'También' en la Biblia
Y fué también llamado Jesús y sus discípulos á las bodas.
Y bautizaba también Juan en Enón junto á Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que adoren.
Y el que siega, recibe salario, y allega fruto para vida eterna; para que el que siembra también goce, y el que siega.
Y como vino á Galilea, los Galileos le recibieron, vistas todas las cosas que había hecho en Jerusalem en el día de la fiesta: porque también ellos habían ido á la fiesta.
Entonces, por tanto, más procuraban los Judíos matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que también á su Padre llamaba Dios, haciéndose igual á Dios.
Respondió entonces Jesús, y díjoles: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada de sí mismo, sino lo que viere hacer al Padre: porque todo lo que él hace, esto también hace el Hijo juntamente.
Porque como el Padre levanta los muertos, y les da vida, así también el Hijo á los que quiere da vida.
Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así dió también al Hijo que tuviese vida en sí mismo:
Y también le dió poder de hacer juicio, en cuanto es el Hijo del hombre.
Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
Dijo entonces Jesús á los doce: ¿Queréis vosotros iros también?
Y dijéronle sus hermanos: Pásate de aquí, y vete á Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.
Mas como sus hermanos hubieron subido, entonces él también subió á la fiesta, no manifiestamente, sino como en secreto.
Entonces los Fariseos les respondieron: ¿Estáis también vosotros engañados?
Respondieron y dijéronle: ¿Eres tú también Galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se levantó profeta.
Y decíanle: ¿Dónde está tu Padre? Respondió Jesús: Ni á mí me conocéis, ni á mi Padre; si á mí me conocieseis, á mi Padre también conocierais.
Y decíanle: ¿Tú quién eres? Entonces Jesús les dijo: El que al principio también os he dicho.
Y volviéronle á preguntar también los Fariseos de qué manera había recibido la vista. Y él les dijo: Púsome lodo sobre los ojos, y me lavé, y veo.
Respondióles: Ya os lo he dicho, y no habéis atendido: ¿por qué lo queréis otra vez oir? ¿queréis también vosotros haceros sus discípulos?
Y ciertos de los Fariseos que estaban con él oyeron esto, y dijéronle: ¿Somos nosotros también ciegos?
También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también me conviene traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
Dijo entonces Tomás, el que se dice el Dídimo, á sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.
Mas también sé ahora, que todo lo que pidieres de Dios, te dará Dios.
Y no solamente por aquella nación, mas también para que juntase en uno los hijos de Dios que estaban derramados.
Entonces mucha gente de los Judíos entendió que él estaba allí; y vinieron no solamente por causa de Jesús, mas también por ver á Lázaro, al cual había resucitado de los muertos.
Consultaron asimismo los príncipes de los sacerdotes, de matar también á Lázaro;
Por lo cual también había venido la gente á recibirle, porque había oído que él había hecho esta señal;
Si alguno me sirve, sígame: y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavar los pies los unos á los otros.
Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
Si Dios es glorificado en él, Dios también le glorificará en sí mismo, y luego le glorificará.
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos á otros: como os he amado, que también os améis los unos á los otros.
NO se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
Y si me fuere, y os aparejare lugar, vendré otra vez, y os tomaré á mí mismo: para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
Si me conocieseis, también á mi Padre conocierais: y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre.
Aun un poquito, y el mundo no me verá más; empero vosotros me veréis; porque yo vivo, y vosotros también viviréis.
Como el Padre me amó, también yo os he amado: estad en mi amor.
Si guardareis mis mandamientos, estaréis en mi amor; como yo también he guardado los mandamientos de mi Padre, y estoy en su amor.
Acordaos de la palabra que yo os he dicho: No es el siervo mayor que su señor. Si á mí mé han perseguido, también á vosotros perseguirán: si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.
El que me aborrece, también á mi Padre aborrece.
También, pues, vosotros ahora ciertamente tenéis tristeza; mas otra vez os veré, y se gozará vuestro corazón, y nadie quitará de vosotros vuestro gozo.
ESTAS cosas habló Jesús, y levantados los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora es llegada; glorifica á tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique á ti;
Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo á ti vengo. Padre santo, á los que me has dado, guárdalos por tu nombre, para que sean una cosa, como también nosotros.
