34 Versículos de la Biblia sobre el trabajo voluntario
Versículos Más Relevantes
Tu pueblo serálo de buena voluntad en el día de tu poder, En la hermosura de la santidad: desde el seno de la aurora, Tienes tú el rocío de tu juventud.
Por mí es dado mandamiento, que cualquiera que quisiere en mi reino, del pueblo de Israel y de sus sacerdotes y Levitas, ir contigo á Jerusalem, vaya.
Y bendijo el pueblo á todos los varones que voluntariamente se ofrecieron á morar en Jerusalem.
Mi corazón está por los príncipes de Israel, Los que con buena voluntad se ofrecieron entre el pueblo: Load á Jehová.
Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién nos irá? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame á mí.
Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto á los ángeles, metiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado en el sentido de su propia carne,
Entonces su amo lo hará llegar á los jueces, y harále llegar á la puerta ó al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre.
Por lo cual, entrando en el mundo, dice: sacrificio y presente no quisiste; Mas me apropiaste cuerpo:
Porque ha vengado las injurias de Israel, Porque el pueblo se ha ofrecido de su voluntad, Load á Jehová.
Oro pues para las cosas de oro, y plata para las cosas de plata, y para toda la obra de manos de los oficiales. ¿Y quién quiere hacer hoy ofrenda á Jehová?
Di á los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda: de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda.
Tras éste, Amasías hijo de Zichri, el cual se había ofrecido voluntariamente á Jehová, y con él doscientos mil hombres valientes;
He aquí los órdenes de los sacerdotes y de los Levitas, para todo el ministerio de la casa de Dios, serán contigo en toda la obra: asimismo todos los voluntarios é inteligentes para cualquiera especie de industria; y los príncipes, y todo el pueblo para e
Y holgóse el pueblo de haber contribuído de su voluntad; porque con entero corazón ofrecieron á Jehová voluntariamente.
Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada: por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, que aquí se ha hallado ahora, ha dado para ti espont
Y HABIA un varón en Cesarea llamado Cornelio, centurión de la compañía que se llamaba la Italiana,
Al Músico principal: en Neginoth: Salmo: Cántico. DIOS tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; Haga resplandecer su rostro sobre nosotros (Selah);
Artajerjes, rey de los reyes, á Esdras sacerdote, escriba perfecto de la ley del Dios del cielo: Salud, etc.
Entonces los príncipes de las familias, y los príncipes de las tribus de Israel, tribunos y centuriones, con los superintendentes de la hacienda del rey, ofrecieron de su voluntad;
Porque de parte del rey y de sus siete consultores eres enviado á visitar á Judea y á Jerusalem, conforme á la ley de tu Dios que está en tu mano;
En escogiendo nuevos dioses, La guerra estaba á las puertas: ¿Se veía escudo ó lanza Entre cuarenta mil en Israel?
Y llegándose un escriba, le dijo: Maestro, te seguiré á donde quiera que fueres.
Vosotros los que cabalgáis en asnas blancas, Los que presidís en juicio, Y vosotros los que viajáis, hablad.
Y vino todo varón á quien su corazón estimuló, y todo aquel á quien su espíritu le dió voluntad, y trajeron ofrenda á Jehová para la obra del tabernáculo del testimonio, y para toda su fábrica, y para las sagradas vestiduras.
Y á llevar la plata y el oro que el rey y sus consultores voluntariamente ofrecen al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalem;
Oid, reyes; estad, oh príncipes, atentos: Yo cantaré á Jehová, Cantaré salmos á Jehová Dios de Israel.
Porque ¿quién soy yo, y quién es mi pueblo, para que pudiésemos ofrecer de nuestra voluntad cosas semejantes? porque todo es tuyo, y lo recibido de tu mano te damos.
El cual se dió á sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme á la voluntad de Dios y Padre nuestro;
TÉNGANNOS los hombres por ministros de Cristo, y dispensadores de los misterios de Dios.
A saber, tres mil talentos de oro, de oro de Ophir, y siete mil talentos de plata afinada para cubrir las paredes de las casas:
ENTONCES el rey Darío dió mandamiento, y buscaron en la casa de los libros, donde guardaban los tesoros allí en Babilonia.