'Soy' en la Biblia
Porque mío es todo primogénito; el día en que herí a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, consagré para mí a todos los primogénitos en Israel, desde el hombre hasta el animal. Míos serán; yo soy el SEÑOR.
Y tomarás a los levitas para mí, yo soy el SEÑOR, en lugar de todos los primogénitos entre los hijos de Israel, y el ganado de los levitas en lugar de todos los primogénitos del ganado de los hijos de Israel.
Toma a los levitas en lugar de todos los primogénitos entre los hijos de Israel, y el ganado de los levitas. Los levitas serán míos; yo soy el SEÑOR.
Asimismo, en el día de vuestra alegría, en vuestras fiestas señaladas y en el primer {día} de vuestros meses, tocaréis las trompetas durante vuestros holocaustos y durante los sacrificios de vuestras ofrendas de paz; y serán para vosotros como recordatorio delante de vuestro Dios. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Yo soy el SEÑOR vuestro Dios que os saqué de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
Entonces el SEÑOR dijo a Aarón: No tendrás heredad en su tierra, ni tendrás posesión entre ellos; yo soy tu porción y tu herencia entre los hijos de Israel.
Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna, y sobre mí has cabalgado toda tu vida hasta hoy? ¿He tenido la costumbre de portarme así contigo? Y él dijo: No.
Entonces Balac dijo a Balaam: ¿No envié a llamarte con urgencia? ¿Por qué no viniste a mí? ¿Acaso no soy capaz de honrarte?
``Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de servidumbre.
``No los adorarás ni los servirás; porque yo, el SEÑOR tu Dios, soy Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres sobre los hijos, y sobre la tercera y la cuarta {generación} de los que me aborrecen,
No habéis comido pan ni habéis bebido vino ni sidra, para que sepáis que yo soy el SEÑOR vuestro Dios.
``Ved ahora que yo, yo soy el Señor, y fuera de mí no hay dios. Yo hago morir y hago vivir. Yo hiero y yo sano, y no hay quien pueda librar de mi mano.
que Josué llamó a todo Israel, a sus ancianos, a sus jefes, a sus jueces y a sus oficiales, y les dijo: Yo ya soy viejo {y} avanzado en años.
y os dije: `Yo soy el SEÑOR vuestro Dios. No temeréis a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis.' Pero no me habéis obedecido."
Hablad ahora a oídos de todos los habitantes de Siquem: `` ¿Qué es mejor para vosotros, que todos los hijos de Jerobaal, setenta hombres, reinen sobre vosotros, o que reine sobre vosotros un solo hombre?" Además, acordaos que yo soy hueso vuestro y carne vuestra.
Manoa se levantó y siguió a su mujer, y cuando llegó al hombre, le dijo: ¿Eres el hombre que habló a la mujer? Y él respondió: Yo soy.
Y Micaía le dijo: ¿De dónde vienes? Y él le respondió: Soy un levita de Belén de Judá; y voy a residir donde encuentre {lugar.}
Y él les dijo: Así y de esta manera me ha hecho Micaía, me ha tomado a sueldo y ahora soy su sacerdote.
Y él le dijo: Estamos pasando de Belén de Judá a la parte más remota de la región montañosa de Efraín, {pues} soy de allí. Fui hasta Belén de Judá, y {ahora} voy a mi casa, pero no hay quien me reciba en su casa.
Volveos, hijas mías. Id, porque soy demasiado vieja para tener marido. Si dijera que tengo esperanza, y si aun tuviera un marido esta noche y también diera a luz hijos,
Entonces ella dijo: Señor mío, he hallado gracia ante tus ojos, porque me has consolado y en verdad has hablado con bondad a tu sierva, aunque yo no soy como una de tus siervas.
Y él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Soy Rut, tu sierva. Extiende, pues, tu manto sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano.
Ahora bien, es verdad que soy pariente cercano, pero hay un pariente más cercano que yo.
Entonces Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué está triste tu corazón? ¿No soy yo para ti mejor que diez hijos?
