Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.

Honra al SEÑOR con tus bienes y con las primicias de todos tus frutos;

Hijo mío, no te olvides de mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos,

Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas.

Bienaventurado el hombre que halla sabiduría y el hombre que adquiere entendimiento;

Será medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos.

porque el SEÑOR a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita.

entonces tus graneros se llenarán con abundancia y tus lagares rebosarán de mosto.

Sus caminos son caminos agradables y todas sus sendas, paz.

Es más preciosa que las joyas, y nada de lo que deseas se compara con ella.

Hijo mío, no se aparten {estas cosas} de tus ojos, guarda la prudencia y la discreción,

Larga vida hay en su mano derecha, en su mano izquierda, riquezas y honra.

porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata, y sus utilidades {mejor} que el oro fino.

Es árbol de vida para los que de ella echan mano, y felices son los que la abrazan.

porque largura de días y años de vida y paz te añadirán.

No envidies al hombre violento, y no escojas ninguno de sus caminos;

No temerás el pavor repentino, ni el ataque de los impíos cuando venga,

Con su conocimiento los abismos fueron divididos y los cielos destilan rocío.

Entonces andarás con seguridad por tu camino, y no tropezará tu pie.

porque el SEÑOR será tu confianza, y guardará tu pie de ser apresado.

Cuando te acuestes no tendrás temor, sí, te acostarás y será dulce tu sueño.

y serán vida para tu alma, y adorno para tu cuello.

No contiendas con nadie sin motivo, si no te ha hecho daño.

No digas a tu prójimo: Ve y vuelve, y mañana te {lo} daré, cuando lo tienes contigo.

Ciertamente El se burla de los burladores, pero da gracia a los afligidos.

No trames el mal contra tu prójimo, mientras habite seguro a tu lado.

La maldición del SEÑOR está sobre la casa del impío, pero El bendice la morada del justo.

Hijo mío, no rechaces la disciplina del SEÑOR ni aborrezcas su reprensión,

No niegues el bien a quien se le debe, cuando esté en tu mano el hacer{lo.}

La misericordia y la verdad nunca se aparten de ti; átalas a tu cuello, escríbelas en la tabla de tu corazón.

Con sabiduría fundó el SEÑOR la tierra, con inteligencia estableció los cielos.

No seas sabio a tus propios ojos, teme al SEÑOR y apártate del mal.

Así hallarás favor y buena estimación ante los ojos de Dios y de los hombres.

porque el {hombre} perverso es abominación para el SEÑOR; pero El es amigo íntimo de los rectos.

El sabio heredará honra, pero los necios hacen resaltar {su} deshonra.