'Soy' en la Biblia
Escucha mi oración, oh SEÑOR, y presta oído a mi clamor; no guardes silencio ante mis lágrimas; porque extranjero soy junto a ti, peregrino, como todos mis padres.
Estad quietos, y sabed que yo soy Dios; exaltado seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra.
Oye, pueblo mío, y hablaré; Israel, yo testificaré contra ti. Yo soy Dios, tu Dios.
Pero yo soy como olivo verde en la casa de Dios; en la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.
Hablan de mí los que se sientan a la puerta, y {soy} la canción de los borrachos.
Yo, el SEÑOR, soy tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto; abre bien tu boca y la llenaré.
Guarda mi alma, pues soy piadoso; tú eres mi Dios; salva a tu siervo que en ti confía.
Soy contado entre los que descienden a la fosa; he llegado a ser como hombre sin fuerza,
No puedo dormir; soy cual pájaro solitario sobre un tejado.
Voy pasando como sombra que se alarga; soy sacudido como la langosta.
¿Ah, SEÑOR! Ciertamente yo soy tu siervo, siervo tuyo soy, hijo de tu sierva; tú desataste mis ataduras.
Peregrino soy en la tierra, no escondas de mí tus mandamientos.
Compañero soy de todos los que te temen, y de los que guardan tus preceptos.
Tuyo soy, {Señor,} sálvame, pues tus preceptos he buscado.
Yo soy tu siervo, dame entendimiento para que conozca tus testimonios.
Pequeño soy, y despreciado, {mas} no me olvido de tus preceptos.
¿Ay de mí, porque soy peregrino en Mesec, {y} habito entre las tiendas de Cedar!
Y por tu misericordia, extirpa a mis enemigos, y destruye a todos los que afligen mi alma; pues yo soy tu siervo.
Mío es el consejo y la prudencia, yo soy la inteligencia, el poder es mío.
Ciertamente soy el más torpe de los hombres, y no tengo inteligencia humana.
Soy morena pero preciosa, oh hijas de Jerusalén, como las tiendas de Cedar, como las cortinas de Salomón.
No os fijéis en que soy morena, porque el sol me ha quemado. Los hijos de mi madre se enojaron conmigo; me pusieron a guardar las viñas, {y} mi propia viña no guardé.
Yo soy la rosa de Sarón, el lirio de los valles.
Mi amado es mío, y yo soy suya; él apacienta {su rebaño} entre los lirios.
Yo soy de mi amado y mi amado es mío, él apacienta entre los lirios.
Yo soy de mi amado, y su deseo tiende hacia mí.
Yo soy una muralla, y mis pechos como torres, entonces fui a sus ojos como quien halla la paz.
Entonces dije: ¿Ay de mí! Porque perdido estoy, pues soy hombre de labios inmundos y en medio de un pueblo de labios inmundos habito, porque han visto mis ojos al Rey, el SEÑOR de los ejércitos.
No son más que necios los príncipes de Zoán; el consejo de los más sabios consejeros de Faraón se ha vuelto torpe. ¿Cómo decís a Faraón: Yo soy hijo de los sabios, hijo de los antiguos reyes?
Yo, el SEÑOR, soy su guardador; a cada momento la riego. Para que nadie la dañe, la guardo noche y día.
¿Quién {lo} ha hecho y {lo} ha realizado, llamando a las generaciones desde el principio? Yo, el SEÑOR, soy el primero, y con los postreros soy.
No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.
Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, que sostiene tu diestra, que te dice: ``No temas, yo te ayudaré."
Yo soy el SEÑOR, en justicia te he llamado; te sostendré por la mano y por ti velaré, y te pondré como pacto para el pueblo, como luz para las naciones,
Yo soy el SEÑOR, ése es mi nombre; mi gloria a otro no daré, ni mi alabanza a imágenes talladas.
Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador; he dado a Egipto por tu rescate, a Cus y a Seba en lugar tuyo.
Vosotros sois mis testigos --declara el SEÑOR-- y mi siervo a quien he escogido, para que {me} conozcáis y creáis en mí, y entendáis que yo soy. Antes de mí no fue formado {otro} dios, ni después de mí {lo} habrá.
Yo, yo soy el SEÑOR, y fuera de mí no hay salvador.
Yo soy el que {lo} he anunciado, he salvado y {lo} he proclamado, y no hay entre vosotros {dios} extraño; vosotros, pues, sois mis testigos --declara el SEÑOR-- y yo soy Dios.
Aun desde la eternidad, yo soy, y no hay quien libre de mi mano; yo actúo, ¿y quién lo revocará?
Yo soy el SEÑOR, vuestro Santo, el Creador de Israel, vuestro Rey.
Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo, y no recordaré tus pecados.