Pero Ana respondió y dijo: No, señor mío, soy una mujer angustiada en espíritu; no he bebido vino ni licor, sino que he derramado mi alma delante del SEÑOR.
Y ella dijo: ¡Oh señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti orando al SEÑOR.
Y el hombre dijo a Elí: Yo soy el que vine del campo de batalla. Hoy escapé del campo de batalla. Y Elí preguntó: ¿Cómo fueron las cosas, hijo mío?
Respondió Samuel a Saúl y dijo: Yo soy el vidente. Sube delante de mí al lugar alto, pues hoy comerás conmigo, y por la mañana te dejaré ir y te declararé todo lo que está en tu corazón.
Saúl respondió, y dijo: ¿No soy yo benjamita, de la más pequeña de las tribus de Israel, y {no es} mi familia la menos importante de todas las familias de la tribu de Benjamín? ¿Por qué, pues, me hablas de esta manera?
Y he aquí, ahora el rey va delante de vosotros. Yo {ya} soy viejo y lleno de canas, y he aquí, mis hijos están con vosotros. Yo he andado delante de vosotros desde mi juventud hasta hoy.
Y {Goliat} se paró y gritó a las filas de Israel, diciéndoles: ¿Para qué habéis salido a poneros en orden de batalla? ¿Acaso no soy yo filisteo y vosotros siervos de Saúl? Escogeos un hombre y que venga contra mí.
Y el filisteo dijo a David: ¿Acaso soy un perro, que vienes contra mí con palos? Y el filisteo maldijo a David por sus dioses.
Y Saúl le dijo: Joven, ¿de quién eres hijo? Y David respondió: {Yo soy} hijo de tu siervo Isaí el de Belén.
Pero David respondió a Saúl: ¿Quién soy yo, o qué es mi vida, {o quién es} la familia de mi padre en Israel, para que yo sea yerno del rey?
Y David le dijo: ¿De quién eres tú, y de dónde eres? Y él dijo: Soy un joven de Egipto, siervo de un amalecita; mi amo me dejó atrás cuando me enfermé hace tres días.
Y él me dijo: `` ¿Quién eres?" Y le respondí: ``Soy amalecita."
Dijo David al joven que se lo había contado: ¿De dónde eres? Y él respondió: Soy hijo de un extranjero, un amalecita.
Y miró atrás Abner, y dijo: ¿Eres tú Asael? Y él respondió: Yo soy.
Entonces Abner se enojó mucho por las palabras de Is-boset, y dijo: ¿Acaso soy yo cabeza de perro que pertenece a Judá? Hoy he mostrado bondad hacia la casa de tu padre Saúl, hacia sus hermanos y hacia sus amigos, y no te he entregado en manos de David; sin embargo, tú me acusas hoy de una ofensa con esta mujer.
Hoy soy débil, aunque ungido rey; y estos hombres, hijos de Sarvia, son más duros que yo. Que el SEÑOR pague al malhechor conforme a su maldad.
Entonces el rey David entró y se sentó delante del SEÑOR y dijo: ¿Quién soy yo, oh Señor DIOS, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí?
Y el rey le dijo: ¿Qué te sucede? Y ella respondió: Ciertamente soy viuda, pues mi marido ha muerto.
Entonces David dijo: ¿Qué tengo yo que ver con vosotros, hijos de Sarvia, para que en este día me seáis adversarios? ¿Ha de morir hoy hombre alguno en Israel? ¿Acaso no sé que hoy soy rey sobre Israel?
Y él se acercó a ella, y la mujer dijo: ¿Eres tú Joab? Y él respondió: Yo soy. Entonces ella le dijo: Escucha las palabras de tu sierva. Y él respondió: Escucho.
Yo soy de las pacíficas {y} fieles en Israel. Tú procuras destruir una ciudad madre en Israel. ¿Por qué has de destruir la heredad del SEÑOR?
Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, y soy salvo de mis enemigos.
