57 Versículo de la Biblia sobre Vejez, logro de
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Y fueron todos los días que vivió Adán novecientos treinta años, y murió.
Y fueron todos los días de Noé novecientos cincuenta años; y murió.
Y dijo Jehová: No contenderá mi Espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años.
Éstas son las generaciones de Sem: Sem, de edad de cien años, engendró a Arfaxad, dos años después del diluvio. Y vivió Sem, después que engendró a Arfaxad quinientos años, y engendró hijos e hijas. Y Arfaxad vivió treinta y cinco años, y engendró a Sala.Leer más.
Y vivió Arfaxad, después que engendró a Sala, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas. Y vivió Sala treinta años, y engendró a Heber. Y vivió Sala, después que engendró a Heber, cuatrocientos tres años, y engendró hijos e hijas. Y vivió Heber treinta y cuatro años, y engendró a Peleg. Y vivió Heber, después que engendró a Peleg, cuatrocientos treinta años, y engendró hijos e hijas. Y vivió Peleg, treinta años, y engendró a Reu. Y vivió Peleg, después que engendró a Reu, doscientos nueve años, y engendró hijos e hijas. Y Reu vivió treinta y dos años, y engendró a Serug. Y vivió Reu, después que engendró a Serug, doscientos siete años, y engendró hijos e hijas. Y vivió Serug treinta años, y engendró a Nacor. Y vivió Serug, después que engendró a Nacor, doscientos años, y engendró hijos e hijas. Y vivió Nacor veintinueve años, y engendró a Taré. Y vivió Nacor, después que engendró a Taré, ciento diecinueve años, y engendró hijos e hijas.
Y éstos fueron los días de vida que vivió Abraham; ciento setenta y cinco años. Y exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de días y fue unido a su pueblo.
Los días de nuestra edad son setenta años; y en los más robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es molestia y trabajo; porque es cortado presto, y volamos.
Treinta años tenía David cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años. En Hebrón reinó sobre Judá siete años y seis meses, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre todo Israel y Judá.
Mas Barzilai dijo al rey: ¿Cuántos son los días del tiempo de mi vida, para que yo suba con el rey a Jerusalén? Yo soy hoy día de edad de ochenta años, ¿podré distinguir entre lo bueno y lo malo? ¿Tomará gusto ahora tu siervo en lo que coma o beba? ¿Oiré más la voz de los cantores y de las cantoras? ¿Para qué, pues, sería aún tu siervo molesto a mi señor el rey?
Andad en todo camino que Jehová vuestro Dios os ha mandado, para que viváis, y os vaya bien, y tengáis largos días en la tierra que habéis de poseer.
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
Honra a tu padre y a tu madre, como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean prolongados tus días, y para que te vaya bien sobre la tierra que Jehová tu Dios te da.
Y guarda sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre.
Hijo mío, no te olvides de mi ley, y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de días, y años de vida y paz te añadirán.
Corona de honra es la vejez, que se halla en el camino de justicia.
Y tú vendrás a tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez.
Y Abraham era viejo y bien entrado en días; y Jehová había bendecido a Abraham en todo.
Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fue reunido a su pueblo, viejo y lleno de días; y sus hijos Esaú y Jacob lo sepultaron.
Y murió Gedeón hijo de Joás en buena vejez, y fue sepultado en el sepulcro de su padre Joás, en Ofra de los abiezeritas.
Y murió en buena vejez, lleno de días, de riquezas, y de gloria. Y reinó en su lugar Salomón su hijo.
Mas Joiada envejeció, y murió lleno de días; tenía ciento treinta años cuando murió.
Así dice Jehová de los ejércitos: Aún han de morar ancianos y ancianas en las plazas de Jerusalén, y cada cual con bordón en su mano por la multitud de los días.
No habrá más allí niño que muera de días, ni viejo que sus días no cumpla; porque el niño morirá de cien años, y el pecador de cien años, será maldito.
Corona de los viejos son los nietos; y la gloria de los hijos son sus padres.
Y dijo Israel a José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha hecho ver también tu simiente.
Y habitó José en Egipto, él y la casa de su padre: y vivió José ciento diez años. Y vio José los hijos de Efraín hasta la tercera generación: también los hijos de Maquir, hijo de Manasés, fueron criados sobre las rodillas de José.
