'Bien' en la Biblia
A los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad, vida eterna.
¡En ninguna manera! Antes bien, sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, y venzas cuando seas juzgado.
¿Entonces invalidamos la ley por la fe? ¡En ninguna manera! Antes bien, confirmamos la ley.
Ahora bien, al que obra no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda.
Y yo sé que en mí (esto es en mi carne) no mora el bien; pues el querer está en mí, pero el hacer el bien no.
Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, éste hago.
Hallo, pues, esta ley, que cuando quiero hacer el bien, el mal está en mí.
Y sabemos que todas las cosas ayudan a bien, a los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son llamados.
(aunque aún no habían nacido sus hijos, ni habían hecho bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permaneciese, no por las obras de la ley sino por el que llama),
Mas digo: ¿No han oído? Antes bien, por toda la tierra ha salido la voz de ellos, y sus palabras hasta los confines de la tierra.
Bien; por su incredulidad fueron quebradas, mas tú por la fe estás en pie. No te enaltezcas, antes teme.
No seas vencido de lo malo, mas vence con el bien el mal.
Porque es ministro de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; pues no en vano lleva la espada; porque es ministro de Dios, vengador para ejecutar la ira sobre el que hace lo malo.
Por tanto, ya no nos juzguemos los unos a los otros, antes bien, juzgad esto; que nadie ponga tropiezo u ocasión de caer al hermano.
Cada uno de nosotros agrade a su prójimo para su bien, para edificación.
Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito; Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí.
Porque los de Macedonia y Acaya tuvieron a bien hacer una contribución para los santos pobres que están en Jerusalén.
Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos. Así que me gozo de vosotros; mas quiero que seáis sabios para el bien, y simples para el mal.