Entonces David habló al SEÑOR, cuando vio al ángel que hería al pueblo, y dijo: He aquí, yo soy el que ha pecado, y yo soy el que ha hecho mal; pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Te ruego que tu mano caiga sobre mí y sobre la casa de mi padre.
Y ahora, SEÑOR Dios mío, has hecho a tu siervo rey en lugar de mi padre David, aunque soy un muchacho y no sé cómo salir ni entrar.
y fue tras el hombre de Dios; lo halló sentado debajo de una encina, y le dijo: ¿Eres tú el hombre de Dios que vino de Judá? Y él respondió: Yo soy.
Y {el otro} le respondió: Yo también soy profeta como tú, y un ángel me habló por palabra del SEÑOR, diciendo: ``Tráelo contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua." {Pero} le estaba mintiendo.
Y él le respondió: Yo soy. Ve, di a tu señor: ``Aquí está Elías."
Y sucedió que a la hora de ofrecerse el sacrificio de la {tarde}, el profeta Elías se acercó y dijo: Oh SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu siervo y que he hecho todas estas cosas por palabra tuya.
El anduvo por el desierto un día de camino, y vino y se sentó bajo un enebro; pidió morirse y dijo: Basta ya, SEÑOR, toma mi vida porque yo no soy mejor que mis padres.
Y el rey de Israel respondió, y dijo: {Sea} conforme a tu palabra, oh rey, señor mío; tuyo soy yo y todo lo que tengo.
Y he aquí, un profeta se acercó a Acab, rey de Israel, y {le} dijo: Así dice el SEÑOR: `` ¿Has visto toda esta gran multitud? He aquí, la entregaré hoy en tu mano, y sabrás que yo soy el SEÑOR."
Entonces un hombre de Dios se acercó y habló al rey de Israel, y dijo: Así dice el SEÑOR: ``Porque los arameos han dicho: `El SEÑOR es un dios de los montes, pero no es un dios de los valles; por tanto, entregaré a toda esta gran multitud en tu mano, y sabrás que yo soy el SEÑOR.'"
Y dijo a Josafat: ¿Quieres venir conmigo a pelear {contra} Ramot de Galaad? Respondió Josafat al rey de Israel: Yo soy como tú, mi pueblo como tu pueblo, mis caballos como tus caballos.
Respondió Elías y dijo al capitán de cincuenta: Si yo soy hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta. Entonces descendió fuego del cielo, y lo consumió a él y a sus cincuenta.
Y respondió Elías y les dijo: Si yo soy hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta. Entonces el fuego de Dios descendió del cielo y lo consumió a él y a sus cincuenta.
Entonces fue y envió {palabra} a Josafat, rey de Judá, diciendo: El rey de Moab se ha rebelado contra mí. ¿Irás conmigo a pelear contra Moab? Y él respondió: Subiré; yo soy como tú, mi pueblo como tu pueblo, mis caballos como tus caballos.
Y sucedió que cuando el rey de Israel leyó la carta, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Acaso soy yo Dios, para dar muerte y para dar vida, para que éste me mande {a decir} que cure a un hombre de su lepra? Pero considerad ahora, y ved cómo busca pleito conmigo.
Y envió Acaz mensajeros a Tiglat-pileser, rey de Asiria, diciendo: Yo soy tu siervo y tu hijo; sube y líbrame de la mano del rey de Aram y de la mano del rey de Israel que se han levantado contra mí.
Entonces el rey David entró y se sentó delante del SEÑOR, y dijo: ¿Quién soy yo, oh SEÑOR Dios, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí?
Y David dijo a Dios: ¿No soy yo el que ordenó enumerar al pueblo? Ciertamente yo soy el que ha pecado y obrado muy perversamente, pero estas ovejas, ¿qué han hecho? Oh SEÑOR, Dios mío, te ruego que tu mano sea contra mí y contra la casa de mi padre, pero no contra tu pueblo, para que no haya plaga entre ellos.
Pero ¿quién soy yo y quién es mi pueblo para que podamos ofrecer tan generosamente todo esto? Porque de ti {proceden} todas las cosas, y de lo {recibido} de tu mano te damos.
