la preparación, es decir, la víspera del día de reposo,
Cuando levantaron los ojos, vieron* que la piedra, aunque era sumamente grande, había sido removida.
No tenían hijos, porque Elisabet era estéril, y ambos eran de edad avanzada.
a una virgen desposada con un hombre que se llamaba José, de los descendientes de David; y el nombre de la virgen era María.
Este fue el primer censo que se levantó cuando Cirenio era gobernador de Siria.
Y había una profetisa, Ana, hija de Fanuel, de la tribu de Aser. Ella era de edad muy avanzada, y había vivido con {su} marido siete años después de su matrimonio,
Entonces El les dijo: ¿Por qué me buscabais? ¿Acaso no sabíais que me era necesario estar en la casa de mi Padre?
El bieldo está en su mano para limpiar completamente su era y recoger el trigo en su granero; pero quemará la paja en fuego inextinguible.
Y aconteció que cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús también fue bautizado: y mientras El oraba, el cielo se abrió,
Y cuando comenzó {su ministerio}, Jesús mismo tenía unos treinta años, siendo, como se suponía, hijo de José, {quien era hijo} de Elí,
y se admiraban de su enseñanza porque su mensaje era con autoridad.
También de muchos salían demonios, gritando y diciendo: ¡Tú eres el Hijo de Dios! Pero, reprendiéndolos, no les permitía hablar, porque sabían que El era el Cristo.
Subiendo a una de las barcas, que era de Simón, pidió que se separara de tierra un poco; y sentándose, enseñaba a las multitudes desde la barca.
Y cuando se acercaba a la puerta de la ciudad, he aquí, sacaban fuera a un muerto, hijo único de su madre, y ella era viuda; y un grupo numeroso de la ciudad estaba con ella.
Y he aquí, había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que {Jesús} estaba sentado {a la mesa} en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume;
Porque El mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues muchas veces se había apoderado de él, y estaba atado con cadenas y grillos y bajo guardia; {a pesar de todo} rompía las ataduras y era impelido por el demonio a los desiertos.
Y he aquí, llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial de la sinagoga; y cayendo a los pies de Jesús le rogaba que entrara a su casa;
Estaba {Jesús} echando fuera un demonio, que era mudo, y sucedió que cuando el demonio salió, el mudo habló; y las multitudes se maravillaron.
Y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era {todo} aquello.
``Pero era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque éste, tu hermano, estaba muerto y ha vuelto a la vida; {estaba} perdido y ha sido hallado."
Y cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, dándole gracias; y éste era samaritano.
Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos.
Pero al oír esto, se puso muy triste, pues era sumamente rico.
Al oír que pasaba una multitud, preguntaba qué era aquello.
Y un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de los recaudadores de impuestos y era rico,
trataba de ver quién era Jesús; pero no podía a causa de la multitud, ya que él era de pequeña estatura.
El bautismo de Juan, ¿era del cielo o de los hombres?
Pero si decimos: ``De los hombres", todo el pueblo nos matará a pedradas, pues están convencidos de que Juan era un profeta.
Y respondieron que no sabían de dónde {era.}
Cuando Pilato oyó {esto,} preguntó si el hombre era galileo.
Era ya como la hora sexta, cuando descendieron tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena
Cuando el centurión vio lo que había sucedido, glorificaba a Dios, diciendo: Ciertamente, este hombre era inocente.
(el cual no había asentido al plan y al proceder de los demás) {que era} de Arimatea, ciudad de los judíos, {y} que esperaba el reino de Dios.
Era el día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo.
Pero nosotros esperábamos que El era el que iba a redimir a Israel. Pero además de todo esto, este es el tercer día desde que estas cosas acontecieron.
¿No era necesario que el Cristo padeciera todas estas cosas y entrara en su gloria?
Y les dijo: Esto es lo que yo os decía cuando todavía estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre mí está escrito en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.
En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.
En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres.
Vino {al mundo} un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan.
No era él la luz, sino {que vino} para dar testimonio de la luz.
Juan dio* testimonio de El y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: ``El que viene después de mí, es antes de mí, porque era primero que yo."
Este es aquel de quien yo dije: ``Después de mí viene un hombre que es antes de mí porque era primero que yo."
El les dijo*: Venid y veréis. Entonces fueron y vieron dónde se hospedaba; y se quedaron con El aquel día, porque era como la hora décima.
Uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron {a Jesús} era Andrés, hermano de Simón Pedro.
Felipe era de Betsaida, de la ciudad de Andrés y de Pedro.
Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, y {como} no sabía de dónde era (pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían), el maestresala llamó* al novio,
y allí estaba el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó junto al pozo. Era como la hora sexta.
Y al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y echó a andar. Y aquel día era día de reposo.
Pero el que había sido sanado no sabía quién era, porque Jesús, sigilosamente, se había apartado de la multitud que estaba en {aquel} lugar.
El hombre se fue, y dijo a los judíos que Jesús era el que lo había sanado.
El era la lámpara que ardía y alumbraba, y vosotros quisisteis regocijaros por un tiempo en su luz.
Pero hay algunos de vosotros que no creéis. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién era el que le iba a traicionar.