Como tú me enviaste al mundo, también los he enviado al mundo.
Y por ellos yo me santifico á mí mismo, para que también ellos sean santificados en verdad.
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.
Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me enviaste.
Y yo, la gloria que me diste les he dado; para que sean una cosa, como también nosotros somos una cosa.
Yo en ellos, y tú en mí, para que sean consumadamente una cosa; que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado, como también á mí me has amado.
Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, ellos estén también conmigo; para que vean mi gloria que me has dado: por cuanto me has amado desde antes de la constitución del mundo.
Y también Judas, el que le entregaba, sabía aquel lugar; porque muchas veces Jesús se juntaba allí con sus discípulos.
Respondiéronle: A Jesús Nazareno. Díceles Jesús; Yo soy (Y estaba también con ellos Judas, el que le entregaba.)
Entonces la criada portera dijo á Pedro: ¿No eres tú también de los discípulos de este hombre? Dice él: No soy.
Y estaban en pie los siervos y los ministros que habían allegado las ascuas; porque hacía frío, y calentábanse: y estaba también con ellos Pedro en pie, calentándose.
Y escribió también Pilato un título, que puso encima de la cruz. Y el escrito era: JESUS NAZARENO, REY DE LOS JUDIOS.
Y el que lo vió, da testimonio, y su testimonio es verdadero: y él sabe que dice verdad, para que vosotros también creáis.
Y también otra Escritura dice: Mirarán al que traspasaron.
Y vino también Nicodemo, el que antes había venido á Jesús de noche, trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras.
Y entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro, y vió, y creyó.
Entonces les dijo Jesús otra vez: Paz á vosotros: como me envió el Padre, así también yo os envío.
Y también hizo Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro.
Díceles Simón: A pescar voy. Dícenle: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y subieron en una barca; y aquella noche no cogieron nada.
Volviéndose Pedro, ve á aquel discípulo al cual amaba Jesús, que seguía, el que también se había recostado á su pecho en la cena, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?
Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, que si se escribiesen cada una por sí, ni aun en el mundo pienso que cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (68)
- LBDA (73)
- NBLH (75)
- RV (71)
- SEV (68)
- RV1909 (66)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (90)
- Éxodo (75)
- Levítico (28)
- Números (34)
- Deuteronomio (35)
- Josué (28)
- Jueces (25)
- Rut (5)
- 1 Samuel (40)
- 2 Samuel (34)
- 1 Reyes (62)
- 2 Reyes (31)
- 1 Crónicas (40)
- 2 Crónicas (72)
- Esdras (6)
- Nehemías (17)
- Ester (11)
- Job (23)
- Salmos (25)
- Proverbios (15)
- Eclesiastés (35)
- Cantares (1)
- Isaías (31)
- Jeremías (42)
- Lamentaciones (1)
- Ezequiel (41)
- Daniel (5)
- Oseas (5)
- Joel (6)
- Amós (3)
- Abdías (2)
- Miqueas (2)
- Nahúm (2)
- Habacuc (2)
- Sofonías (2)
- Hageo (1)
- Zacarías (14)
- Malaquías (4)
- Mateo (53)
- Marcos (24)
- Lucas (90)
- Juan (66)
- Hechos (61)
- Romanos (51)
- 1 Corintios (41)
- 2 Corintios (40)
- Gálatas (17)
- Efesios (14)
- Filipenses (16)
- Colosenses (13)
- 1 Tesalonicenses (11)
- 1 Timoteo (5)
- 2 Timoteo (14)
- Tito (2)
- Filemón (1)
- Hebreos (25)
- Santiago (11)
- 1 Pedro (15)
- 2 Pedro (6)
- 1 Juan (13)
- 2 Juan (1)
- 3 Juan (1)
- Judas (2)
- Apocalipsis (12)
Artículos Relacionados
- Christlikeness
- Como Dios válidamente
- Dando a Dios el Hijo
- Dios enviando otros
- La unidad de Dios, meta de
- La ética, la base de
- Los familiares también participa
- Padre e hijo por igual
- Una Iglesia
- Amarse unos a otros
- El amor entre un padre y un hijo
- El cumplimiento de las órdenes de Cristo
- El padre
- La actividad del padre en relación a Dios
- La relación entre padre e hijo