Pero ¿quién será capaz de edificarle una casa, cuando los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerle? ¿Quién soy yo para que le edifique una casa, aunque sólo sea para quemar {incienso} delante de El?
Y Acab, rey de Israel, dijo a Josafat, rey de Judá: ¿Irás conmigo {contra} Ramot de Galaad? Y él le respondió: Yo soy como tú, y mi pueblo como tu pueblo; {estaremos} contigo en la batalla.
y dijo: Si le place al rey, y si he hallado gracia delante de él, si el asunto le parece bien al rey y yo soy grata ante sus ojos, que se escriba para revocar las cartas concebidas por Amán, hijo de Hamedata, agagueo, las cuales escribió para destruir a los judíos que están en todas las provincias del rey.
¿Soy yo el mar, o un monstruo marino, para que me pongas guardia?
¿He pecado? ¿Qué te he hecho a ti, oh guardián de los hombres? ¿Por qué has hecho de mí tu blanco, de modo que soy una carga para mí mismo?
Aunque soy justo, mi boca me condenará; {aunque} soy inocente, El me declarará culpable.
Inocente soy, no hago caso de mí mismo, desprecio mi vida.
{Si} soy impío, ¿para qué, pues, esforzarme en vano?
{Entonces} yo hablaré y no le temeré; porque en mi opinión yo no soy así.
``Según tu conocimiento ciertamente no soy culpable; sin embargo no hay salvación de tu mano.
``Si soy malvado, ¡ay de mí!, y {si} soy justo, no me atrevo a levantar la cabeza. {Estoy} harto de deshonra y consciente de mi aflicción.
Pues has dicho: ``Mi enseñanza es pura, y soy inocente ante tus ojos."
{Pero} yo también tengo inteligencia como vosotros, no soy inferior a vosotros. ¿Y quién no sabe esto?
Soy motivo de burla para mis amigos, el que clamaba a Dios, y El le respondía. Motivo de burla es el justo {e} intachable.
Lo que vosotros sabéis yo también lo sé; no soy menos que vosotros.
Porque El me ha hecho proverbio del pueblo, y soy uno a quien los hombres escupen.
Los moradores de mi casa y mis criadas me tienen por extraño, extranjero soy a sus ojos.
Mi aliento es odioso a mi mujer, y soy repugnante a mis propios hermanos.
Y ahora he venido a ser su escarnio, y soy para ellos refrán.
El me ha arrojado al lodo, y soy como el polvo y la ceniza.
Y respondió Eliú, hijo de Baraquel buzita, y dijo: Yo soy joven, y vosotros ancianos; por eso tenía timidez y me atemorizaba declararos lo que pienso.
``Yo soy limpio, sin transgresión; soy inocente y en mí no hay culpa.
Porque Job ha dicho: ``Yo soy justo, pero Dios me ha quitado mi derecho.
He aquí, yo soy insignificante; ¿qué puedo yo responderte? Mi mano pongo sobre la boca.
Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, y soy salvo de mis enemigos.
Pero yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
Soy derramado como agua, y todos mis huesos están descoyuntados; mi corazón es como cera; se derrite en medio de mis entrañas.
El SEÑOR es mi fuerza y mi escudo; en El confía mi corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias con mi cántico.
Como un muerto soy olvidado, sin ser recordado, soy semejante a un vaso roto.
Y yo alarmado, decía: ¿Cortado soy de delante de tus ojos! Empero tú oíste la voz de mis súplicas cuando a ti clamaba.
Empuña también la lanza y el hacha para enfrentarte a los que me persiguen; di a mi alma: Yo soy tu salvación.
Yo fui joven, y ya soy viejo, y no he visto al justo desamparado, ni a su descendencia mendigando pan.
Mas yo, como el sordo, no oigo; {soy} como el mudo que no abre la boca.
Sí, soy como el hombre que no oye, y en cuya boca no hay réplica.
SEÑOR, hazme saber mi fin, y cuál es la medida de mis días, para que yo sepa cuán efímero soy.