651 casos

'De' en la Biblia

Puesto que ya muchos han intentado poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros son ciertísimas,

así como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra;

me ha parecido también a mí, después de haber entendido perfectamente todas las cosas desde el principio, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo,

Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; y su esposa era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet.

Y ambos eran justos delante de Dios, andando irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.

Porque él irá delante de Él en el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y los desobedientes a la sabiduría de los justos, para preparar un pueblo dispuesto para el Señor.

Y el pueblo estaba esperando a Zacarías, y se maravillaban de que él se demorase en el templo.

Y aconteció que cumpliéndose los días de su ministerio, se fue a su casa.

Y después de aquellos días concibió su esposa Elisabet, y se encubrió por cinco meses, diciendo:

a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.

Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.

Y en aquellos días levantándose María, se fue aprisa a la montaña, a una ciudad de Judá;

y entró en casa de Zacarías, y saludó a Elisabet.

¿Y de dónde esto a mí, que la madre de mi Señor venga a mí?

Porque he aquí, tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.

porque ha mirado la bajeza de su sierva; y he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.

Socorrió a Israel su siervo, acordándose de su misericordia;

Y a Elisabet se le cumplió el tiempo de su alumbramiento, y dio a luz un hijo.

Y vino temor sobre todos sus vecinos; y todas estas cosas se divulgaron por todas las montañas de Judea.

Bendito el Señor Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo,

que nos habría de conceder, que liberados de la mano de nuestros enemigos, sin temor le serviríamos,

Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; porque irás delante de la faz del Señor, para preparar sus caminos;

Este empadronamiento primero fue hecho siendo Cirenio gobernador de Siria.

Y José también subió de Galilea, de la ciudad de Nazaret, a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por cuanto era de la casa y familia de David;

para ser empadronado con María su esposa, desposada con él, la cual estaba a punto de dar a luz.

Y aconteció que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, que el Señor nos ha manifestado.

Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.

Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ella, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor

y para ofrecer sacrificio, conforme a lo que está dicho en la ley del Señor; un par de tórtolas, o dos palominos.

Y vino por el Espíritu al templo. Y cuando los padres metieron al niño Jesús en el templo, para hacer por Él conforme a la costumbre de la ley,

La cual has preparado en presencia de todos los pueblos;

Y José y su madre estaban maravillados de las cosas que se decían de Él.

Y los bendijo Simeón, y dijo a su madre María: He aquí, Éste es puesto para caída y levantamiento de muchos en Israel; y por señal a la que será contradicho

(Y una espada traspasará también tu misma alma), para que sean revelados los pensamientos de muchos corazones.

Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser; la cual era grande de edad, y había vivido con su marido siete años desde su virginidad;

Y ésta, viniendo en la misma hora, también daba gracias al Señor, y hablaba de Él a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.

Y cuando cumplieron todas las cosas según la ley del Señor, se volvieron a Galilea, a su ciudad de Nazaret.

E iban sus padres todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua.

Y cuando tuvo doce años, subieron ellos a Jerusalén conforme a la costumbre de la fiesta.

Y pensando que estaba en la compañía, anduvieron camino de un día; y le buscaban entre los parientes y entre los conocidos;

Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en medio de los doctores, oyéndoles y preguntándoles.

Y todos los que le oían, se admiraban de su inteligencia, y de sus respuestas.

Y en el año quince del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia,

siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto.

como está escrito en el libro de las palabras del profeta Isaías que dice: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor; Enderezad sus sendas.

Y decía a las multitudes que salían para ser bautizadas por él: ¡Oh generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de la ira que vendrá?

Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no comencéis a decir en vosotros mismos: Tenemos a Abraham por padre; porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.

Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es cortado y echado en el fuego.

Respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene quien es más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado: Él os bautizará con el Espíritu Santo y fuego.

Entonces Herodes el tetrarca, siendo reprendido por él a causa de Herodías, esposa de Felipe su hermano, y de todas las maldades que Herodes había hecho,

Y el mismo Jesús comenzaba a ser como de treinta años, siendo (como se creía) hijo de José, hijo de Elí,

hijo de Matat, hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José,

hijo de Matatías, hijo de Amós, hijo de Nahúm, hijo de Esli, hijo de Nagai,

hijo de Maat, hijo de Matatías, hijo de Simeí, hijo de José, hijo de Judá,

hijo de Joana, hijo de Rhesa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Neri,

Reina Valera Gómez (© 2010)