¿No ha dicho la Escritura que el Cristo viene de la descendencia de David, y de Belén, la aldea de donde era David?
Nicodemo, el que había venido a Jesús antes, y que era uno de ellos, les dijo*:
Entonces los vecinos y los que antes le habían visto que era mendigo, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba?
Y era día de reposo el día en que Jesús hizo el barro y le abrió los ojos.
Sus padres dijeron esto porque tenían miedo a los judíos; porque los judíos ya se habían puesto de acuerdo en que si alguno confesaba que Jesús era el Cristo, fuera expulsado de la sinagoga.
Entonces él les contestó: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo.
Jesús les habló {por medio de} esta alegoría, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.
Era invierno, y Jesús andaba por el templo, en el pórtico de Salomón.
Y muchos vinieron a El y decían: Aunque Juan no hizo ninguna señal, sin embargo, todo lo que Juan dijo de éste era verdad.
Entonces Jesús, de nuevo profundamente conmovido en su interior, fue* al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella.
Pero uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote ese año, les dijo: Vosotros no sabéis nada,
Y le hicieron una cena allí, y Marta servía; pero Lázaro era uno de los que estaban {a la mesa} con El.
Pero dijo esto, no porque se preocupara por los pobres, sino porque era un ladrón, y como tenía la bolsa del dinero, sustraía de lo que se echaba en ella.
éstos, pues, fueron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y le rogaban, diciendo: Señor, queremos ver a Jesús.
Y Judas, después de recibir el bocado, salió inmediatamente; y {ya} era de noche.
y le llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, que era sumo sacerdote ese año.
Y Caifás era el que había aconsejado a los judíos que convenía que un hombre muriera por el pueblo.
Y Simón Pedro seguía a Jesús, y {también} otro discípulo. Este discípulo era conocido del sumo sacerdote, y entró con Jesús al patio del sumo sacerdote,
pero Pedro estaba fuera, a la puerta. Así que el otro discípulo, que era conocido del sumo sacerdote, salió y habló a la portera, e hizo entrar a Pedro.
Uno de los siervos del sumo sacerdote, que era pariente de aquel a quien Pedro le había cortado la oreja, dijo*: ¿No te vi yo en el huerto con El?
Entonces llevaron* a Jesús {de casa} de Caifás al Pretorio. Era muy de mañana. Y ellos no entraron al Pretorio para no contaminarse y poder comer la Pascua.
Entonces volvieron a gritar, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era un ladrón.
Y era el día de la preparación para la Pascua; era como la hora sexta. Y {Pilato} dijo* a los judíos: He aquí vuestro Rey.
Entonces los soldados, cuando crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos e hicieron cuatro partes, una parte para cada soldado. Y {tomaron también} la túnica; y la túnica era sin costura, tejida en una sola pieza.
Los judíos entonces, como era el día de preparación {para la Pascua,} a fin de que los cuerpos no se quedaran en la cruz el día de reposo (porque ese día de reposo era muy solemne), pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran.
Después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió {permiso} a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato concedió el permiso. Entonces él vino, y se llevó el cuerpo de Jesús.
Al decir esto, se volvió y vio* a Jesús que estaba {allí,} pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dijo*: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo*: Señor, si tú le has llevado, dime dónde le has puesto, y yo me lo llevaré.
Cuando ya amanecía, Jesús estaba en la playa; pero los discípulos no sabían que era Jesús.
Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba, dijo* a Pedro: ¡Es el Señor! Oyendo, pues, Simón Pedro que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se la había quitado {para poder trabajar}), y se echó al mar.
Jesús les dijo*: Venid {y} desayunad. Ninguno de los discípulos se atrevió a preguntarle: ¿Quién eres tú?, sabiendo que era el Señor.
Porque era contado entre nosotros y recibió parte en este ministerio.
a quien Dios resucitó, poniendo fin a la agonía de la muerte, puesto que no era posible que El quedara bajo el dominio de ella.
y reconocieron que era el mismo que se sentaba a la puerta del templo, la Hermosa, a {pedir} limosna, y se llenaron de asombro y admiración por lo que le había sucedido.
Les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente, pues ya era tarde.
La congregación de los que creyeron era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común.
Fue por ese tiempo que Moisés nació. Era hermoso a la vista de Dios, y fue criado por tres meses en la casa de su padre.
Y Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era un hombre poderoso en palabras y en hechos.
Y al ver que uno {de ellos} era tratado injustamente, lo defendió y vengó al oprimido matando al egipcio.
El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste: COMO OVEJA FUE LLEVADO AL MATADERO; Y COMO CORDERO, MUDO DELANTE DEL QUE LO TRASQUILA, NO ABRE EL SU BOCA.
Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; y todos le temían, no creyendo que era discípulo.
Entretanto la iglesia gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo.
Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita (que traducido {al griego} es Dorcas); esta mujer era rica en obras buenas y de caridad que hacía continuamente.
Por tanto, si Dios les dio a ellos el mismo don que también nos {dio} a nosotros después de creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder estorbar a Dios?
porque era un hombre bueno, y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al Señor.
Así pues, Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él.
Y saliendo, {lo} seguía, y no sabía que lo que hacía el ángel era de verdad, sino que creía ver una visión.