86 casos

'Aves' en la Biblia

Y Dios los bendijo diciendo: Fructificad y multiplicad, y henchid las aguas en los mares, y las aves se multipliquen en la tierra.

Y á toda bestia de la tierra, y á todas las aves de los cielos, y á todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba verde les será para comer: y fué así.

De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán contigo para que hayan vida.

También de las aves de los cielos de siete en siete, macho y hembra; para guardar en vida la casta sobre la faz de toda la tierra.

De los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de las aves, y de todo lo que anda arrastrando sobre la tierra,

Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de ganados, y de bestias, y de todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra, y todo hombre:

Así fué destruída toda sustancia que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra; y quedó solamente Noé, y lo que con él estaba en el arca.

Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de bestias y de todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra, sacarás contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen, y multiplíquense sobre la tierra.

Y con toda alma viviente que está con vosotros, de aves, de animales, y de toda bestia de la tierra que está con vosotros; desde todos los que salieron del arca hasta todo animal de la tierra.

Y tomó él todas estas cosas, y partiólas por la mitad, y puso cada mitad una enfrente de otra; mas no partió las aves.

Y en el canastillo más alto había de todas las viandas de Faraón, obra de panadero; y que las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza.

Y si el holocausto se hubiere de ofrecer á Jehová de aves, presentará su ofrenda de tórtolas, ó de palominos.

Además, ninguna sangre comeréis en todas vuestras habitaciones, así de aves como de bestias.

Y de las aves, éstas tendréis en abominación; no se comerán, serán abominación: el águila, el quebrantahuesos, el esmerejón,

Esta es la ley de los animales y de las aves, y de todo ser viviente que se mueve en las aguas, y de todo animal que anda arrastrando sobre la tierra;

Por tanto, vosotros haréis diferencia entre animal limpio é inmundo, y entre ave inmunda y limpia: y no ensuciéis vuestras personas en los animales, ni en las aves, ni en ninguna cosa que va arrastrando por la tierra, las cuales os he apartado por inmunda

Dijo luego el Filisteo á David: Ven á mí, y daré tu carne á las aves del cielo, y á las bestias del campo.

Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y quitaré tu cabeza de ti: y daré hoy los cuerpos de los Filisteos á las aves del cielo y á las bestias de la tierra: y sabrá la tierra toda que hay Dios en Israel.

Diez bueyes engordados, y veinte bueyes de pasto, y cien ovejas; sin los ciervos, cabras, búfalos, y aves engordadas.

También disertó de los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo disertó de los animales, de las aves, de los reptiles, y de los peces.

El que muriere de los de Jeroboam en la ciudad, le comerán los perros; y el que muriere en el campo, comerlo han las aves del cielo; porque Jehová lo ha dicho.

El que de Baasa fuere muerto en la ciudad, le comerán los perros; y el que de él fuere muerto en el campo, comerlo han las aves del cielo.

El que de Achâb fuere muerto en la ciudad, perros le comerán: y el que fuere muerto en el campo, comerlo han las aves del cielo.

Y lo que se aderezaba para cada día era un buey, seis ovejas escogidas, y aves también se aparejaban para mí, y cada diez días vino en toda abundancia: y con todo esto nunca requerí el pan del gobernador, porque la servidumbre de este pueblo era grave.

Y en efecto, pregunta ahora á las bestias, que ellas te enseñarán; Y á las aves de los cielos, que ellas te lo mostrarán;

Que nos enseña más que á las bestias de la tierra, Y nos hace sabios más que las aves del cielo?

Las aves de los cielos, y los peces de la mar; Todo cuanto pasa por los senderos de la mar.

E hizo llover sobre ellos carne como polvo, Y aves de alas como arena de la mar.

Dieron los cuerpos de tus siervos por comida á las aves de los cielos; La carne de tus santos á las bestias de la tierra.

Junto á aquellos habitarán las aves de los cielos; Entre las ramas dan voces.

Allí anidan las aves; En las hayas hace su casa la cigüeña.

Ni aun en tu pensamiento digas mal del rey, ni en los secretos de tu cámara digas mal del rico; porque las aves del cielo llevarán la voz, y las que tienen alas harán saber la palabra.

Y serán dejados todos á las aves de los montes, y á las bestias de la tierra; sobre ellos tendrán el verano las aves, é invernarán todas las bestias de la tierra.

Miré, y no parecía hombre, y todas las aves del cielo se habían ido.

Y serán los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra; y no habrá quien las espante.

Sobre los montes levantaré lloro y lamentación, y llanto sobre las moradas del desierto; porque desolados fueron hasta no quedar quien pase, ni oyeron bramido de ganado: desde las aves del cielo y hasta las bestias de la tierra se trasportaron, y se fuero

¿Hasta cuándo estará desierta la tierra, y marchita la hierba de todo el campo? Por la maldad de los que en ella moran, faltaron los ganados, y las aves; porque dijeron: No verá él nuestras postrimerías.

¿Esme mi heredad ave de muchos colores? ¿no están contra ella aves en derredor? Venid, reuníos, vosotras todas las bestias del campo, venid á devorarla.