Y él será el restaurador de tu vida, y sustentará tu vejez; porque tu nuera, que te ama, y es de más valor para ti que siete hijos, lo ha dado a luz.
Y después de esto vivió Job ciento cuarenta años, y vio a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación.
Jehová te bendiga desde Sión, y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida; y veas los hijos de tus hijos, y la paz sobre Israel.
Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando hubiere puesto su alma en expiación por el pecado, verá su linaje, prolongará sus días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
He aquí vienen días, en que cortaré tu brazo, y el brazo de la casa de tu padre, que no haya viejo en tu casa. Y verás a un enemigo en mi habitación, en todas las riquezas que Dios dará a Israel; y nunca habrá anciano en tu casa. Y el varón de los tuyos que yo no corte de mi altar, será para consumir tus ojos y llenar tu alma de dolor; y toda la cría de tu casa morirá en la edad viril.
No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.
Y aconteció que cuando Isaac envejeció, y sus ojos se oscurecieron quedando sin vista, llamó a Esaú, su hijo el mayor, y le dijo: Mi hijo. Y él respondió: Heme aquí.
Y los ojos de Israel estaban tan agravados de la vejez, que no podía ver. Les hizo, pues, acercarse a él, y él los besó y abrazó.
Cuando el rey David era viejo, y entrado en días, le cubrían de ropas, mas no se calentaba.
Lo demás de todos los hechos de Asa, y todo su poderío, y todo lo que hizo, y las ciudades que edificó, ¿no está todo escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Judá? Mas en el tiempo de su vejez enfermó de sus pies.
Y Abraham y Sara eran viejos, entrados en días: y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres. Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo? Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
Entonces Abraham cayó sobre su rostro, y se rió, y dijo en su corazón: ¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿Y Sara, ya de noventa años, ha de dar a luz?
Y amaba Israel a José más que a todos sus hijos, porque le había tenido en su vejez; y le hizo una túnica de muchos colores.
Y él dijo: ¿Qué, pues, haremos por ella? Y Giezi respondió: He aquí ella no tiene hijo, y su marido es viejo.
Y dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi esposa es de edad avanzada.
Y él dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte.
Entonces Betsabé entró al rey a la cámara; y el rey era muy viejo; y Abisag sunamita servía al rey.
Siendo, pues, David ya viejo y lleno de días, hizo a Salomón su hijo rey sobre Israel.
Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo os soportaré y os guardaré.
Y era Moisés de edad de ciento veinte años cuando murió; sus ojos nunca se oscurecieron, ni perdió su vigor.
Ahora bien, Jehová me ha hecho vivir, como Él dijo, estos cuarenta y cinco años, desde el tiempo que Jehová habló estas palabras a Moisés, cuando Israel andaba por el desierto; y ahora, he aquí, hoy día soy de ochenta y cinco años; pero aún hoy estoy tan fuerte como el día que Moisés me envió; cual era entonces mi fuerza, tal es ahora, para la guerra, y para salir y para entrar.
Vendrás en la vejez a tu sepultura, como la gavilla de trigo que se recoge a su tiempo.
Y añadió: ¿Quién dijera a Abraham que Sara había de dar de mamar a hijos? pues que le he dado un hijo en su vejez.
Y él le dijo: A este tiempo según el tiempo de la vida, abrazarás un hijo. Y ella dijo: No, señor mío, varón de Dios, no hagas burla de tu sierva. Mas la mujer concibió, y dio a luz un hijo en aquel tiempo que Eliseo le había dicho, según el tiempo de la vida.
Y he aquí tu prima Elisabet, la que llamaban estéril, ella también ha concebido hijo en su vejez; y éste es el sexto mes para ella;
En los ancianos está la sabiduría, y en la largura de días la inteligencia.
Entre nosotros también hay cabezas canas y hombres viejos, mucho más ancianos que tu padre.
La gloria de los jóvenes es su fuerza, y la hermosura de los viejos su vejez.
Y oyéndolo ellos, redargüidos por su conciencia, salieron uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
Que los ancianos sean sobrios, honestos, templados, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia.
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