'Compañero' en la Biblia
Ahora pues, descendamos, y confundamos allí sus lenguas, para que ninguno entienda el habla de su compañero.
Y hablaba Jehová á Moisés cara á cara, como habla cualquiera á su compañero. Y volvíase al campo; mas el joven Josué, su criado, hijo de Nun, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.
Y luego que llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando á su compañero un sueño, diciendo: He aquí yo soñé un sueño: que veía un pan de cebada que rodaba hasta el campo de Madián, y llegaba á las tiendas, y las hería de tal manera que caían, y las
Y su compañero respondió, y dijo: Esto no es otra cosa sino la espada de Gedeón hijo de Joas, varón de Israel: Dios ha entregado en sus manos á los Madianitas con todo el campo.
Mas los trescientos tocaban las bocinas: y Jehová puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el campo. Y el ejército huyó hasta Beth-sitta, hacia Cerera, y hasta el término de Abel-mehola en Tabbat.
Y la mujer de Samsón fué dada á su compañero, con el cual él antes se acompañaba.
Y dijo el padre de ella: Persuadíme que la aborrecías, y díla á tu compañero. Mas su hermana menor, ¿no es más hermosa que ella? tómala, pues, en su lugar.
Y dijeron los Filisteos: ¿Quién hizo esto? Y fuéles dicho: Samsón, el yerno del Timnateo, porque le quitó su mujer y la dió á su compañero. Y vinieron los Filisteos, y quemaron á fuego á ella y á su padre.
Había ya de largo tiempo esta costumbre en Israel en la redención ó contrato, que para la confirmación de cualquier negocio, el uno se quitaba el zapato y lo daba á su compañero: y este era el testimonio en Israel.
Y juntando Saúl todo el pueblo que con él estaba, vinieron hasta el lugar de la batalla: y he aquí que la espada de cada uno era vuelta contra su compañero, y la mortandad era grande.
Jehová pues ha hecho como habló por medio de mí; pues ha cortado Jehová el reino de tu mano, y lo ha dado á tu compañero David.
Y cada uno echó mano de la cabeza de su compañero, y metióle su espada por el costado, cayendo así á una; por lo que fué llamado aquel lugar, Helcath-assurim, el cual está en Gabaón.
Entonces un varón de los hijos de los profetas dijo á su compañero por palabra de Dios: Hiéreme ahora. Mas el otro varón no quiso herirle.
Y dijeron: Sangre es esta de espada! Los reyes se han revuelto, y cada uno ha muerto á su compañero. Ahora pues, Moab, á la presa!
Pues los hijos de Ammón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir, para matarlos y destruirlos; y como hubieron acabado á los del monte de Seir, cada cual ayudó á la destrucción de su compañero.
El atribulado es consolado de su compañero: Mas hase abandonado el temor del Omnipotente.
He venido á ser hermano de los dragones, Y compañero de los buhos.
Tocante á ella anunciará el trueno, su compañero, Que hay acumulación de ira sobre el que se eleva.
Como por mi compañero, como por mi hermano andaba; Como el que trae luto por madre, enlutado me humillaba.
Has alejado de mí el enemigo y el compañero; Y mis conocidos se esconden en la tiniebla.
Compañero soy yo de todos los que te temieren Y guardaren tus mandamientos.
Trata tu causa con tu compañero Y no descubras el secreto á otro.
El que guarda la ley es hijo prudente: Mas el que es compañero de glotones, avergüenza á su padre.
El que roba á su padre ó á su madre, y dice que no es maldad, Compañero es del hombre destruidor.
Porque si cayeren, el uno levantará á su compañero: mas ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante.
Y se llenarán de terror; angustias y dolores los comprenderán; tendrán dolores como mujer de parto; pasmaráse cada cual al mirar á su compañero; sus rostros, rostros de llamas.
Y las bestias monteses se encontrarán con los gatos cervales, y el peludo gritará á su compañero: la lamia también tendrá allí asiento, y hallará para sí reposo.
Mas como la esposa quiebra la fe de su compañero, así prevaricasteis contra mí, oh casa de Israel, dice Jehová.
