10 No dejes á tu amigo, ni al amigo de tu padre; Ni entres en casa de tu hermano el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejano.
20 El sepulcro y la perdición nunca se hartan: Así los ojos del hombre nunca están satisfechos.
22 Aunque majes al necio en un mortero entre granos de trigo á pisón majados, No se quitará de él su necedad.
27 Y abundancia de leche de las cabras para tu mantenimiento, y para mantenimiento de tu casa, Y para sustento de tus criadas.