'Vida' en la Biblia
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.
si no pesares el camino de vida, sus caminos son inestables; no los conocerás.
Porque el mandamiento es candela, y la enseñanza luz; y camino de vida las reprensiones del castigo;
de tal manera que la saeta traspasó su hígado; como el ave que se apresura al lazo, y no sabe que es contra su vida.
Porque el que me hallare, hallará la vida; y alcanzará la voluntad del SEÑOR.
Porque por mí se aumentarán tus días, y años de vida se te añadirán.
Vena de vida es la boca del justo; mas la boca de los impíos cubre la violencia.
La obra del justo es para vida; mas el fruto del impío es para pecado.
Camino a la vida es guardar el castigo; mas el que deja la reprensión, yerra.
Como la justicia es para vida, así el que sigue el mal es para su muerte.
El fruto del justo es árbol de vida; y el que gana almas, es sabio.
En la vereda de la justicia está la vida; y el camino de su vereda no es muerte.
El rescate de la vida del hombre son sus riquezas; pero el pobre no oye censuras.
La esperanza que se prolonga, es tormento del corazón; mas árbol de vida es el deseo cumplido.
La ley al sabio es manantial de vida, para apartarse de los lazos de la muerte.
El temor del SEÑOR es manantial de vida, para ser apartado de los lazos de la muerte.
El corazón apacible es vida a la carne; mas la envidia, pudrimiento de huesos.
La sana lengua es árbol de vida; mas la perversidad en ella es una brecha en el espíritu.
El camino de la vida es cuesta arriba al entendido, para apartarse del Seol abajo.
La oreja que escucha la corrección de vida, entre los sabios morará.
En la luz del rostro del rey está la vida; y su benevolencia es como nube de lluvia tardía.
Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee; mas la erudición de los locos es locura.
La muerte y la vida están en poder de la lengua; y el que la ama comerá de sus frutos.
El temor del SEÑOR es para vida; el que lo tenga vivirá satisfecho; no será visitado de mal.
El que sigue la justicia y la misericordia, hallará la vida, la justicia, y la honra.
Riquezas, y honra, y vida, son la remuneración de la humildad y del temor del SEÑOR.
El cómplice del ladrón aborrece su vida; oirá maldiciones, y no lo denunciará.
Guímel Ella le dará bien y no mal, todos los días de su vida.
Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que mi corazón anduviera en sabiduría, y retuviera la locura, hasta ver cuál fuera el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida.
Aborrecí por tanto la vida, porque toda obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo era vanidad y aflicción de espíritu.
Yo he conocido que no hay mejor para ellos, que alegrarse, y hacer bien en su vida.
Además de esto, todos los días de su vida comerá en tinieblas, con mucho enojo y dolor e ira.
He aquí pues el bien que yo he visto: Que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque ésta es su parte.
Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales el hace que sean como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?
Porque en la sombra de la ciencia, y en la sombra del dinero reposa el hombre; mas la sabiduría excede en que da vida a sus poseedores.
Por tanto alabé yo la alegría; que no tenga el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba, y se alegre; y que esto le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le dio debajo del sol.
Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que todos tengan un mismo suceso, y también que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal, y de enloquecimiento en su corazón durante su vida; y después, a los muertos.
Goza de la vida con la esposa que amas, todos los días que has de vivir en este lago de vanidad, que te son dados; todos los días de tu vanidad debajo del sol; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo en que trabajas debajo del sol.
Y quedará en ella la décima parte, y volverá; y será asolada, como el olmo y como el alcornoque, de los cuales en la tala queda el tronco con vida; su tronco, simiente santa.
Muertos son, no vivirán; privados de la vida no resucitarán; porque los visitaste, y destruiste, y deshiciste toda su memoria.
Mi morada ha sido movida, y traspasada de mí, como tienda de pastor, cortó mi vida como el tejedor; me ha cortado con la enfermedad; entre el día y la noche me consumirás.