Y enviaré sobre ellos cuatro géneros, dice Jehová: cuchillo para matar, y perros para despedazar, y aves del cielo y bestias de la tierra, para devorar y para disipar.

De dolorosas enfermedades morirán; no serán plañidos ni enterrados: serán por muladar sobre la haz de la tierra: y con cuchillo y con hambre serán consumidos, y sus cuerpos serán para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra.

Y desvaneceré el consejo de Judá y de Jerusalem en este lugar; y haréles caer á cuchillo delante de sus enemigos, y en las manos de los que buscan sus almas; y daré sus cuerpos para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra:

Entregarélos en mano de sus enemigos y en mano de los que buscan su alma; y sus cuerpos muertos serán para comida de las aves del cielo, y de las bestias de la tierra.

En el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramos, y llevará fruto, y haráse magnífico cedro; y habitarán debajo de él todas las aves, toda cosa que vuela habitará á la sombra de sus ramos.

Y dejaréte en el desierto, á ti y á todos los peces de tus ríos: sobre la haz del campo caerás; no serás recogido, ni serás juntado: á las bestias de la tierra y á las aves del cielo te he dado por comida.

En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las bestias del campo, y á su sombra habitaban muchas gentes.

Sobre su ruina habitarán todas las aves del cielo, y sobre su ramas estarán todas las bestias del campo:

Y te dejaré en tierra, te echaré sobre la haz del campo, y haré que se asienten sobre ti todas las aves del cielo, y hartaré de ti las bestias de toda la tierra.

Que los peces de la mar, y las aves del cielo, y las bestias del campo, y toda serpiente que anda arrastrando sobre la tierra, y todos los hombres que están sobre la haz de la tierra, temblarán á mi presencia; y se arruinarán los montes, y los vallados ca

Y tú, hijo del hombre, así ha dicho el Señor Jehová: Di á las aves, á todo volátil, y á toda bestia del campo: Juntaos, y venid; reuníos de todas partes á mí víctima que os sacrifico, un sacrificio grande sobre los montes de Israel, y comeréis carne y beb

Y todo lo que habitan hijos de hombres, bestias del campo, y aves del cielo, él ha entregado en tu mano, y te ha hecho enseñorear sobre todo: tú eres aquella cabeza de oro.

Su copa era hermosa, y su fruto en abundancia, y para todos había en él mantenimiento. Debajo de él se ponían á la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y manteníase de él toda carne.

Y clamaba fuertemente y decía así: Cortad el árbol, y desmochad sus ramas, derribad su copa, y derramad su fruto: váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas.

Y cuya copa era hermosa, y su fruto en abundancia, y que para todos había mantenimiento en él; debajo del cual moraban las bestias del campo, y en sus ramas habitaban las aves del cielo,

En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor, y fué echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su cuerpo se bañaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como de águila, y sus uñas como de aves.

Y haré por ellos concierto en aquel tiempo con las bestias del campo, y con las aves del cielo, y con las serpientes de la tierra: y quebraré arco, y espada, y batalla de la tierra, y harélos dormir seguros.

Por lo cual, se enlutará la tierra, y extenuaráse todo morador de ella, con las bestias del campo, y las aves del cielo: y aun los peces de la mar fallecerán.

Cuando fueren, extenderé sobre ellos mi red, hacerlos he caer como aves del cielo; castigarélos conforme á lo que se ha oído en sus congregaciones.

Destruiré los hombres y las bestias; destruiré las aves del cielo, y los peces de la mar, y las piedras de tropiezo con los impíos; y talaré los hombres de sobre la haz de la tierra, dice Jehová.

El cual á la verdad es la más pequeña de todas las simientes; mas cuando ha crecido, es la mayor de las hortalizas, y se hace árbol, que vienen las aves del cielo y hacen nidos en sus ramas.

Y aconteció sembrando, que una parte cayó junto al camino; y vinieron las aves del cielo, y la tragaron.

Mas después de sembrado, sube, y se hace la mayor de todas las legumbres, y echa grandes ramas, de tal manera que las aves del cielo puedan morar bajo su sombra.

Uno que sembraba, salió á sembrar su simiente; y sembrando, una parte cayó junto al camino, y fué hollada; y las aves del cielo la comieron.

Semejante es al grano de la mostaza, que tomándo lo un hombre lo metió en su huerto; y creció, y fué hecho árbol grande, y las aves del cielo hicieron nidos en sus ramas.

En el cual había de todos los animales cuadrúpedos de la tierra, y reptiles, y aves del cielo.

En el cual como puse los ojos, consideré y vi animales terrestres de cuatro pies, y fieras, y reptiles, y aves del cielo.

Toda carne no es la misma carne; mas una carne ciertamente es la de los hombres, y otra carne la de los animales, y otra la de los peces, y otra la de las aves.

Y vi un ángel que estaba en el sol, y clamó con gran voz, diciendo á todas las aves que volaban por medio del cielo: Venid, y congregaos á la cena del gran Dios,

Y los otros fueron muertos con la espada que salía de la boca del que estaba sentado sobre el caballo, y todas las aves fueron hartas de las carnes de ellos.

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