Este dirá: ``Yo soy del SEÑOR", otro invocará el nombre de Jacob, y otro escribirá {en} su mano: ``Del SEÑOR {soy}" y se llamará con el nombre de Israel.
Así dice el SEÑOR, el Rey de Israel, y su Redentor, el SEÑOR de los ejércitos: ``Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios.
Yo soy el que confirmo la palabra de su siervo, y cumplo el propósito de sus mensajeros; el que dice de Jerusalén: ``Será habitada"; y de las ciudades de Judá: ``Serán reedificadas, y sus ruinas levantaré";
Te daré los tesoros ocultos, y las riquezas de los lugares secretos, para que sepas que soy yo, el SEÑOR, Dios de Israel, el que te llama por tu nombre.
Yo soy el SEÑOR, y no hay ningún otro; fuera de mí no hay Dios. Yo te ceñiré, aunque no me has conocido,
para que se sepa que desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, no hay ninguno fuera de mí. Yo soy el SEÑOR, y no hay otro;
el que forma la luz y crea las tinieblas, el que causa bienestar y crea calamidades, yo soy el SEÑOR, el que hace todo esto.
Porque así dice el SEÑOR que creó los cielos (El es el Dios que formó la tierra y la hizo, El la estableció {y} no la hizo un lugar desolado, {sino que} la formó para ser habitada): Yo soy el SEÑOR y no hay ningún otro.
Declarad y presentad {vuestro caso;} sí, que deliberen juntos: ¿Quién ha anunciado esto desde la antigüedad {y} lo ha declarado desde entonces? ¿No soy yo, el SEÑOR? No hay más Dios que yo, un Dios justo y salvador; no hay {ninguno} fuera de mí.
Volveos a mí y sed salvos, todos los términos de la tierra; porque yo soy Dios, y no hay ningún otro.
Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios, y no hay otro; {yo soy} Dios, y no hay ninguno como yo,
Oyeme, Jacob, Israel a quien llamé: Yo soy, yo soy el primero {y} también soy el último.
Así dice el SEÑOR, tu Redentor, el Santo de Israel: Yo soy el SEÑOR tu Dios, que te enseña para {tu} beneficio, que te conduce por el camino en que debes andar.
Y ahora dice el SEÑOR (el que me formó desde el seno materno para {ser} su siervo, para hacer que Jacob vuelva a El y que Israel se reúna con El, porque honrado soy a los ojos del SEÑOR y mi Dios ha sido mi fortaleza),
Reyes serán tus tutores, y sus princesas, tus nodrizas. Rostro en tierra te rendirán homenaje y el polvo de tus pies lamerán. Y sabrás que yo soy el SEÑOR, y que no se avergonzarán los que esperan en mí.
Haré comer a tus opresores su propia carne, y como con vino dulce, con su sangre se embriagarán; y toda carne sabrá que yo, el SEÑOR, soy tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Jacob.
El Señor DIOS me ayuda, por eso no soy humillado, por eso como pedernal he puesto mi rostro, y sé que no seré avergonzado.
Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú que temes al hombre mortal, y al hijo del hombre que como hierba es tratado?
Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, que agito el mar y hago bramar sus olas (el SEÑOR de los ejércitos es su nombre),
Por tanto, mi pueblo conocerá mi nombre; así que en aquel día {comprenderán} que yo soy el que dice: ``Heme aquí."
Que el extranjero que se ha allegado al SEÑOR, no diga: Ciertamente el SEÑOR me separará de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí, soy un árbol seco.
Y mamarás la leche de las naciones, al pecho de los reyes mamarás; entonces sabrás que yo, el SEÑOR, soy tu Salvador y tu Redentor, el Poderoso de Jacob.
¿Quién es éste que viene de Edom, de Bosra con vestiduras de colores brillantes; éste, majestuoso en su ropaje, que marcha en la plenitud de su fuerza? Soy yo que hablo en justicia, poderoso para salvar.
que dicen: ``Quédate donde estás, no te acerques a mí, porque soy más santo que tú." Estos son humo en mi nariz, fuego que arde todo el día.
Entonces dije: ¡Ah, Señor DIOS! He aquí, no sé hablar, porque soy joven.
Pero el SEÑOR me dijo: No digas: ``Soy joven", porque adondequiera que te envíe, irás, y todo lo que te mande, dirás.
aún dices: ``Soy inocente, ciertamente su ira se ha apartado de mí." He aquí, entraré en juicio contigo porque dices: ``No he pecado."
Ve y proclama estas palabras al norte, y di: ``Regresa, infiel Israel" --declara el SEÑOR--, ``no te miraré con ira, porque soy misericordioso" --declara el SEÑOR--; ``no guardaré rencor para siempre.
