Examinadlo todo; retened lo bueno.

sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.

la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará; porque por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.

Jehová prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, su alma aborrece.

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando hubiere sido probado, recibirá la corona de vida, que el Señor ha prometido a los que le aman.

Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo.

Dije en mi corazón: En cuanto a la condición de los hijos de los hombres, que Dios los pruebe, para que ellos mismos vean que son semejantes a las bestias.

Cuando uno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado con el mal, ni Él tienta a nadie;

Porque el oído prueba las palabras, como el paladar gusta la comida.

Y te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos.

Hasta la hora que llegó su palabra, la palabra de Jehová le probó.

Escudriñemos nuestros caminos, y busquemos, y volvámonos a Jehová.

sino según fuimos aprobados por Dios para que se nos encargase el evangelio, así hablamos; no como los que agradan a los hombres, sino a Dios, el cual prueba nuestros corazones.

no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al tal soñador de sueños: porque Jehová vuestro Dios os prueba, para saber si amáis a Jehová vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.

Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas pruebas;

y lo visites todas las mañanas, y a cada momento lo pruebes?

Y éstos también sean primero puestos a prueba; y luego ejerzan el diaconado, si fueren irreprensibles.

Yo sé, Dios mío, que tú escudriñas los corazones, y que la rectitud te agrada; por eso yo con rectitud de mi corazón voluntariamente te he ofrecido todo esto, y ahora he visto con alegría que tu pueblo, que aquí se ha hallado ahora, ha dado para ti espontáneamente.

Y respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.

Pero esto decía para probarle; pues Él sabía lo que iba a hacer.

Éstas, pues, son las naciones que dejó Jehová para probar con ellas a Israel, a todos aquellos que no habían conocido todas las guerras de Canaán;

para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro que perece, aunque sea probado con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra, en la manifestación de Jesucristo,

y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;

Y meteré en el fuego la tercera parte, y los refinaré como se refina la plata, y los probaré como se prueba el oro. Invocarán mi nombre, y yo les oiré, y diré: Pueblo mío; y ellos dirán: Jehová es mi Dios.

Porque tú nos probaste, oh Dios: nos refinaste como se refina la plata.

Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿No os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que seáis reprobados?

No tentaréis a Jehová vuestro Dios, como lo tentasteis en Masah.

Y volvían, y tentaban a Dios, y ponían límite al Santo de Israel.

Mas Él conoce el camino donde voy; me probará, y saldré como oro.

Prueba, te ruego, con tus siervos por diez días, y que nos den legumbres a comer, y agua a beber.

Yo Jehová, que escudriño el corazón, que pruebo los riñones, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.

Amados, no os extrañéis acerca de la prueba de fuego la cual se hace para probaros, como si alguna cosa extraña os aconteciese;

Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?

El crisol prueba la plata, y la hornaza el oro; y al hombre la boca del que lo alaba.

Y respondió Acaz: No pediré, y no tentaré a Jehová.

El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; mas Jehová prueba los corazones.

Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba, y nada hallaste; me he propuesto que mi boca no ha de propasarse.

He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción.

¿No distingue el oído las palabras, y el paladar prueba la comida?

Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; que para probaros vino Dios, y para que su temor esté en vuestra presencia y no pequéis.

Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez: solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que sólo el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra.

Examíname, oh Jehová, y pruébame; purifica mi conciencia y mi corazón.

Y dijo Jehová a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu mano; solamente no pongas tu mano sobre él. Y salió Satanás de delante de Jehová.

Y llamó el nombre de aquel lugar Masah y Meriba, por la rencilla de los hijos de Israel, y porque tentaron a Jehová, diciendo: ¿Está, pues, Jehová entre nosotros, o no?

Y he aquí un doctor de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿qué haré para heredar la vida eterna?

Jehová está en su santo templo: El trono de Jehová está en el cielo: Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.

No hablo como quien manda, sino por causa de la diligencia de otros, y para probar la sinceridad de vuestro amor.

Así que, cada uno examine su propia obra, y entonces tendrá de qué gloriarse, sólo en sí mismo, y no en otro,

Las palabras de Jehová son palabras puras; como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces.

Oh Jehová de los ejércitos, que pruebas a los justos, que ves los pensamientos y el corazón, vea yo tu venganza de ellos; porque a ti he expuesto mi causa.