¿Qué diré? El que me lo dijo, él mismo lo hizo. Andaré temblando con amargura de mi alma todos los años de mi vida.
Señor, aun a todos los que vivirán, en estos quince años anunciaré la vida de mi espíritu en ellos; y cómo me hiciste dormir, y después me has dado vida.
He aquí, amargura amarga para mí en la paz; mas a ti te alegró librar mi vida del hoyo de corrupción, porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
El SEÑOR está listo para salvarme; por tanto cantaremos nuestros Salmos en la Casa del SEÑOR todos los días de nuestra vida.
Y tú, destruida, ¿qué harás? Aunque te vistas de grana, aunque te adornes con atavíos de oro, aunque pintes con antimonio tus ojos, en vano te engalanas; te menospreciarán los amadores, buscarán tu vida.
Y se escogerá la muerte antes que la vida todo el resto que quedare de esta mala generación, en todos los lugares a donde arrojaré yo a los que quedaren, dijo el SEÑOR de los ejércitos.
Y a este pueblo dirás: Así dijo el SEÑOR: He aquí que yo pongo delante de vosotros camino de vida y camino de muerte.
Así dijo el SEÑOR: Escribid que será este varón privado de generación, hombre a quien nada sucederá prósperamente en todos los días de su vida; porque ningún hombre de su simiente que se sentare sobre el trono de David, y que se enseñoreare sobre Judá, será jamás dichoso.
Así dijo el SEÑOR: El que se quedare en esta ciudad morirá a espada, o de hambre, o de pestilencia; mas el que saliere a los caldeos vivirá, pues su vida le será por despojo, y vivirá.
Porque ciertamente te libraré, y no caerás a espada, sino que tu vida te será por despojo, porque tuviste confianza en mí, dijo el SEÑOR.
¿Y tú buscas para ti grandezas? No las busques; porque he aquí que yo traigo mal sobre toda carne, dijo el SEÑOR, y a ti te daré tu vida por despojo en todos los lugares adonde fueres.
Huid, salvad vuestra vida, y sed como retama en el desierto.
El SEÑOR de los ejércitos juró por su vida, diciendo: Yo te llenaré de hombres como de langostas, y cantarán sobre ti canción de lagareros.
Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida de la ira del furor del SEÑOR.
Y le hizo mudar las ropas de su cárcel, y comía pan delante de él siempre todos los días de su vida.
Y continuamente se le daba ración por el rey de Babilonia, cada cosa en su día por todos los días de su vida, hasta el día en que murió.
Caf: Todo su pueblo buscó su pan suspirando; dieron por la comida todas sus cosas preciosas, para entretener la vida. Mira, oh SEÑOR, y ve que soy tornada vil.
Cof: Di voces a mis amadores, mas ellos me han engañado. Mis sacerdotes y mis ancianos en la ciudad perecieron buscando comida para sí con que entretener su vida.
Cof: Levántate, da voces en la noche, en el principio de las velas; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza tus manos a él por la vida de tus pequeñitos, que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles.
Tsade: Ataron mi vida en mazmorra, pusieron piedra sobre mí.
Resh: Abogaste, Señor, la causa de mi alma; redimiste mi vida.
Res: El resuello de nuestras narices, el ungido del SEÑOR, fue preso en sus hoyos, de quien habíamos dicho. A su sombra tendremos vida entre los gentiles.
Porque el que vende no tornará a lo vendido, aunque queden vivos; porque la visión es dada sobre toda su multitud, y no será cancelada; y ninguno en su iniquidad de vida, se esforzará.
Y di: Así dijo el Señor DIOS: ¡Ay de aquellas que cosen almohadillas a todos codos de manos, y hacen veletes sobre la cabeza de toda edad para cazar las almas! ¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida?