``Volved, hijos infieles" --declara el SEÑOR--, ``porque yo soy vuestro dueño, y os tomaré, uno de {cada} ciudad y dos de {cada} familia, y os llevaré a Sion."
mas el que se gloríe, gloríese de esto: de que me entiende y me conoce, pues yo soy el SEÑOR que hago misericordia, derecho y justicia en la tierra, porque en estas cosas me complazco --declara el SEÑOR.
¿Soy yo un Dios de cerca --declara el SEÑOR-- y no un Dios de lejos?
``Y les daré un corazón para que me conozcan, porque yo soy el SEÑOR; y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios, pues volverán a mí de todo corazón.
``Porque obraron neciamente en Israel, cometieron adulterio con las mujeres de sus prójimos y hablaron en mi nombre palabras falsas que no les mandé. Yo soy el que sabe y soy testigo --declara el SEÑOR."
Con llanto vendrán, y entre súplicas los guiaré; los haré andar junto a arroyos de aguas, por camino derecho en el cual no tropezarán; porque soy un padre para Israel, y Efraín es mi primogénito.
He aquí, yo soy el SEÑOR, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para mí?
Yo soy el hombre que ha visto la aflicción bajo la vara de su furor.
Se sienten o se levanten, míra{los}, yo soy el objeto de su copla.
`Los muertos caerán en medio de vosotros, y sabréis que yo soy el SEÑOR.
`Y sabrán que yo soy el SEÑOR; no en vano he dicho que les haría este mal.'"
`Y sabréis que yo soy el SEÑOR, cuando sus muertos estén en medio de sus ídolos alrededor de sus altares, en toda colina elevada, en todas las cumbres de los montes, bajo todo árbol verde y bajo toda encina frondosa, lugares donde ofrecían aroma agradable a todos sus ídolos.
`Y por todas sus moradas extenderé mi mano contra ellos, y haré la tierra más desolada y devastada que el desierto hacia Diblat; y sabrán que yo soy el SEÑOR.'"
`Mi ojo no tendrá piedad de ti ni yo {te} perdonaré; sino que te pagaré conforme a tus caminos, y tus abominaciones en medio de ti quedarán; y sabréis que yo soy el SEÑOR.'"
``Mi ojo no tendrá piedad ni yo perdonaré. Te pagaré conforme a tus caminos, y tus abominaciones quedarán en medio de ti; y sabréis que soy yo, el SEÑOR, el que hiere.
``El rey hará duelo, el príncipe se vestirá de horror y temblarán las manos del pueblo de la tierra. Según su conducta los trataré y por sus juicios los juzgaré; y sabrán que yo soy el SEÑOR."
`A espada caeréis; en los confines de Israel os juzgaré; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
`Y sabréis que yo soy el SEÑOR; porque no habéis andado en mis estatutos ni habéis ejecutado mis ordenanzas, sino que habéis obrado conforme a las costumbres de las naciones que os rodean.'"
Di: ``Yo soy vuestra señal; como he hecho, así se hará con ellos; irán al destierro, a la cautividad."
Y sabrán que yo soy el SEÑOR cuando los disperse entre las naciones y los esparza por las tierras.
Pero preservaré a algunos de ellos de la espada, del hambre y de la pestilencia, para que cuenten todas sus abominaciones entre las naciones adonde vayan, y sepan que yo soy el SEÑOR.
`Las ciudades habitadas serán devastadas y la tierra vendrá a ser una desolación; y sabréis que yo soy el SEÑOR.'"
Y estará mi mano contra los profetas que ven visiones falsas y hablan adivinaciones mentirosas. No estarán en el consejo de mi pueblo, no serán inscritos en el libro de la casa de Israel, ni entrarán en la tierra de Israel; y sabréis que yo soy el Señor DIOS.
Así derribaré el muro que habéis recubierto con cal, lo echaré a tierra y quedará al descubierto su cimiento. Y cuando caiga, seréis destruidos en medio de él; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
También rasgaré vuestros velos y libraré a mi pueblo de vuestras manos, y no serán más presa en vuestras manos; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
por tanto, no veréis más visiones falsas ni practicaréis más la adivinación, y libraré a mi pueblo de vuestra mano; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
`Y pondré mi rostro contra ese hombre, haré de él señal y proverbio, y lo cortaré de en medio de mi pueblo; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
`Pero si el profeta se deja engañar y dice algo, soy yo, el SEÑOR, el que he engañado a ese profeta, y extenderé mi mano contra él y lo exterminaré de en medio de mi pueblo Israel.
``He puesto mi rostro contra ellos; del fuego han escapado, pero el fuego los consumirá. Y sabréis que yo soy el SEÑOR, cuando ponga mi rostro contra ellos.
Estableceré mi pacto contigo; y sabrás que yo soy el SEÑOR;