Guárdese cada uno de su compañero, ni en ningún hermano tenga confianza: porque todo hermano engaña con falacia, y todo compañero anda con falsedades.
Y cada uno engaña á su compañero, y no hablan verdad: enseñaron su lengua á hablar mentira, se ocupan de hacer perversamente.
Y muchas gentes pasarán junto á esta ciudad, y dirán cada uno á su compañero: ¿Por qué lo hizo así Jehová con esta grande ciudad?
¿No piensan como hacen á mi pueblo olvidarse de mi nombre con sus sueños que cada uno cuenta á su compañero, al modo que sus padres se olvidaron de mi nombre por Baal?
Así diréis cada cual á su compañero, y cada cual á su hermano: ¿Qué ha respondido Jehová, y qué habló Jehová?
Por tanto, así ha dicho Jehová: Vosotros no me habéis oído en promulgar cada uno libertad á su hermano, y cada uno á su compañero: he aquí que yo os promulgo libertad, dice Jehová, á cuchillo y á pestilencia, y á hambre; y os pondré en remoción á todos lo
Y fué que, como oyeron todas aquellas palabras, cada uno se volvió espantado á su compañero, y dijeron á Baruch: Sin duda contaremos al rey todas estas palabras.
Multiplicó los caídos, y cada uno cayó sobre su compañero, y dijeron: Levántate y volvámonos á nuestro pueblo, y á la tierra de nuestro nacimiento, de delante de la espada vencedora.
Y DIJOME otra vez Jehová: Ve, ama una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor de Jehová para con los hijos de Israel; los cuales miran á dioses ajenos, y aman frascos de vino.
Ninguno apretará á su compañero, cada uno irá por su carrera; y aun cayendo sobre la espada no se herirán.
Y dijeron cada uno á su compañero: Venid, y echemos suertes, para saber por quién nos ha venido este mal. Y echaron suertes, y la suerte cayó sobre Jonás.
En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, cada uno de vosotros llamará á su compañero debajo de la vid, y debajo de la higuera.
Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre, ni paga de bestia, ni hubo paz alguna para entrante ni para saliente, á causa del enemigo: y yo dejé todos los hombres, cada cual contra su compañero.
Por tanto, no más tendré piedad de los moradores de la tierra, dice Jehová: porque he aquí, yo entregaré los hombres, cada cual en mano de su compañero, y en mano de su rey; y quebrantarán la tierra, y yo no libraré de sus manos.
Levántate, oh espada, sobre el pastor, y sobre el hombre compañero mío, dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y se derramarán las ovejas: mas tornaré mi mano sobre los chiquitos.
Y acontecerá en aquel día que habrá en ellos gran quebrantamiento de Jehová; porque trabará cada uno de la mano de su compañero, y su mano echará contra la mano de su compañero.
Entonces los que temen á Jehová hablaron cada uno á su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fué escrito libro de memoria delante de él para los que temen á Jehová, y para los que piensan en su nombre.
Y no sólo esto, mas también fué ordenado por las iglesias el compañero de nuestra peregrinación para llevar esta gracia, que es administrada de nosotros para gloria del mismo Señor, y para demostrar vuestro pronto ánimo:
Ora en orden á Tito, es mi compañero y coadjutor para con vosotros; ó acerca de nuestros hermanos, los mensajeros son de las iglesias, y la gloria de Cristo.
Mas tuve por cosa necesaria enviaros á Epafrodito, mi hermano, y colaborador y compañero de milicia, y vuestro mensajero, y ministrador de mis necesidades;
Asimismo te ruego también á ti, hermano compañero, ayuda á las que trabajaron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también, y los demás mis colaboradores, cuyos nombres están en el libro de la vida.
Aristarchô, mi compañero en la prisión, os saluda, y Marcos, el sobrino de Bernabé (acerca del cual habéis recibido mandamientos; si fuere á vosotros, recibidle),
Y á la amada Apphia, y á Archîpo, compañero de nuestra milicia, y á la iglesia que está en tu casa:
Así que, si me tienes por compañero, recíbele como á mi.
Te saludan Epafras, mi compañero en la prisión por Cristo Jesús,
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