¿Y habéis de profanarme entre mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, matando las almas que no deben morir, y dando vida a las almas que no deben vivir, mintiendo a mi pueblo que escucha la mentira?
si estuvieren en medio de ella estos tres varones, Noé, Daniel, y Job, ellos por su justicia librarán su vida, dijo el Señor DIOS.
y estuvieren en medio de ella Noé, Daniel, y Job, vivo yo, dijo el Señor DIOS, no librarán a hijo ni a hija; ellos por su justicia librarán su vida.
No hubo ojo que se compadeciere de ti, para hacerte algo de esto, teniendo de ti misericordia; sino que fuiste echada sobre la faz del campo, con menosprecio de tu vida, en el día que naciste.
si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, caminare en las ordenanzas de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá.
y por la grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones, y lenguas, temblaban y temían delante de él. A los que él quería mataba, y a los que quería daba vida; a los que quería engrandecía, y a los que quería humillaba.
Habían también quitado a las otras bestias su señorío, porque les había sido prolongada la vida tiempo y tiempo.
Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.
Nos dará vida después de dos días; al tercer día nos resucitará, y viviremos delante de él.
Y el que toma el arco no estará en pie, ni escapará el ligero de pies, ni el que cabalga en caballo salvará su vida.
Descendí a las raíces de los montes; la tierra echó sus cerraduras sobre mí para siempre; mas tú sacaste mi vida de la sepultura, oh SEÑOR Dios mío.
Ahora pues, SEÑOR, te ruego que me mates; porque mejor me es la muerte que la vida.
Y acaeció que saliendo el sol, preparó Dios un recio viento solano; y el sol hirió a Jonás en la cabeza, y se desmayaba, y pedía su alma la muerte, diciendo: Mejor sería para mí la muerte que mi vida.
Tomaste consejo vergonzoso para tu casa, asolaste muchos pueblos, y has pecado contra tu vida.
Mi pacto fue con él de vida y de paz, las cuales cosas yo le di por el temor; porque me temió, y delante de mi Nombre fue quebrantado.
Por tanto os digo: No os acongojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido?
Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida; y pocos son los que lo hallan.
El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, al Reino de los cielos se da vida; y los valientes lo arrebatan.
Porque cualquiera que quisiere salvar su vida, la perderá, y cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, la hallará.
Por tanto, si tu mano o tu pie te fuere ocasión de caer, córtalos y echalos de ti; mejor te es entrar cojo o manco a la vida, que teniendo dos manos o dos pies ser echado al fuego eterno.
Y si tu ojo te fuere ocasión de caer, sácalo y échalo de ti; que mejor te es entrar con un ojo a la vida, que teniendo dos ojos ser echado al infierno de fuego.
Y he aquí, uno acercándose le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?
Y él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno es bueno sino uno, es a saber, Dios; y si quieres entrar a la vida, guarda los mandamientos.
Y cualquiera que dejare casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por mi nombre, recibirá cien veces tanto, y la vida eterna tendrá por heredad.
como el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
E irán éstos al tormento eterno, y los justos a la vida eterna.
Porque el que quisiere salvar su vida, la perderá; y el que perdiere su vida por causa de mí y del Evangelio, éste la salvará.
Mas si tu mano te hace caer, córtala; mejor te es entrar a la vida manco, que teniendo dos manos ir al infierno, al fuego que no puede ser apagado;
Y si tu pie te hace caer, córtalo: mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en el infierno, al fuego que no puede ser apagado;
Y saliendo él para seguir su camino, vino uno corriendo, e hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para poseer la vida eterna?
que no reciba cien tantos ahora en este tiempo, casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y heredades, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.
Porque el Hijo del hombre tampoco vino para ser servido, mas para servir, y dar su vida en rescate por muchos.
en santidad y en justicia delante de él, todos los días de nuestra vida.
Y la que cayó entre las espinas, éstos son los que oyeron; mas yéndose, son ahogados de los cuidados y de las riquezas y de los pasatiempos de la vida, y no llevan fruto a perfección.
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