'Sol' en la Biblia
para que ustedes sean hijos de su Padre que está en los cielos; porque El hace salir Su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos.
pero cuando salió el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
"Entonces LOS JUSTOS RESPLANDECERAN COMO EL SOL en el reino de su Padre. El que tiene oídos, que oiga.
Delante de ellos se transfiguró; y Su rostro resplandeció como el sol y Sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.
``Pero inmediatamente después de la tribulación de esos días, EL SOL SE OSCURECERA, LA LUNA NO DARA SU LUZ, LAS ESTRELLAS CAERAN del cielo y las potencias de los cielos serán sacudidas.
A la caída de la tarde, después de la puesta del sol, trajeron a Jesús todos los que estaban enfermos y los endemoniados.
"Pero cuando salió el sol, se quemó, y por no tener raíz, se secó.
``Pero en aquellos días, después de esa tribulación, EL SOL SE OSCURECERA Y LA LUNA NO DARA SU LUZ,
Muy de mañana, el primer día de la semana, llegaron al sepulcro cuando el sol {ya} había salido.
Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades se los llevaban a El; y poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba.
``Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra, angustia entre las naciones, perplejas a causa del rugido del mar y de las olas,
al eclipsarse el sol. El velo del templo se rasgó en dos.
~`EL SOL SE CONVERTIRA EN TINIEBLAS Y LA LUNA EN SANGRE, ANTES QUE VENGA EL DIA GRANDE Y GLORIOSO DEL SEÑOR.
"Ahora, la mano del Señor está sobre ti; te quedarás ciego y no verás el sol por algún tiempo." Al instante niebla y oscuridad cayeron sobre él, e iba buscando quien lo guiara de la mano.
al mediodía, oh rey, {yendo} de camino, vi una luz procedente del cielo más brillante que el sol, que resplandecía alrededor mío y de los que viajaban conmigo.
Como ni el sol ni las estrellas aparecieron por muchos días, y una tempestad no pequeña se abatía sobre {nosotros,} desde entonces fuimos abandonando toda esperanza de salvarnos.
Hay una gloria del sol, y otra gloria de la luna, y otra gloria de las estrellas; pues {una} estrella es distinta de {otra} estrella en gloria.
ENOJENSE, PERO NO PEQUEN; no se ponga el sol sobre su enojo,
Porque el sol sale con calor abrasador y seca la hierba, y su flor se cae y la hermosura de su apariencia perece. Así también se marchitará el rico en medio de sus empresas.
En Su mano derecha tenía siete estrellas, y de Su boca salía una espada aguda de dos filos. Su rostro era como el sol {cuando} brilla con {toda} su fuerza.
Vi cuando el Cordero abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto, y el sol se puso negro como cilicio {hecho} de cerda, y toda la luna se volvió como sangre,
También vi a otro ángel que subía de donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo. Y gritó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había concedido hacer daño a la tierra y al mar:
"Ya no tendrán hambre ni sed, ni el sol les hará daño, ni ningún calor abrasador,
El cuarto ángel tocó la trompeta, y fue herida la tercera parte del sol, la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas, para que la tercera parte de ellos se oscureciera y el día no resplandeciera en su tercera parte, y asimismo en la noche.
Cuando abrió el pozo del abismo, subió humo del pozo como el humo de un gran horno, y el sol y el aire se oscurecieron por el humo del pozo.
Vi a otro ángel poderoso que descendía del cielo, envuelto en una nube. El arco iris {estaba} sobre su cabeza, su rostro {era} como el sol y sus pies como columnas de fuego.
Una gran señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.
El cuarto {ángel} derramó su copa sobre el sol. Y {al sol} se le permitió quemar a los hombres con fuego.
Vi a un ángel que estaba de pie en el sol. Clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: ``Vengan, congréguense para la gran cena de Dios,
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero {es} su lumbrera.
Y ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos.